domingo, 10 de marzo de 2013

Análisis/ AON-INSURANCE-AOFF


Real Madrid saca provecho del  “apagón” inexplicable de United
 
Por Miguel Miró
Estamos en el mundo de las nuevas tecnologías. El mundo de los botones, las teclas, las pestañas… Pero ¿cómo se produce un apagón?  Es muy fácil con los aparatos eléctricos. Cuestión de un simple botón. “Para encender pulsar el ON y para apagar el OFF”.
Tan sencillo como la publicidad de la camiseta roja del United (AON, una compañía de seguros).
Manchester United controlaba y ganaba su match (1-0) ante Real Madrid. Estaba enchufado (AON) con un esquema bien sincronizado, que anulaba a su rival como si fuera una tela de araña en el centro del campo. Y con muchos espacios para llegar al área de Diego López.
Sin embargo, el árbitro turco Cürtney Çakir, casualmente agente de seguros, toma una decisión equivocada y expulsa a Nani (55´) por una entrada a Arbeloa sin intencionalidad y balón en medio. La actitud del árbitro turco produce un inexplicable apagón (AOFF) del equipo inglés y del público en Old Trafford.

APAGÓN INESPERADO
Un botón, un simple botón apaga la luz al cuadro local (AOFF). Botón por partida doble. Botón para bloquear y apagar todo su juego, y botón de rabia e impotencia entre sus jugadores.
El apagón dura 10´. Tiempo más que suficiente para encender (ON) a Real Madrid. Hacer un cambio obligado por las circunstancias (el público estaba a punto de “comerse” a Arbeloa).
La entrada de Modric (Alonso se colocó como zaguero y Varane de lateral) dio más libertad a sus compañeros de vanguardia. Incluso el croata empató el match, con un disparo desde fuera del área con cierta fortuna. La pasividad de la defensa y el palo, bendito palo. Una novedad y sorpresa.
Tanta sorpresa y pánico generó en los “reds” (AOFF) que Real Madrid le dio la vuelta a la tortilla en un santiamén. Tres minutos después, la asociación de Özil –tacón incluido; que no espuela: rompe el balón– e Higuaín fabrican el segundo tanto. El argentino remata de primera al segundo palo. Remata a gol, pero como un felino, el desaparecido Cristiano pone su garra, simplemente su garra, para asegurar el gol que definiría (dos goles necesitaba el rival) la clasificación a cuartos de final.

REACCION TARDÍA
Manchester United, en las tinieblas y con nueve jugadores de campo, reaccionó a falta de 20 minutos para el final (perdón, 26,14 m.), pero el adversario decidió encerrarse en su área. Cambió radicalmente el guión y se defiendió como gato panza arriba. Durante ese cuarto de hora apareció nuevamente (como en la primera mitad) la figura de Diego López que neutralizó muchas jugadas que llevaban marchamo de gol. 


TELARAÑA EN EJE DEL CAMPO
Las líneas juntas, ordenadas y coordenadas entre sí del Manchester United (ver gráfico superior) le permitieron un marcaje al hombre a la zona mucho más directa y próxima. De ahí que las estrellas del Real Madrid no rindieran al máximo durante el partido, anulando a su vez el contragolpe.
La intensa presión de Welbeck sobre Alonso, anuló todo movimiento e impidió cualquier pase largo en la zona. Di María, aunque cambió de posición en el campo, tampoco pudo ser el segundo “lanzador”. Con Özil, a pesar de su movilidad e intenciones, pasó exactamente lo mismo. Con respecto a Cristiano, bien en el centro como en la banda derecha, fue neutralizado totalmente. Anduvo como un “pato mareado”, a pesar de tener opciones de remates siempre desde lejos y junto a los “tapones” del adversario.
Ferguson, que por norma tiene un sistema tradicional (1-4-4-2, con presión intensivo en su campo tapando espacios) optó por un despliegue a la zona central lejos del guardameta De Egea.
Sin embargo, todo funcionaba como un reloj hasta que el árbitro turco expulsó de manera arbitraria e injusta a Nani.


CONTROL HOMBRES CLAVE DEL RIVAL
Manchester United, (ver gráfico superior) además de controlar a los hombres clave de su rival dominó el match, aún sin tener en demasía la posesión del balón. Por el trabajo bien coordinado en el que cada uno conocía al dedillo su función. Un equipo-equipo. Con el escudo de la retaguardia tuvo más ocasiones claras que el Real Madrid en el contragolpe y a balón parado (corners y tiros libres).
Giggs dejó varias veces sentado a Contrào y creó peligro, sin perder la vigilancia de su zona en ayuda de Rafael da Silva. Lo mismo pasó con el portugués Nani. Sin embargo, Welbeck –labor impresionante– y Van Persie estuvieron en constante movimiento. Para arrastrar a los zagueros, para abrir espacios y crear peligro en los últimos metros del área rival.


DESCONEXIÓN DE LÍNEAS Y AGUJERO
Anulado Alonso, el Real Madrid buscó "romper" por las bandas. Además, trató de engañar a su rival en el cambio de posiciones en el campo a sus jugadores más incisivos. Algo que no dio resultado (Manchester United no hizo nunca un marcaje severo al hombre).
Por eso los intentos del equipo merengue beneficiaron al adversario. Al adelantarse Özil-Higuaín por la banda derecha, Cristiano entrar por el medio y Di María cruzarse en diagonal, provocaban un socavón en el eje central.
Esa fue la causa de los contragolpes del team local. Las facilidades de llegar cómodamente y con el control del balón al área de Diego López. No debemos olvidar que las ocasiones más claras durante el primer período fueron del conjunto local. Esto obligó a la línea defensiva merengue multiplicarse y a una mayor concentración. Khedira y los cuatro zagueros, porque Alonso siempre estuvo “atado”. Y los laterales, rara vez,  despegaron por la banda.


REAL MADRID APROVECHA “BLOQUEO” DE RIVAL
El Real Madrid aprovechó al máximo la injusta expulsión de Nani. El golpe psicológico del Manchester United.
Sin embargo, tuvo una cierta dosis de suerte. El cambio de Modric no estaba "cantado". Se produjo por la reacción del público contra Arbeloa, que participó en la expulsión de Nani. Se lo querían “comer”. Tampoco estaba previsto el "zambombazo" increíble del croata desde fuera del área. Un gol que pega en el palo izquierdo del guardameta De Gea y se introduce “in the box” (como dicen los ingleses).
También es verdad que la entrada de Ricardo Kaká (Di María lesionado) le dio una mayor velocidad y movilidad al equipo. En el bloqueo del conjunto local, con un jugador menos, el “sube y baja” del brasileño junto a Cristiano crearon una autopista de la nada.
Lo mismo ocurrió en la otra banda. Con la dupla Özil e Higuaín, que fabricaron el segundo tanto de Real Madrid. La intención de romper por las bandas en velocidad fue importante. Sobre todo porque no dejaron pensar a los jugadores rivales. Ha sido un visto-no-visto. Tres minutos de electricidad, sincronización y presión en cada uno de los movimientos... y el premio de darle la vuelta al partido con dos goles.


CONSEGUIDO EL “BOTÍN”… A LA CUEVA
Conseguido el botín (dos goles en tan sólo tres minutos) y a pesar tener más jugadores en el campo, Real Madrid se refugió en “la cueva”. No llovía en Manchester, pero sabía de antemano que tenía que campear el temporal del United que reaccionó a falta de un cuarto de hora para el final del match.
Una misión imposible para los diablos rojos, porque tenían que marcar dos goles. No bastaba el empate por los goles dobles. Así y todo lo intentó después del inexplicable apagón ante la expulsión de Nani.
Sin embargo, todo fue estéril. Por la actuación magnífica de Diego López y el escudo (triángulo) cerrado formado por Varane-Alonso-Ramos. A los que se les unió Pepe, como lateral derecho.

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