Nunca falla, a más publicidad
mediática… menos destacas
Pasa
en todos los órdenes de la vida.
Cuánto
más se elogia y adula hasta el infinito entre todos sus amigos de lo bien que
“cocina” su mujer. A su mujer se le quema la comida en la fiesta con sus
amigos. Lo mismo sucede en el cine. Cuánto más es la propaganda en todos los
medios de una película. El film, record de taquilla, resulta un verdadero
bodrio.
Es
un pronóstico que no falla: a más publicidad mediática, siempre hay una persona o un deportista que termina por
bloquearse.
Cuánto
más se esmera uno por hacer las cosas bien, salen mal. Como en “Los principios de Murphy”, escritos por
un ingeniero militar estadounidense.
Quizá por eso hayan tenido tanto éxito sus libros y figura en muchos
diccionarios.
No
confundamos con “El principio de Peter”
en los que se demuestra los niveles de incompetencia de los seres humanos. Un
libro del doctor Laurence J. Peter y Raymond Hull que ha sido best-seller en
los años sesenta y traducido a 14 idiomas. Algo que también sucede en el
deporte entre los dirigentes, técnicos, preparadores físicos y jugadores.
Cuántas
veces, en una prueba, un futbolista marca cinco goles. Se le contrata, y supone
una nulidad durante toda la temporada… sin conseguir un solo gol.
Incluso
muchos futbolistas vivieron de “un partido colosal” durante varios años.
Podríamos dar nombres. Por el marcaje a Bobby Charlton en la selección, pero
hay muchos ejemplos.
Sin
embargo, como el fútbol es un juego, siempre puedes esperar lo imprevisto. Lo
ingrato de una mala actuación. El error o las inesperadas lesiones. También
puede suceder al revés y se le llama “milagro” a una remontada o una increíble performance.
Por Miguel Miró
También cayó la Armada Invencible española del
rey Felipe II en el S. XVI. Lo que sí están muy claros son los pronósticos
previos a un match. Pueden estar equivocados, desenfocados o
sobredimensionados. Y no nos engañemos, en los medios de comunicación algunos
especialistas tienden a exagerar. Subir al cielo un domingo a un equipo, un técnico
o un jugador y enterrarlo en el infierno al mismo equipo, el mismo técnico o
jugador al domingo siguiente.
Pueden decir que es una exageración.
Bien, entonces: ¿Por qué no buscan las innumerables
barbaridades que se vertieron sobre Ricardo Kaká? Todos los días del pasado
verano. De forma reiterativa y muchas veces despectiva. Todo porque el entrenador había dicho que no
contaba con él y que se buscara equipo.
Puede afectar o no a la persona. Sin duda. Por
más que presionen los medios de comunicación, hacen un flaco favor al colectivo
de periodistas.
No obstante, en otros casos, no son solo los
especialistas quienes suben los decibelios de una manera distinta. También lo
hacen algunos entrenadores. El seleccionador nacional de Brasil Luis Antonio
Vênker Meneses, casi desconocido en nuestro país, dijo:
“España es la mejor selección de la
historia”.
CUIDADO! CON LOS HALAGOS
Lo dijo en un periódico madrileño. Y lo que
es la vida. Meneses ha “resucitado”, después de ser “enterrado vivo” y
vilipendiado por los periódicos brasileños. Se habló incluso de su destitución a
través de la CBF. Por el fracaso de la selección olímpica al perder la final
ante México en los JJOO de Londres.
Meneses tuvo que soportar igualmente severas
acusaciones por el juego y los resultados del “scratch canarinho” como
preparación a la Copa del Mundo 2014. Son las rarezas del fútbol. Masacrado por
las críticas –incluimos las de Pelé y el diputado Romario– ha salido ileso y
Brasil ya golea. Se revertió su situación en cuestión de meses.
La adulación o el peloteo puede resultar
pernicioso para algunos y beneficioso para otros. Porque no parece natural y sí
interesado.
“España
es el mejor equipo de Europa y del mundo desde hace unos cuantos años”
La misma frase fue repetida por el
seleccionador de Francia Dieder Deschamps, en la previa del España-Francia que
finalizó con empate en el estadio Vicente Calderón de Madrid. ¿Es una forma de
inflar el ego español? ¿Para qué se relajen y subestimen al rival?
Una fórmula ya utilizada en la Liga
Española. Luis García Plaza lo hizo más o menos igual con el Real Madrid cuando
tenía que enfrentarse al equipo azulón.
“El
Real Madrid tiene una delantera que te mata en el contraataque”
Si funcionó con el Getafe, ahora igualmente lo
hace el entrenador del Celta Francisco Herrera:
“El
mejor Real Madrid de la historia es el del curso pasado, tan ofensivo y sin
tanta paciencia, un cañón”.
Resulta conmovedor. No sólo es el mejor de
la historia. El entrenador del Celta añade que es “un cañón” el equipo
merengue.
ELOGIOS
DESMESURADOS A CRISTIANO
Peor ha sido el hundimiento de Cristiano
Ronaldo en la selección de Portugal. El bombardeo de elogios de la Prensa lusa
y la matraca mediática de José Mourinho –que curiosamente concede pocas
entrevistas en España– se destapa en “A
Bola” de Lisboa. Eso sí, no habla de fútbol como su es su costumbre y puso a
Cristiano Ronaldo por las nubes. En otra galaxia, ya que Messi es el mejor del
mundo. Con la repetida matraca que se merece el Balón de Oro, más que el
argentino.
Fue tanta la presión que Cristiano Ronaldo
fue “un fantasma” en el partido contra Irlanda del Norte. Y la reacción
desmesurada de los medios portugueses, que le acribillaron a críticas. Como si
el delantero tuviera la culpa de todo. Una exageración mayúscula que nos
sorprende de los periodistas lusitanos.
No entendemos nada.
Acaso ¿la selección de Portugal es Cristiano
Ronaldo?
Recordamos el partido amistoso después de la
Copa del Mundo que ganó la selección española en Sudáfrica. Un Portugal-España que ganó por goleada el conjunto local, con un estadio
semivacío. Una promoción disfrazada de la candidatura España-Portugal como sede
del Mundial
En aquél partido el técnico luso cambió en
el segundo tiempo a Cristiano Ronaldo… y el delantero con total desprecio se
quitó el brazalete de capitán y lo tiró al suelo. Un hecho clamoroso y
sorprendente.
Sin embargo, la Prensa luso no dijo ni pío.
Se tragó el sapo, y ahora, ¡¡¡le critica!!! Realmente increíble.
SHOCK
MENTAL O CARGA MORAL EMOCIONAL
En el fútbol nadie habla de los valores
morales de los jugadores. Ni tan siquiera los entrenadores que deben conocer el
estado anímico de sus jugadores. Tal vez, más importante que la preparación
física-técnico y táctica de los respectivos equipos. Los valores morales no son
solamente si profesa tal o cuál religión. Están centrados en la actitud y el
carácter de la persona. Su manera de ser, de sentir y de reaccionar.
El carácter irascible del hombre. El
carácter flemático del inglés o el carácter laborioso del chino. Existe,
además, su comportamiento. De forma individualista o sociable en el grupo o
equipo. Igualmente la naturaleza de su carácter estriba en el medio, la
educación en familia, sus estudios, la experiencia y el esfuerzo personal.
Aparte de su temperamento, actitudes y hábitos.
No olvidemos que un futbolista es una
persona. Aunque se convierta en un protagonista, una fiera o en un actor que
interpreta sus cualidades en un escenario (estadio). Cada jugador tiene muchos
cambios en su profesión. El medio, la integración en el grupo y varios
factores. Entre ellos: la hostilidad, la presión y la responsalibilidad.
Ante tales estadios diferentes –en la que
depende de su carácter y madurez– puede superar
muchas veces la tensión y la responsabilidad contraída, pero también puede “bloquearse”.
Al pasar de la emoción a la angustia o viceversa. Al tener un problema
personal. Ante una violencia sucia y soterrada en el campo que los aficionados
no ven. Ante la pasividad del árbitro.
Se pueden determinar muchos casos.
“Mira, le pasa la mano por el pelo y se tira…¡teatrero!”
SIEMPRE HUBO VIOLENCIA
Siempre ha habido violencia en el fútbol. Cualquiera
puede mirar en los archivos. Los comienzos violentos del Football Rugby, que es
el padre del soccer y después del llamado Football de nuestros días. En el
enfrentamiento de dos pueblos en el que “valía todo” y los heridos se contaban
por decenas.
En el fútbol actual hay muchas situaciones
que se “entierran”. La provocación y la amenaza verbal. El escupitajo a espaldas
del árbitro. La habilidad en el juego subterráneo (patadas en los tobillos,
pisotones, etc…). La violencia no sólo consiste en meter fuerte la pierna en
los “takles” (trabar el balón entre dos jugadores), sino a un sinfín de
artimañas. ¿Por qué? Los intereses creados.
Se pudo comprobar en los cuatro clásicos en
18 días del año pasado (2011).
Existe también corresponsabilidad. Del
entrenador, que por lo general, motiva y
estimula a los jugadores al juego sucio. Y hay más de uno, no nos engañemos. Y
no hablamos solamente del fútbol español; también sucede en el Calcio, la
Bundesliga, la Premier League, la Liga Francesa y otras competiciones en
diferentes países.
…Y siempre aparece una frase clásica de un
niño: “Yo no he sido”.
Tampoco se debe olvidar que los futbolistas
tienen una dependencia excesiva a la opinión pública. Una carga emocional hace
que se bloquee la mente. Para bien o para mal. Dependiendo de la actitud del
jugador.
De todo hay como en la botica. Los
irresponsables, los tímidos, los atrevidos, los valientes… Los que se inhiben, los
impulsivos, los que no tienen escrúpulos…Los que reaccionan y se toman la justicia por su
mano...
No es suficiente la publicidad de la UEFA en
las televisiones europeas. Tiene que haber un acuerdo unánime entre las
organizaciones, los clubes, los jugadores, los entrenadores. Pero sobre todo en
los árbitros, que son los que deben cumplir a rajatabla el reglamente.
Por último algunas reflexiones importantes.
El único entrenador que sabe de psicología y
por ende “resucita equipos desquiciados” es Gregorio Manzano.
El jugador de fútbol tiene una mente muy
frágil.
(“Sinceramente. ¿Quiere que le diga la
verdad? Me temblaban las piernas cuando salía y veía el estadio lleno. Después
se me pasaba. Pero muchas veces me daba hasta pánico”. Jesús Martínez, ex
jugador de fútbol.)
Es tan frágil… que un equipo se aprende al
dedillo el plan de juego antes de saltar al campo. En los primeros minutos le
marcan un gol y todos los planes, el sistema y la confianza de los jugadores
saltan por los aires… Simplemente un gol, una lesión grave de un compañero o un
fallo garrafal de un compañero.
Es frágil, sí; pero también imprevisible.
Acción: le pitan un penalty y lo para su
guardameta con una palomina espectacular. Y…Reacción: el equipo se olvida de los
nervios, se “agranda” y gana por goleada.
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