viernes, 4 de octubre de 2013

Champions/ “WUNDER” BAYERN


Del músculo y el martillo al  juego sublime y espectacular



Por Miguel Miró

¿Se puede defender con siete jugadores y atacar con cinco?
¿Se imaginan no dejar pasar al rival desde el centro del campo?
¿Se imaginan una recuperación en 30” en campo contrario?
¿Se imaginan controlar el juego con 20 pases al primer toque?
Cualquier buen aficionado al fútbol diría rápidamente: FC Barcelona. El equipo azulgrana de la época de José Guardiola.
Pues, se equivocan de cabo a rabo. Ese juego sublime y espectacular habla alemán. Bayern Münich bajo la batuta, eso sí, del español José Guardiola.
Un fútbol cuasi perfecto o plus-cuan-perfecto. Le dio un auténtico “baño” a Manchester City… en su estadio, ante su público y en partido oficial de la Champions League.
¡Se acabó el martillo para el vigente campeón de Europa!
¡Se acabó el juego “mecánico”, rudimentario y directo!
Ahora les toca disfrutar del fútbol a los alemanes. No es cuestión de la calidad de los jugadores, que la tienen, sino de la sincronización de todo el bloque. Un equipo bien armado y ordenado que encierra a su rival en su campo. En el que ninguna pieza desafina. Siempre concentrado, una confianza infinita en su verdadero potencial y moviendo el balón a la velocidad del relámpago.
Es la unión de un todo para fabricar jugadas por fuera y por dentro. Y si añadimos que parecían aviones, tal vez algunos piensen que exageramos.
¡Para que después digan los retrógrados que José Guardiola “no puede hacer cambiar la mentalidad de los teutones”! Ni tampoco trasladar “sus ideas geniales” a un equipo como Bayern de Münich.
Sólo basta verlo y repetirlo en vídeo el fútbol increíble del equipo germano en Inglaterra. Un vídeo del match City-Bayern que se darán tortas por conseguirlo en la capital bávara.
Basta con decir que los asombrados británicos se pusieron de pie y aplaudieron a rabiar al equipo de Bayern, al final del partido. Un detalle bastante significativo. Porque después del “baño” de City a United en la Premier League no se puede decir que el adversario era blandito.
Curiosamente el cuadro inglés se vio sorprendido. Embotado, confundido y bloqueado ante un equipo-equipo visitante que parecía la gran orquesta sinfónica de Londres.
Además, para más inri, el resultado fue corto de acuerdo con los méritos  y el fútbol impresionante que realizó del campeón alemán.


LA WM DE CHAPMAN “MEJORADA Y AUMENTADA”

José Guardiola no se sale del guión, aunque se plantara en el campo con un 1-4-1-4-1 antes del pitido inicial y durante algunas fases (pausas) del match. Mantiene la misma fórmula del revolucionario técnico británico Hebert Chapman (“WM”), pero eso sí, mejorada y aumentada (1-3-4-3).
Defiende con tres zagueros. El brasileño Dante como fullback retrasado, acompañado de Boateng y Rafinha en la banda derecha. Lahm, con una doble función por delante de la defensa (stopper y distribuidor).
Un escalón más arriba Alaba y Kross  (por la izquierda) y Schwenteiger y Muller (por la derecha). Adelante,  Ribèry y Robben bien abiertos, con salidas en diagonal para abrir hueco a la subida al área de Muller por el centro. Algo que nos recordó, salvando distancias y años, el famoso “triple cruce” de Hennes Weisweiler en Borussia Monchengladbach.
El apoyo y los relevos son impecables, como así la presión intensiva en todo el campo (así como lo oyen o lean). Un pressing que ahoga al adversario en la salida, ya que se practica el hombre a hombre en campo contrario y tres jugadores (3X1) encima del adversario que tiene el balón. Dijimos “ahogar”, pues suele ser lo más correcto, porque el sentido de posición en el terreno, Bayer Münich ahogó y obligó durante 30 minutos a Manchester City recular a su campo.
El movimiento suele ser igualmente intenso en todos los sentidos y las asociaciones son claras: Kros-Ribèry, abiertos o cerrados por la izquierda y centro). Así como el apoyo mutuo entre Schwenteiger-Robben.
Pero cuidado, que las combinaciones cambian de nombres como de posición, cuando entran en juego Alaba y Muller (un todo-terreno) en funciones de ariete, o cuando se desengancha Ribèry por el centro.
Un abanico de combinaciones que terminan mareando a la defensa y a los volantes del City, porque los alemanes salen como aviones. El Bayern Münich también hace pausas a pesar de su intenso juego.
Pero siempre con los ojos bien abiertos en la línea de atrás, escalonada y solidaria con la experiencia de Lahm (antes, Guardiola le probó de volante y como “arquitecto” es también notable su función) y el repliegue de Alaba.
Lo más importante del equipo alemán es que fabrica los espacios, cuando no los tiene y la comunión es extraordinaria entre todo el equipo.  Bayern Münich funciona como un reloj suizo ofreciendo espectáculo, un fútbol de calidad y goles. 


MANCHESTER CITY SALIO “A PECHO DESCUBIERTO”

El equipo inglés salió al campo a “pecho descubierto” con la finalidad de  desarrollar un fútbol alegre y de ataque, sin pensar ni por asombro, lo que le aguardaba.
Su dibujo, al comienzo del partido, así lo mostraba: 1-4-3-1-2. Con Dezko y Kun Agüero adelantados. Yaya Toure como enganche, relevándose con el francés Nasri que se descolgaba desde la línea de volantes (por la zona izquierda), complementada por Fernandinho y Navas.
La defensa variaba con la incorporación de Clichy en la banda izquierda, mientras los centrales, Kompany y Natasic y el zaguero lateral derecho, Richards.
Un planteamiento que, sobre el papel era eminentemente ofensivo.
Ninguno de ellos esperaba al 7º de Caballería del General Custer. Y por fallar, fallaron todos. No solamente el guardameta Hart, que se comió dos goles. Desde Kun Agüero desaparecido hasta Yaya Touré, superado. La calidad de Nasri y la velocidad de Navas anuladas y también Fernandinho, bloqueado y descolocado.
Y no digamos la línea de zagueros –Richards, de forma muy especial– siempre desbordado en velocidad. Hasta los centrales daban pasos en falso. La presión intensiva y la modélica sincronización del equipo alemán hizo zozobrar a todo el equipo de estrellas de Manchester City. Una noche para olvidar. Porque de acuerdo a las ocasiones, Bayern Münich hizo pausas, pero profundizó mucho el juego y pisó muchas veces el área del equipo inglés.
La reacción local, además, llegó muy tarde. Con la entrada de David Silva (que venía de una lesión) y de Álvaro Negredo que marcó un golazo de media vuelta en el rincón del palo derecho. La incorporación de Silva le dio más ritmo al equipo celeste y sobre todo creatividad. Incluso el volante español estuvo a punto de reducir las distancias en un tiro libre que estrelló en el travesaño de Neuen.

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