viernes, 26 de octubre de 2012

MÁLAGA: FÓRMULA Y ÉXITO



Pelegrini saca petróleo y el equipo: revelación en Europa
Memoria, compromiso y fe.
Este es el lema del Málaga.
Se lo “inyectaron” los empleados del club hace más o menos cuatro años. Coincide con las iniciales de la sociedad deportiva, Málaga Club de Fútbol (MCF). Memoria: el recuerdo de todo los vividos por el club en su historia y que debe ser tenido en cuenta siempre con vistas al futuro. Compromiso: la conexión directa entre los jugadores y la afición. Fe: un valor a ser tenido en cuenta en algo que se realiza.
Lo más importante: la unión y según un dicho, “la unión hace la fuerza” en un equipo deportivo. Sin olvidar tampoco el football (su nombre) asociación (y su apellido), que es la base.  El Málaga es un equipo-equipo y la afición-afición. El buen juego que desarrolla contagia y crea afición. Todo va unido.
No es un juego de palabras, aunque lo parezca.
Porque muchos creen que los aficionados tienen la obligación de alentar al equipo. Es al revés. El fútbol es un espectáculo. Son, pues, los actores o jugadores con su actuación los que hacen disfrutar y llegan como contrapartida los aplausos, la alegría y los gritos de ánimo.

Por Miguel Miró
El Euro-Málaga es la primera vez que juega la Copa de Europa, pero la segunda ocasión que se clasifica para las competiciones continentales. La anterior fue en la Copa UEFA durante la temporada 2002-2003 del nuevo S. XXI. En aquella ocasión para alcanzar la clasificación eliminaría a tres equipos en la Intertoto.  En la UEFA llegó a los cuartos de final, después de ganar al Leeds United de Inglaterra y el AEK de Grecia.
En la Copa de Europa (Champions League) de este año también tuvo que pasar una eliminación previa. Precisamente ante uno de los grandes equipos griegos, Panathinaikos de Atenas, eliminándole (2-0/0-0) con autoridad y justicia. Y se ha convertido en el equipo revelación en la primera fase de grupos. No sólo por sus resultados que fueron excelentes, sino también por su fútbol dinámico, su estilo, garra y su plan de juego. Su trayectoria, hasta el momento, es inmaculada. Es el único conjunto invicto en la competición. Asimismo, en cinco partidos mantiene su portería a “0”. Siete goles y ninguno en contra.
Venció 3-0 al Zenit de Rusia, plagado de figuras millonarias, al Anderlecht en Bélgica (3-0) y al Milán de Italia (1-0), siete veces campeón de Europa.
El Málaga ha conseguido en su primera aparición en la Copa de Europa 2012-2013 un doble éxito. En la cuestión deportiva por su brillante actuación y la cuestión económica. Clasificación y victoria, una suma respetable de €10 millones de euros. Un éxito compartido entre jugadores, técnico y afición.



MILÁN NO ES UN EQUIPO “CHICO”
Se interpretaron mal las palabras de Manuel Pelegrini. Como siempre, los titulares no reflejan la frase o el técnico chileno no dijo semejante “tontería”. Nos inclinaríamos, sin ninguna clase de reproche, a que Pelegrini no dijo ese abrupto. ¿Es Milán un equipo chico? Por supuesto que no.
La AC Milán es un referente del fútbol europeo y mundial. Las vitrinas del club están llenas de trofeos, nacionales y Copas de Europa. (18 Ligas; 5 Copas Italia; 2 Recopas de Europa; 4 Mundiales de Clubes y 7 Copas de Europa. Todo un referente, porque tiene dos menos que el Real Madrid (9).
Además, sus últimos dos títulos continentales conseguidos por los “rosoneros” fueron en el nuevo Millenium. Ganó la final a la Juventus (2003) y al Liverpool (2007) respectivamente. Superado solamente por el Barcelona, 3 copas de Europa (2006-2009-2011) en la primera década del siglo XXI.
Dicho esto, no concuerda que es un equipo “chico”. Ni mucho menos son fiables algunas crónicas del partido Málaga-Milán, que minimizan la actuación del equipo italiano, por el solo hecho de que el Málaga ganara el match. Por favor, un poco de más respeto y por favor, no se debe abusar de la lengua suelta (Un especialista en la RAI: “Milán es un equipo en crisis”) o el referente en letras de imprenta en algunos medios.
Sólo sirven, en ciertos casos, para “desacreditar” el mérito del Málaga de su victoria ante el Milán.
Como detalle podemos decir que los dos equipos realizaron 9 (Málaga) y 13 (Milán) remates durante el partido, de los cuales 2 y 6 fueron a los tres palos. 


¿POR QUÉ GANA EL MÁLAGA?
Tenía una ventaja añadida con respecto a su rival: un equipo bien equilibrado,
ensamblado en su plan de juego y ambicioso. Cuando decimos ambicioso, preparado para templar el balón, jugar al primer toque, y encarar sin complejos el área del adversario. Ambición por controlar el balón, ambición en busca de la victoria y ambición también de una defensa bien plantada.
El Milán, en cambio, es un equipo en “construcción” con la salida de 11 jugadores –seis de ellos estrellas– y la entrada de otras figuras (12). Sin olvidar la calidad de dos jugadores desequilibrantes: el egipcio El Shaarawy y el holandés Emanuelson.
También es cierto que el Málaga se quedó sorprendido ante las contras del equipo “rosonero” y su sistema ofensivo (1-3-4-3) que presentó su rival en la salida. Sorprendido, sí. Le costó entrar en juego los primeros 15 minutos y el Milán avisó con dos ocasiones claras del gol en rápidos contraataques.
Los locales pudieron hacer el pressing-intensivo en la zona central al promediar los 20 minutos. Fue, sin duda, la respuesta o reacción para pasar a dominar el partido encontrándose cómodo en el campo. Lo más insólito de este Málaga son los recursos que posee el técnico para variar su sistema (por lesiones y ausencias), acorde a la característica de sus jugadores.
¿Por qué decimos esto? Por las ausencias. La lesión del francés Jerome Toulalan rompió  el (1-4-1-4-1) de los primeros partidos de la temporada.  Y ante el Milán mostró otro con una cara muy distinta (1-4-2-2-1-1). Con similar ambición buscando el pressing intensivo en el eje del terreno. Y otra particularidad: dos jugadores libres adelante (Joaquín y Saviola).
Cuatro zagueros, dos de ellos con proyección ofensiva (turnándose), dos stoppers, dos “cerebros” y dos delanteros rápidos y escurridizos.
Inteligente decisión, ya que su rival acusó la sorpresa de la movilidad de Joaquín que parecía estar en todos lados, y la inclinación de Saviola buscando las bandas y arrastrando a la defensa. Ahí estuvo la clave de la victoria del equipo español. Después llegaría el penalty fallido de Joaquín, al final de la primera parte.

REAPARECE EL CATENACCIO
El penalty dejó tocado al entrenador italiano Alegri, que terminó perdiendo su sonrisa. Ese fue el factor importante. El penalty y el buen juego conjuntado y solidario del adversario al primer toque, lo que provocó el cambio de posición en el campo del equipo “rosonero”. Un catenaccio que se asemejó al respeto, como si tuviera adelante el Barcelona.
Lo hizo el Real Madrid en el campo del Barcelona y lo repitió el Milán en campo de La Rosaleda. En una palabra, “cuidar las espaldas” ante un rival de cuidado. A muchos sorprendió, pero fue una realidad. Reculó al área el equipo milanés, a falta de 45 minutos. Replegó tanto sus líneas que muchas veces fueron ocho jugadores (1-4-4-2) los que defendían.
Un cambio radical que no presionó al Málaga que siguió desarrollando su espléndido y dinámico juego, de gran precisión en los pases. Sin renunciar a “guardar sus espaldas” igualmente. Una defensa sólida y dos fullbacks bien concentrados que respondieron notablemente en la anticipación, la salida y el cruce. Y un detalle muy importante, también en el juego aéreo. Demichelis (1,84) y Welington (1,86), todo un radar en los pases por alto.
La paciencia también tuvo que ver en el equipo local, ya que no se desesperó al ver truncadas todas las entradas al área del Milán. Buscó petróleo y lo encontró. Primero con remates de media-larga distancia (Isco) y después  en un pase de Iturra a la espalda de los defensas rivales. Un pase que controló y remató Joaquín con aplomo. Un gol que premiaba al juego del Málaga.
El gol hizo reaccionar al técnico italiano.  Dio entrada a Pato y luego a Bojan, tratando de nivelar el partido. Nada menos que cinco delanteros: Emanuelson, Pazzini, El Shaarawy, Pato y Bojan. Lo intentó, por supuesto. Sin embargo,  Caballero estuvo atento y magistral en el remate a “bocajarro” (de media vuelta) de El Shaarawy, mientras que Demichelis despejó, en la línea un corner envenenado al final.

Pelegrini comienza la actual  temporada con esta fórmula.
Manuel Pelegrini repite el rombo en el Málaga, como lo hizo en el Villarreal y Real Madrid.

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