jueves, 9 de mayo de 2013

MESSI PODÍA JUGAR (I)



Vilanova no quiere arriesgar y prefiere no alinear al argentino

Podemos estar de acuerdo o no con la decisión tomada por el técnico del FC Barcelona Francisco Vilanova. Tenía sus razones. Un resultado adverso de cuatro goles y muchas ausencias en el equipo. Además, no se trataba de un rival cualquiera. Enfrente estaba el poderoso Bayern Münich con todas sus estrellas.
Por un lado se trataba realizar un sobreesfuerzo casi titánico. Cinco goles no se consiguen todos los días. Y por otro lado, el conjunto azulgrana no tenía que demostrar nada. La tan cacareada “remontada” ya la había hecho ante el AC Milán y París St Germain. Ambas en el Camp Nou de la Ciudad Condal.
Sin embargo, la polémica continúa como el rosario de la aurora.
¿Por qué no jugó Lionel Messi ante el Bayern Munich en Barcelona?
¿Suponía un riesgo? ¿Prescripción médica?


Por Miguel Miró
La imaginación parece cosa de niños. ¡Ay, la fantasía de los niños! Se han dicho disparates a diestro y siniestro. Lo mismo la Messi-dependencia que tiene el equipo o el argentino “se borró antes de saltar al campo”. La mayoría de los buenos aficionados al fútbol saben que un solo jugador no hace a un equipo –a pesar del marketing y la publicidad– aún siendo por méritos propios el mejor del mundo.
Incluso, el propio Lionel Messi lo remarcó en la fiesta del último Balón de Oro: “Sin mis compañeros, no soy nada”.
El otro rebuzno, no tiene ni pies ni cabeza.
Cualquiera que conozca a Messi lo sabe. El argentino quiere jugar y ganar todos los partidos. No es de ahora, sino desde muy pequeño. Con la camiseta que le llegaba a las rodillas y la pelota más grande que él.
Igualmente, habría que recordar para los que sufren amnesia repentina. Messi jugó lesionado durante tres partidos con el FC Barcelona. Ante el París St Germain en el estadio del Barcelona y frente al Bayern Münich en el primer partido de la semifinal (Allianz Arena) y también en la Liga, contra Athletic Bilbao (San Mamés).
Y no dijo ni pío en los tres matches. Cualquiera que le conoce de verdad sabría que siempre ha sido autocrítico en sus actuaciones. Ni una palabra a pesar de los comentarios. Lo comprobó en el campo. Jugó incómodo, pensando en no agravar su lesión. No podía esprintar, correr y luchar como a él le hubiese gustado.

LESIÓN EN PARÍS
Debemos recordar –si nuestra memoria no nos falla– en la misma pierna de apoyo sufrió molestias en el partido de vuelta frente al Celtic de Glasgow. El penúltimo susto se produjo durante los minutos que jugó ante el Benfica,  en la fase de grupos  europea. Messi salió en camilla, después de un golpe fortuito de su rodilla izquierda (palanca) con el meta del conjunto portugués Artur.

Un susto que no tuvo consecuencias ya que se comprobó que sufría una contusión como consecuencia del estiramiento. Sin embargo, sí notó un pinchazo en una jugada individual en la que tuvo un encontronazo con Thiago Silva, antes de disparar a gol. Aunque siguió en el campo, porque faltaban pocos minutos para el descanso, y pedía que no le pasaran el balón. Sabía que no podía forzar.
Se trataba de una rotura muscular. En una palabra, rotura de fibras en la parte posterior del bíceps femoral del muslo anterior de la pierna derecha. Algo que lo comprobaría el traumatólogo del club tras realizar una ecografía 24 horas después.
Una lesión delicada que requiere tiempo para su recuperación definitiva. Estamos hablando de cuatro semanas mínimo, siempre que se haga un tratamiento completo o seis semanas dependiendo de la gravedad. Dos o tres días de reposo total vendada la zona y aplicando hielo. Y después al fisioterapeuta con instrucciones precisas, teniendo en cuenta de no tocar el lugar de la lesión en el momento de los masajes.
Al pasar una semana el paciente puede hacer ejercicios suaves sobre bicicleta fija y natación. Sin forzar, para nada la pierna. Al cumplirse los 15 días se empieza con suaves estiramientos y gimnasia.



SUS LESIONES EN EL FC BARCELONA
05/02/2006.- Barcelona-Atlético Madrid. Elongación del bíceps femoral  pierna derecha. Dos semanas de baja.
07/03/2006.- Barcelona-Chelsea. Rotura de fibras (5 centímetros) en bíceps femoral pierna derecha. Dos meses y medio.
12/11/2006.- Barcelona-Zaragoza. Fractura del quinto metatarsiano pie izquierdo. Tres meses.
14/09/2007.- Australia-Argentina. Contractura en isquiotibiales pierna derecha. Una semana.
15/12/2007.- Valencia-Barcelona. Rotura en la parte alta del bíceps femoral muslo izquierdo. Un mes.
04/03/2008.- Barcelona-Celtic Glasgow. Rotura en bíceps femoral muslo izquierdo. Mes y medio.
19/09/2010.- Atlético Madrid-Barcelona. Esguince en ligamentos laterales interno y externo tobillo derecho, sin lesión ósea. Dos semanas.
05/12/2012.- Barcelona-Benfica. Contusión en cara externa rodilla izquierda. Tres días.
02/04/2013.- París St Germain-Barcelona. Rotura de fibras en bíceps femoral pierna derecha. Entre cinco y seis semanas.

¿SE PUEDE JUGAR LESIONADO?
Se puede jugar lesionado. Con precauciones o sin precauciones. Existen muchos precedentes que lo confirman. Infiltrados en la zona para evitar el dolor. Con el dolor o inteligentemente, tomando ciertas indicaciones del técnico. Depende, también, la posición del futbolista en el campo. En términos generales, un delantero siempre recibirá más tarascadas que un volante, por ejemplo.
Si el jugador actúa infiltrado debe ser consciente de su responsabilidad. Y que le digan la verdad los galenos. Igualmente, estar muy preparado  –dependiendo la lesión que sufre– para aguantar una noche movidita, en el momento que pierda efecto el medicamento. Todos los dolores o patadas que apenas notó en el campo los sufrirá en la cama.
Si el jugador lo hace por su propia voluntad y es una rotura de fibras, corre el riesgo de terminar con su carrera profesional. Un ejemplo muy claro fue el de Vitoria, una figura en ciernes de la cantera del Real Madrid. Por no perderse una competición internacional formando parte de la selección juvenil, no dijo nada. Y le quedó una marca en el muslo. Un agujero ya muy difícil de curar.
La última circunstancia es jugar lesionado –o con molestias, después de haber estado entre algodones–  de forma inteligente y evitando los roces con los rivales. Se pudo ver en la selección nacional. Tanto Xavi Hernández como Alonso jugaron al 50% en el partido frente a Francia por las eliminatorias de la Copa del Mundo 2014. El técnico, a su vez, tomó precauciones y ambos futbolistas tenían siempre guardaespaldas a su alrededor.

0 comentarios:

Publicar un comentario