jueves, 12 de septiembre de 2013

MUERDE CHILE





Nueva versión “picante” del sistema-Rappan en Ginebra

Chile muerde, pero no pica.
La historia se repite.
En el anterior amistoso estuvo 2-0 por delante y le faltó fe para ganar a España. Asimismo, sus propios errores puntuales hicieron que sucumbiera ante la selección española en la Copa Mundo FIFA 2010 de Sudáfrica.
Con Marcelo Bielsa y con Jorge Luis Sampaoli ha pasado lo mismo. Aunque las apuestas técnico-tácticas fueron diferentes. No concuerdan los dos esquemas sobre el césped ni tampoco los planes de juego. Sólo tienen un fin en común: la victoria.
Lo único que le falta a los jugadores trasandinos es una mayor motivación, humildad y solidaridad para estar convencidos del triunfo. Creérselo cada uno de ellos antes, durante y después de cada match.
Una tarea que no sólo corresponde al técnico, sino a todo el grupo.
Sólo de esta forma se conseguirá el éxito.

Por Miguel Miró
Chile le dio un repaso al vigente campeón de Europa y del Mundo. Sin puntos por delante, pero dejó entrever un potencial muy interesante. Superó a España en orden, coordinación, presión, velocidad, “posesión y sobre todo táctico”. En cierta forma “desarmó” su juego para dominar la mayor parte del match amistoso en Suiza.
Es verdad, igualmente, que Vicente del Bosque no puso al equipo titular para poder comprobar a nuevos valores. Sin embargo, a pesar de su pésimo partido supo corregir errores y recuperar su orgullo en los minutos basura del partido para nivelar el score (2-2).
Lo más interesante del encuentro ha sido la apuesta táctica del equipo trasandino. Y por supuesto, le puede sacar “mucho jugo” con vistas a los enfrentamientos de octubre ante Colombia (11-10-2013, Bogotá) y Ecuador (15/10/2013, Guayaquil). Dos victorias y seis puntos en juego que podrían ser vitales para conseguir la clasificación de la Copa Mundo FIFA 2014 que se dirimirá en Brasil.

VARIANTES EN EL SISTEMA DE RAPPAN
El austríaco Kurt Rappan inventó  “la verrau” (cerrojo: 1-3-3-3-1) en los años treinta. Precisamente cuando era seleccionador de Suiza. Un sistema de repliegue y marcaje al hombre, para evitar la goleada de los rivales. La fórmula tuvo éxito ayer y hoy, aunque en honor a la verdad suponía un variante de la fórmula aún vigente del visionario Herber Chapman (1-3-2-2-3, Arsenal 1931).
Decimos ayer y hoy, porque tuvo repercusión en los años cincuenta (Benito Díaz), dándosele diferentes nombres. La retranca en Brasil, catenaccio en Italia, cerrojo en España… Debemos remarcar en “el hoy”, porque varios entrenadores la utilizaron con éxito, al revertir en faceta ofensiva.
Dos ejemplos son los técnicos Benjamín Toshak, con rotundo éxito en la Real Sociedad de San Sebastián con jugadores jóvenes y de la cantera. (Después intentó hacerlo en Real Madrid en su segundo temporada y no funcionó por sus jugadores-estrellas). Y el holandés Louis Van Gaal que fracasaría en Barcelona y Bayern Münich y le destituyeron.
El técnico galés lo modificó a jugar en bloque. Cerrando los espacios en el repliegue y abriendo, también en bloque, en ataque. Fue a finales de los ochenta. Más reciente ha sido Van Gaal (el empecinado). El sistema fracasó porque se convirtió en una espantada de pájaros.
Sin cuidar los apoyos y relevos y muchos otros grandes detalles. Pero sobre todo porque pretendió mezclar el sistema de Rappan (1-3-3-3-1) y el fútbol-total de Marinus Jacobo Michels. Al final, el embrollo fue descomunal. Cabe recordar también que el técnico holandés fue “el niño de los recados” de Michels. (Por no decir “lame-cu…”, como dicen los técnicos holandeses)

SAMPAOLI: MÁS SENCILLO Y MÁS PRÁCTICO
Jorge Luis Sampaoli ha trasformado con retoques el sistema de Rappan. El director técnico de Chile le ha sacado jugo al 1-3-3-3-1, que varía en defensa y ataque. En pocas palabras lo hace más sencillo, más práctico y más resolutivo. Buscando, eso sí, una combinación explosiva: las características y la complicidad de los jugadores.
Si explosiva es la combinación que deja en “bragas” al rival.
Forma tres calles, por los laterales y por el centro. Hace presión intensiva en todo el campo y cada uno de los jugadores tiene una misión encomendada. Sólo en momentos de agobio la línea de atrás (tres hombres) tiene el apoyo del libre (Medel) y los dos volantes-laterales (Isla y Mena) de la segunda línea. Uno o dos, según la circulación del balón.
El mecanismo defensivo provoca que Isla y Mena tengan dos funciones (sube-baja, aunque la velocidad de Isla desequilibra más), lo mismo que Vidal que le toca el marcaje al mejor hombre del rival, pero en la recuperación del balón se dispara hacia arriba como un delantero más.
Otro detalle importante es el marcaje al hombre. Algo que corresponde al libre (Medel, siempre al cruce), al stopper (Marcelo Díaz, al 9 rival) y al  volante central (Vidal, que se encarga de anular al distribuidor de juego).
El cerebro del equipo (Pizarro) se apoya en la tercera calle. El pasillo izquierdo. Una fórmula que también utiliza Prandelli en la selección italiana. En esa zona tiene mayor espacio, más libertad y parece destacar menos.

SE REVOLUCIONA EL ATAQUE
Aparentemente Chile tiene una solo punta en el ataque (Vargas), pero no deja de ser un engaño para el adversario. De la tercera línea se descuelgan tres jugadores más, cada cual más veloz. Cada uno más desequilibrante en el uno contra uno. Isla, en vertical; Alexis Sánchez, en diagonal y Vidal con esa chispa de jugador que no ha roto un plato, y su cabeza  funciona a 6.000 r.p.m.
Todavía –bien Barcelona, bien selección chilena– no hemos visto a Alexis Sánchez en toda su dimensión, y creemos que tiene muchos recursos. Lo que le hace perder concentración son las protestas.
¿No se da cuenta que cuanto más protesta más patadas le van a dar?
No está jugando en el potrero ni en la calle, está en un campo de fútbol y pensamos que puede dar resultados extraordinarios. Siempre que se centre en su trabajo. Tiene explosión de salida, tiene regate corto y largo, y debe divertirse en lugar de protestar.
El sistema de Chile ha hecho chirriar al campeón del mundo, que no estuvo en su mejor momento. Le quitó el balón, se hinchó en recuperarlo  con anticipación y presión. Fue un espectáculo en Ginebra. Si mantiene todo su poderío que le brinda el sistema calcado para el éxito, machacando la complicidad del grupo, cuenta con todas las cartas para  cualquier reto.

¿ ERRORES DE ESPAÑA?
La falta de sincronización de la trampa del fuera de juego por los zagueros, en la que Ramos habilitó a Vargas en el primer gol transandino. Lo mismo decimos de Arbeloa, que se vio desbordado por Isla. Y más de lo mismo, Raúl Albiol, creyó que otra vez Vargas estaba en fuera de juego en el segundo gol, cuando le habilitaba Arbeloa mal colocado.
La fragilidad de la línea de retaguardia, fundamental para la armonía del resto del equipo, provocó el desajuste general. No debemos olvidar, tampoco, los continuos adelantamientos de Sergio Ramos –que ya son demasiado reiterativos en los últimos encuentros– dejaba otro boquete enorme en la banda izquierda al no hacer los respectivos relevos con Monreal (el mejor jugador del equipo en el marcaje y las subidas).
El colador de la defensa por la práctica errónea del fuera de juego se unió además a las dudas tremendas del stopper (Javier García) que no sabía a quién salir por el esquema del adversario.

FALLOS DEFENSIVOS: LO ACUSA TODO EL EQUIPO
No es necesario ser un genio para darse cuenta que si falla todo el sistema de contención… se resiente todo el equipo. Las demás líneas del centro del campo y la delantera. Sólo las jugadas individuales tuvieron que salir a relucir ante el brillante juego del equipo chileno. La reacción se comprobó en las ocasiones de gol: acciones individuales de Xavi (en posición adelantada, para evitar el marcaje de Vidal), Pedro, Cazorla, Fábregas y Pedro.
El motivo fue evidente, imprecisión en los pases, continuos robos del balón del rival y la falta posesión del balón. Algo fundamental en el juego español. Pero la calidad individual y el orgullo fueron recompensados con el gol del empate. (Minutos antes Fábregas, en jugada individual, estrella el balón en la cruceta, sorprendiendo a Bravo). El centro en corto al segundo palo de Pedro que Soldado con la frente remató con un misil. Imposible para el guardameta Bravo pegado a su palo derecho. Máximo teniendo en cuenta la velocidad del balón y el frentazo pleno a un metro de la línea de gol.
La réplica del equipo chileno llegó en el último minuto del primer tiempo, aprovechándose Vargas las espaldas de la defensa española, incapaz de ponerse en línea para provocar el fuera de juego.

AJUSTES, REACCIÓN Y DESGASTE DEL RIVAL
Tras el descanso, Del Bosque ajustó mejor la trampa del fuera de juego y la situación del stopper y mejoró la retaguardia. Y los cambios fueron “clavados” para revertir el resultado.
La entrada de Navas abrió el campo e hizo retroceder a Isla. La presencia de Iniesta, situándolo en la banda junto a Pizarro (conductor del equipo chileno) y la consistencia de Koke, que frenó la sangría por el centro. (Las llegadas de Vargas y Vidal). Por último, Negredo mucho más positivo que Soldado (el ex valencianista muy aislado y sin ningún interés de sacrificarse en el trabajo duro) en el apoyo y solidaridad con los volantes.
Por supuesto que Chile mantuvo el dominio, pero menos el balón. Y España se fue agrandando, no por juego sino por espíritu de lucha, y resultó favorecido por el desgaste de su rival. La falta de gasolina de los trasandinos, por no hacer pausas en la anticipación y presión intensiva, ha sido la consecuencia de la reacción española.
Y lo que pudo haber sido una goleada de Chile al bi-campeón de Europa y campeón del Mundo, se refrendó en un empate después de varias cargas de “caballería ligera”. Algo impensable, si analizamos los pros y contras de cada uno de los equipos. Una nueva ocasión desperdiciada por la selección chilena que no se reflejó en el marcador por el pundonor y la calidad técnica individual de varios jugadores españoles.

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