BRASIL, SAMBA Y FADO (I)

“Time muito dinâmico” para mimar y coser con “aguja e hilo”

 

Por Miguel Miró

Puede que no sea el “jogo bonito” que pregonó Waldyr Pereira (“Didí”) pero la fórmula (una pieza) que presentó Brasil ante Rusia en Londres ha sido muy interesante. Muito “bonito” como la samba y “desgarrado” como el fado.

Bonito por la mezcla, el movimiento, la permuta, el relevo, cambio de frente, cambio de ritmo y la velocidad en el terreno de juego. Un equipo que habrá que coser con mimo e inteligencia (aguja e hilo para un buen traje de gala), porque  también se mostró “desgarrado” en la zona de cobertura.

Son dos músicas distintas llenas de colorido y sensibilidad.

Como una misma lengua, cantada y muy alegre allende los mares; profunda y “pa´dentro” en la patria de Enrique “El Navegante” que nunca navegó.

¿Por qué esas diferencias?

El mismo idioma de raíz “galaico” y el mismo idioma de futebol.

Aún así y con el mundo global que vivimos, la gran mayoría de los actores o músicos están desperdigados por distintos clubes de Europa a excepción de tres jugadores que fueron titulares: Fred (Fluminense), Neymar (Santos) y Fernando (Gremio). Además, para ser francos vimos a “la legión extranjera do Brasil”.

La cuestión es creer o no creer en ellos. Dotados para el fútbol, muchos de ellos sí; pero también hay marketing y altibajos en algunos de ellos. Sin la sintonía suficiente para completar la unión deseada de un scratch-team bien ensamblado, regular y uniforme.

Por ese motivo y por la falta de explosión (el gol, aunque se tratase de un amistoso) ofrecieron en Stamford Bridge Stadium una sinfonía inacabada.

Tan sólo ha sido un anticipo. Algo más de media hora (35´) interpretaron una juego mareante que metieron a los rusos en la cueva.

Una luz en la oscuridad de un fútbol totalmente atrevido y delirante. Tal vez muy difícil de explicar por la cantidad de relevos (cambio de posiciones), cruces, variaciones. Todo un compendio psicodélico que nos dejó obnubilados.

FÓRMULA DEMASIADO ATREVIDA

¿Una fórmula arriesgada? No lo negamos. Sin embargo las fórmulas atrevidas son las que ofrecen espectáculo. Y el equipo se desató con una exhibición de buen fútbol que arrinconó a su rival en el área. Por un lado los espacios que se producían y las distancias en los marcajes… pero alucinante en la velocidad y el movimiento con o sin balón y continuo “tran-tran” con explosión y fuegos artificiales.

No vamos a negar que, igualmente, a Brasil le faltase el último pase y el gol, pero el juego ha sido “molto vivace”. Con un ritmo endiablado en el que sólo un jugador (el guardameta) parecía un hombre tranquilo.

Vamos a dar un ejemplo para que tengan una idea. Los cambios de papel han sido tan rápidos que lo mismo Alves estaba en el centro del campo, Oscar de extremo derecha, Marcelo en diagonal hacia el área y David Luiz de “striker” (delantero centro) y Hernanes defendiendo en una banda...

¿No se lo creen?

Pues pocos minutos después, todos ellos ocupaban otras inimaginables zonas del campo. Como si tuvieran prisa por “liquidar” el match con pilas de larga duración.

¿La fórmula del despiste o la ofensiva permanente?

Llámenle como quieran. Aunque estamos seguros que muchos de los 40.000 espectadores han tenido que concentrarse para no perderse ese momento. El subidón de la música de Wagner en el que se producen los momentos de “la acción” de la película. Una caballería ligera desbocada por todos los flancos, mientras que su rival achicaba el agua del barco.

EUROPA: LA PUESTA EN ESCENA

La elección de los escenarios parecía una intención de mercantilizar el “producto” de facto. Suiza, el centro de los bancos oscuros, la reserva del oro y la estabilidad de la moneda. Inglaterra, el centro (la City) de las transacciones internacionales o corazón financiero de Europa. O tal vez, más simple todavía. Para “engordar” el ego de Michel Platini por su intención de “globalizar” la Eurocopa de Naciones.

Londres y Ginebra, igualmente, bien valen un “cubata” de ginebra y cola. La idea ha sido posiblemente una propuesta europea, pero siempre se dijo y se seguirá diciendo: “a los jugadores se les analiza y se clasifica mejor por su rendimiento individual físico-anímico-técnico (Total, en una palabra) en campo neutral o del adversario”.

La foto-finish para valorar sus virtudes y defectos.

Para Brasil, importantísimo. Podía observar con lupa a la “legión extranjera”.

Igualmente ha sido, sin duda, interesante los dos rivales (europeos, por supuesto) elegidos por Brasil. Italia, un clásico de los mundiales y sub campeón de la Eurocopa de Naciones 2012 cuyo técnico Cesare Prandelli ha apostado por el buen fútbol y que estará presente en la Copa Federaciones de junio.

Rusia, sin abandonar su fútbol mecánico, tuvo bien estructurado su sistema defensivo por su nuevo técnico, Fabio Capello. Ambas selecciones, estaban además en plena competición de las eliminatorias con vistas a la Copa del Mundo 2014, que se dilucidará en Brasil. 

RESULTADOS: NO SIRVEN PARA NADA

Antes de analizar las distintas versiones que ofreció el scratch de Brasil debemos poner en claro un detalle. Una apreciación que se nos antoja importante. Las intenciones reales de estos matches. La categoría de “amistosos”, en una palabra son: en-sa-yos. Puede que pusieran a prueba su prestigio, pero ninguno de los tres equipos se jugaron un trofeo, ni tan siquiera los puntos…

Con sinceridad, los resultados no sirven para nada, salvo el plurito moral o pasajero; no obstante, sí fue útil e interesante como preparación para un futuro inmediato. En principio, para saber elegir con tino a los jugadores que actúan fuera de Brasil. Estamos convencidos que muchos de ellos –por no decir la mayoría–  participarán en la Copa de Confederaciones y pueden dar un mayor rendimiento en la Copa del Mundo FIFA del año próximo.

Asimismo, para programar sistemas y planes de juego. Para estudiar los posibles desajustes, encontrarlos y solucionarlos. Aunque lo primordial en estos casos ha sido buscar (con prisas y con pausas, como es menester) la unión de grupo, su rendimiento, actitud y compromiso en la cuestión colectiva.

 

VERSIONES DISTINTAS, SENSACIONES REALES

La selección de Brasil dejó entrever sus formidables figuras individuales que tiene repartida en los clubes europeos. No se podía pretender –con la legión extranjera– que, en tres partidos estuviera bien compenetrada. No obstante, el talento de los jugadores no quedó en entredicho. Todo lo contrario. Todos conocen el mismo idioma del fútbol.

Independiente de los resultados se vislumbró la base del equipo que disputará a partir del 15 de junio la Copa de Federaciones. Solamente falta estudiar el sistema (más bien elástico por las características de los jugadores), crear el “esqueleto” idóneo, los distintos planes de juego y no fallar en la posición en el campo de cada uno de ellos.

Scolari apostó por varios esquemas distintos en los tres partidos en Europa. El clásico british-sistem 1-4-2-3-1 contra Inglaterra. Cuatro zagueros, dos stoppers (Paulinho y Ramires), tres volantes (Neymar-Oscar-Ronaldinho), de los cuales uno de ellos es el enganche (el gaucho) y un delantero (Luiz Fabiano).

Frente a Italia, 1-4-3-3, con un solo stopper (Fernando) ayudado por las subidas de David Luiz y la labor de Hernanes en una doble función. Un volante que entraba en diagonal (Oscar) y tres delanteros “puros” (Hulk, Fred, Neymar). 

En el partido ante Rusia, tras un inicio complicado por la iniciativa del rival y el desorden defensivo, explotó el remolino y los ventiladores. Brasil apostó por un sistema  1-4-2-3-1 que se transformó en un explosivo 1-3-2-3-1-1 en ataque. Pasando de dominado a dominador completamente el partido. Con una velocidad vertiginosa y mandó a su rival a la cueva desde el minuto 14.

Tres zagueros (Thiago Silva, David Luiz y Marcelo); un stopper (Fernando) y un organizador (Alves); dos volantes en banda con doble función (Oscar y Hernanes) y un delantero retrasado (Neymar) y dos delanteros (Kaká y Fred).

Un acordeón con un fuelle endiablado.

¿Acordeón? Por supuesto, porque el sistema defensivo se cerraba con un 1-3-5-2 o 1-4-4-2, y se volvía a abrir en un “plis-plas”, cambiando de posición la mayoría de los jugadores.

Sin embargo, Scolari hizo un reajuste en la defensa y el esquema cambió (1-4-2-3-1) en el segundo período. Alves volvió a la banda y el mando del equipo se lo entregó a Ricardo Kaká. Un error de cálculo. Kaká estaba jugando bien en la penúltima línea del ataque, a las espaldas de Fred. El jugador del Real Madrid, que tiene una gran movilidad, posee un disparo potente desde media y larga distancia.

La intención pareció buena, pero tenía a dos talentos para ese trabajo: Oscar y Hernanes. ¿La juventud? No lo sabemos. Aunque Brasil dominó el match tras el descanso, le faltó profundidad y falló en el último pase. Y sobre todo, no respondió la inspiración personal de Neymar, completamente anulado por la defensa rival. Un arma individual para romper una defensa cerrada y bien ordenada como la rusa.

MATCHES: SEGUNDA “ERA” SCOLARI

INGLATERRA  2  BRASIL 1

Estadio: Wembley. 150º Aniversario de la Asociación de Fútbol [FA]

Inglaterra: Joe Hart; Glen Johnson, Gary Cahill, Chris Smalling,  Ashley Cole; Steven Gerrard, Theo Walcott, Jack Wilshere; Daniel Welbeck, Wayne Rooney, Tom Cleverley.  [DT: Roy Hodgson].

Brasil: Julio Cesar, Daniel Alves, David Luiz, Dante, Adriano; Ramires, Oscar, Paulinho, Ronaldinho; Luiz Fabiano, Neymar. [DT: Luiz F Scolari].

Goles: 1-0, 26´: Rooney. 1-1, 7´: Fred. 2-1, 60´: Lampard.

Árbitro: Pedro Proença (POR).

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BRASIL  2  ITALIA  2 
Estadio: Stade de Genève. En los prolegómenos, un minuto de silencio en memoria de Pietro Mennea, ex atleta italiano fallecido. Los italianos, con brazaletes negros.

Brasil: Julio César; Alves, Dante, David Luiz, Filipe Luiz (Marcelo 76); Fernando, Hernanes (Luiz Gustavo 90), Oscar (Kaka 61); Hulk (Jean 84), Neymar, Fred (Diego Costa 68). [DT: Luiz F Scolari].
Italia: Buffon; Maggio, Bonucci, Barzagli, De Sciglio (Antonelli 73); De Rossi (Diamanti 80), Pirlo (Cerci 46), Giaccherini (Poli 67); Montolivo; Balotelli (Gilardino 82), Osvaldo (El Shaarawy 46). [DT: Cesare Prandelli].
Goles: 1-0, 33: Fred´; 2-0, 41´: Oscar; 2-1, 53´: De Rossi; 2-2, 57´: Balotelli.
Árbitro: Studer (SUI). TA: Fred (27), Hernández (62), Filipe Luis (68), Maggio (76)
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BRASIL  1  RUSIA  1

Estadio: Stamford Bridge, Londres, 40.000 espectadores.

Brasil: Julio César, Daniel Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Fernando, Hernanes, Oscar (Hulk 67), Kaká (D Costa 78); Neymar, Fred. [DT: Luiz F Scolari].

Rusia: Gabulov, Anyukov (Arseniy Logashov 46), Berezutski, Ignashevich, Eschenko; Shirokov, Fayzulin, Glushakov, Bystrov (Oleg Shatov 46); Kokorin (Yuri Zhirkov 46 -Maksim Grigorjev 86), Kerzhakov. [DT: Fabio Capello].

Goles: 0-1, 73´: Viktor Faizulin. 1-1, 90´: Fred.

Árbitro: Howard Webb (ING). TA: Hernanes, Eschenko.