sábado, 30 de octubre de 2010

Los cuatro “starnuti” de Matteo "El Niño 2"

a Italia en el mapa del golf mundial


Por Miguel Miró
“Manassero hace historia”. Éste mismo título surge en junio del año pasado (BBC) cuando Matteo gana el British Amateur. Un título con doble significado. Es la primera vez que un italiano levanta la vieja copa británica y bate el récord por sus 16 años. Se repite en el British Open Championship en el momento de recibir su “medalla de plata” al mejor amateur de la época moderna. Se vuelve a repetir en el Masters Tournament de este año, por su “medalla de oro” al batir el registro de Bobby Cole en 1967 y completar las cuatro vueltas del torneo.
Y como no hay dos sin cuatro: “Manassero vuelve a hacer historia” en el Masters de Castellón, correspondiente al European PGA Tour. De tanta “historia” se podría aventurar que el “bambino” tiene ya 30 años más con tantos estornudos (starnuti, en italiano) y que, sin embargo, no está constipado. O como en un video-juego en el que la madre hace tanta fuerza que dispara a su hijo como un misil al espacio y da varias veces la vuelta a la tierra y el tiempo pasa “deprisa, deprisa”.
Sin embargo, en su décima prueba como profesional deja claro su sangre fría de “killer” en el green, su Winchester de repetición y una cabeza de “joven-viejo”. Algo que nos sorprendió en el Masters Europeo. Una de sus grandes ventajas es su “paciencia” y sus cálculos, la mayoría de las veces son exactos. Quizá, por eso prefiere las matemáticas.















OTROS 4 ESTORNUDOS
Los cuatro “starnuti” del veronés también retumbaron en Castellón. Un maravilloso birdie desde la loma izquierda del antegreen en el hoyo 17 (R3) y en la última vuelta su cadena de birdies-3 de repetición (13-14-15), tras  salvar en 3 golpes el peligroso hoyo 12 con un nudo en la garganta. Tampoco es fácil para él frenar el ímpetu juvenil y jugar como un “profesional veterano” los últimos tres hoyos del recorrido, en los que estudia y dibuja mentalmente cada golpe como el mismísimo Severiano Ballesteros.
Matteo Manassero es el único jugador del campeonato que acaba con cuatro impecables tarjetas por bajo del 70 (68 66 67 67). Eclipsa y “destroza” al líder, Gary Boyd, en el back-nine. El inglés acusa el golpe con bogey en el 15, se va al agua en el siguiente y pincha a renglón seguido con otro bogey (17).  Christian Nilsson, por su parte, ya no sabía cómo domar las víboras en los greenes. Sin embargo, el español Ignacio Garrido, con un trabajo de hormiga –nueve pares en los primeros hoyos– marca su tercer birdie del día en el penúltimo hoyo para ocupar la segunda posición.
El italiano –“no me lo creo, es un sueño”– captura su primer título en el European PGA Tour, dejando entrever su paciencia, regularidad y su sólido juego. Matteo acaba el torneo con 22 birdies, 44 pares y 6 bogeys para un total de 258 golpes, dieciséis bajo par. Sortea con éxito los peligrosos pares-3 (Par) y “roba” siete golpes a los pares-5.
Además, bate otro record al ser el ganador más joven (17 años y 188 días) del circuito europeo, superando a Danny Jin-Myung Lee (N Zelanda) que gana el Johnnie Walker Trophy en Perth, Australia 2009 con 18 años y 213 días. Precisamente: un año después de que el neocelandés, de origen coreano, conquistara el US Amateur como aficionado.

Matteo, en el hoyo 72 del Masters de Castellón. /Foto Luis Corralo
COINCIDENCIAS
El veronés Matteo Manassero nace el mismo mes, pero 10 días después (19 abril) que Severiano Ballesteros, cuya fecha de nacimiento es el 9 de abril.
“Seve es mi ídolo, porque era distinto a los demás, jugaba otro golf,” confiesa.
La explosión del trasalpino comienza en el British Amateur 2009, con 16 años. La misma edad que José María Olazábal conquista el España Amateur Open y único jugador en el mundo que completa las tres coronas amateurs con éxito en Gran Bretaña (British Boys, British Youth y British Amateur).
Salta al campo profesional después del Masters de Augusta, igual que Sergio García y gana su primer Open europeo en el Club de Campo Mediterráneo de Castellón. Todo parece encajar con este joven de 17 años que ya no es una promesa sino toda una gran realidad, tras jugar más de una docena de campeonatos por invitaciones de patrocinadores “rompe” en la  European PGA Tour de una manera brillante.
Para terminar con las “coincidencias” Severiano Ballesteros también ha sido un campeón precoz, a pesar de las dificultades que existían en España para los caddies y profesionales de golf. El campeón cántabro consigue la tarjeta de profesional a la edad de 16 años, ocho meses y 21 días. Un año después de “negársela” la FEG. Número 1 del Ranking europeo, a los 19 años. El mismo año que acaba segundo en el British Open empatado con Jack Nicklaus. Y el más joven ganador del Masters de Augusta con 23 años y tres días.
Matteo tiene, además, razón. Ballesteros fue de otro mundo. Por eso los periodistas norteamericanos le llamaron “extraterrestre” en 1980.

Manassero Vs Manassero, padres e hijo

“BOOM” DEL GOLF EN EUROPA
Severiano Ballesteros revolucionó el golf en España, es cierto. Sin embargo su progresión ha sido lenta –a paso de tortuga–  en relación a nuevos courses y aumento de jugadores. Sólo hace 15 años cuando empezaron a surgir grandes campeones del campo amateur. Es un deporte que, salvo variaciones, se considera entre un 65% elitista y un 35% popular. Y a pesar de ser la cuarta especialidad que más practicantes tiene en la actualidad los Medios de Información prácticamente lo ignoran.
Asimismo persiste una falta de interés estatal y empresarial por el golf con vistas al turismo, que se resiente ante la particular crisis que sufre el país por la falta de previsión. Además, la mayoría de los proyectos de iniciativa privadas son rechazados por la Administración Central y las Autonomías.
El “boom” Ballesteros, no obstante, ha servido para otras naciones como Francia (574 courses y más de 410.000 jugadores), Alemania (700 y 600.000) y Suecia (456 y 513.000). Tres países que supieron aprovecharlo y dieron un salto cuantitativo a la oferta Turismo–Golf. La apuesta “verde” del vecino país galo le ha permitido, además, superar, durante los últimos años, a España en el número de turistas a escala mundial. Francia ocupa hoy el segundo lugar del ranking, después de Estados Unidos.

“EL NIÑO2” ITALIANO
La explosión de Matteo “El Niño2” que devora en 178 días –del British Amateur al Masters de Castellón– registros en cadena puede provocar en Italia un nuevo “boom” del golf. Es bueno para Italia y también es bueno para Europa. Pero especialmente para la vieja “bota”. Supondría  romper las cadenas al “elitismo frenético” de los clubes. Supondría, algo así, como una nueva erupción del Vesubio o el renacimiento del Imperio romano.
No exageramos. Italia no supo aprovechar el tren de los años ochenta y figura en el octavo lugar –de 13– en relación a campos de golf (269) y el número de practicantes ha rebasado la cifra de 100.000 el año pasado en un país con 60 millones de habitantes. Pensamos que ya es hora de darle cuerda al reloj y ponerlo en hora. Si España crece a paso de tortuga, el país trasalpino lo hace en cuentagotas las últimas dos décadas.
Matteo Manassero puede colocar a Italia en el mapa del golf mundial, pero también los hermanos Molinari –todo se contagia, como los virus– y no se debe olvidar que Edoardo Molinari captura el US Open 2005. Este año es la primera vez que dos italianos ganan en el European PGA Tour. ¡¡¡Tres títulos individuales!!!  Y la presencia de los hermanos Molinari en el team europeo que gana la prestigiosa Ryder Cup, la segunda vez desde Constantino Rocca, primer ryderman.
“Nunca olvidaré”, dijo Matteo “mi primer título en el Tour europeo ganado en Castellón”.
Una frase que lo dice todo. Tampoco los buenos aficionados italianos olvidarán el año 2010. Una temporada de muchos “starnuti” en el terreno profesional, si tenemos en cuenta las victorias italianas en Alps Tour, en el que otro Matteo, pero DelPodio es el número 1 del ranking con tres victorias.
Tampoco hay que olvidar a los pioneros en el tour europeo: Baldomino Dassu, Máximo Manelli, Alberto Croce, Renato Campagnoli y Roberto Bernadini (cuando el cicuito se llamaba ETPD), entre otros. Este puede ser el amanecer del golf italiano. El verdadero tirón que el país trasalpino necesitaba. Más “starnuti” van a venir, seguro. Sólo falta saber si la Administración sabe o no aprovechar. Hay que intentar de que el deporte sea más popular y promover, al mismo tiempo,  la oferta Golf y Turismo, como ya lo hicieron en su momento Francia, Alemania y Suecia.

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