lunes, 26 de agosto de 2013

Saca-Punta/CONTAGIO LIGA



“Intensa presión” de la Super propaga un “virus” en la Liga

Por Miguel Miró
No es la primera vez que sucede, ni tampoco la última. Un gol de tiro libre, un gol a la escuadra, una espectacular tijereta (chilena) suele repetirse en el Campeonato de Liga. No suponen ninguna sorpresa. El jugador aprende y visualiza con los ojos los partidos a través de la pequeña pantalla.
Se queda la jugada en la retina y hace la “prueba” en el campo.
Sin embargo, el contagio  –como la gripe– no aparecía en dicho guión. La intensidad en la presión (Manzanares, Super-Copa) se repitió en muchos campos en la segunda fecha de la temporada de Liga.
Un contagio que le dio “fuego” al fútbol español.
La victoria del RCD Español, por ejemplo, que dejó con el culo al aire a Valencia. Y al entrenador que se sintió avergonzado por apostar por jugadores que son frágiles, despistados e intermitentes. Con el escudo y la camiseta no se ganan partidos.
De cualquier forma debemos resaltar la intensidad en la presión de los blanquiazules, añadiendo por supuesto su espíritu de lucha… sin olvidarnos de la “garra” y  el talento de sus individualidades.
Elche hizo un planteamiento perfecto en el centro del terreno, pero con la escopeta torcida en los remates a gol. Perdonaron demasiado. Aunque lo crucial ha sido el infortunio de un árbitro que no cumplió con el reglamento: la flagrante no expulsión de Iñigo Martínez.
El central se olvidó del balón (primer error) y fue directamente al encontronazo (segundo error) para pisar el pie izquierdo (tercer error) a Corominas. Además, Martínez estaba como último hombre (cuarto error) de la retaguardia blanquiazul.
A los ilicitanos se les acabó la gasolina en el segundo tiempo, más por los errores del árbitro que por su intensidad en la presión.
La sorpresa de Almería en Madrid. Presionando con autoridad en el eje del campo. Se aprovechó pronto de las líneas separadas y los espacios de Getafe.
Los “nuevos” están marcando la pauta en las primeras bocanadas de la Liga por la innovación en los planes de juego y la estupidez de sus rivales que les subestiman.
El conjunto andaluz fue superior a su rival en su plantamiento y al ser más práctico cara al gol. El cuadro azulón reaccionó más por el talento de sus individuales (Sarabia, Lafita y Castro), que por su juego espeso y sin brillo para lograr el empate.  

ATH BILBAO GANA DE “CHURRO”
La intensidad y buen juego del Osasuna que perdonó tanto que después, de churro, ganó el Athletic de Bilbao. Un clásico que siempre es vibrante en el Norte. Churro, sí, porque el árbitro y sus líneas (lo de asistentes suena a asistentes sociales, que no es lo mismo) no concedieron el golazo de Armenteros desde el corner.
Un gol olímpico que también se “comió” Herrera, el guardameta del cuadro bilbaíno. Churro, sí, por partida doble: su primer gol del Bilbao fue en propia meta
El conjunto navarro le dio un repaso a su rival, que sigue amontonando jugadores en el centro del campo y “juega a la inglesa”. Centros al área para pescar. Además, su nuevo técnico tiene un problema con dos “semidioses”:
Beñat, que juega para él y Herrera, más generoso está en otra órbita.
Osasuna, como siempre. Los comienzos de Liga se repiten… porque la temporada pasada pasó lo mismo en El Sadar ante el Barcelona.
En aquél partido negoció bien el balón, dominó y terminó perdiendo, desaprovechando las lagunas de una defensa azulgrana despistada y sin sus dos laterales, que cumplían funciones de extremos.

UN EJEMPLO: JUGADA BIEN ENSAYADA
Primer gol vallisoletano en estadio El Madrigal.
Se provechó de un error muy habitual (época nefasta de Garrido) de una línea de cuatro zagueros “fija”, que después sería modificada al dar un paso atrás Musacchio, con galón de jefe. Un ejemplo de entrenador con oficio (JIM), que también supo sacar mucho jugo de Rueda, que volvió a su antiguo puesto de mediocampista.
Valladolid sorprendió con su gol pero también al apostar por un equipo bien ordenado –sin variar la fórmula Djukic en la solidez de su defensa– y una intensa presión en la zona central.
Sin embargo, no desarboló al equipo local que también le plantó cara después del revés repentino. Bruno cogió la manija (a lo Marcos Sena) y sin perder su estilo. Apretó el acelerador, pero con Gio y Aquino  –un jugador que dará muchas alegrías– en la misma banda derecha (otro error que se subsanó por lesión de Gio, tras de marcar de penalty justo).
Después pasaría lo mismo con la intensidad en la presión: se le agotaría la gasolina a los pucelanos, aunque no bajaron la guardia. Una jugada individual de Cani –más por reaños y amor propio– selló la segunda victoria del submarino amarillo a la velocidad de Ferrari.

ATAJADA GENIAL DE LA JORNADA
La presión la puso Sevilla en el fortín de Levante, aunque presentó un equipo descompensado, donde le sobraban delanteros y le faltaban organizadores. A Rakitic e Iborra le faltaba hilo para dar las puntadas, hasta que entró Kondogwia. El francés intentó resolver la situación. Las ocasiones no faltaron ante un rival atrincherado en su área.
Un dominio de cuadro hispalense pero sin gol. Se habían malgastado muchos en las eliminatorias europeas. Ante un match enredado, la situación más clara la tuvo en sus botas el austríaco Ivanschitz que lanzó un verdadero “misil” desde 40 metros, que obligó a Beto una paloma espectacular para despejar dejando el balón en el área. El guardameta, con unos reflejos increíbles, volvió para evitar el gol, ante el remate de Navarro al palo derecho de la portería. Levante, en esa jugada, casi encuentra petróleo pero el meta del Sevilla se estiró como una goma de un palo al otro.

LA APISONADORA ROJIBLANCA
Como final de fiesta de la “intensa presión”, Atlético de Madrid –quien se preparó a conciencia durante la pre-temporada– se mostró como una apisonadora en su estadio Vicente Calderón. Rayo Vallecana fue la víctima. Los dichosos goles que le faltaron en el partido de ida de la Supercopa, los consiguió en la segunda jornada de Liga. Su segunda victoria consecutiva. De los cinco, cuatro en la primera mitad.
Simeone hizo dos cambios, pero la maquinaria funcionó a todo trapo. Su rival ha sido incapaz de llegar con claridad a las inmediaciones del área rojiblanca. Un arranque de furia, de fútbol y de goles.
Atlético de Madrid podrá ganar o perder la Super Copa de España, se trata de un juego. Sin embargo, ya lo ha demostrado varias veces. (Super Copa de Europa ante Chelsea y final de la Copa UEFA frente al Ath de Bilbao). Tiene oficio para estas finales.
Además, Barcelona y Real Madrid se mostraron bastante “espesos” en sus segundos partidos de Liga, sin caer en el contagio del buen fútbol y la intensidad y presión del elenco rojiblanco madrileño.

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