domingo, 1 de febrero de 2015

Cristiano: nuevo record

Tres agresiones en
un mismo partido

Por Miguel Miró
Más que exótico resulta patético.
Nuevo record de Cristiano: tres agresiones en un mismo match. En las dos últimas –demasiado evidentes: patada en los gemelos sin venir a cuento y sin balón a Edimar; brazo en la cara a Crespo, por increparle de palabra al luso– el árbitro le expulsó con tarjeta roja directa.
La primera agresión fue igualmente de Cristiano a Edimar. En la banda, un puñetazo a la cara, en la que el linier y el árbitro miraron para otro lado, ante el clamor de los espectadores en el estadio de Los Cármenes.
Antes del encuentro frente a Córdoba, Cristiano era “un dios” para los Medios de Comunicación. Hubo, incluso, un personaje ignorante que llegó a decir: “Cristiano, mejor que Di Stéfano”.
(Está años luz del astro argentino e incluso de su compatriota Eusebio).
Después del partido, un silencio casi absoluto en general. Se acabaron los elogios. El endiosamiento “mediático”. Aunque algunos medios trataron sin consistencia y con argumentos débiles revertir la situación: “los jugadores del equipo cordobés le provocaron”, aprovechando unas declaraciones de Neymar en un periódico deportivo catalán.
El cuento de la abuela para solucionar problemas.




BALÓN DE ORO: RETRATADO
Se inventaron unas nuevas votaciones (2013) e inventaron records –“sin confirmar datos”– supuestamente históricos (2014) para que ganara Cristiano sin oposición las últimas dos Balones de Oro FIFA. (La prestigiosa revista France Football se desacreditó “ella misma” al aceptar compartir el premio con la FIFA por dinero. Aparentemente, perdió el inmaculado trabajo de unos profesionales).
¿Tendrá algo que ver el fichaje del portugués por Nike (2013) o la mucha matraca, día a día, de muchos, demasiados Medios de Comunicación?
Tan sólo un medio se atrevió a decirlo, además de Johann Cruyff:
“(…) de tantas veces repetir una mentira, la mentira se convierte en verdad” (VOZ POPULI)
Lo sospechan más de uno: la firma deportiva norteamericana, que conoce de sobra Alejandro Rosell, ex presidente Barcelona. Puede tener una posible explicación. Varias compañías prestigiosas se negaron a renovar su contrato de publicidad con FIFA el año pasado. Un organismo internacional cada vez más desacreditado por los presuntos sobornos en las sedes de las próximas Copas del Mundo (Rusia y Qatar).  
En cuanto a los Medios, no dejó de salir todos los días en la portada de los periódicos (similar a Butragueño hace décadas) y siempre fue “noticia” de radios y televisiones. Como si fuera el lanzamiento de un nuevo producto en el mercado.


¿HA DEJADO DE SER UN EJEMPLO CRISTIANO?
Por una chiquillada de Luis Suárez la FIFA le trató como a “un criminal”, además de recibir una sanción descabellada: cuatro meses inhabilitado, sanción económica y desprestigio mundial. (Balón de Oro de la temporada 2013-2014, al marcar 31 goles, los mismos que Cristiano).
La forma de “triturar” a Luis Suárez fue tan vergonzosa que el caso  se debería haber llevado a la misma ONU, ya que trasgredió flagrantemente el decálogo de los derechos humanos.
¿Pidió perdón Suárez? Por supuesto que sí.
¿Y de qué le sirvió? En el acta del árbitro del Italia-Uruguay no decía nada del incidente con Chiellini.
Para cambiar de tema, seguro que alguien dirá: “son competiciones distintas”.
Las reglas del fútbol están para cumplirlas, no para manejarlas al antojo de sus dirigentes. La FIFA hizo caso omiso el acta del árbitro y se basó en las imágenes de televisión, presionado por los Medios de Comunicación.
Después del partido, Cristiano pidió perdón a través de las redes sociales aconsejado por su club que, posteriormente envió un escrito para rebajar la sanción al Comité de Competición de la RFEF.
Hasta el presidente de la LFP recalcó este hecho:
“Me quedo con el perdón de Cristiano”.
¡Javier Tebas! Ni más ni menos. El mismo dirigente que intentó “matar el fútbol en España y dejar los estadios desiertos de aficionados”. El que denunció que había que acabar con los grupos ultras de todos los equipos.
El mismo que provocó que entraran 850 policías en el Atlético Madrid-Villarreal, después de un acto vandálico en que el murió un ultra de Deportivo La Coruña.
El mismo dirigente que denunció a los aficionados en los estadios por su vocabulario. El mismo que se pasó tres pueblos, y después debió serenarse al “aparecer los Ultra Sur en las gradas del estadio Santiago Bernabéu” y la frenada en seco de la RFEF y sus competencias.
Tebas o “te vas”, decía un amigo. El presidente de la Liga de Fútbol –un organismo simbólico que no sirve para nada, excepto para Real Madrid y Barcelona– sin renunciar a su cargo, ya montó su “chiringuito” junto a Roures-Gol-TV: Spanish Soccer International. Para el reparto de la TV a los clubes españoles, sin quitarle los privilegios a los dos “grandes”: 180 millones de euros por temporada.


ACTA DEL ÁRBITRO, FUERA LAS IMÁGENES TV
La Real Federación Española de Fútbol actúa como la FIFA, pero al revés, se basa en el acta del árbitro. Decimos RFEF porque en definitiva es la organización responsable del entuerto.
Se niega a visionar las imágenes del partido Córdoba-Real Madrid y reparte justicia (perdón disciplina o paños calientes) a su manera. Hace oídos sordos con la connivencia de los Medios, que siguen endiosando a Cristiano da Silva (Ronaldo es brasileño, no lo olviden) que tiene una larga lista de expulsiones en su carrera: 5, Real Madrid; 4, Manchester United.  
La misma Federación que desde hace un año perdió el Norte… Y se niega a aclarar sus cuentas, según denuncia del Consejo Superior de Deportes.
Nos referimos lisa y llanamente a la RFEF porque “elige” a los miembros de los comités de Competición y Apelación. Precisamente,  en el que estuvo Miguel Cardenal, actual presidente del Consejo Superior de Deportes que acusa a Villar por supuestas cuestiones fiscales.
Asimismo, el Comité Nacional de Árbitros (de semi-profesionales)  también depende de la RFEF. (Sin organización independiente como sí existe en la FA inglesa). El presidente de dicho comité “elige” igualmente a los colegiados para los partidos.
Una RFEF dirigida por el bilbaíno Ángel María Villar (vicepresidente UEFA / FIFA) y representada por todos los clubes.
Un bunker que no ha cambiado en nada desde hace muuuchos, muchísimos años.


LA SANCIÓN, UN INSULTO
Bastaría visionar el video del match Córdoba-Real Madrid. Y se podría comprobar nítidamente las dos agresiones de Cristiano al brasileño Edimar.
Un  puñetazo a la nariz y una patada alevosa en los gemelos, tras la expulsión.
Su tercera agresión fue a Crespo, con un golpe al pómulo que le dobló la cara. Y lo único que hizo el jugador local fue increparle por su patada a su compañero.
De acuerdo a la sanción de dos partidos, es un insulto.
Se olvidan que es reincidente (un partido más) y su actitud fue “violenta” (un partido más) además de antideportiva. Igualmente por la tarjeta roja (dos partidos).
Pero dejemos de mezclar dos deportes (boxeo y fútbol) y que cada cual, como buen aficionado, apruebe o desapruebe la sanción según su criterio.
A buen seguro que... jugador, club, Comités, árbitros y Federación.

…Quedaron en evidente fuera de juego.

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