Arny lo pone en “órbita” y Seve “abre” el torneo a los europeos
Existen muchas leyendas e imprecisiones sobre el Torneo de Maestros en la encantadora localidad de Augusta, Georgia. A vuelo de pájaro y tomando como referencia a cuatro protagonistas providenciales, intentaremos descifrar ese embrujo que produce el certamen –y que, indudablemente, lo tiene- en el mundo del deporte.
Cuatro personajes que cambiaron la historia del Masters.
La política privada, rancia y rígida de una prueba exclusiva. Exclusiva, sí, para jugadores de Estados Unidos de América en un campo exclusivo y cerrado. Unas reglas estrictas y restrictivas con los golfistas extranjeros.
Un club y un campo privado de escasos socios (300). Desde su apertura también se puso coto a los espectadores. Un cupo en el que debía que ser revisado y aprobado por su Junta Directiva.
Entre los grandes campeonatos mundiales era un “bunker” privado. Y de patito feo del Grand Slam pasó a ser, con el tiempo, un pavo real.
Miguel Miró
Aún hoy, el Masters de Augusta sigue llevando la etiqueta de “Invitational Tournament” desde 1934. Un torneo por invitación en la que tiene cuatro grandes protagonistas en su corta historia en el deporte del golf. Robert Bobby Jones, vencedor del entonces “auténtico” Grand Slam en un solo año. El US Open y el British Open, tanto profesional como amateur. Los cuatro grandes de la época (1930) y los campeonatos más antiguos del mundo.
Bobby Jones fue, en cierta manera, el impulsor del campo –junto al doctor escocés Alister McKenzie, quien inventó los “bunkers” de arena, ya que antes eran de hierba- y del torneo. Bobby ha sido y es, indiscutiblemente, una figura mítica en Estados Unidos.
El segundo protagonista ha sido el sudafricano Gary Player, primer jugador no-americano (extranjero) que ganó el Torneo de Maestros (1961) y que formó parte de un triunvirato (The Big-three) junto a Arnold Palmer y el incomparable Jack William Nicklaus. Ellos, en cierto modo, hicieron más popular el golf en el nuevo mundo, un deporte que parecía elegido para la High Society.
GRAND SLAM MODERNO
Arnold Palmer, siempre protegido y aclamado por su Arny Army, sin quererlo o queriéndolo, le dio el prestigio que le faltaba. Palmer, junto a un periodista y a 900 metros de altura (en un avión que le trasladaba a Inglaterra para jugar el British Open Championship) se “inventan” el Grand Slam moderno, que incluye como hoy al British, US Open, US PGA y Masters.
La teoría de Arnold Palmer, en aquellos años sesenta era que, después de ganar el US Open y el Masters, le tocaba conquistar el British. Y el periodista agregó el US PGA para completar el nuevo Grand Slam. Y puso The Masters Tournament Invitational en el mapa de los grandes campeonatos. De esto hace poco más de 50 años.
POKER ASES O REYES
El poker de ases o de reyes lo completa el español Severiano Ballesteros. Segundo jugador no-americano y primer europeo en conseguirlo en 1980. El jugador español, que ya se había ganado al público británico deslumbró al público norteamericano. Seve o Sevvy o Mister Contento, ha sido la llama que encendió todos los fuegos en el golf. El hombre que rompió todas las reglas y tradiciones arcaicas y obsoletas de este deporte en los Estados Unidos.
Ballesteros fue, por qué no decirlo, quien “rompió las cadenas” a favor de los europeos y extranjeros en la US PGA Tour, que hasta ese momento estaban cerradas y muy limitadas. Es verdad que la lucha fue dura y titánica.
No era fácil modificar normas y tradiciones. Como tampoco enfrentarse al testarudo Deane Beman y al grupo de jugadores que mandaban en el circuito. “La famosa regla de los 15 Opens para ser miembro” y otras muchas.
El español incluso fue “vetado” por la poderosa US PGA Tour una temporada, pero Beman tuvo que claudicar ante la presión de los patrocinadores y de los aficionados. Todos, al unísono, querían ver jugar a Severiano Ballesteros en los Estados Unidos.
EL SARAMPIÓN
Indirectamente, aunque Ballesteros se convirtió en socio honorífico de pleno derecho del Augusta Nacional Club, también repercutió con la teoría de las “puertas abiertas” a los europeos. El sarampión también contagió al Masters en la que solo participaban ¡¡¡18 extranjeros y 82 norteamericanos!!! Y no sólo rompió esa regla exclusivista, sino que eliminó la regla de los caddies, que tenían que ser negros y no se admitían otros.
En la década de los años ochenta se pudo comprobar el cambio. Las victorias de jugadores europeos superaron a los norteamericanos: 6-4 (Seve Ballesteros-2, Bernhard Langer, Sandy Lyle y Nick Faldo-2). Una supremacía (7-4) que se repetiría en la siguiente década, junto a las dos victorias extranjeras de Vijay Singh (Islas Fiji). Los años noventa son, precisamente, los de otro “monstruo” del Norte, José María Olazábal que ganó dos chaquetas verdes (1994-1999). Al español le siguieron el galés Ian Woosnam, el alemán Bernhard Langer y Nick Faldo que guarda tres “green coat” en el armario.
NO EXISTE LA PALABRA “OPEN”
El Masters de 2011 –segunda década del nuevo Millenium- demuestra que el torneo /Invitational Tournament/ sigue manteniendo sus tradiciones, pero que no puede compararse con los otros tres campeonatos /Championship/ grandes del Grand Slam que sí tienen la denominación de “grandes”. Es el benjamín del cuarteto por la invención de Arnold Palmer, que lo puso en órbita, sin merecerlo en los años sesenta.
Otro ejemplo más: su verdadero nombre lo indica; no aparece por ningún lado la palabra OPEN, algo sí destaca en el British Open Championship, el más importante de todos, US Open Championship y por último, US PGA Open Championship.
¡Cómo habrá cambiado el Masters –de Patito Feo a Pavo Real- desde los años ochenta! En la presente edición participan 96 jugadores: 52 americanos (48 del Norte) y ¡¡¡45!!! Extranjeros. Veintiséis europeos, seis de las antípodas, seis asiáticos y siete africanos.
Entre ellos, cuatro españoles. José María Olazábal, Sergio García, Miguel Ángel Jiménez y Álvaro Quirós. Los tres primeros saben lo que es estar Top-10 en el Augusta Nacional. Olazábal se enfundó dos veces la chaqueta verde (1994-1999) y es socio honorífico del torneo. No obstante, no se le puede descartar. Arañó el triunfo en dos ocasiones, la última en 2006. Las mismas opciones de Sergio que se le escaparon.
Miguel Ángel Jiménez ha destacado (dos Top 10) en los últimas ediciones del torneo. A pesar de que los periodistas británicos, que tuvieron que reconocer sus cualidades, después de muchos años diciendo que se le acabaría la cuerda. Y por último, Álvaro Quirós que hace su tercera aparición. Se espera mucho de él tras su victoria de Dubai. Seguro que no defraudará.
Si nos piden un pronóstico a bote pronto, apostaríamos por Sergio García…
Pensamos que el Masters lo va a ganar un europeo y si es español, mejor. Hay un quinteto de candidatos, según nuestro punto de vista: Martin Laird (ESC), Louis Oosthuizen (SA), Sergio García (ESP), Lee Westwood (ING) y David Toms (US).
Sin embargo, en cuanto a los participantes españoles nos conformaríamos con repetir el "scoreboard" de 2002: José María Olazábal, cuarto; Sergio García, octavo; Miguel Ángel Jiménez, noveno y agregar a Álvaro Quirós en el décimo lugar.
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