viernes, 15 de febrero de 2013

Análisis / BLACK&WHITE, BABY


Real Madrid pierde la chispa cuando “le regalan” el balón
David de Egea fue el "ángel" de la guardia del United. Su figura se agigantó en el match de la Copa de Europa en el estadio de Chamartín (Madrid). El joven español  (21 años y ex Atlético de Madrid) eclipsó a las estrellas del Real Madrid  y se convirtió, sin duda, en el máximo protagonista de la fiesta del fútbol.

Por Miguel Miró
Más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
Alex Ferguson dio una lección táctica en el Santiago Bernabéu.
(Nos hizo recordar a Arsene Wenger en el Arsenal-Barcelona [2-1] de hace dos años en Londres. El francés cambió tres veces el esquema y el plan de juego para revertir el 0-1 y ganar a los azulgranas).
El escocés repitió el ensayo general en Liga ante el Everton, con José Mourinho en las gradas.
Propuso dos esquemas en cada tiempo y cerró todos los caminos por dentro y por fuera al Real Madrid. Una lección de trabajo y plan de juego consistente y bien ordenado. Mentalización, concentración, anticipación, coordinación y sacrificio en bloque. Hasta Rooney y Van Persie se pusieron el traje de faena.
Alex Ferguson y su equipo estudiaron todos los movimientos del rival y conocían, igualmente, su “punto débil”. Por eso cambiaron de fórmula en el segundo tiempo, “regalando el balón al Real Madrid”. El rival se bloqueó (como el partido de Los Cármenes, el Granada ganó tres puntos de oro) y empezó a tirar centros a la olla, sin criterio y sin plan “B”. 
Ante el andamiaje del United, se produjeron variantes en el Real Madrid. Uno de ellos fue el desplazamiento de Cristiano al centro o  banda derecha. El de Ozil, para quitarse el marcaje de Carrick optó por explotar la banda izquierda y complicarle la vida a Rafael da Silva. Pero la más importante ha sido la descarga de Contrao por la banda, un extremo que se convirtió  en una "bala". Precisamente por el lado izquierdo. La línea de cal que estaba todo preparado para cerrar el paso a Cristiano. Lástima que en el segundo tiempo bajó el rendimisnto el equipo blanco, y lo aprovechó el rival en el contragolpe.

Manchester United fue entonces fue quien “golpeó” al contraataque. Por las bandas y por el centro, con pases combinados en velocidad y sobre todo por “sorpresa”, ante los muchos espacios que dejaba su rival.
Momentos de desconcierto que desaprovecharon los ingleses para “matar” el partido. Cuatro oportunidades clarísimas. Latigazo de Van Persie, que despejó al travesaño Diego López. Pase a la espalda de los defensas y otra vez el holandés colocó suave (con semifallo) el balón cara-a-cara con el guardameta, pero Javier Alonso salvó en la línea. La ocasión de Giggs –no se esperaba el pase al palo derecho del guardameta– que perdió unos segundos preciosos y por último, el disparo cruzado de Van Persie al segundo palo, que Diego López (con paloma incluida) despejó a corner.
Un partido intenso, muy táctico para el visitante, que terminó en un empate. Un “blanco y negro” para el Real Madrid  y un “black & White, baby” para el Manchester United en el primer acto de la eliminatoria.
Le obliga al cuadro merengue marcar un gol o más goles en Old Traford. La pelota… en el tejado. Quedó por decidir quién pasa a los cuartos de final.

Real Madrid no pudo explotar su contragolpe, pero tuvo una bala en la recámara: Fabio Coentrao, Los más activos volvieron a ser Ozil y Di María, pero sin la sorpresa del pase largo (los espacios estaban todos tapados). Benzema y Cristiano no tuvieron el apoyo habitual. El equipo merengue realizó un buen primer tiempo a pesar de los marcajes del rival. Optó por el remate a media y larga distancia. Reaccionó bien en el golpe del gol del United. La respuesta fue un golazo de Cristiano, tras un centro medido de Di María. El argentino ha sido el más escurridizo y peligroso en el ataque, pero el "tapado"  Contrao, disfrazado de extremo fue el dolor de cabeza por la banda zurda.
REAL MADRID: SORPRENDENTE “UP & DOWN”
Para variar, el equipo del Real Madrid –pocas veces lo hizo en dos temporadas y media– presentó el mismo sistema (1-4-2-3-1), despejando la duda de los zagueros laterales. Confirmó la dupla Arbeloa-Coentrao en lugar de Essien a la derecha (seguro y contundente en Copa ante el Barcelona) y Arbeloa a la izquierda. Los dos centrales previstos (Varane-Ramos); dos stoppers (Khedira-Alonso), tres volantes (Di María-Özil-Cristiano) y un delantero (Benzema).
A pesar del incómodo marcaje del rival el Real Madrid se desenvolvió con inteligencia durante el primer período. Özil buscó el carril izquierdo, pasando Cristiano al centro, mientras Benzema “fijaba” a los dos centrales. Llegaba, también, por la otra banda el alemán Khedira, desde atrás. Pocos fueron los contragolpes rápidos, pero llegaron las primeras oportunidades a través del cuadro local. Jugadas y remates de Özil, Khedira y Di María desde fuera del área.
Sin embargo, la más clara fue de la Coentrao descolgado desde atrás,  que rompió el marcaje de Rafael da Silva y remató al segundo palo obligando al guardameta a estirarse para evitar el gol con la punta de los dedos (el balón pega en el palo).
El argentino Di María, entrando en diagonal fue junto a Özil los más activos adelante, aprovechando algunas indecisiones de Evans, al estar pendiente de los movimientos de Benzema. El equipo blanco encontró espacios en pasillos angostos (banda izquierda de Rafael) pero pronto se encontró con un gol en contra. Una circunstancia que obligó al local a un sobreesfuerzo en el manejo del control del partido a través de sus figuras.
Y una falta desde la izquierda Real Madrid consiguió diez minutos después el empate. Un golazo. Centro medido por Di María y acrobático salto de Cristiano que sorprendió a la defensa británica. El partido, intenso y eléctrico acabó con dos ocasiones de gol. Una de Welbeck en la boca de gol, que puso el cuerpo Diego López y el remate de Rooney a bote pronto.  Y la segunda de Özil en el que estuvo inspirado De Gea.
La segunda mitad fue negativa para el cuadro local, al cederle el balón a su adversario y plantarse con dos barreras en su campo. Incomprensiblemente, el equipo merengue cometió los mismos errores que ante el Granada en la Liga. Se les borran las ideas a los jugadores y pocos son los que asumen la responsabilidad de cargarse al equipo a sus espaldas. No sabe cómo cambiar de chip (su fuerte es el contragolpe) y recurre a los centros a la olla como recurso.
Aún así, otra vez Coentrao (desconocido por su intensidad y rapidez) rompió otra vez el marcaje por su banda y como extremo tiene la mejor oportunidad del Real Madrid. Un remate a bocajarro que De Gea recurre a los pies para repeler el balón.

Un trabajo de ingeniería construyó Alex Ferguson en el United para el partido de Madrid. Un impresionante trabajo táctico de equipo, Cerrando espacios con orden y haciendo muy difícil el juego alegre y fluído del Real Madrid. Dispuso el mismo sistema del rival, con un ritmo alto de juego. Asimismo contó con un "ángel" de 21 años entre los palos. El primer gol fue una jugada preparada bien ejecutada y el simulacro perfectamente orquestado. Danny Werleck (19 años) no perdonó desde el punto de penalty. En una palabra, desconectaron todos los enchufes al rival.
MANCHESTER UNITED: TACTICAMENTE, FORMIDABLE
El conjunto inglés, por su parte, repetía esquema (1-4-2-3-1) y plan de juego con respecto a su último partido liguero. Victoria ante el Everton. Un salto mortal en la Premier League, manteniendo su liderato  y ampliando su ventaja al City en 12 puntos. Eso sí, con cuatro variantes en sus filas: Ferdinand x Vidic; Welbeck x Cleverley; Carryck x Valencia y Kagawa x Giggs.
Alex Ferguson y su equipo de colaboradores había estudiado a fondo al rival y apostó por la misma posición en el campo durante el primer tiempo. Una presión constante con marcaje en zona al hombre, para impedir el contragolpe del Real Madrid. Las intenciones, en definitiva, frenar la circulación por fuera (las bandas) y por dentro (medio). Además del control de Cristiano, Özil, Di María y Alonso.
Varias barreras y marcaje escalonado a sabiendas que, si se pasaba una zona, siempre había otro jugador en el cruce. Los centrales y guardameta como último recurso en el camino hacia el gol. Un trabajo muy sacrificado y arduo, sin perder de vista a Kagawa y Van Persie en los balones largos.
Jones (Cristiano), Welbeck (Khedira) y Carrick (Özil) cerraban los movimientos por el medio, mientras que Rooney entorpecía las salidas de Alonso y Kagawa intentaba evitar la subida de ambos laterales. Por su parte, la velocidad de Van Persie (defendiendo de cabeza los corners en su área) “fijaba” a los centrales Varane-Ramos.
Un trabajo de laboratorio que frenó el contraataque en velocidad de los merengues. Igualmente, una jugada preparada supuso la apertura del tanteador en el Bernabéu. Welbeck, en un espectacular cabezazo desde el punto de penalty, tras un corner lanzado con maestría por Rooney. Un 0-1 que obligó a permutar de puestos al rival, originando más aperturas en banda izquierda ante la flojedad de Rafael Da Silva y algunas por el centro, pero con remates a media y larga distancia de Khedira y Di María.
Como los movimientos de Cristiano estaban “cercados” y sin los apoyos de sus compañeros, el empate llegó también a balón parado. Espectacular centro alto de Di María y golazo de Cristiano de cabeza. Ni Evans, ni Evra pudieron hacer nada (a media altura del palo derecho de De Egea, hacia abajo). La igualada no cambió nada el andamiaje del equipo inglés.
Sin embargo, en la segunda parte Ferguson cambió el dibujo (el tradicional para el técnico escocés: 1-4-4-2, con dos barreras bien ordenadas) y regaló el balón al adversario. Conociendo, a priori, las deficiencias del Real Madrid para tomar la iniciativa en posesión de la pelota. Ahí estuvo la clave y la forma de liquidar el partido, porque Wayne Rooney entraba en diagonal y organizaba el contragolpe. Se asociaba más con Welkeck (19 años), Van Persie y Evra.
No obstante, el árbitro se hizo el “sueco” en una falta clara y de tarjeta cometida por  Varane, cuando se escapaba Evra en busca del segundo gol.
Ocasiones no le faltaron al Manchester United para rematar el match. Cuatro de ellas clarísimas, pero el acierto del guardameta Diego López en dos de ellas, Varane y Alonso (desde la línea) abortaron las acciones. Mucho más peligroso en ocasiones puntuales a la contra que su rival, atascado en el medio del campo, lanzando los centros al área.
Según como transcurrió la segunda parte a nadie le hubiese extrañado un 1-2 o 1-3 a favor del conjunto británico. Un resultado que no se produjo y por lo tanto permite ahora a decidir la eliminatoria en Old Traford a principios de marzo. 

En la segunda parte, Manchester United regaló el balón al equipo local y cambió el esquema en el campo (1-4-4-2) para buscar el contragolpe. Tuvo varias ocasiones, pero las más claras fueron cuatro para cerrar, incluso la eliminatoria.

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