lunes, 1 de julio de 2013

Maracaná/APUNTES DE LA FINAL



Brasil se jugaba su orgullo, su prestigio y la Copa Mundo´14
 
Poster: Gazeta Esportiva
España, plana… Brasil, profundo

Por Miguel Miró
España, plana... Brasil, profundo. Nada más exacto para valorar los méritos de Brasil en la final de Maracaná. Ambición, compenetración, ideas fijas, concentración y fútbol ofensivo. Un derroche de energías y confianza en su poderío que terminaron arrollando a España. Un finalista que se apagó en una noche de luces. No dio la talla. Pareció un queso “gruyère”. Con demasiados agujeros, demasiadas dudas, muchas pérdidas de balón y más corazón que cabeza.
Seguimos sin comprender:
¿Por qué Del Bosque sólo hizo un cambio en el equipo?
Con un día menos de recuperación y el extenuante esfuerzo realizado por España frente a Italia en 126 minutos.
¿Por qué no arriesgó con cuatro cambios y reforzó la retaguardia?
No habría pasado nada si preservara, por precuación, a tres titulares para no tener que hacer las tres variantes demasiado de prisa.
La falta de cambios aparentemente lógicos en el equipo español –después de la prórroga con Italia– condicionaron el partido.
(No se podía salir a cara descubierta. Había que estructurar un andamiaje defensivo como hizo Uruguay. Cerrar las bandas, las dos, y saber encarar las oleadas del adversario. Si España lo hizo ante Francia en el segundo partido de las eliminatorias con dos jugadores “tocados”…
¿Por qué no lo hizo en esta ocasión?
Había que apretar los dientes y tener la cabeza despejada. Porque los grandes favoritos, incuestionables favoritos eran los brasileños).
Los goles condicionaron el partido.
(Resulta triste reconocerlo, pero España lo sabía. Sólo tenía que poner los vídeos de los partidos del rival. Sólo Uruguay e Italia le supieron jugar a Brasil. Uruguay, sobre todo, que además de frenar los “impulsos frenéticos” de los seis delanteros locales a principios de cada tiempo, le empató el match y le plantó cara).
La actitud del árbitro Kuipers, también condicionó el match.
(Cometió un error de libro e intentó subsanarlo. La falta de Arbeloa a Neymar es de tarjeta roja. Se dio cuenta en seguida. Era el último hombre y a medio metro pasado de la línea central. Se pudo comprobar por la cantidad de amonestaciones verbales a los brasileños, en sus constantes faltas (27) en el eje y en las bandas. Y eso que no hablamos del primer gol donde Arbeloa toca el balón con la mano y después Fred, que se acomoda el balón.
¿Y el segundo gol en fuera de juego de Neymar?
Según las nuevas normas de la Internacional Board, el brasileño estaba en posición adelantada en su pase hacia atrás, luego se retrasa y el linier tenía que haber levantado el banderín, porque Oscar le devuelve el balón).

LOS GOLES
Aquí está la diferencia. Brasil tiene gol y España carece de gol. Y las oportunidades que se le presentaron las desperdicia. Un penalty y la espectacular acción de David Luiz que lo despeja en la misma línea. Si hubiera tenido gol, en caso contrario, hubiera ganado a Italia antes del tiempo reglamentario o en la prórroga.
No sólo por la esencia del gol en sí, que es donde se deciden los partidos, sino por los minutos puntuales en los que se marcaron, todos ellos psicológicos en los grandes duelos. Al principio y al final del primer tiempo… Al principio del segundo. Una carga que conlleva ir por debajo en el marcador; supone más tensión y nervios del equipo que los recibe. Nerviosismo y también un mayor desgaste, porque hay que remar a contra corriente.
Si añadimos la intensidad y la presión de Brasil, que por primera vez en la competición jugó colectivamente. Concentrado, fiel a su fútbol, con mucho músculo como un auténtico bloque, muy compacto y combativo. Por supuesto que ha sido muy superior a España. Parecía volar con el grito de las gradas, rememorando a los aficionados británicos que no dejan de cantar en los estadios.


LOS AGUJEROS
Pese a que se habló en Río de una conversación privada entre Daniel Alves y Felipe Scolari al final del último entrenamiento y trascendió que le dio la información de todos los jugadores –especialmente, de sus compañeros azulgranas– el plan de juego de Brasil fue muy similar al de Italia en las semifinales.
Anular a Xavi Hernández, Iniesta, Mata y Busquets con un marcaje aunque sea pasando las líneas rojas del juego limpio.
Y la profundidad por los laterales especialmente por la derecha, lugar donde estaba Jorge Alba y Mata. Por intermedio de Alves, Oscar y Hulk que se mostraron muy activos. En la otra banda Neymar y Marcelo no tenían problemas para superar a Arbeloa. Por otro lado, Paulinho se adelantó para buscarle las costillas a Busquets y Luis Gustavo, un verdadero pistón cerraba el paso a Xavi y tenía recorrido para ayudar a la defensa.
Aún así, el primer gol (no se cumplían ni los dos minutos de juego) partió de las botas de David Luiz, enorme por su calidad y visión del fútbol. Un pase largo a Hulk que perdió el balón rebotó en Alba y volvió al delantero para centrar al área pequeña.
Allí se encontraban Neymar, Fred, Arbeloa, Piqué y Casillas. Con tan mala fortuna que no llega a despejar el central, y la pelota da en la mano del lateral favoreciendo al “9” carioca. El festejo de los jugadores fue insólito, permitido por el árbitro, ya que se acercaron a las gradas.
Agujeros en las bandas y por el centro, por las buenas, por las malas, por fútbol, por golpes, por ideas y hasta por fuerza bruta. La cuestión que conseguían todos los propósitos. Demasiados balones se perdieron en la zona ancha. La anticipación, con las líneas adelantadas y en algunos casos la altura fue primordial en las oleadas de la canarinha.
Pero el agujero (era un socavón) estaba en la banda derecha, donde Arbeloa no logró parar nunca a Neymar, excepto en la falta que le valió la tarjeta. El madridista estaba despistado siempre y se agrandó la actual figura brasileña del FC Barcelona.

ENGAÑOSO FAVORITISMO
Scolari fue fiel a sus palabras. “El mejor jugador de Italia es Balotelli”. El bueno del ariete recibió más patadas de Brasil que en ningún partido del Calcio trasalpino. Lo mismo dijo de “Iniesta”, que se pasó más tiempo en el suelo (le cosieron a patadas) que de pie.
También trascendieron mucho las palabras del técnico de la selección canarinha, cuando afirmó durante toda la semana  que “el favorito de la final es España”. Unas palabras que resaltaron, a pesar de la contradicción, muchos medios de comunicación españoles. Un engaño con publicidad gratuita, basándose en el ranking FIFA. España, primero y Brasil, vigesimosegundo.
Una verdadera falacia. Brasil siempre ha sido, desde el comienzo de la Copa Federaciones, el claro favorito. Y más en una final que lleno el nuevo estadio de Maracaná. Ahora, la mayoría de los periódicos brasileños seguramente estarán diciendo que los españoles somos unos fanfarrones.

LAS TERTULIAS
La derrota inapelable de la selección española ante Brasil traerá cola en las tertulias deportivas. El rendimiento de los jugadores, a quién hay que cambiar. Que patatín, que patatán…
Un error se puede cometer, pero cuando se produce una goleada suenan las alarmas. El error de Del Bosque se podrá subsanar con los tres partidos que restan para las eliminatorias: Finlandia fuera, Biolorusia y Georgia, en casa. Si no, al tiempo. Se puede seguir teniendo fe y creer en los jugadores de la selección.
Siempre se aprende en las derrotas y las que duelen, más todavía. Sirven para apagar los egos y pensar en el futuro.
Ya lo hizo, precisamente, Oscar W Tabarez con la selección uruguaya. Su participación en la Copa Federaciones le sirvió para recuperar a su equipo con vista a las eliminatorias correspondientes a la Copa del Mundo FIFA 2014 que se celebrará en Brasil. 

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