martes, 30 de octubre de 2012

“PINGANILLOS” Y "CHIVATOS"


¿Tiene autoridad el árbitro para sancionar fuera del rectángulo?


Como en las películas. Nunca se respeta el título original.
De la misma forma que el parchís o los autos-de-choque en los parques de atracciones. En España se utilizan reglas diferentes. El “parchís,” por ejemplo es más permisivo y menos exigente. El Ludo o el juego del 5 existen “cárceles” (en colores) y la particularidad consiste que necesitas un 5 en el dado para salir. En cambio, para los españoles supone un “lugar seguro”, en el que ningún jugador te puede “comer”.
En relación a los autos-de-choque se recomienda:
“Intenta que no te golpeen con el morro sino que sea el morro de tu coche el que se estampe contra los demás”.
O sea, te invitan a chocar antes que lo hagan otros, mientras en el resto del mundo este juego o atracción se inventó para comprobar los reflejos del conductor y consiste en “evitar que te choquen y están prohibido los choques frontales”.

Por Miguel Miró
En el deporte del fútbol, también se pusieron reglas para evitar choques y jugadas violentas en el terreno de juego. Y el árbitro, juez de la contienda, es el responsable principal para que se cumpla el reglamento.
De todas formas no se debe olvidar que es un juego de contacto, duro y viril. Y muchas veces al “trabar” dos jugadores el balón existe riesgo de lesión. Los que se llevan la peor parte son aquellos futbolistas que se arrugan en el último momento para evitar el choque. Se agrava si el contacto es en el aire, al no  tener la pierna de apoyo en el césped.
Por otra parte igualmente hay jugadores que se extralimitan en las entradas y otros hacen teatro deliberadamente. Existen de todo tipo. Unos y otros, por picardía o mala intención, desprecian el fair-play y estropean el desarrollo del juego. Pero los choques son, en muchos casos, inevitables y el engaño por otra parte forma parte del juego.
Otra cuestión bien distinta es el abuso de las entradas duras. No obstante, para eso están los árbitros. Esos hombres que antaño vestían de luto riguroso y por razones del guión ahora cambian de color como el camaleón o se instalan en el amarillo.
“¡Vade retro!” diría un andaluz.
El árbitro es “inocente hasta que no se demuestre lo contrario”. No debe considerar el color de la camiseta ni aceptar la soberana estupidez de “proteger a algunas estrellas”. Tiene que cumplir a rajatabla el reglamento. Nunca ser parcial ni condescendiente como tampoco “pitar todo… porque el partido se le va de las manos” a sabiendas que termina estropeándolo.
Del mismo modo debe considerar a los jugadores “a todos por igual” sin ninguna preferencia. Se puede equivocar como cualquier ser humano pero nunca ser el protagonista del encuentro.
Mal asunto cuando “la figura del partido” es el colegiado.
Según el reglamento no se considera falta si se va al balón sin mala intención. La intencionalidad siempre -para el árbitro- es lo que cuenta. La tarjeta por tocar el balón con la mano se impuso en la Copa del Mundo para no perder tiempo y como aviso, nunca por norma. Se debe interpretar si es intencional o no. O dicho de otra forma: comprobar si realmente el balón va a la mano o la mano al balón.
Por lo general en el reglamento figura también que prevalece “el criterio del trencilla,” se equivoque o no.
Esta es la clave nos guste o no del asunto.
Los criterios en España son tan dispares como la interpretación del reglamento.
Los artículos son sencillos y rígidos si leemos el reglamento oficial en inglés, pero confuso y complicado para cualquiera si lee el libro FIFA de 180 páginas en los cuales las situaciones tienen 10 o más versiones diferentes en las que se contradicen unas y otras.


NUEVAS TECNOLOGÍAS
El capricho del presidente de la UEFA Michel Platini para “sangrar a los clubes nacionales y europeos” va a tener corto recorrido. (Cada árbitro cobra €6.000 por match). Los seis árbitros que propuso la organización continental desde 2009 como experimento y un año después de forma oficial en la Copa UEFA (League) se acabarán con las nuevas tecnologías.
Una fórmula que no es nada original. Simplemente se copia del American Football, uno de los deportes nacionales en los EEUU. Un “umpire” principal que anuncia por el micrófono las faltas que sancionan alguno de los cinco “referees”.
Menos mal que Platini no copiara el número de jugadores de las plantillas del famoso deporte norteamericano: 50 y 15 de ellos titulares en el rectángulo de juego. La UEFA parece que tenía esa intención: más árbitros que jugadores. Un total de siete, si añadimos al delegado que clasifica a los colegiados.
Al final la FIFA tenía razón al criticarlo. Las nuevas tecnologías se encargarán de este apartado, después que la Internacional Board compuesta por ocho miembros lo aprobara este año. Aunque se le ponga otro nombre, se parecerá mucho al “ojo de halcón” que no ofrece dudas en el deporte del tenis.
El otro artilugio ya permitido es el “spray” (aerosol) que marca el lugar de la falta y la posición de la barrera. Una mancha que en cuestión de minutos desaparece. Es verdad que los árbitros “llevan cananas” en la cintura como los vaqueros en el Salvaje Oeste. No obstante, ya América –Norte, Sur y Centro– lo está utilizando con éxito y no sería extraño que se empleara en la Copa Mundo FIFA 2014 / Brasil.

“PINGANILLOS” EN LUGAR DE MÓVIL
Los “pinganillos” en la oreja de los árbitros están funcionando igualmente con gran éxito en los partidos de fútbol. Sobre todo entre el árbitro y sus dos linieres. Una colaboración, coordinación y compenetración que la agradecen los colegiados y los buenos aficionados al fútbol en general. La comunicación entre los tres permite no equivocarse tanto como antaño.
No olvidamos las consecuencias de otros años, en la que el árbitro tenía la primera y última palabra, mientras que los linieres obedecían, a pesar de los errores, algunos de ellos morrocotudos. Ahora es diferente, los linieres ayudan y colaboran en el arbitraje del partido.
El único problema es el cuarto árbitro que sigue interfiriendo en los encuentros de Liga. Sin ninguna duda. Cuando antes se sentaba en la tribuna, ahora se aburre hasta que no lleguen los cambios para levantar la dichosa “tableta electrónica”.
Abusa del “pinganillo” e interrumpe muchas veces la atención del árbitro al partido. Y pasa… lo que pasa. Siete entrenadores y un segundo entrenador fueron expulsados y sancionados en tan sólo nueve jornadas del campeonato de Liga. Casi el 100%.



PROHIBIDO PROTESTAR
Miroslav Djukic (Valladolid), Francisco Vilanova (Barcelona), Manuel Jiménez (Zaragoza), Francisco Herrera (Celta), Mauricio Pochetino (Español), Miguel González (Sevilla), Francisco Jémez (Rayo Vallecano) y Michel Troin segundo entrenador (Real Sociedad), cuyo director técnico es Philippe Montanier.
La gran mayoría de ellos son por protestar, conversar con el cuarto árbitro o por sus declaraciones ante los periodistas.
Realmente insólito, si tenemos en cuanta su proceder en las dos temporadas anteriores.
Cada uno de ellos le cayó una sanción de dos partidos y multa económica, a excepción del entrenador del Rayo que será mayor (por el anexo del árbitro) y el francés Michel Troin, que el Comité de Competición le impuso cuatro partidos de suspensión.
Su sanción hubiera sido mayor, de no haber aceptado la “explicación del club guipuzcoano. Dijo: ”assesin nous” (nos has matado) y no “assesin, assesin” como ponía el acta del colegiado valenciano.


 ÁRBITRO: AUTORIDAD “SOLO” EN RECTÁNGULO
Muchos cuestionan estas medidas que curiosamente solamente ocurren en España. El reglamento del fútbol no contempla que los árbitros puedan sacar tarjetas a los entrenadores, masajistas… durante el partido. Y mucho menos después de pitar el final del partido… pero los árbitros españoles son diferentes y  sacan tarjetas hasta en las escaleras de los vestuarios.
El reglamento del fútbol dice que el árbitro tiene “autoridad absoluta” de lo que sucede en el rectángulo de juego, pero no dice nada de los que están fuera de la línea divisoria.
Si nos basamos estrictamente en el reglamento de la International Board.
¿Tiene autoridad el árbitro para mostrar tarjeta y expulsar a un entrenador por protestar? --NO
¿Acaso los entrenadores están situados dentro del terreno de juego? --NO
Nos parece que la Federación Española de Fútbol y el Comité Nacional de Árbitros se están extralimitando en sus funciones sin tener en cuenta las reglas que sirven para todos los países. Incumplen el reglamento y quedan en evidencia ante el máximo organismo mundial FIFA y la propia International Board que es la máxima autoridad en las reglas de fútbol.
Para que vean la contradicción de las tarjetas existe un procedente grave que ocurrió hace años. Un árbitro español amonestó con tarjeta amarilla a un entrenador en un partido internacional europeo. Una acción que provocó un gran revuelo. Se armó un escándalo en la UEFA y la FIFA advirtió a la Federación Española que había tomado una “decisión improcedente”.
Todo este hecho que nos parece insólito se transforma en un verdadero disparate por la doble vara de medir de los actuales seis árbitros internacionales.
Carlos Clos Gómez, David Fernández Borbalán, Antonio Undiano Mallenco, César Muñiz Fernández, Fernando Texeira Vitienes, Antonio Mateo Lahoz y Carlos Velasco Carballo sacan tarjetas a “tutti plen” en España y cuando dirigen matches en el extranjero con el escudo de la FIFA se guardan las cartulinas en el “bolsillo”.
En una palabra, todos ellos cambian el “chip”.

viernes, 26 de octubre de 2012

MÁLAGA: FÓRMULA Y ÉXITO



Pelegrini saca petróleo y el equipo: revelación en Europa
Memoria, compromiso y fe.
Este es el lema del Málaga.
Se lo “inyectaron” los empleados del club hace más o menos cuatro años. Coincide con las iniciales de la sociedad deportiva, Málaga Club de Fútbol (MCF). Memoria: el recuerdo de todo los vividos por el club en su historia y que debe ser tenido en cuenta siempre con vistas al futuro. Compromiso: la conexión directa entre los jugadores y la afición. Fe: un valor a ser tenido en cuenta en algo que se realiza.
Lo más importante: la unión y según un dicho, “la unión hace la fuerza” en un equipo deportivo. Sin olvidar tampoco el football (su nombre) asociación (y su apellido), que es la base.  El Málaga es un equipo-equipo y la afición-afición. El buen juego que desarrolla contagia y crea afición. Todo va unido.
No es un juego de palabras, aunque lo parezca.
Porque muchos creen que los aficionados tienen la obligación de alentar al equipo. Es al revés. El fútbol es un espectáculo. Son, pues, los actores o jugadores con su actuación los que hacen disfrutar y llegan como contrapartida los aplausos, la alegría y los gritos de ánimo.

Por Miguel Miró
El Euro-Málaga es la primera vez que juega la Copa de Europa, pero la segunda ocasión que se clasifica para las competiciones continentales. La anterior fue en la Copa UEFA durante la temporada 2002-2003 del nuevo S. XXI. En aquella ocasión para alcanzar la clasificación eliminaría a tres equipos en la Intertoto.  En la UEFA llegó a los cuartos de final, después de ganar al Leeds United de Inglaterra y el AEK de Grecia.
En la Copa de Europa (Champions League) de este año también tuvo que pasar una eliminación previa. Precisamente ante uno de los grandes equipos griegos, Panathinaikos de Atenas, eliminándole (2-0/0-0) con autoridad y justicia. Y se ha convertido en el equipo revelación en la primera fase de grupos. No sólo por sus resultados que fueron excelentes, sino también por su fútbol dinámico, su estilo, garra y su plan de juego. Su trayectoria, hasta el momento, es inmaculada. Es el único conjunto invicto en la competición. Asimismo, en cinco partidos mantiene su portería a “0”. Siete goles y ninguno en contra.
Venció 3-0 al Zenit de Rusia, plagado de figuras millonarias, al Anderlecht en Bélgica (3-0) y al Milán de Italia (1-0), siete veces campeón de Europa.
El Málaga ha conseguido en su primera aparición en la Copa de Europa 2012-2013 un doble éxito. En la cuestión deportiva por su brillante actuación y la cuestión económica. Clasificación y victoria, una suma respetable de €10 millones de euros. Un éxito compartido entre jugadores, técnico y afición.



MILÁN NO ES UN EQUIPO “CHICO”
Se interpretaron mal las palabras de Manuel Pelegrini. Como siempre, los titulares no reflejan la frase o el técnico chileno no dijo semejante “tontería”. Nos inclinaríamos, sin ninguna clase de reproche, a que Pelegrini no dijo ese abrupto. ¿Es Milán un equipo chico? Por supuesto que no.
La AC Milán es un referente del fútbol europeo y mundial. Las vitrinas del club están llenas de trofeos, nacionales y Copas de Europa. (18 Ligas; 5 Copas Italia; 2 Recopas de Europa; 4 Mundiales de Clubes y 7 Copas de Europa. Todo un referente, porque tiene dos menos que el Real Madrid (9).
Además, sus últimos dos títulos continentales conseguidos por los “rosoneros” fueron en el nuevo Millenium. Ganó la final a la Juventus (2003) y al Liverpool (2007) respectivamente. Superado solamente por el Barcelona, 3 copas de Europa (2006-2009-2011) en la primera década del siglo XXI.
Dicho esto, no concuerda que es un equipo “chico”. Ni mucho menos son fiables algunas crónicas del partido Málaga-Milán, que minimizan la actuación del equipo italiano, por el solo hecho de que el Málaga ganara el match. Por favor, un poco de más respeto y por favor, no se debe abusar de la lengua suelta (Un especialista en la RAI: “Milán es un equipo en crisis”) o el referente en letras de imprenta en algunos medios.
Sólo sirven, en ciertos casos, para “desacreditar” el mérito del Málaga de su victoria ante el Milán.
Como detalle podemos decir que los dos equipos realizaron 9 (Málaga) y 13 (Milán) remates durante el partido, de los cuales 2 y 6 fueron a los tres palos. 


¿POR QUÉ GANA EL MÁLAGA?
Tenía una ventaja añadida con respecto a su rival: un equipo bien equilibrado,
ensamblado en su plan de juego y ambicioso. Cuando decimos ambicioso, preparado para templar el balón, jugar al primer toque, y encarar sin complejos el área del adversario. Ambición por controlar el balón, ambición en busca de la victoria y ambición también de una defensa bien plantada.
El Milán, en cambio, es un equipo en “construcción” con la salida de 11 jugadores –seis de ellos estrellas– y la entrada de otras figuras (12). Sin olvidar la calidad de dos jugadores desequilibrantes: el egipcio El Shaarawy y el holandés Emanuelson.
También es cierto que el Málaga se quedó sorprendido ante las contras del equipo “rosonero” y su sistema ofensivo (1-3-4-3) que presentó su rival en la salida. Sorprendido, sí. Le costó entrar en juego los primeros 15 minutos y el Milán avisó con dos ocasiones claras del gol en rápidos contraataques.
Los locales pudieron hacer el pressing-intensivo en la zona central al promediar los 20 minutos. Fue, sin duda, la respuesta o reacción para pasar a dominar el partido encontrándose cómodo en el campo. Lo más insólito de este Málaga son los recursos que posee el técnico para variar su sistema (por lesiones y ausencias), acorde a la característica de sus jugadores.
¿Por qué decimos esto? Por las ausencias. La lesión del francés Jerome Toulalan rompió  el (1-4-1-4-1) de los primeros partidos de la temporada.  Y ante el Milán mostró otro con una cara muy distinta (1-4-2-2-1-1). Con similar ambición buscando el pressing intensivo en el eje del terreno. Y otra particularidad: dos jugadores libres adelante (Joaquín y Saviola).
Cuatro zagueros, dos de ellos con proyección ofensiva (turnándose), dos stoppers, dos “cerebros” y dos delanteros rápidos y escurridizos.
Inteligente decisión, ya que su rival acusó la sorpresa de la movilidad de Joaquín que parecía estar en todos lados, y la inclinación de Saviola buscando las bandas y arrastrando a la defensa. Ahí estuvo la clave de la victoria del equipo español. Después llegaría el penalty fallido de Joaquín, al final de la primera parte.

REAPARECE EL CATENACCIO
El penalty dejó tocado al entrenador italiano Alegri, que terminó perdiendo su sonrisa. Ese fue el factor importante. El penalty y el buen juego conjuntado y solidario del adversario al primer toque, lo que provocó el cambio de posición en el campo del equipo “rosonero”. Un catenaccio que se asemejó al respeto, como si tuviera adelante el Barcelona.
Lo hizo el Real Madrid en el campo del Barcelona y lo repitió el Milán en campo de La Rosaleda. En una palabra, “cuidar las espaldas” ante un rival de cuidado. A muchos sorprendió, pero fue una realidad. Reculó al área el equipo milanés, a falta de 45 minutos. Replegó tanto sus líneas que muchas veces fueron ocho jugadores (1-4-4-2) los que defendían.
Un cambio radical que no presionó al Málaga que siguió desarrollando su espléndido y dinámico juego, de gran precisión en los pases. Sin renunciar a “guardar sus espaldas” igualmente. Una defensa sólida y dos fullbacks bien concentrados que respondieron notablemente en la anticipación, la salida y el cruce. Y un detalle muy importante, también en el juego aéreo. Demichelis (1,84) y Welington (1,86), todo un radar en los pases por alto.
La paciencia también tuvo que ver en el equipo local, ya que no se desesperó al ver truncadas todas las entradas al área del Milán. Buscó petróleo y lo encontró. Primero con remates de media-larga distancia (Isco) y después  en un pase de Iturra a la espalda de los defensas rivales. Un pase que controló y remató Joaquín con aplomo. Un gol que premiaba al juego del Málaga.
El gol hizo reaccionar al técnico italiano.  Dio entrada a Pato y luego a Bojan, tratando de nivelar el partido. Nada menos que cinco delanteros: Emanuelson, Pazzini, El Shaarawy, Pato y Bojan. Lo intentó, por supuesto. Sin embargo,  Caballero estuvo atento y magistral en el remate a “bocajarro” (de media vuelta) de El Shaarawy, mientras que Demichelis despejó, en la línea un corner envenenado al final.

Pelegrini comienza la actual  temporada con esta fórmula.
Manuel Pelegrini repite el rombo en el Málaga, como lo hizo en el Villarreal y Real Madrid.