miércoles, 30 de diciembre de 2015

“Éste gol lo mete mi abuela” dicen

Fallo en boca del gol
 

Por Miguel Miró
No hay peor frustación que fallar un gol a uno o dos metros de la línea de meta. Asimismo, el estallido del estadio no deja ni pensar y las consecuencias suelen ser enormes. Y después, la crítica feroz de los periódicos.
¬¿Cómo es posible?
¬No hay nada imposible en cualquier deporte.
La reacción del público es tremendo. “Este gol lo marca mi abuela, burro”. Posteriormente los comentarios en la oficina, en los bares.
Pero lo más curioso es que dicha secuencia se repite hasta la saciedad.
¬Un mal día lo tiene cualquiera.
¬Perdimos por ese gol tonto de fulano de tal.
Y lo más increíble, hasta grandes figuras o goleadores de nivel, también yerran en la boca de gol.
Por eso resulta lógico que muchos reflexionen… por lo menos un poco. Como la acción que dura, apenas, unos segundos.
Algunos culpan al empedrado y otros no hacen más que reírse.
Cualquiera comprenderá la histeria individual o colectiva.
Máxime cuando el responsable de la acción es un cualificado goleador.
No obstante la cuestión, por lo repetida, se pasa página al siguiente partido y la memoria se borra hasta que sucede otra vez.


PRECIPITACIÓN
Algunos futbolistas reaccionan y piensan en silencio.
Soy torpe.
Me pasa por precipitado.
Lo ví tan fácil que fallé
Son las circunstancias.
Estaba marcado que sucediese.
Cuestión de mala suerte.
Mientras tanto en cualquier lugar del mundo, uno o varios futbolistas fallan en la boca de gol, a uno, dos o tres metros de una portería que se supone enorme y lo es, nada que ver con la cesta del basket que es super reducida.
Da igual que el error sea con la cabeza, con el pie derecho o izquierdo, con el pecho, la coronilla, la nariz o la rodilla.
El misterio continúa como una serie por entregas.
Y se produce en una final o cualquier match importante.
Al final, todos los aficionados siguen afirmando que ha sido una torpeza, con el añadido “ese gol lo mete mi abuela”.
¡Cómo si fuera fácil marcar goles!


Y… LOS PENALTIES
Tampoco exageremos. También se fallan penalties y disparos que se van a las nubes.
Es cierto, ¿pero en la boca del gol y sin oposición del contrario? Resulta más increíble, ¿no?
Lo mejor es preguntárselo a los profesionales de fútbol.
Pero ante un asombro general, las respuestas son vagas y se niegan a contestar todos aquellos que, precisamente, marraron un gol en la boca de la portería y sin oposición.
Entonces acudimos a la abuela, que sabe más que las enciclopedias.
Nos dejó pasmado:
“Es cuestión de las brujas, sabe usted. Las brujas hacen cosas muy malas y nadie las percibe. Pero no es solo en los deportes, sino en todos los órdenes de la vida… Son muy malas, sabe usted”.
Todo vale en la ciencia, hasta lo desconocido.

NEESKENS: MÁS PRÁCTICO
Por eso optamos por un brujo del balón. Concretamente: Johannes Jacobus Neeskens, ex jugador de Ajax Amsterdam (35 goles en cuatro temporadas), Barcelona (35 goles / cinco temporadas) y selección holandesa. No se trata de un goleador pero fue un excelente futbolista en la zona ancha del campo.
Y lo más importante: de todos los tantos que marcó en la boca del gol… no falló ninguno. Por tanto, encontramos el camino para despejar el misterio.
Según él nunca se puede desaprovechar un premio tan gordo y emocionante como un gol. Puede significar un título, una copa… La mayoría de las veces, no lo pensaba siquiera… Iba a lo práctico. Desde la boca de gol entraba como un expreso… y siempre terminaba dentro de la portería junto al balón.



¡¡¡BURRO!!!... ES EL EFECTO DEL BALÓN
Y se desvelaría por fin el misterio.
Muchos de los centros… no son centros, son remates a portería.
(Bastaría recordar el centro de Nacho que acabó en gol de pura chiripa, en el estadio de Chamartín frente PSG)
La mayoría de los errores en la boca de la línea de gol se cometen por el “efecto del balón”, al interferir su trayectoria el esférico se abre o se cierra. Ese es el motivo por el cual se producen estos fallos escandalosos. Por eso el contacto debe ser vertical y fuerte o terminar la acción dentro de los tres palos.
También es verdad que no es cuestión de tocarla, sino rematarla con fuerza para revertir el efecto que le ha dado su compañero.
No es cuestión de “ser un burro” ni el cuento de la abuela.

Además, los técnicos –su gran mayoría tiene una norma– elimina el pase “con efecto” a todos los jóvenes en el fútbol, durante los entrenamientos. Se trata de evitar que el balón haga un efecto extraño al botar en el césped y su compañero no lo puede controlar.   

sábado, 26 de diciembre de 2015

Argentina/LOS CAMPEONES MORALES

Frenar sangría de jóvenes

Por Miguel Miró
“Los aficionados argentinos se equivocan.
Deben exigir, con educación,
una nueva regulación (Gobierno/AFA)
para frenar la exportación
de adolescentes”

Parece que fue ayer...
…“En el partido Colo Colo-Peñarol por la Copa Libertadores me tuvieron que gritar mis compañeros para que espabilara. Yo era muy joven. Me quedé en blanco al ver jugar a todos aquellos fenómenos que eran mis ídolos. Me quedé mirándoles como si estuviera soñando…”
Son palabras de Carlos Caszely, en el salón principal del hotel Reina Victoria de Valencia. La estrella chilena había firmado a principios de los setenta con UD Levante, en pleno auge de la llegada de jugadores extranjeros al fútbol español.
Hoy, el hotel está en venta y Carlos Caszely, un respetado periodista deportivo.
Parece como si fuese hoy...
…La mayoría de los jugadores de River Plate se quedaron obnubilados, o simples espectadores al ver actuar al equipo de Barcelona en la final de la Copa de Mundo de clubes, en Osaka (Japón).
Sufrieron una repentina amnesia colectiva y se les olvidó jugar al fútbol. Algo inusual, teniendo en cuenta el apoyo de su afición (16.000 argentinos).


                                              oOo
Parece que fue ayer…
…Los argentinos demostraron que son malos deportistas y no saben perder. La mayor evidencia quedó reflejada –éste mismo año–  después de la derrota en la tanda de penales de la final de la Copa de América de Selecciones frente a Chile en el estadio Nacional de Santiago.
La reacción fue lamentable. Un comportamiento tan ridículo e infantil, insultando a todos y cada uno de los jugadores de la selección albiceleste como si fueran delincuentes.
Especialmente a Lionel Messi que milita en el FC Barcelona de España, indiscutiblemente el mejor jugador del mundo en todos los conceptos.
Un compostura soez y barriobajera que hizo sonrojar a todo el mundo.
Parece que fuese hoy…
…Unos hinchas de River Plate escupieron a Lionel Messi en el aeropuerto de Osaka, Japón. La delegación del cuadro español coincidió con los aficionados bonaerenses, después del “baile” que le dio Barcelona al equipo millonario en la final del Mundial de Clubes organizado por FIFA.
Inaudito, pero cierto. Aunque se haya intentado disimular (tan sólo fue “un fanático”) demuestra una vez más lo chauvinistas que son los argentinos (peores, tal vez, que los hooligans ingleses). 

 
                                              OOo
Parece que fue ayer…
…El recordado árbitro y periodista, Pedro Escartín, decía siempre en los comentarios de sus libros (Reglamento del Fútbol) que en el fútbol se podía “ganar, empatar o perder” y nunca se equivocaba. Una auténtica perogrullada. Los argentinos se inventaron otra perogrullada cuando perdían:
“Somos los campeones morales”.
Una fórmula para suavizar las derrotas.
Sin embargo, todos sabemos que la realidad no se disimula ni se suaviza. La realidad suele ser la realidad con mayúsculas y, guste o no, hay que aceptarla.
Argentina tiene un problema gordo desde hace muchos años. Si no corta de raíz, y frena la salida de jugadores jóvenes (niños) la historia se seguirá repitiendo.
Todo depende de las instituciones (AFA) y del ministro del deporte.
No tiene sentido esta sangría, que en lugar de futbolistas parecen maletas o ganado vacuno.
Parece que fuese hoy…
…Los aficionados se equivocan al insultar con palabras gruesas y escupir a los jugadores argentinos que juegan en el exterior (Copa de América y Mundial de Clubes). En primer lugar, porque hacen el ridículo  en todo el mundo y segundo, porque no tienen argumentos ni tampoco motivos para hacerlo.
Los aficionados argentinos deberían manifestarse delante del Ministerio de Deporte y la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) con la finalidad de exigir unos reglamentos más estrictos que impidan la exportación de jugadores adolescentes como si fueran carne vacuna.


Un reglamento en el cual los jóvenes se desarrollen en los clubes de Argentina y los traspasos se regulen con sentido común y de acuerdo a un límite de edad.
Antiguamente, salvo excepciones, se hacía después de triunfar en el fútbol argentino varias temporadas.