jueves, 23 de diciembre de 2010

felices fiestas

sábado, 11 de diciembre de 2010

Los jugadores ni los árbitros son angelitos

No sólo es Cristiano Ronaldo
quién se tira “a la piscina”


En la lista también están los sevillanos José Antonio Reyes (At Madrid), Diego Capel (Sevilla) y Joaquín Sánchez (Valencia); el brasileño Daniel Alves (Barcelona), el camerunés Pierre Webo (Mallorca), el argentino Marco Rubén (Villarreal), el uruguayo José Cáceres (Sevilla) y algunos más… en la Liga española.
Sin olvidar, tampoco, el teatro que ofreció del Athletic de Bilbao en el comienzo de la Liga, donde los jugadores parecían de “papel”, estaba prohibido “tocarles”. El equipo vasco cambió y ahora son los jugadores que más protestan a los árbitros.

Por Miguel Miró
El árbitro danés Bo Larsen no se equivoca, pero se queda corto. Cristiano Ronaldo, la estrella del Real Madrid, como vulgarmente se dice tiene “mala milk” en muchas ocasiones. Aprovecha el contacto para tirarse a la piscina. En cierta forma, el juego del fútbol es un engaño. ¿O no es un engaño el regate? Más, todavía. ¿No hay que engañar al portero en un penalty?  El colegiado dice que es “irritante” el ex jugador del Manchester United.
Recordamos a Vicente del Bosque en Hamburgo. El ahora seleccionador nacional español, tal vez por la impotencia o la ofuscación, terminó dándole un capón a Kevin Keegan en una noche aciaga de la Copa de Europa (Hamburgo 5 Real Madrid 1). El británico volvió locos a los merengues, mientras que el tanque alemán Horst Hrubesch marcaba goles a cabezazos “desparramando gente en el área” por su poderío físico.
Keegan también fue “irritante” pero destelaba una luz especial por su clase y talento. Y no se tiraba a la piscina. Ni tampoco provocaba a los rivales, como muchas veces hace el extremo portugués. Bo Larsen, esto último, se “lo traga” porque estaba descubriendo sólo algunas de las artimañas de Cristiano Ronaldo.
Sin embargo, no es solo la estrella actual del cuadro madrileño quien se tira a la piscina. En el actual campeonato nacional, la lista se agranda con José Antonio Reyes en el Atlético de Madrid. ¿Imita a al portugués? Se puede apreciar en los tiros libres. Se planta con los pies separados y resopla. En relación al engaño o teatro de tirarse en el mínimo contacto, se puede ver otra vez en vídeo los partidos del cuadro rojiblanco durante la presente temporada.
No se diferencia mucho a Cristiano Ronaldo. Juega para él y la galería. Mide sus pases. No mira al espacio o el compañero desmarcado. Lo hace solo a quién le puede devolver el balón. Lo pueden comprobar en los partidos disputados de la Liga. Sus provocaciones son más burdas, sus empujones los ve todo el estadio.


MÁS DIFÍCIL TODAVÍA
Sobresalir haciendo “teatro” en un equipo de estrellas resulta difícil. Pero el brasileño Daniel Alves, del Barcelona, también le gusta lucirse cara a la  galería. Principalmente en el Camp Nou donde muchas veces magnifica las caídas y las faltas. Es generoso con sus compañeros –algo que CRonaldo y Reyes no lo son- pero tiene ramalazos de pretender ser el protagonista, algo que sí lo era en el Sánchez Pizjuán, y le gusta salir en los papeles como comer con los dedos.
El camerunés Pierre Webo, del Mallorca, con o sin intención –eso lo tendrá que contar él a sus amigos- perdió la verticalidad en el área, sin que nadie le tocara y provocó un penalty inexistente. Su caída ha sido providencial para su equipo contra el Valencia en Mestalla, ya que ganó 1-2. Lo más sorprendente ha sido la actuación del colegiado, que no lo dudó al señalarlo.
El almeriense Diego Capel parece un artista para tirarse y hacer teatro. El jugador del Sevilla abusa de las caídas ante cualquier roce. Como si se tratara de un consumado especialista, que dobla a la estrella en las películas.
Los árbitros españoles ya conocen sus artimañas, pero abusar de las caídas con engaño puede traer malas consecuencias. Una lesión grave, por ejemplo. El árbitro piensa que está fingiendo su dolor y deja seguir el juego. En un encuentro de la selección Sub 21, creemos que fue frente a Holanda o Dinamarca, hizo picar muchas veces al árbitro y el equipo rival estaba de uñas contra él.


EL DRAMA DEL HÉROE
La puesta en escena que hizo el uruguayo José Martín Cáceres en el Sánchez Pizjuán (Sevilla-Valencia) pareció un drama griego. Dio la sensación de que le habían roto la pierna, cuando todavía no se había cumplido la media hora de partido. Mehmet Topal, que terminó lesionado, recibió la roja directa del colegiado.
El turco había recibido una zancadilla de Fabiano y salió trastabillándose hacia la banda para trabar el balón a Cáceres. Es cierto que levantó la plancha, pero también es cierto que José Martín Cáceres se convirtió en la figura del partido ante un adversario con 10 jugadores. Increíble, pero cierto.
Joaquín Sánchez es otro de los jugadores que le gusta exagerar las faltas, y de vez en vez las jugadas que pierde el balón. El andaluz no tiene la velocidad ni la hinchada que le aplaudía en el Benito Villamarín en sus galopadas por la banda. Aún así –con un solo dribling, por dentro o por fuera ya conocido por sus rivales- todavía tiene cuerda. Pero pierde muchos balones en el arranque. Tal vez por eso tienda a exagerar, tanto en los contactos como en las faltas.


BUSCAR LAS PIERNAS DEL PORTERO
El argentino Marco Rubén, del Villarreal, buscó la pierna del guardameta (Dínamo de Zagreb) para tirarse en el área después de adelantar el balón suavemente hacia un lado. Por más que vemos la acción en vídeo, parece evidente. Sin embargo, el árbitro pitó penalty. No es la primera vez, ni será la última, que un jugador utiliza esta picardía. ¡Hubo contacto! Claro que hubo contacto, pero dicha acción no es ninguna novedad para nadie. Pudo haber saltado… pero no lo hizo.
Sin embargo, lo más sorprendente han sido los primeros partidos de Liga que disputó el Athletic de Bilbao. No sabemos si fueron órdenes del banquillo o una forma más rebuscada para perder tiempo. Parecía que los jugadores eran de papel. Cualquier contacto y caían como moscas. ¿Una estratagema? ¿Una forma de provocar?
El equipo bilbaíno practicó dicha fórmula con un extraño sistema de juego, super conservador. El primer tiempo: todos a defender, agazapados en la cueva del área. Cuando el rival se confiaba: en el segundo tiempo se transformaba en un cuadro eminentemente ofensivo, de mucha presión en la zona central y adelante. Es cierto que arrancó valiosos puntos, pero también los perdió.

AHORA HA CAMBIADO
No obstante, con su defensa “rocosa” cambió su sistema por un juego más vistoso. Más acorde con los jugadores de talla que posee. (Iraola, Martínez, Susaeta, Fernando Llorente, Gabilondo, Muniain, Toquero). Ya no se caen tanto, ahora toca protestar. Eso, sí. Los rojiblancos son ahora los más protestones de la Liga.
El engaño en el fútbol está a la orden del día. El problema consiste en que el árbitro pique o se lo permita, que también sucede. El fútbol ha cambiado por los intereses creados y los millones de euros en juego.
Hay de todo, como en la botica. Bo Larsen tendría que dar más detalles y más nombres. Los futbolistas no son unos angelitos ni los árbitros tampoco. El colegiado danés se quedó corto. Aunque queda bien claro que Cristiano Ronaldo no es el único que hace teatro y juega para la galería.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La trampa del offside está en peligro

¡Vuelve el “fullback”
o líbero al fútbol!

Percy Montgomery, Ignacio Coleto, Serge Blanco, Donald Clarke, Gavin Hastings, Andy Irving, Juan Martín Hernández…
- ¿Les conocen?
- Son figuras consagradas del rugby.
- ¿En qué puesto juegan o jugaron?
-¿A qué no lo adivinan?
- De fullback.

Por Miguel Miró
En el deporte del Rugby –el padre del fútbol actual– el fullback es el último zaguero. El jugador más defensivo del equipo. Se puede apreciar claramente su posición en el terreno de juego en sus distintas fases. El jugador debe reunir unas cualidades específicas ya que se trata del último hombre para detener el contraataque adversario y tiene que ser bueno en el takle (contacto o placaje).
Desde dicha posición igualmente un buen receptor. Unas cualidades especiales para el juego aéreo y a ejecutar muchos kicks (chuts con el pie) y recoger los chuts de la apertura y del fullback contrario. Al mismo tiempo poseer una extraordinaria condición física, velocidad y reflejos para subir a la línea de tres cuartos (palabras del rugby adaptadas en el fútbol actual). Es, en una palabra, el factor sorpresa del equipo, porque también se incorpora al ataque, dejando a un wing (ala) en la posición de retaguardia.
Puede que muchos se pregunten, ¿a qué viene esto? Muy sencillo, se trata del fullback: el battidore líbero o zaguero escoba en el fútbol. Una fórmula que se utilizó y se utiliza, aunque de otra manera en el fútbol actual. Igualmente, para tratar de aclarar que se inventó en el Football Rugby, a pesar de los diferentes “descubridores” que se apuntaron a patentar la idea.
Por otro lado, para aclarar que el primer técnico que adoptó -del rugby al fútbol actual- al fullback o líbero ha sido el austriaco Karl Rappan en la selección suiza en los años treinta. Respecto a quién lo reimplantó en Italia como “battidore líbero” en los años cincuenta ha sido el entrenador Nereo Rocco y no Helenio Herrera como muchos creen. El líbero o fullback pasó después a ser –en la línea de cuatro zagueros- el que daba el paso hacia atrás para cubrir la cobertura de sus compañeros.
La línea de cuatro zagueros en línea y la trampa del “offside” la implantó el francés Pierre Pibarot en el Racing de París, pero quien la perfeccionó ha sido Pierre Sinibaldi en el Anderletch en su época dorada. Después llegaría Julio César Menotti con el “achique de espacios” que era una copia del sistema de Sinibaldi.


Todo viene relacionado con el renacimiento del fullback o líbero y la posible “muerte” de la trampa del offside. Un cambio brusco que buscan algunos equipos con motivo de las nuevas normas del “fuera de juego”. Un sistema defensivo que, si es rígido lleva las de perder según la interpretación de “reglas añadidas por la International Board”.
La intención: que los equipos marquen más goles. El caso más clamoroso ha sido el tanto del empate del Barcelona al Valencia en el Camp Nou. La defensa valenciana se adelantó en la jugada y David Villa hizo la estatua en clara posición de fuera de juego. El árbitro interpretó que no participaba en la jugada y por ende dio por válido el gol azulgrana de Andrés Iniesta.
Otro ejemplo más reciente ha sido el espectáculo lastimoso que ofreció el Real Madrid ante el Barcelona. El equipo merengue puso cinco hombres en línea –Ramos/Pepe/Carvalho/Marcelo/Di María- y fue inútil. ¿Qué pasó con esa trampa? La célebre “manita” de los cinco goles azulgranas.
Podríamos seguir dando ejemplos, pero pensamos que son suficientes. Las nuevas normas del offside anulan la línea rígida y el adelantamiento de los cuatro zagueros. Sin embargo, ya se empieza a cuestionar el asunto en los equipos europeos.
Hay varias opciones:
La fórmula inglesa. Un sistema defensivo más armónico, colectivo y de apoyo mutuo en la cobertura, donde el marcaje es al hombre dentro de la zona. Lo demostró el Manchester United ante el Valencia, durante los últimos 20 minutos en Old Traford con su repliegue intensivo, cubriendo todos los espacios y caminos hacia la portería.
La fórmula italiana. La presencia de cuatro defensas y un líbero o fullback, además de un segundo bloque de mediocampistas que se desdoblan en sus funciones. Siempre que las líneas estén muy juntas para evitar sorpresas. El Inter, vigente campeón de Europa lo realizó con una variante. El líbero (el argentino Cambiassso) actuaba por delante de la línea de cuatro final.

Frank Rijskaard, según los partidos, fue líbero en el área y distribuidor en la zona central en el Milán.

EL SARAMPIÓN CONTAGIA
Ya se pudo comprobar en la Copa del Mundo FIFA disputada en Sudáfrica y se vuelve a repetir en la Copa de Europa de Naciones en la fase previa la presencia del líbero.
Suiza, en el mundial, jugó su primer partido ante España con una línea de cuatro prescindiendo del líbero a pesar de las características de Phillippe Senderos (Everton). Ocasionalmente, Senderos se lesionó (35´) y el técnico alemán Osttmar Hitzfeld optó por bajar a Benjamín Huggel (1,90 metros) y poner a Steve van Bergen como fullback por delante de los zagueros.
La selección helvética apuntaló más la defensa, ante el acoso de España y ganó el primer match. Una lesión casual cerró con cinco llaves la portería del gigantón Diego Benaglio (1,93).
Escocia, rival de España en el grupo de la Eurocopa de Naciones, también utiliza el fullback (David Weir) en la línea de cinco zagueros. Lo hizo en todos los partidos que disputó tratando de sorprender por la velocidad  de Kevin Miller y Steven Naismith en el  contraataque
Y en la Copa de Europa, el Glasgow Rangers que dirige Steve Smith, igualmente pone cinco defensas, en las que David Weir actúa de fullback o líbero.
Poco tardaron los españoles en imitar la fórmula del contragolpe y cinco defensas de los escoceses. Primero ha sido el colista Zaragoza y después el Deportivo de La Coruña. El equipo aragonés lo hizofrente al Valencia en Mestalla y con éxito, ya que descolocó a su rival, que fue incapaz de reaccionar por las discutidas rotaciones de su entrenador, Unai Emery. Sin embargo el fullback del equipo maño, el italiano Lanzaro precisamente, le facilitó las cosas. Primero, abriendo el marcador al fallar la trampa del offside y cerrarlo con un autogol en su portería.
Muy similar a lo que había pasado en Glasgow, en la Copa de Europa, donde el Rangers mereció una goleada por su juego vertiginoso. Aunque, también es verdad, en este caso fue el mediocampista Maurice Edu quien marcó los dos goles en distintas porterías.
Lo del Zaragoza ha sido fugaz, porque cambiaron a su entrenador, pero al Deportivo de La Coruña su “taponazo” en el área (con fullback, como en la etapa gloriosa del yugoslavo Miroslav Djukic) le ha venido de maravilla. No juega un fútbol vistoso, pero ya está a siete puntos de la zona del descenso al que parecía condenado.
Tres victorias consecutivas en Riazor, bastaron para que se apagaran, por ahora, todas las alarmas. En un principio –por las modificaciones de las reglas- la posición de líbero se había traspasado al guardameta, que en los últimos años se convirtió en “jugador de campo”. Pero parece que la idea no termina de convencer a algunos técnicos y prefieren recurrir al fullback, que ofrece mayores garantías.
Una medida que puede ser contagiosa como el sarampión en el fútbol español. Máxime si tenemos en cuenta que los “grandes” equipos (Barcelona y Real Madrid) vienen ganando últimamente por goleada.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Mourinho mantiene el sistema de Pelegrini

"Desnudamos al Real Madrid

Esteban Vigo, técnico del Hércules ha dejado al descubierto cuál es la contra–táctica frente al Real Madrid. Demostró que la defensa es vulnerable. Deja vías libres por las bandas. La descoordinación de los stoppers, y las lagunas que ofrece el esquema blanco, al cortarle la fluidez de su juego.

Por Miguel Miró
El dibujo del equipo merengue en el terreno de juego no ha cambiado. Es un calco del último tercio de la pasada temporada bajo la dirección de Manuel Pelegrini. La única diferencia estriba que antes iba al rebufo del Barcelona y ahora es al revés.
José Mourinho, a pesar de su excesiva propaganda mediática, no ha enseñado nada nuevo en el planteamiento y sentido posicional del sistema.
Se han cambiado algunas piezas, por supuesto. Cada una en las cuatro líneas. Un zaguero, Ricardo Carvalho; un stopper más, Sami Khedira; un mediapunta creador, Semut Özil y un delantero, Ángel Di María. Y como se preveía de antemano, no cuenta o cuenta poco con Pedro León y Sergio Canales.
Al poner un “stopper” más en la línea central (Pelegrini también lo hacía con Mahamadou y Lass Diarra) que realiza un trabajo oscuro pero eficaz, supuso una mayor tranquilidad  y seguridad a los zagueros. (Léase pérdida de balón en el mediocampo). Por otro lado, la labor del volante de enganche “más creador” ha dado una mayor velocidad al equipo y más movilidad en el desmarque de los delanteros para apretar el gatillo.
No se ha variado el dibujo, pero el equipo blanco se ha transformado. ¿Es una contradicción?
No; no es ninguna contradicción. La transformación del equipo ha sido por la inyección de autoestima. Ese chorro de autoestima se adquiere por las victorias y los resultados. Si sumamos una dosis de carácter, otra dosis de paciencia y un poco más de concentración podemos aclarar este lavado de “cara” que está mostrando el Real Madrid en la presente temporada.
Si el jugador madridista ya estaba dotado física y técnicamente, lo único que le faltaba era la cuestión anímica y mental, que supone la autoestima. Y en el fútbol se consigue a base de resultados. No es ningún secreto y se demuestra con la fría estadística. Tanto en la cuestión defensiva – con una sola variante, más rocosa y agresiva-, en el centro del campo y en la parte ofensiva.
…Aunque Raúl Albiol es técnicamente más completo que Carvalho… Diarra, podría hacer la función de Khedira… en el actual Real Madrid predomina más la contundencia, la agresividad y el sentido práctico, en lugar de sacar rendimiento al fútbol preciosista que sí poseen varios jugadores de la plantilla.
El efecto o inyección de autoestima siempre es importante en el fútbol, porque cualquier circunstancia -al ser un juego y por ende se producen errores– lo acusa el jugador y el contagio se extiende. La mente del futbolista, por los intereses creados en su entorno, es frágil.
Y esto se está notando, no sólo en la Liga, sino también en las tres competiciones que participa. En el tercio del campeonato nacional, salvo algunos puntos negros, su actuación podría ser denominada espectacular. Por la alegría del fútbol ofensivo, algo que siempre agradecen los buenos aficionados al deporte.



SISTEMA
El conjunto merengue utiliza el 1-4-2-3-1 en el ataque y defiende con 1-4-4-1-1. Una línea de cuatro zagueros, dos stoppers con doble función, dos volantes ofensivos (que son delanteros) en cada una de las bandas, un mediapunta y un delantero. Un sistema que pretende una presión en todo el campo. Como si quisiera sentenciar el partido en los primeros 20 minutos. El despliegue es espectacular y sorpresivo.
Está muy claro que ante un rival con despistes en el centro del campo y una defensa en línea rígida le puede hacer un siete, aunque lo importante es abrir el marcador. Ahí está la clave. Si llega el primer gol pueden llegar muchos más. De eso se trata cuando un equipo mezcla un juego trenzado con la velocidad supersónica y tiene jugadores que pueden desequilibrar un partido.
Sin embargo, le sigue faltando continuidad y pausas para dosificar sus fuerzas (también le pasaba con Pelegrini, que al no llegar el gol… la ansiedad aumentaba) Ante todo porque resulta imposible mantener ese ritmo y la presión en todo el campo, incluso bien preparado físicamente sin marcar los tiempos y recargar las pilas.
Todavía faltan muchos ajustes por realizar y a pesar de sus últimas goleadas, el Real Madrid no ha conseguido su puesta a punto. No se les saca partido a los dos jugadores alemanes (Özil y Khedira) y en algunas ocasiones existen indecisiones en las cinco líneas del campo. Estos detalles, con goles y resultados se disimulan y nadie se acuerda de los errores pasados. Algo natural cuando se vive “deprisa, deprisa” y los partidos se multiplican en las tres competiciones.
Las indecisiones en defensa: Casillas sigue sin blocar el balón.  La línea de zagueros en la salida y cobertura; las subidas sin retorno de Ramos y la “agresividad” de Marcelo en algunos casos. El egocentrismo de Alonso; la escasa ayuda de los “volantes” al centro del campo cuando surgen los problemas.

Con respecto a los alemanes, aún no hemos visto a Khedira, que parece el “ayudante” de Alonso. La situación que ocupa en el campo le queda pequeña. Su lugar de stopper en el repliegue, lo cumple a rajatabla, pero no se aprovecha su salida explosiva y su presencia en el área. En cuanto a Özil parece más dotado para fabricar fútbol en el centro del campo que de enganche a los delanteros. Está jugando igual que en la selección alemana, pero tiene detrás a Alonso, que no es Bastian Schweinsteiger

PUNTOS NEGROS
En los 19 partidos disputados (12 Liga, 5 Copa Europa y 2 Copa del Rey) el Real Madrid ha tenido altibajos. Malos y buenos encuentros.
Liga.- Su inicio ha sido titubeante. Empató ante el Mallorca y el Levante, tuvo que sufrir para ganarle al Osasuna, Real Sociedad, Hércules, Atlético de Madrid y Sporting de Gijón. A excepción de una resonante victoria en La Rosaleda, sus goleadas siempre se produjeron en el estadio Santiago Bernabéu. 
Sin embargo, el punto más negro ha sido en el enfrentamiento contra el RCD Español por el ya famoso “escándalo” del árbitro aragonés Carlos Clos, que se sacó de la manga un penalty en un tiro indirecto –el jugador se protegió la cara con las manos, algo instintivo- y estropeó el espectáculo favoreciendo al equipo blanco por sus decisiones y expulsiones equivocadas.
Copa de Europa.- En la competición continental ha brillado más que en la Liga. Su mejor y más completo partido lo realizó en el Giuseppe Meaza ante el Milán. Sin embargo, una actitud fea y desafortunada de Cristiano Ronaldo (pisó a Abate con sus tacos en el muslo, cuando el italiano estaba en el suelo) provocó la reacción del público y del equipo “rossonegro” que empató y se puso en ventaja (2-1) y el Real Madrid tuvo que hacer un sobre esfuerzo para empatar.
Copa del Rey.- Poco que resañar. Doble partido ante el Murcia y la clasificación en el Bernabéu, después de 135 minutos sin goles.


CONTRA-TÁCTICA
Aunque parezca mentira, todo lo que tiene de favorable el sistema puede volverse en su contra si el gol no llega pronto. Las andanadas ante la portería contraria y la presión que intenta ejercer en el campo, se diluyen al no haber pausas.
El ritmo es demasiado frenético y la falta de puntería se convierte, a veces, en imprecisión, precipitación y desánimo. Al mismo tiempo, todos sabemos que un ritmo tan alto no se puede aguantar durante todo el partido. Se pierde gas y se multiplican los problemas.
Además, la presión adelante se vuelve discontinua tras el alud de los primeros minutos de juego y un “poblado mediocampo y un ordenado sistema defensivo” por parte del rival puede desajustar todo el andamiaje ofensivo. No hay que olvidar que el Real Madrid tiene individualidades que pueden ganar un encuentro, pero en el marcaje son completamente “nulos” según como se desarrolle el encuentro y el resultado.
Lo ha demostrado el Mallorca y el Levante en la Liga y el Auxerre en la Copa de Europa, aunque el conjunto galo perdió por la mínima, a pesar de sus dos ocasiones claras en el contraataque. También el Hércules (sin Drenthe por la dichosa cláusula) que se adelantó en el marcador por intermedio de Trezeguet y tuvo en jaque al equipo blanco. Hasta que abandonaron el campo, por lesión, Thorner y Valdez.
Esteban Vigo (Hércules), Michael Laudrup (Mallorca) y Luis García Plaza (Levante) han sido los que tomaron buena nota de la pasada Copa del Mundo de Sudáfrica. Una especie de laboratorio –todos los mundiales lo han sido– en cuanto a sistemas de juego.
Algunos de ellos se lo tomaron al pie de la letra y otros, utilizaron parte de ellos. Esteban Vigo, transplantó, según los partidos, el de Holanda. Sorprendió al Barcelona en el Camp Nou y estuvo a punto de hacerlo en el Rico Pérez ante el Real Madrid. No es una copia, teniendo en cuenta a los jugadores, pero se le asemeja bastante.
Lo que puede parecer un esquema eminentemente defensivo -divide las zonas (parcelas imaginarias) del campo a distancias cortas- al desdoblarse se convierte en ofensivo. Lo hace en diagonal y escalonadamente. De forma coordinada para abrir o cerrar los espacios. Las líneas del equipo parecen inclinadas en el repliegue y el despliegue, dependiendo de la posesión del balón. Los apoyos, relevos se realizan con disciplina y concentración. Son la constante del esquema. Un trabajo de hormiga que marca sus tiempos y cuando menos se espera salta la sorpresa.




ESTEBAN VIGO
Esteban Vigo lo hizo frente al Barcelona con buen resultado, sin dejar espacios y tratando de impedir el adelantamiento de líneas al equipo azulgrana. Anuló a los motores, taponó las bandas y esperó, como buen cazador, la sorpresa para batir a la presa.
Ante el Real Madrid fue aún más osado y el desdoblamiento ha sido mayor. Anuló al motor (Özil por intermedio de Frizler), pero no taponó los pasillos… atacó por la banda que más le duele al equipo merengue: la de Sergio Ramos. Puso al francés Thorner en punta, Trezeguet de Martín Pescador y Valdez descolocando a toda la defensa.
Ante esta estratagema, la defensa quedó atada, los stoppers se replegaron y los delanteros se quedaron sin apoyos ni distribuidor de juego. Prácticamente “partió en dos” al adversario o, mejor dicho, le apagó las luces. El Hércules dominó la situación y de haber cristalizado las ocasiones que tuvo para aumentar el marcador estaríamos hablando de un “matagigantes”. O de un técnico que conoce bien su oficio y no se ciega desde la banda o el banquillo.
En ese partido, aunque perdió el Hércules, Esteban Vigo dejó al descubierto cuál es una de las   contra-tácticas frente al Real Madrid. Demostró que la defensa es vulnerable, que deja vías libres cuando suben Ramos, Carvalho o Marcelo. La descoordinación de los stoppers, y las lagunas que ofrece el esquema blanco, al cortarle la fluidez de su juego.





lunes, 22 de noviembre de 2010

El Valencia recupera “espíritu de lucha”


El juego de los errores o el oficio de Unay Emery ante la “bisoñez” de Juan Carlos Garrido. El Valencia no jugó con cinco defensas, lo hizo con nueve –inteligentemente– y se llevó un punto de El Madrigal. El Villarreal  no pudo desarrollar su juego y pagó muy caro al seguir manteniendo una línea de cuatro rígida en la zaga y a Senna entre los suplentes.
En síntesis, un partido de mucho desgaste físico, mucha pizarra y escaso nivel técnico. Algo realmente sorprendente, teniendo en cuenta la calidad de la plantilla de ambos equipos y el rendimiento que pueden dar un puñado de estrellas. Sin embargo, se demuestra que, a veces, lo práctico resulta más provechoso.

Por Miguel Miró
Después del “circo” que montó en Mestalla y los deseos de moderarse en sus gestos (espantando moscas o aparcando aviones) Unay Emery se puso serio. Se olvidó de la charlotada (Presentación de Isco, como en los tiempos de Kubala en la selección) y puso en práctica un nuevo plan. Una táctica que ya le había dado resultados en Logroño y ante el Rangers en Mestalla. Una fórmula “militar”; disciplina militar y la sorpresa en el contraataque. Anular a la caballería: Rossi y Nilmar –marcajes al hombre–  y a los generales, Cazorla y Valero. Buscaba el sentido práctico, olvidándose del juego vistoso.
Por su parte, Garrido se frotaba las manos por las siete bajas de su adversario. El técnico del Villarreal quiso seguir fiel a su sistema y a su juego. Hoy, tal vez, lo estará lamentando. Se olvidó de trazar un “plan B”, después de los errores cometidos en Turquía y en el Camp Nou. (Y lo puede pagar más caro si no reacciona y cae eliminado en la Copa UEFA).


Los errores de Garrido
1.- La ausencia de Marcos Senna para imponer su experiencia. Cuando le sacó lo hizo tarde y mal.
2.- La línea rígida de los cuatro zagueros, buscando la trampa del off-side, olvidándose de las nuevas normas que ponen en “entredicho el sistema”.
3.- No supo en ningún momento aprovechar la iniciativa que le brindaba el adversario.
4.- Mantuvo hasta el final a Ángel López, que vivió una tarde negra, totalmente negado por el tapón en la banda. Negado en el marcaje e incapaz en las subidas.
5.- No apreció tampoco la posición de Joaquín, por el centro, que arrastraba a Bruno de su sitio.
6.- Al ver “atados” a Rossi y Nilmar, no hizo nada. Ni siquiera cambiarles de banda.
7.- Hizo un cambio absurdo –desesperado, mejor– al sacar a un delantero eliminando del campo a Borja Valero. No solucionó nada, provocó más desconcierto.
8.- A 20 minutos del final se encontró con más delanteros (3) que creadores de juego.
8.- No es la primera vez que vemos a un técnico “cegarse” al no ver o no querer ver la estratagema de su rival, ni tampoco saber gestionar la superioridad numérica, tras la expulsión demasiado rigurosa de Stankevicius.

Los aciertos de Emery
1.- El marcaje mixto que esgrimió desde el inicio del partido.
2.- No es cierto que pusiera cinco defensas. Stankevicius y Miguel marcaron al hombre. Fueron la sombra de Rossi y Nilmar. Bruno y Pablo, más adelantados, cumplían la función de “ventilador” en las bandas. Para evitar la subida de los laterales. Bruno apoyando en defensa y Pablo apoyando en ataque.
3.- Supo solucionar inmediatamente la lesión de Navarro, sin que se resintiera el equipo. Bajó a Maduro a la defensa y sacó a Banega, siempre pensando en ganar el partido. Tapó un agujero pero no tuvo respuesta del argentino. (Incapaz de acoplarse al sistema del contragolpe, abusando del pase en corto y perdido en la zona central).
4.- Para confirmar lo que decimos aquí están los apuntes: Banega: 7 pases cortos y uno largo, 4 de ellos al contrario; 1 recuperación de balón; 5 faltas y 1 tarjeta amarilla.
6.- No obstante, buscó otro recurso al cambiar de banda Cazorla. Alejandro Costa se pegó al volante del Villarreal y resultó decisivo para los intereses del Valencia. Las pocas ideas se diluyeron en el rival, tras la inexplicable salida de Borja Valero (¿?)
7.-  Se vio obligado a cambiar a Miguel, dando entrada a Dealbert, como lateral derecho. El brasileño Nilmar se vio liberado a media hora del final. El retoque de la defensa la hizo para tapar más la entrada de Rossi por el medio… y llegó el empate por el medio.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Abu Dhabi / F 1: una comedia

Cuando el deporte pierde
su honesto nombre

La Fórmula 1 ha perdido su seriedad e imparcialidad en Abu Dhabi. La competición mundial ha quedado en entredicho. La “encerrona” a Fernando Alonso queda para los anales de la historia. Una comedia en tres actos que se podría llamar “Cuando el deporte pierde su honesto nombre”.

Miguel Miró
Sabíamos, de antemano, que no iba a ganar el piloto español Fernando Alonso y que Red Bull-Renault tenía una estrategia “de equipo”. Presentíamos que iba a ganar porque se lo merecía. Ante todo por la regularidad del binomio (Weber-Vettel) durante toda la temporada. Lo presentíamos, después de ver los tiempos de los cuatro primeros, con una diferencia de milésimas de segundo y en la cabeza de la parrilla a Sebastián Vettel.
La razón ha sido bien sencilla. Y no sólo se trata de experiencia (“piensa mal y acertarás”, reza un dicho muy español) sino que lo confirmaban los hechos.
En primer lugar, la decisión que tomó el jefe de filas de Red Bull en Interlagos. Le cambió el alerón trasero al bólido de Mark Weber y se lo puso al de Sebastián Vettel y el alemán ganó el GP de Brasil. Algo que ha pasado inadvertido.
Otro detalle: La relación de equipo Weber-Vettel, tiene una forma de pensar (anglosajona) muy distinta al equipo de Ferrari (latinos). Entre Alonso-Massa se han producido algunos enfrentamientos por las envidias. Las declaraciones del brasileño en su tierra han sido irrefutables  (“No soy el segundo del equipo Ferrari. No quiero ser segundo; quiero ser primero”).
Con la decisión del cambio de alerón y la victoria en Interlagos, Sebastián Vettel metió su cabeza de lleno en la carrera por el título mundial. Estaba clarísimo: no era cuestión de dos (Alonso-Weber), sino de cuatro (Alonso, Weber, Vettel y Lewis Hamilton, también con posibilidades). Además, había un precedente: Vettel ganó en los Emiratos Árabes la pasada temporada (2009).
En segundo lugar, intuimos que algo se preparaba después de una declaración de la escudería Red Bull destacando su “fair play” por el título mundial. Esta afirmación ha sido con la boca pequeña. Cuando un aspirante apela al juego limpio, malo. Porque, cualquiera con sentido común pensaría inmediatamente:
“Se están curando en salud; seguro que están tramando algo”.
No obstante, aunque lo sospechábamos, no pensábamos que se atreverían a hacerlo. Y lo hicieron. Una comedia escandalosa que ha manchado la reputación de la competición.

En la portada de Tutto Sport, Italia
PRIMER ACTO
La única esperanza que teníamos para que Fernando Alonso consiguiera su tercer título mundial (paradoja: sus dos coronas con la firma Renault) era su autocontrol. La forma de conducir y su amplia experiencia en los circuitos. Su fuerte carácter, la frialdad de un “killer” y la imaginación al volante. Dependía de sí mismo para alcanzar las primeras cuatro plazas.  Para sopesar los tiempos y los acelerones. En la pista estaba solo. Solamente solitario, como la canción. Apoyado desde los boxes por la escudería Ferrari y desde la lejanía, por los seguidores de España e Italia.
Alonso ha sido el más rápido en la primera eliminatoria del sábado. Buscaba la “pole possition”. Asimismo se puso por delante de los alemanes Rosberg y Vettel. Sin embargo, en la segunda ronda fue superado por Vettel y Hamilton, que ocuparon el primer y segundo lugar en la parrilla de salida. Curiosamente, el español estaba emparedado. Detrás de él,  Jonson Button y Mark Weber.
Bien situado, pero peligrosamente acompañado.
No comprendimos la satisfacción de Ferrari y de Alonso, al comprobar que Weber salía de la quinta posición. Igualmente, la preparación de su bólido en Ferrari y su estrategia. Conservador al máximo y vigilar estrechamente a Weber.
¿Un error de cálculo o un error de algún consejero secreto? El tiempo, en su momento, nos descubrirá la verdad.
Tampoco entendimos las palabras de Weber:
"Salir el quinto no es muy bueno, es decepcionante," dijo el piloto australiano.  "Todavía pueden pasar muchas cosas, mi posición no me ayuda mucho, pero hemos visto que las carreras pueden cambiar de un momento a otro", añadió. (Eurosport).
Había gato encerrado o quizá, pensamos, podría hacer más daño detrás que delante. ¿Otra estratagema más?  Tampoco nadie reparó en el choque entre Hamilton y Massa el mismo sábado. Sin sanción para ninguno de los dos. ¿Desde cuándo esa benevolencia? ¿Han cambiado las normas de la F 1?
No es que seamos suspicaces, pero todo parecen piezas de un puzzle. Además, dicho accidente ha sido explicado en dos versiones que no coinciden entre sí. ¿Ha sido casual o premeditado? En medio se encuentra un piloto de Ferrari, el “compañero” de Alonso y uno de los candidatos al título (Hamilton). Felipe Massa, como recordarán, tuvo otro “accidente” más aparatoso en las clasificaciones de Japón.


 SEGUNDO ACTO
La salida no ha sido explosiva, como se esperaba. Nadie quería un roce ni ningún contratiempo. Excepto el acelerón de Button que adelantó a Fernando. Hasta el trompo de Michael Schumaker y la embestida del italiano Vitatonio Liuzzi que estropeó la fiesta en la primera vuelta. La salida del Safety-car para limpiar la pista permitió a Nico Rosberg (Mercedes) y Vitaly Petrov (Renault) cambiasen los neumáticos blandos. ¿Petrov? ¿Les suena este nombre?
Se relanza la carrera en la vuelta 6. Alonso al rebufo de Button y Massa pegado a Weber, mientras que Hamilton amenaza a Vettel. Dos vueltas más y Weber roza un muro en el último sector de una curva. Según los especialistas iba demasiado rápido.  En la vuelta 12 decidió cambiar sus neumáticos y reapareció en la pista en el 10º lugar, debido al tráfico de coches y las estrecheses del circuito. Inmediatamente después lo hace Felipe Massa (V14), pero no comunica al control de Ferrari que el tráfico está casi imposible y pierde puestos.
¿Por qué no lo hizo? Habría que preguntárselo al brasileño, sabiendo que el siguiente en bajar a los boxes será Alonso.
¿Por qué no avisó por radio el peligro que corría su compañero?
Dos vueltas después le tocó a Alonso… y los especialistas aplaudieron. Se reintegró a la competición antes de que pase Weber, pero en la octava posición, detrás de Vitaly Petrov (Renault), Rosberg (Mercedes) y Robert Kubica (Renault).
Cualquiera, por lógica, se preguntará:
¿Ahora cambiará sus neumáticos Vettel o Hamilton?
Pero en la siguiente vuelta –que no deja de estar en clave, justo cuando se consolida el engaño– llega el aviso para el alemán de Red Bull.
“Sebastián, cuida bien los neumáticos…over”
Si esto no ha sido una trampa, entonces ¿qué ha sido? ¿El fair play de Red Bull?
Lo triste es que Ferrari picó con el cambio de ruedas de Weber.
El sanwich estaba servido para Fernando Alonso en la vuelta 17. En la pista emparedado entre Petrov y Weber, mientras que Massa se encontraba desaparecido ¿Quién vigila a quién, signore?


TERCER ACTO
Ya sin nadie por detrás que les hiciera sombra, Lewis Hamilton cambia los neumáticos en la vuelta 24, mientras que Sebastián Vettel –que aún sigue con los neumáticos blandos– lo hace en la siguiente.
¿Picó Ferrari o alguien confundió a Ferrari?
Mientras tanto, Fernando Alonso seguía chupando rueda del Renault de Petrov, que tenía más velocidad punta en las rectas (la única posibilidad del español para pasarle). ¿También es casualidad?
Lo intentó cuatro veces sin resultado, hasta dos vueltas antes del final. Y la sombra (estrategia-trampa) de Red Bull, hizo una encerrona más larga. Porque delante de Alonso estaba Petrov, Rosberg, Kubica (otro Renault que hacía de segundo tapón) y Button, para intentar subir al podium.
Precisamente en el puesto que Alonso salió en la parrilla de salida.
El final ya lo conocen y los resultados también.
Nota: Vitaly Petrov (RUS) Renault R30.
¿Se acuerdan de este nombre? El ruso Petrov se hizo piloto de carrera en Valencia (España), bajo la supervisión de Adrián Campos, ex piloto de Fórmula 1. Ha formado parte de la comedia montada por la escudería Red Bull, que tiene motor Renault,  para impedir que Fernando Alonso no ganara su tercer título. Un tapón de oro que será, seguramente, recordado por los aficionados españoles e italianos.
No nos extrañaría nada, y es una intuición tan solo, que forme también parte de un proyecto muy avanzado para que sea la estrella en la futura prueba de Fórmula 1 que se celebrará en Moscú (Rusia) el año próximo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Cambio de apellidos:¿Es un acuerdo con PNV?


Si es así, el gobierno se “come” su propia receta: ocultar la verdad del origen de la nueva Ley.

Por Miguel Miró
La fijación y el empeño de cambiar los apellidos, sin embargo, no es una fórmula reciente. Ya se hacía y se hace desde más de 30 años en el deporte del fútbol. ¿Se acuerdan de Urruti o Urruticoechea? El ex guardameta de la Real Sociedad, Español, Barcelona y de la selección española.
Su nombre completo fue –lamentablemente falleció joven (49 años) en un accidente de tráfico en Barcelona– Francisco Javier González Urruticoechea, nacido en San Sebastián. El “bueno” de Francisco Javier, que nunca ocultó el apellido de su padre sabía que  Urruti sonaba mejor en el País Vasco. González Urruticoechea ha sido un gran portero, al igual que una excelente persona.
Referente a este tema recordamos aún las palabras de un gran presidente del Ath Bilbao:
“Si quieres ser presidente Athletic Club de Bilbao tienes dos opciones; una, pertenecer al grupo de Neguri (Banco de Bilbao) y otra, al Partido Nacionalista Vasco (PNV)”.
Esta frase contundente y clara la dijo confidencialmente, antes de unas elecciones del club durante los años setenta. Tampoco es un secreto. Hubo un entrenador vasco, o medio vasco, que declaró pertenecer a dicho partido político cuando estaba al frente de la plantilla del Ath Bilbao.  Incluso se produjo un manifiesto del club y sus jugadores rojiblancos, que ha sido publicado en los últimos años en los que hacía referencia a cuestiones políticas.
Dicho esto –aunque se diga que no hay que mezclar la política con el deporte–  existen muchos casos en el cambio de los apellidos, materno por paterno. Una moneda de cambio ante un hecho que no tiene relación con el deporte. Salvo cuando los dos apellidos son castellanos, que los hay y muchos y utilizan su nombre de pila en vasco. Algo que supuso un auténtico sarampión. La moda de los nombres vascos (Igor, Xabi, Aritz, Pachi...), dentro y fuera de la Comunidad Autónoma y de manera muy especial en Cataluña.
ARCONADA
Otro ejemplo más político que deportivo ha sido también el de Luis Miguel Arconada en la selección española. En un momento dado se negó a usar las medias del equipo nacional. Se ponía medias blancas para no “llevar la bandera española”. Blancas y muy blancas, como las de la selección inglesa de fútbol trataron de disimular los Medios.
Las inclinaciones políticas de los jugadores en los equipos vascos –que están en su perfecto derecho, siempre que no molesten al prójimo–  y de clubes, como la Real Sociedad, que siempre ha sido elogiado por su filosofía por la manera de conducir y gestionar una sociedad deportiva.
La entidad guipuzcoana, no obstante, podría ser sancionada en la actualidad por llevar la “ikurriña” en el uniforme. La luce, concretamente, en la manga izquierda de la camiseta. No se trata de una simple opinión, sino de una nueva norma de la Internacional Football Association Board (IFAB) de FIFA, en la que “los árbitros deben cumplir”. En este caso, su equipamiento deportivo lleva un “mensaje político”.  La ikurriña que diseñó Sabino Arana, fundador del PNV, y su hermano Luis.

REGLA 4
Decisión 1
Los jugadores no deberán mostrar al público ropa interior con lemas o publicidad.
El equipamiento básico obligatorio no deberá tener mensajes políticos, religiosos o personales.
El organizador de la competición sancionará a aquellos jugadores que levanten su camiseta para mostrar lemas o publicidad. El organizador de la competición o la FIFA sancionará al equipo de un jugador cuyo equipamiento básico obligatorio tenga mensajes políticos, religiosos o personales.
Ya sabemos que muchos nos dirán que el Barcelona lleva discretamente en el cuello la “cuatribarrada” –originaria del Reino Aragón–  y que se acepta el palabro “Espanyol” en lugar de Español… Que el Zaragoza luce la enseña aragonesa en su camiseta... Que algunos equipos andaluces llevan las banderas de España y de Andalucía juntas en el reborde del cuello de sus camisetas… pero también es cierto que otros clubes, como el caso del Valencia, adornan su camiseta con un murciélago, que sí representa el real y auténtico espíritu deportivo.
Pero, en todo caso, no es lo mismo. La ikurriña es un símbolo del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Y este antecedente supone un “un mensaje político” como reza la regla número 4 del reglamento de la Internacional Football Association (IFAB de FIFA) y se debe cumplir el reglamento.
Otro detalle: (…) Sabino Arana fundó la sociedad "Euskeldun Batzokija" (14-7-1894) en la calle Correo, número 22 (Bilbao), que es el inicio de la organización del Partido Nacionalismo Vasco. En la ceremonia Ciriaco de Iturri izó por primera vez la “ikurriña” que fue diseñada por Sabino y Luis Arana. (…)

PUYOL Y VILLA
Los influjos nacionalistas, al parecer,  no son exclusivamente vascos. También ocurre en Cataluña. La renuncia de Carlos Puyol a la selección española, tras la Copa Mundo FIFA no era un farol. El zaguero del FC Barcelona, durante el campeonato disputado en Sudáfrica, tal vez mal aconsejado por alguien, quiso cambiarse una parte del uniforme –las medias–  por tener los colores de la bandera española. En los Medios de Comunicación no se le dio importancia. Una anécdota o chiquillada. Sin embargo, no era ninguna broma, ya que estaba firmemente convencido que tenía que abandonar la selección.
Al final, entre el entrenador, Vicente del Bosque, y sus compañeros le hicieron cambiar de opinión.
Lo último le sucedió al asturiano David Villa. En el Barcelona le recomendaron, con buenos modales, pero muy seriamente que se quitara la bandera española de sus botas de fútbol.
Para que después digan que ...
"El deporte está vacunado de ese virus llamado política radical".

viernes, 5 de noviembre de 2010

El Valencia re-Mata al Rangers en la Copa de Europa


Por Miguel Miró
Es la segunda vez en lo que va de temporada que el Valencia sabe gestionar los 90 minutos y no tiene que sufrir en el segundo tiempo. La anterior había sido frente al Logroñés, en el que mucho tuvo que ver la sociedad Mata-Aduriz y la contundencia del letón Marius Skandevicius con sus balones largos. Juego corto, posesión del balón y trabajo de contención en la primera mitad. Juego largo y velocidad en el contraataque durante la continuación.
En la Copa de Europa ante el Rangers el examen ha sido más complicado, pero se repitió la misma historia. Una sintonía  bastante completa en cada uno de los dos períodos con distintas alternativas. Y  se pudo comprobar la consistencia del equipo a través de su “esqueleto”, en cada una de las cinco líneas del campo: César, Navarro, Albelda, Mata y Soldado.


¿Por qué ganó el Valencia?
Aunque pueda parecer una ironía, el disparo de Naismith al palo. Esa pérdida de balón en la banda derecha. El arranque de misil del escocés, el despiste defensivo y la providencial, eso nos pareció, estirada de César tocando el balón con la punta de sus manoplas. Un susto que se transformó en el sentido contrario a la ansiedad, pecado de muchos partidos. Motivó más al equipo y sobre todo a los jugadores con mayor experiencia. Juntó más sus líneas, se mostró más serio, más ordenado y más concentrado.
Subió la adrenalina, sí, pero también la autoestima y la confianza. Se fabricó un triángulo defensivo, se cerraron las bandas y sin perder la compostura se puso el traje de faena. Había que frenar a los tres misiles del adversario que campearon a sus anchas en Ibrox Park y la otra vía, para evitar la salida del internacional argelino Burgherra. Lo más positivo ha sido la paciencia. Saber esperar las oportunidades, sin descuidar los marcajes y la posesión del balón.
A la contundencia de los dos zagueros se unió la autoridad de Albelda y la reacción de Mata, que cogió “la manija” para repartir el juego desde la banda izquierda. De sus botas partió el primer remate de volea y de sus botas llegaron las ocasiones del Valencia. Primero apoyándose en Mathieu, después con Aduriz que golpeó dos veces. Todo ello con pausas, porque Mata seguía cumpliendo una doble función defensiva y ofensiva. 
El gol de Soldado, certero como un curtido “cazador”, rompió a la defensa escocesa. Ya con la ventaja, Juan Manuel Mata rompió “sus cadenas” defensivas en la segunda mitad y volvió loca a la defensa del equipo escocés, toda una selección con ocho internacionales. Y llegó el segundo gol de Soldado, con una pared con Mata, que dejaba clara la ambición del equipo valencianista.
El jugador de “quita y pón” del entrenador en los anteriores partidos demostró todas sus virtudes. Las que siempre expuso en la selección Sub 21 que se clasificó para la fase final de la Copa de Europa, un puente  para los JJOO-2012. Mata se mostró generoso, activo y escurridizo. Con imaginación elaboró la mayoría de las ocasiones de gol, en sociedad de Soldado y Aduriz, consolidando la victoria del Valencia.

¿Por qué perdió el Rangers?
El manager Walter Smith se confió demasiado por la trayectoria de su equipo. La columna vertebral de la selección de Escoscia: MacGregor, Weir, MacCulloch, Wittaker, Naismith y Miller. El Rangers venía con la vitola de favorito a Mestalla. Trece partidos imbatido. Diez de ellos en Liga (nueve victorias y un empate) y tres en la Copa de Europa- una victoria y dos empates. Igualmente tenía a MacCulloch –que no jugó en Glasgow– el distribuidor ideal para variar el esquema, dejando atrás el calco de la selección escocesa que dispuso en el partido de ida.
Buscó una apuesta ganadora (1-4-1-4-1) ante un rival como el Valencia que había dado facilidades por su fragilidad en el eje del campo. Un equipo sin ideas que tenía un agujero socavón, diríamos mejor– en la zona ancha y que terminó contagiando a la defensa y aislando a los volantes, maniatados en la nutrida defensa y dejando a Aduriz como alma en pena.
Era normal el paso que iba a dar en Mestalla, ya que estaba en juego la clasificación del grupo. 
La intención de Manager escocés fue adelantar más las líneas y jugar a la contra pensando en que se encontraría a un contrincante debilitado y con poca confianza después de sufrir tres tropiezos seguidos en la Liga (dos derrotas, Barcelona -Mallorca y un empate “de milagro” ante el colista Zaragoza que, precisamente utilizó el 1-5-4-1 al estilo del Rangers.
Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Ni MacCulloch dirigió la orquesta, ni funcionaron los internacionales. Después de un inicio fulgurante y un tiro al palo, se encontraron maniatados. No contaban con la reacción del Valencia y fueron “un palo” los dos goles de Soldado. Tampoco que su rival actuara a la contra, cayendo en la trampa. Walter Smith, obstinado como buen escocés, mantuvo los cuatro zagueros en el segundo tiempo, pero hizo una variante para encontrar el gol: situó a Miller en la banda izquierda y pudo haberle salido bien, pero otra vez el palo se interpuso en su camino. No era la noche del Rangers.