Una tarjeta
roja. Tajantemente, una tarjeta roja.
Sin medias
tintas, sin perder un solo minuto.
Cada vez que
el árbitro ve un fragante pisotón debe actuar de forma directa.
Una tarjeta
roja. Tajantemente, una tarjeta roja.
No vale aquello
de la “no intencionalidad”, que fue sin querer, ni tampoco mirar hacia otro
lado. Hay que evitar que se propague esta moda absurda en el fútbol español. El
campeonato nacional de Liga debe acabar con el “pisotón”. Un acto cobarde que
debe desaparecer, si no quieren que se propague hasta el infinito.
La
Federación Española de Fútbol, la Liga Profesional, el Comité Nacional de
Árbitros deben poner fin al “pisotón”.
Se debe
cortar por lo sano, porque ya los niños
españoles lo practican y lo están copiando como algo novedoso. Sin pensar
en las consecuencias que conlleva para el “empeine”, el “tobillo” o el pie
propiamente dicho. La “herramienta” indispensable para jugar al fútbol
POR MIGUEL MIRÓ
Sabemos
quien trajo la moda del “pisotón” hace dos años y pico, sabemos quién es el mejor
especialista en esta boutade que está
haciendo daño al deporte. Por ese motivo además de la tarjeta roja al
infractor, tienen que haber sanciones ejemplares al entrenador y al club, que
son también responsables.
Para
el autor del libro “Deporte y Derecho” parece que no le concierne,
posiblemente, las actuaciones equivocadas de su compañero y amigo del Comité de
Apelación, Alfredo Florez. Tales como el caso del “pisotón” de Pepe a Messi y
“la agresión” de Mourinho a Vilanova (metiéndole el dedo en el ojo) cuyas
imágenes dieron la vuelta al mundo.
El
autor del libro “Deporte y Derecho” Miguel Cardenal, secretario de Estado para
el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (antigua DND) no dijo
ni “mú” y tampoco intervino para corregir ese esperpento –por no decir
“justicia” de pandereta– de su amigo y compañero Florez.
(En
primer lugar, la acción e intención de Pepe, que en cualquier lugar del mundo
hubiera tenido una sanción ejemplar; en segundo lugar, poner dos partidos de
sanción a Mourinho y uno a Vilanova fue como tergiversar los hechos, agregando
otra agresión que no se produjo.)
Tan
solo no estaba en el guión de su presentación en la FEF, junto a su amigo Ángel
María Villar… Y Alfredo Florez en la sombra. ¿Por qué? Por las declaraciones
del presidente del CNA, Victoriano Sánchez Arminio:
“Pepe
debería haber sido sancionado por su pisotón a Messi”.
(Sus
palabras fueron reflejadas en un sólo medio de comunicación español).
Como
ven, así está el patio en el fútbol español. La decisión más importante del
secretario de Estado para el deporte en el fútbol ha sido una soberana
estupidez.
“Al final de cada
partido, los protagonistas tienen que saludarse, sea cual sea el resultado del
mismo”
Similar
el gesto ancestral en el deporte del golf o tratar de disimular la falta de
deportividad que hubo en la historia de los cuatro clásicos en 18 días.
Eliminar, pues, ¿el desaire de los jugadores del Real Madrid abandonando rápidamente
el terreno de juego protestando contra el árbitro que les había supuestamente
robado?
Habría
que recordarle al autor del libro “Deporte y Derecho” dos detalles:
El
jugador de fútbol –no todos, por supuesto– se pasa todo el partido pensando
cómo engañar al árbitro.
El
jugador de golf se auto elimina –aunque figure como líder– cuando se da cuenta
que ha infringido una regla.
Meses
después llegaría el indulto de Ángel María Villar a Mourinho y Vilanova. Un
indulto para reparar el disparate del juez único, Alfredo Florez. Precisamente
el amigo del autor del libro “Deporte y Derecho” y lógicamente del presidente
de la FEF.
La foto es, con perdón, repugnante. Ahora son los niños que lo practican en los colegios. |
LLAMAR PICARDÍA
A “UN PISOTÓN” ES UN INSULTO
Vivimos
y “sufrimos” la rotura de ligamentos cruzados de José Antonio Camacho, denominados
como los tirantes de la rodilla. Lesiones absurdas como la de Simeone a Julen
Guerrero. La salvajada de Juanito ante Matthaus. La graciosa pero cruel y
sádica de Carlos Bilardo cuando le puso los dedos en los ojos para quitarle las
lentillas al duro defensa Stiles… y un sinfín de historias.
¿Picardía
del juego? ¿Lances del juego?
No;
llamemos a las cosas por su propio nombre: juego sucio. Debería erradicarse
estas cuestiones. Degradan al deporte, degradan al fútbol
Pero
también recordamos una noche, en la Clínica Rúber de Madrid. Operaban al danés
Jensen. En la sala de espera, el recordado presidente del Real Madrid Santiago
Bernabéu y algunos periodistas. El delantero salió por su propio pie, y nos
mostró un frasco de vidrio medio lleno.
Nos
quedamos de piedra.
Dentro
del frasco estaban bailando las esquirlas de sus tobillos.
El
cirujano le limpió las esquirlas –creemos que se dice así– para curar las molestias que sentía el
jugador de las patadas recibidas. Una antideportiva acción que, en la jerga futbolística
se denomina “comer los tobillos”. ¡Gajes del oficio de los defensas para frenar
su velocidad de su adversario. ¡Algo que apenas o nada se aprecia desde las
gradas!
El
mundo del fútbol es muy ancho, por lo que es imposible saber quién inventó el
“come-tobillos”. Cualquiera saltaría diciendo “los propios jugadores”, pero se
olvidan que puede ser también el entrenador en la “cocina” con la puerta
cerrada a cuatro llaves. Todos en general somos culpables por consentirlo y
también al no denunciar estar tropelías. Este proceder antideportivo que deja
al fair-play en bragas.
Otra salvajada, otro pisotón bestial captado por la TV de la Premier League. |
QUIÉN LA HACE… LA PAGA
En
las últimas décadas, hemos podido comprobar una fórmula que surtió efecto para
erradicar la “plancha alevosa” en el fútbol español. Dicho de otra manera:
“levantar la plantilla” para que el adversario se clave los tacos de aluminio
al intentar despejar o rematar.
Es
triste recordarlo, pero todos aquellos que levantaron la plancha en el campo,
terminaron lesionados en la Liga. Nadie contó esta historia porque es una de
las “reglas más sagradas” de los futbolistas en el campo.
“Lo que sucede en el
campo, se queda en el campo”.
Puede
parecer duro, pero podríamos dar detalles de varios jugadores españoles que
estuvieron meses en el hospital por esta actitud antideportiva. No es cuestión
de si está mal o está bien el castigo. Pensamos que no era, precisamente, una
labor indicada para que la solucionaran los protagonistas del espectáculo. Ni tampoco el ajuste de cuentas o la ley del
talión.
Quien
tenía que haber tomado cartas en el asunto era la FEF, el máximo organismo del
fútbol y por supuesto los árbitros. Ellos son los que tenían que haber obrado
en consecuencia. Para frenar y cortar la epidemia del “plantillazo” que le
hacía daño al deporte español. Algo que no ocurrió por la pasividad de la FEF y
de los árbitros.
EL PIE ES
LA HERRAMIENTA DEL FUTBOLISTA
Esperamos
igualmente que se “corte radicalmente” la moda del pisotón.
Sin
olvidar que el pie es la principal herramienta del futbolista. Hay que
cuidarlo, asearlo –las uñas crecen– y
mimarlo. Tan importante como las caries en los dientes.
Y
corresponde a los árbitros no permitir los atropellos del pisotón. El jugador,
además, sabe que la bota, que cada vez pesa menos y es más flexible, no le
protege de una patada o un “pisotón”.
Es
verdad también que un director técnico argentino buscó una fórmula: el “protege-pie”
de plástico (Oswaldo Zubeldía), pero no dio resultado. Su intención: estrenarlo
en Old Trafford durante el partido Manchester United-Estudiantes de La Plata.
Si
el pie o los pies son sagrados para los jugadores de fútbol.
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