El problema inmediato del Barcelona es la lesión de Xavi –anunciada en el mes de mayo por el propio jugador con lujo de detalles– y no el recambio de Busquets.
¿Por qué el técnico prefirió al argentino en lugar del alemán?
Puede que, al final, Bernhard Schuster tenga razón:
“Guardiola no sabe fichar, pero es un gran entrenador”
Por Miguel Miró
El tiempo se encargará de dar la razón pero, ¿se equivocó Guardiola al desechar a Özil y fichar a Mascherano? Nos referimos a dos grandes jugadores con características distintas. Más ofensivo el alemán que el argentino que sufrió lo suyo en la Copa del Mundo de Sudáfrica. La función de Javier Mascherano en la selección albiceleste ha sido de stopper full-time en el islote del centro del campo.
Mascherano ha demostrado en el Liverpool que es un jugador con sentido de equipo. Una excelente visión de juego, habilidad, desmarque y aunque destaque por su juego de contención, su mayor capacidad es más técnica que física. Es especialista en recuperar balones, aunque también “construye”. Así y todo, tiene más experiencia (26 años). Al campeón olímpico le hizo debutar el chileno Manuel Pelegrini en el River Plate y ahora viene de un campeonato tan exigente como la Premier League inglesa.
En un momento dado puede ser polivalente, algo que para un entrenador supone un balón de oxígeno. Creemos que Guardiola eligió al argentino pensando más en el “hoy” (26 años) en lugar del “mañana” (21 años). Esta podría ser una de las explicaciones ante la duda entre Özil o Mascherano. Aunque en el fútbol nunca se sabe. Puede salirle a Guardiola (y al Barcelona) el tiro por la culata.
Otra cuestión muy distinta es la idea de Guardiola con relación a los posibles variantes del sistema en el equipo azulgrana. No sería extraño que busque apuntalar más el sistema defensivo y nos sorprenda con dos stoppers por delante de la línea a zagueros. Una fórmula interesante si tenemos en cuenta la alegría de los laterales (Alves y Maxwell) que se olvidan muchas veces de volver a su zona o si lo hacen, con la lengua afuera. Si es así se “rompería” la hipótesis de que Mascherano llega como recambio de Busquets.
No obstante, el problema inmediato es Xavi Hernández y no Busquets. Su lesión trastoca todos los planes del Barcelona. Su presencia es vital en el equipo. Y Mascherano no puede cumplir la misma función del número 8 algo que sí lo podría realizar Andrés Iniesta (o el alemán Mesut Özil). En esta historia ya nos perdemos. Guardiola sabía de antemano que Xavi estaba lesionado y que tarde o temprano se iba a caer de la alineación. Al final de la Liga pasada –en mayo– el propio jugador había confesado sus dolencias con todo lujo de detalles. Entonces, ¿por qué no eligió al jugador del Werder Bremen?
LA ZURDA DE SEDA
Mesut Özil, alemán de origen turco, tiene una zurda de seda y una “mentalidad de veterano”. Despierto, concentrado y con mucha cabeza, a pesar de sus 21 años. Su fútbol es práctico y efectivo. Cuando se habló de que estaba en la agenda del Barcelona, recordamos a bote pronto los inicios de Luis Milla e Iván de la Peña. Se podría haber repetido la historia. El alemán no sólo encajaba en el juego del Barcelona, sino que además, podría llegar a ser en el futuro el sustituto de Xavi (Javier Hernández) con el número 8.
No sobresale por su aspecto físico, más bien parece frágil, pero su cabeza siempre está a 6.000 rpm. Es más ofensivo que Mascherano, pero “inventa” sobre la marcha. Donde pone el ojo, pone el balón. Y todavía los españoles no le vieron jugar como en el Werder Bremen y la selección alemana.
Mesut Özil no es un jugador para “mañana”, sino para “hoy”. No es un jugador recién llegado al fútbol. Ya cumplió 100 partidos en Primera División (Schalke 04, Werder Bremen) y ha sido la figura de la selección alemana que ganó la Copa Europa Sub21 en Suecia. Lleva más de año y medio como titular en el equipo nacional absoluto (debutó ante Noruega en febrero-09).
El tiempo –mejor, esta temporada– se encargará de dar y quitar razones, pero el germano es una auténtica joya, un futbolista con muchas luces y su panorama “es en cinemascope” en el campo de juego. Lo podremos comprobar en el Real Madrid.
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