lunes, 9 de septiembre de 2013

MUSCULITOS O CAPRICHO



Las pesas: ¿Son una burrada para profesionales del fútbol?

Por Miguel Miró
En una tienda de libros usados encontramos el secreto de los refranes.
El título del volumen de bolsillo: “Contra refranes”.
“Quién madruga, Dios le ayuda”.
“No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Desde ese momento comprendimos que los refranes nunca se equivocan.
Los que nos equivocamos y mucho somos los seres humanos. Además, por más que nos engañen los cirujanos plásticos (la nueve ciencia que muchas veces hace magia u obras de arte), somos  –salvo excepciones–  también  imperfectos.
A algunos les pesa el culo, otros son culi bajos, paticortos, culo plano, culo gordo, piernas y brazos que parecen palillos, flacos y chupados, un brazo más corto que el otro… enanos o gigantes.
De que seamos bajos o altos depende de la vitamina D y de la alimentación; o dicho de otra forma, las horas de sol y la dieta. Esa energía natural que tanto se combate con la publicidad de cremas.
Por eso, tal vez, se preguntaban hace algunos años:
¿Por qué los suecos son altos y los españoles bajitos?
¿Los suecos tienen menos horas de sol?


GIMNASIO Y PESAS
Sin embargo, lo que más nos preocupa y por supuesto nos sorprende es que seguimos engañándonos en la forma que elegimos y practicamos los deportes.
Nos referimos concretamente al Gimnasio y a las Pesas.
¿Para vernos más guapos y más fuertes o es para ligar?
Por lo general, cualquiera debería estar satisfecho de su cuerpo. Esto nos lo comentó un psicólogo: “En caso contrario tendríamos un problema, porque llegan los complejos…”
¿Son buenas las pesas para los futbolistas profesionales?
Solamente para recuperar la masa muscular después de una lesión grave. Y siempre con el dictamen del médico y vigilado por un terapeuta.
Un ejemplo: Ladislao Kubala hacía pesas y hasta que murió tuvo que continuar haciendo pesas porque la masa de su cuerpo se le ponía fofa.
Siempre nos han dicho, desde pequeño, que para crecer no hay nada mejor que comer sano.
En una palabra, una buena dieta mediterránea. Mucha variedad para una vida sana. Es la base, antes de practicar cualquier deporte. 
No obstante existen otros deportes, que no son para presumir, pero también pueden desarrollar la masa torácica y los músculos como las pesas.


NATACIÓN PARA DESARROLLAR TODO EL CUERPO
La natación es uno de los deportes más completos que existen siempre que se utilicen todos los miembros, porque hay muchos que hacen natación y se olvidan mover las piernas.
Un deporte completísimo para el cuerpo humano, que no deja de ser una composición química y si nos apuran, una “goma”. Palabra de nuestra querida abuela. Asimismo se debe sincronizar la respiración, los brazos y las piernas para que tenga todo su esplendor: armonía, elasticidad y movimiento.
En algunos países, aunque parezca una contradicción, hay piscinas dentro de las playas. Piscinas públicas para que aprendan los niños a nadar. Estamos hablando del pasado. En las costas francesas y uruguayas. No sabemos si todavía subsisten.
¿Dentro de las playas?
Por supuesto que sí, algo se podría proponer para La Coruña (Galicia) u Oliva (Valencia), por poner algunos ejemplos. En playas que tengan una gran extensión de arena y donde para llegar a la orilla del mar suponga una caminata.
Se colocaban próximas a unas de las escaleras, próximo al paseo marítimo. En una zona de deportes, donde no faltaba la red para jugar al Voley-ball, un deporte de “rotaciones” en cada equipo, inventado por los estadounidenses.
(También son pioneros del Basket-ball, Baseball y American Football).
Si nuestra memoria no nos falla, en Montevideo el Voley-ball era prioritario en toda la costa, incluso en Punta del Este.
Añadimos lo de la piscina en la playa, pero no para uso general. Simplemente para aprender a nadar en el mar y prevenir accidentes. Con profesores titulados en Educación Física y Deporte.
Digan lo que digan, nadar es un placer. Al mismo tiempo un ejercicio natural. Un relax a cualquier edad. No hay límites. Por eso es un deporte completo y se practica en plena naturaleza, como el golf.
Siempre que no sea de alta competición /crono /piscina olímpica. No es ningún secreto. La explicación, sencilla: aumenta el volumen de la espalda y una mujer debe abandonar la competición a los 15 años… para no convertirse en “un hombre” de anchas espaldas.
La natación tal cual es placentera tanto en la piscina como en el mar y reconforta el cuerpo, relaja los nervios y deja la piel tirante y desarrolla los músculos. No sólo una parte, sino en general.
La otra especialidad, tal vez más artística y sofisticada es la gimnasia de aparatos. (Nada que ver con otros sucedáneos: la artística, la rítmica o  de camas elásticas). Nos referimos, claro está, a la barra fija, las argollas, el potro, la paralela y a los distintos aparatos. Un verdadero espectáculo en los Juegos Olímpicos modernos.
En la variedad está el gusto, dicen… pues, en cualquiera de ellos se puede optar si pretende desarrollar “su cuerpo” sin necesidad del gimnasio convencional y las pesas.


UNA OBLIGACIÓN PARA TODA LA VIDA
Un profesional puede alternar con otros deportes, es cierto, pero siempre que tengan una cierta similitud.
Vamos a descubrir otro secreto. Cuando empezamos a trabajar en un periódico, nos gustaban muchos deportes. En especial fútbol, tenis, golf, gimnasia sueca tradicional y de aparatos, basket... Y en el Club L´Avenir practicábamos gimnasia sueca y basket.  Es curioso, odias al profesor de gimnasia en el colegio y luego eliges más de lo mismo. Cosas de niños, suponemos.
En el club también había un grupo numeroso que hacía pesas en el sótano y nos retaban un día sí y otro también a un partido de Basket. Cuestión de amor propio o para variar la rutina.
Siempre les ganábamos.
¿Por qué?
Muy sencillo por la rigidez del cuerpo de un joven que hace pesas. No son elásticos ni tampoco acompasados en el movimiento. Además, la rigidez le impedía arrancar con rapidez. También había otro detalle importante en aquellos partidos: se cansaban rápidamente.
Necesitaban pausas para seguir en el juego. Cualquiera que haya practicado Basket sabe que termina agotado (sudando la gota gorda) a pesar de que el rectángulo es más corto que el del fútbol. Pero se disputa en un Pabellón cerrado y el ritmo es acelerado.
No obstante, el Basket es un deporte apasionante y muy táctico. Cada vez que recordamos aquellos matches en el Club L´Avenir, nunca entendimos su empeño de nuestro adversario por ganar. Parecía, poco más o menos, que nos aprovechábamos de su handicap.


NO ESTAMOS EN CONTRA DEL GIMNASIO
No estamos en contra de los gimnasios. Por supuesto que no. Máxime cuando llevan mucho tiempo de moda. Décadas. Un boom que empezó en los Estados Unidos –para los ejecutivos o gente con prisa– y se extendió en todo el mundo a través de la publicidad.
Lo que nunca dejaremos de entender es la bicicleta fija y las cintas para correr, con solo darle a un botón. Algo que se nos antoja para gente pusilánime o comodona. Caminar kilómetros es bueno para la salud… pero al aire libre. Y la bicicleta no se inventó para ponerle cuatro tuercas, en un lugar cerrado. La bici es para pasear en plena luz del día, como medio de locomoción o simplemente por placer.
Nuestra duda es si suponen una “burrada” que los profesionales de fútbol se aficionen a las pesas.
¿Por qué insistimos?
Porque conocimos a un guardameta juvenil que estaba entrenando con el plantel del primer equipo de Real Madrid y sufrió un problema de espalda. Incluso, después nos enteramos que estuvo a punto de dejar su carrera como futbolista. Fue en la etapa del yugoslavo Miljan Miljanic. Radicic, su preparador físico ordenó en el Pabellón un trabajo especial con pesas para los profesionales.
Menos mal que el juvenil –sobrino del gran guardameta gallego de Valencia, Santiago Pereira– se recuperaría de la espalda. Y fue titular en muchos equipos de Primera División, entre ellos Tenerife.
Recordamos que dimos la noticia en una radio Pamplona de la Cadena Ser que provocó un revuelo. Asimismo, que el preparador físico canceló dichos ejercicios con pesas en el primer equipo. El percance –en eso quedó, menos mal– fue un susto morrocotudo para el joven Agustín. Se recuperó bien y pudo continuar su carrera deportiva.

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