jueves, 25 de julio de 2013

The Open/NI WEST…NI WOODS



Mickelson hace historia: gana Scottish-British de una tacada

Detrás de un gran hombre hay una gran mujer
Philip Alfred Mickelson, 43 años, San Diego (CA), marca un hito (landmark) en la historia del golf.
Por primera vez en la historia consigue ganar de “una tacada” el Scottish Open y el 142º British Open Championship en dos semanas consecutivas.
El estadounidense –con apellido de origen nórdico– firma la mejor tarjeta-66 (34-32), cinco bajo par del campeonato, a tres golpes del record de los cuatro torneos del Grand Slam moderno.
Es el único jugador que “rompe el par” en los 72 hoyos.
Se convierte en el 27 jugador norteamericano que gana el British Open, de las 48 victorias obtenidas por Estados Unidos en el mejor y más antiguo campeonato del mundo profesional.
Iguala a Severiano Ballesteros, Byron Nelson, JH Taylor, James Braid, Peter Thomson al sumar cinco títulos en el Grand Slam, y está a uno de Nick Faldo, Lee Trevino (6 majors) y a dos de Robert Tyre Jones, Harry Vardon, Arnold Palmer, Sam Snead y Gene Sarazen (7 majors).
Además, solamente le falta el US-Open –runner up en seis ocasiones– para cerrar el anillo del Gran Slam y ser el sexto jugador del mundo que lo consigue. Uno solo para entrar en el privilegiado club junto a Jack Nicklaus, Ben Hogan, Gary Player, Gene Sarazen y Eldrick Woods.

///////////////////////////////////////////////////////////////////////////
BRITISH OPEN CHAMPIONSHIP.-  Phil Mickelson / winner
ronda
1
2
3
4
5
6
7
8
9
out
10
11
12
13
14
15
16
17
18
in
tot

par
4
4
4
3
5
4
3
4
5
36
4
4
4
3
4
4
3
5
4
35
71

metros
409
323
345
207
511
422
168
403
507

429
354
347
174
434
410
170
526
430

6.576

1
4
3
3
3
5
4
3
5
5
35
4
4
4
3
3
3
3
5
5
34
69
-2
2
4
6
4
2
5
5
3
4
4
37
5
3
4
3
4
4
5
5
4
37
74
+3
3
4
3
4
3
6
4
3
4
4
35
4
4
3
4
4
5
4
5
4
37
72
+1
4
4
4
4
3
4
4
3
4
4
34
5
4
4
2
3
4
3
4
3
32
66
-5
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////

/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
SCOTTISH OPEN.-  Phil Mickelson / winner
ronda
1
2
3
4
5
6
7
8
9
out
10
11
12
13
14
15
16
17
18
in
tot

par
4
5
4
3
4
5
4
3
4
36
4
3
5
4
4
4
4
3
5
36
72

metros
401
507
280
184
413
519
424
199
369
3296
332
154
548
406
353
419
308
207
555
3282
6578

1
3
5
3
3
4
4
4
3
4
33
5
3
3
4
3
4
3
4
4
33
66
-6
2
5
5
3
4
4
5
4
3
3
36
3
3
5
4
4
4
3
3
5
34
70
-2
3
4
5
4
3
4
5
4
2
3
34
3
3
4
4
4
4
3
3
4
32
66
-6
4
6
4
5
2
3
4
4
3
4
35
4
2
4
4
3
4
4
3
6
34
69
-3
/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Por Miguel Miró
Phil Mickelson nos ha demostrado algo muy importante.
Tiene una inteligencia muy alta –algo que había demostrado ya en la Universidad donde se graduó en psicología– y sabe aprender de sus propios errores.
Asimila rápido, estudia minuciosa y mentalmente con una claridad meridiana los campos de golf.
Lo sucedido en el US Open Championship en Marion, le sirvió como llamada de atención. No es lo mismo prepararse en el mismo escenario, que en otro course de California y llegar el jueves para la primera vuelta.
Por eso hace su primera aparición en el European PGA Tour. Participa en el tradicional Scottish Open de Inverness, la capital de los grandes Lagos (Highlands) que tiene 14 magníficos campos de golf.  Y se lleva a toda su familia. Una preparación previa para el British Open en Muirfield Park Links. Para muchos, la esencia y la cuna del golf. Y comprende in situ el esplendor y la “grandeza” de los campos naturales escoceses.
Gana el Scottish Open en el primer hoyo extra (18) del play-off ante el sudafricano Branden Grace. Sí; sabemos que Mickelson es un especialista en la muerte súbita, pero lo hace con un birdie de diploma de honor. Cambia de estrategia tras su error tonto en el green, bogey en el 72.
Toma un atajo.
El birdie de Mickelson para ganar el torneo (play-off) es realmente espectacular. Sin seguir la línea de calle, opta por un atajo. Su segundo golpe cruza la bola hacia la derecha y cae justo en medio de los dos bunkers del antegreen. Sin duda alguna con la finalidad de “liquidar” el campeonato. Un chipping y la pelota a un palmo del hoyo, pasándole la presión a su contrincante.
Mickelson ganó brillantemente el torneo.
Sin embargo, Lefty no olvidaría su última tarjeta de Inverness. Marca 7 birdies, pero tropieza al inicio (doblebogey-bogey, 55th y 57th) y al final, acaba con bogey (72th).
Unos errores que no cometería en Muirfield durante la ronda final.


ASIMILACIÓN RÁPIDA Y JUEGO MENTAL
El campeón estadounidense se “enriquece” la semana antes del British Open Championship. Por su profesión actual y la futura, después de diseñar su primer campo de golf en Estados Unidos.
Por los elementos (frío, calor, lluvia y viento) que hacen cambiar notablemente las distancias en cada una de las vueltas. Comprende que debe usar todos los palos de la bolsa. La dificultad que representa el rough. Lo exigente del primer y segundo golpe, la situación de los bunkers y los pianos de los enormes greenes.
Por supuesto que Castle Stuart Golf Links de Inverness, cerca del Lago Ness, no es comparable a Murfield. Es más franco aunque también exigente. Sin embargo, la filosofía de los diseñadores escoceses suele ser la misma desde hace muchos años.
“Golpes de tee largos y precisos, juego preciso con los hierros y habilidad en el juego corto y mucha consistencia en el putt”.
En Muirfield comprendió rápidamente que la distancia no tiene tanta importancia como la estrategia. El estudio de cada golpe. Y que tanto el rough como los bunkers redondos son los obstáculos a saltar. En una palabra no es un juego para divertirse, sino para pensar. Un juego absolutamente mental.
Y otro de los aspectos diferenciales con Inverness son los greenes. En el Scottish son francos y se aprecian las caídas, en cambio en Muirfield las caídas son prácticamente “fantasmas”. Son la interpretación de cada jugador y si nos apuran la intuición y la velocidad de la bola.

SIN FAVORITOS EN LA VUELTA FINAL
“¿Qué presión?”
Lo decía y repetía Lee Westwood. No tenía ninguna presión después de la tercera vuelta, como tal dios-sol sentado en el trono del liderato.
Cuando un jugador dice y repite que “no acusa la presión” está visto que la presión se lo come antes o después.
Entonces ¿la “presión” del British se llamaba Phil Mickelson?
No; hombre, la presión que supone un cable pelado lleno de electricidad, donde salen chispas siempre es el escenario. El imponente y maravilloso course de Muirfield Park Links, el gran enemigo.
Además, muchos se adelantaron a dar favoritos por aquí y aquillá como grandes entendidos.
Si se hubieran fijado en la clasificación antes de la salida del tee 1, había un porrón de candidatos. Por lo menos una decena, teniendo en cuenta la diferencia de golpes entre ellos. Y por último, nunca hay que descartar la posibilidad de un “tapado” que puede hacer una vuelta sensacional desde atrás y dar un zarpazo que hace temblar al más valiente.
Otro detalle importante: en las tres vueltas del recorrido se pudo apreciar claramente que muchos jugadores levantaban vuelo y después caían como moscas.
La grandeza de este deporte está en la humildad, el fair play y el trabajo mental en el campo.
Máxime cuando se presenta la oportunidad, puede que sin precedentes. Los más grandes jugadores pueden compartir una experiencia inolvidable con ese ramillete de courses o park links más vetustos y apasionantes de la historia del golf.
Merion, US Open Championship; Muirfield, British Open Championship y la próxima cita al increíble Oakland Hills, US PGA Championship donde los campeones deben tener bien amueblada su cabeza… si no quieren morir en el intento.
Ante tal magnitud, cada uno de ellos son “batallas mentales”, porque el campo no perdona nada, ni los despistes ni los malos golpes. Son, sin exagerar, de una precisión matemática.


CONCIERTO VIOLÍN: “LOS CRITICONES”
Los dos “criticones” terminaron siendo los grandes protagonistas de la ronda final del 142º British Open Championship, en el que también participa un gran elenco especial-muy competitivo ante un campo exigente, duro y espectacular y un público fervoroso amante del gol.
Philip Mickelson, con polo blanco, pantalón negro, cinturón negro-ancho (que parece una cábala), junto a sus clásicos zapatos negros. Y la visera blanca con las siglas de una fundación para niños.
El inglés Ian Poulter, por otra parte, pantalón a cuadros (tweed escocés, azul/blanco/rojo/gris), polo blanco, jersey sin mangas azul (mitad del uniforme de la Ryder 2011)… y la visera rosada haciendo juego con sus zapatas blancos con detalles rosados.
Ambos dieron un concierto de violín imitando al virtuoso maestro genovés Niccolo Paganini a través de su Capricho nº 24 en la menor, Opus 1… La gran composición que dio inspiración a grandes músicos. Phil e Ian también se inspiraron… con su violín (putter) en el green.
El norteamericano ganó por el acierto en el approach (indudablemente, el rey – parece que tira la bola dirigiéndola con la mano) y la gran amalgama de su maravilloso golf. Impresionante alrededor del green. Sin embargo, el violín ha sido decisivo.
El inglés también dio un recital sólido con los hierros. Pudo, incluso, por su garra y su destreza quedar perfectamente segundo o jugar el play-off, de no ser por sus tres birdie-putts que arañaron el hoyo en el back-nine que hubiesen “roto la banca” por el lado inglés.


RESURGE EL MONSTRUO AMERICANO DEL LAGO NESS
La resistencia y consistencia de Phil Mickelson parece ser infinita. Dice “presente” en el round inaugural, repleto de americanos. Sin embargo, la paliza de Inverness la acusa en la segunda ronda (+3). Nos recuerdan sus tropiezos en el Scottish (bogey y doblebogey al principio y doblebogey (16) al final), pero rápidamente se recuperaría en los últimos 36 hoyos.
La paciencia del campeón, la concentración, la consistencia y la imaginación del californiano. ¡Y la precisión con los hierros! (El viento hacía variar la distancia en cada una de las jornadas en Muirfield) hicieron resurgir al “monstruo americano” del Lago Ness.
Bien colocado entre los diez primeros –seis golpes no son nada en los Park-links de Gullane que parece comerse crudos a los jugadores– Mickelson suele ser agresivo cuando se le presenta la ocasión, nunca ha sido conservador. Siete pares y dos birdies (los par-5 de 511 y 507 metros) en el front-nine. Un tropiezo inesperado (bogey en el 10, par-4 de 429 metros) al comienzo del back.
Ataca el aussi Adam Scott y se coloca líder (-2 / birdie, birdie, birdie, par, birdie, del 7 al 11th) y llega el momento de arriesgar para “el derecho que juega a zurdas” con su fiel escudero (caddie).

Clasificación (front-nine):
-1   Lee Westwood, Adam Scott, Henrik Stenton
Par Hunter Mahan, Phil Mickelson
+1  Ángel Cabrera, Zach Johnson
+2  Eldrick Woods, Francesco Molinari, Brandt Snedeker

SIN PRISAS Y SIN PAUSAS: LEFTY “ATTACK” A BANDERA
Lo hace en el hoyo corto (par-3 del 13, de 190 metros) tras un excelente golpe desde el tee y un putt de 2,4 metros e inmediatamente después, en el par-4 más largo del campo (14th de 434 metros) y emboca un putt de 6 metros. Lo que no sabemos si su reacción ha sido por el bogey-10th o la escapada de Scott. Todo puede ser teniendo en cuenta la dimensión y las dificultades del campo.
Pasa de puntillas (15-16) y cierra la vuelta con dos birdies más, en el temible par-5 del 17, de 526 metros. Mickelson llega a green en su segundo golpe con madera. Tiene posibilidad de eagle-putt, ya que su bola  queda a 7,5 metros de la bandera. Dos putts y birdie.
El final es apoteósico, su approach del 18 (72), par-4 de 430 metros deja la pelota a tres metros del hoyo en su segundo golpe. Acaba con otro birdie-putt preciso (abre suave a la derecha y la bola se cierra a la izquierda y se entierra en la copa). El mejor registro del back-nine, 32 golpes, cuatro bajo par.
Su primer British y su quinto torneo del Grand Slam (3 Masters, 1 US PGA Championship y 1 British Open Championship). Una victoria indiscutible y temprana –quedan seis matches en el campo– y firma 66 golpes, cinco bajo par (en el cómputo de las cuatro vueltas, 281 -3). Un total de 16 birdies, 45 pares, 9 bogeys y dos doblebogeys.
Su final es espectacular: cuatro birdies en los últimos seis hoyos.

CAEN… Y VUELVEN A CAER
Adam Scott paga cara su osadía después de su cadena de birdies (cuatro en cinco hoyos). Muirfield le castiga y hace otra cadena de… cuatro bogeys consecutivos (del 13 al 16). También se derrumban Hunter Mahan, que parecía recuperarse con un magnífico eagle en el 9 (287 +3) y Zach Johnson, nueve pares en el front-nine (286 +2).
El argentino Ángel Cabrera (286 +2) y el italiano Francesco Molinari (287 +3) se agarran al campo como lapas. Eldrik Woods no levanta cabeza (286 +2) y se enreda su juego en el green. (Ningún medio critica la  actitud del Nº 1 del Ranking mundial. En el hoyo 16, tras el enfado por otro bogey escupe en el green. Se merece una sanción, porque no son modos ni maneras para demostrar su gran fracaso en Escocia).
Punto y aparte, son Henrik Stenton y Lee Westwood.
Un claro-oscuro sorprendente.
UP.- El escandinavo trabaja como una hormiga para conquistar el sub-campeonato. Y los números y la bandeja de plata así lo atestiguan. No es tan frío como aparenta y su regularidad, increíble. Presenta unas tarjetas intachables (70-70-74-70). Es capaz de golpes brillantes, pero le falta una mayor efectividad con el putter. La velocidad y la caída de los greenes en Muirfield son diabólicas, es cierto, pero su juego progresaría con menos putts de los utilizados en los 72 hoyos. Su mejor marca: 32 putts en la última jornada.
Importante es la clasificación y más aún su trabajo en el campo. Consiguió un 80% en los tiros a green y un 80% de tiros a fairways. Una regularidad asombrosa teniendo en cuenta el escenario. 
DOWN.- El inglés juega 54 hoyos primorosos. Impresionante de tee a green, y para sorpresa de muchos, con un feeling especial en el green. (110 putts a los 72 hoyos). Sin embargo, los nervios y la tensión le juegan una mala pasada en la última vuelta del British Open.
Errático con los hierros, demasiadas caídas en las trampas redondas de arena. Un solo birdie (par-5 del hoyo 5th) y una losa demasiada pesada de cinco bogeys. Un día de tormenta, después de la fiesta de las tres primeras vuelta. Al final, manchón en su tarjeta (75 +4) y a remar otra vez en busca del mirlo blanco. (285 +1, el total).

0 comentarios:

Publicar un comentario