lunes, 15 de noviembre de 2010

Abu Dhabi / F 1: una comedia

Cuando el deporte pierde
su honesto nombre

La Fórmula 1 ha perdido su seriedad e imparcialidad en Abu Dhabi. La competición mundial ha quedado en entredicho. La “encerrona” a Fernando Alonso queda para los anales de la historia. Una comedia en tres actos que se podría llamar “Cuando el deporte pierde su honesto nombre”.

Miguel Miró
Sabíamos, de antemano, que no iba a ganar el piloto español Fernando Alonso y que Red Bull-Renault tenía una estrategia “de equipo”. Presentíamos que iba a ganar porque se lo merecía. Ante todo por la regularidad del binomio (Weber-Vettel) durante toda la temporada. Lo presentíamos, después de ver los tiempos de los cuatro primeros, con una diferencia de milésimas de segundo y en la cabeza de la parrilla a Sebastián Vettel.
La razón ha sido bien sencilla. Y no sólo se trata de experiencia (“piensa mal y acertarás”, reza un dicho muy español) sino que lo confirmaban los hechos.
En primer lugar, la decisión que tomó el jefe de filas de Red Bull en Interlagos. Le cambió el alerón trasero al bólido de Mark Weber y se lo puso al de Sebastián Vettel y el alemán ganó el GP de Brasil. Algo que ha pasado inadvertido.
Otro detalle: La relación de equipo Weber-Vettel, tiene una forma de pensar (anglosajona) muy distinta al equipo de Ferrari (latinos). Entre Alonso-Massa se han producido algunos enfrentamientos por las envidias. Las declaraciones del brasileño en su tierra han sido irrefutables  (“No soy el segundo del equipo Ferrari. No quiero ser segundo; quiero ser primero”).
Con la decisión del cambio de alerón y la victoria en Interlagos, Sebastián Vettel metió su cabeza de lleno en la carrera por el título mundial. Estaba clarísimo: no era cuestión de dos (Alonso-Weber), sino de cuatro (Alonso, Weber, Vettel y Lewis Hamilton, también con posibilidades). Además, había un precedente: Vettel ganó en los Emiratos Árabes la pasada temporada (2009).
En segundo lugar, intuimos que algo se preparaba después de una declaración de la escudería Red Bull destacando su “fair play” por el título mundial. Esta afirmación ha sido con la boca pequeña. Cuando un aspirante apela al juego limpio, malo. Porque, cualquiera con sentido común pensaría inmediatamente:
“Se están curando en salud; seguro que están tramando algo”.
No obstante, aunque lo sospechábamos, no pensábamos que se atreverían a hacerlo. Y lo hicieron. Una comedia escandalosa que ha manchado la reputación de la competición.

En la portada de Tutto Sport, Italia
PRIMER ACTO
La única esperanza que teníamos para que Fernando Alonso consiguiera su tercer título mundial (paradoja: sus dos coronas con la firma Renault) era su autocontrol. La forma de conducir y su amplia experiencia en los circuitos. Su fuerte carácter, la frialdad de un “killer” y la imaginación al volante. Dependía de sí mismo para alcanzar las primeras cuatro plazas.  Para sopesar los tiempos y los acelerones. En la pista estaba solo. Solamente solitario, como la canción. Apoyado desde los boxes por la escudería Ferrari y desde la lejanía, por los seguidores de España e Italia.
Alonso ha sido el más rápido en la primera eliminatoria del sábado. Buscaba la “pole possition”. Asimismo se puso por delante de los alemanes Rosberg y Vettel. Sin embargo, en la segunda ronda fue superado por Vettel y Hamilton, que ocuparon el primer y segundo lugar en la parrilla de salida. Curiosamente, el español estaba emparedado. Detrás de él,  Jonson Button y Mark Weber.
Bien situado, pero peligrosamente acompañado.
No comprendimos la satisfacción de Ferrari y de Alonso, al comprobar que Weber salía de la quinta posición. Igualmente, la preparación de su bólido en Ferrari y su estrategia. Conservador al máximo y vigilar estrechamente a Weber.
¿Un error de cálculo o un error de algún consejero secreto? El tiempo, en su momento, nos descubrirá la verdad.
Tampoco entendimos las palabras de Weber:
"Salir el quinto no es muy bueno, es decepcionante," dijo el piloto australiano.  "Todavía pueden pasar muchas cosas, mi posición no me ayuda mucho, pero hemos visto que las carreras pueden cambiar de un momento a otro", añadió. (Eurosport).
Había gato encerrado o quizá, pensamos, podría hacer más daño detrás que delante. ¿Otra estratagema más?  Tampoco nadie reparó en el choque entre Hamilton y Massa el mismo sábado. Sin sanción para ninguno de los dos. ¿Desde cuándo esa benevolencia? ¿Han cambiado las normas de la F 1?
No es que seamos suspicaces, pero todo parecen piezas de un puzzle. Además, dicho accidente ha sido explicado en dos versiones que no coinciden entre sí. ¿Ha sido casual o premeditado? En medio se encuentra un piloto de Ferrari, el “compañero” de Alonso y uno de los candidatos al título (Hamilton). Felipe Massa, como recordarán, tuvo otro “accidente” más aparatoso en las clasificaciones de Japón.


 SEGUNDO ACTO
La salida no ha sido explosiva, como se esperaba. Nadie quería un roce ni ningún contratiempo. Excepto el acelerón de Button que adelantó a Fernando. Hasta el trompo de Michael Schumaker y la embestida del italiano Vitatonio Liuzzi que estropeó la fiesta en la primera vuelta. La salida del Safety-car para limpiar la pista permitió a Nico Rosberg (Mercedes) y Vitaly Petrov (Renault) cambiasen los neumáticos blandos. ¿Petrov? ¿Les suena este nombre?
Se relanza la carrera en la vuelta 6. Alonso al rebufo de Button y Massa pegado a Weber, mientras que Hamilton amenaza a Vettel. Dos vueltas más y Weber roza un muro en el último sector de una curva. Según los especialistas iba demasiado rápido.  En la vuelta 12 decidió cambiar sus neumáticos y reapareció en la pista en el 10º lugar, debido al tráfico de coches y las estrecheses del circuito. Inmediatamente después lo hace Felipe Massa (V14), pero no comunica al control de Ferrari que el tráfico está casi imposible y pierde puestos.
¿Por qué no lo hizo? Habría que preguntárselo al brasileño, sabiendo que el siguiente en bajar a los boxes será Alonso.
¿Por qué no avisó por radio el peligro que corría su compañero?
Dos vueltas después le tocó a Alonso… y los especialistas aplaudieron. Se reintegró a la competición antes de que pase Weber, pero en la octava posición, detrás de Vitaly Petrov (Renault), Rosberg (Mercedes) y Robert Kubica (Renault).
Cualquiera, por lógica, se preguntará:
¿Ahora cambiará sus neumáticos Vettel o Hamilton?
Pero en la siguiente vuelta –que no deja de estar en clave, justo cuando se consolida el engaño– llega el aviso para el alemán de Red Bull.
“Sebastián, cuida bien los neumáticos…over”
Si esto no ha sido una trampa, entonces ¿qué ha sido? ¿El fair play de Red Bull?
Lo triste es que Ferrari picó con el cambio de ruedas de Weber.
El sanwich estaba servido para Fernando Alonso en la vuelta 17. En la pista emparedado entre Petrov y Weber, mientras que Massa se encontraba desaparecido ¿Quién vigila a quién, signore?


TERCER ACTO
Ya sin nadie por detrás que les hiciera sombra, Lewis Hamilton cambia los neumáticos en la vuelta 24, mientras que Sebastián Vettel –que aún sigue con los neumáticos blandos– lo hace en la siguiente.
¿Picó Ferrari o alguien confundió a Ferrari?
Mientras tanto, Fernando Alonso seguía chupando rueda del Renault de Petrov, que tenía más velocidad punta en las rectas (la única posibilidad del español para pasarle). ¿También es casualidad?
Lo intentó cuatro veces sin resultado, hasta dos vueltas antes del final. Y la sombra (estrategia-trampa) de Red Bull, hizo una encerrona más larga. Porque delante de Alonso estaba Petrov, Rosberg, Kubica (otro Renault que hacía de segundo tapón) y Button, para intentar subir al podium.
Precisamente en el puesto que Alonso salió en la parrilla de salida.
El final ya lo conocen y los resultados también.
Nota: Vitaly Petrov (RUS) Renault R30.
¿Se acuerdan de este nombre? El ruso Petrov se hizo piloto de carrera en Valencia (España), bajo la supervisión de Adrián Campos, ex piloto de Fórmula 1. Ha formado parte de la comedia montada por la escudería Red Bull, que tiene motor Renault,  para impedir que Fernando Alonso no ganara su tercer título. Un tapón de oro que será, seguramente, recordado por los aficionados españoles e italianos.
No nos extrañaría nada, y es una intuición tan solo, que forme también parte de un proyecto muy avanzado para que sea la estrella en la futura prueba de Fórmula 1 que se celebrará en Moscú (Rusia) el año próximo.

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