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| José María Olazábal, capitán del team europeo de la Ryder Cup 2012. /Foto Getty Images. |
jueguen en el Tour que jueguen
Si alguien dudaba del flamante capitán de la Ryder Cup, tendrá que cambiar de opinión. José María Olazábal pretende juntar –que no separar- al mejor equipo europeo del mundo. Su medida no solo es coherente, sino que cierra las cicatrices –injusticias y polémicas- que se han producido en la Ryder Cup en los últimos tiempos.
Solo recordaremos dos perlas:
a) La designación del inglés Peter Oosterhius en el año 1981, dejando fuera del equipo a Severiano Ballesteros. El capitán del team John Jacobs tuvo que tragarse sapos y culebras sin tener ninguna culpa. La decisión fue tomada por el comité de jugadores de la European PGA Tour. La razón “maldita” era porque el español percibía primas de participación en los campeonatos, igual que todos los ganadores de uno o más trofeos del Grand Slam. Algunos de jugadores que “vetaron” a Ballesteros, años después también cobraron primas similares al ganar un torneo “mayor”. ¿Un nombre? Bernhard Langer.
b) La manera inexplicable en que se dejó fuera del equipo (1989) a otra de sus “estrellas”: el escocés Sandy Lyle, ganador de cinco Opens en el US PGA Tour. No se le llamó porque el ganador del Masters-88 y Mundial Match Play-88 “jugaba en el circuito de Estados Unidos”.
¿A quién beneficia el cambio de sistema en la elección? A todos los jugadores europeos, jueguen en el circuito que jueguen sin excepción. Al equipo europeo en particular y al espectáculo del golf en general.
Miguel Miró
El sistema de clasificación del equipo europeo de la Ryder Cup ha cambiado a petición de su capitán, el español José María Olazábal. Se rompe, por lo tanto, la fórmula tradicional. No serán los 10 primeros clasificados en la Orden de Mérito Europeo (Ranking) los que accedan al team del Viejo Continente. Ahora se partirá de la base de los primeros cinco profesionales del Ranking Europeo y los otros cinco primeros del Ranking Mundial. Los dos últimos los designará el capitán, como está establecido en el reglamento.
José María Olazábal rompe moldes, como en su día lo hizo Severiano Ballesteros. Además, cumple con su palabra. (“Si acepto el cargo es para dedicarme en cuerpo y alma por el equipo”). Es ganador nato y no quiere que se le escape ningún detalle. Busca, como es lógico, un equipo más fuerte y más consistente para la cita del año próximo en Medinah Golf & CC, Chicago.
“He revisado detenidamente las últimas clasificaciones a partir de 2004” -dijo José María Olazábal- “y creo que con mi propuesta tendría el mejor equipo sobre el papel. Vamos a contar con un gran equipo. De esta manera tendremos más posibilidades de retener la Ryder Cup y eso es lo que todos pensamos,” prosiguió el capitán del equipo europeo.
“Al final, las verdaderas estrellas son los jugadores. Ellos son los únicos capaces de dar golpes y sumar puntos para ganar la Ryder Cup. Quiero mostrar mi agradecimiento al comité por su apoyo y confío en el que éste sea el primer paso para retener el cetro en 2012,” concluyó.
INGRATOS INCIDENTES
Aunque Olazábal no lo diga –porque es prudente- quiere vencer limpiamente el match intercontinental. Sin que se repitan los lamentables incidentes de 1999, en The Country Club de Brookline. Esta vez no estará el texano Justin Leonard que, con su euforia contagió a los aficionados que invadieron el green, después de su birdie-putt. Olazábal ya se olvidó de aquello. ¿A quién le tocaba jugar en el green…? Precisamente el turno fue para Chema.
En el deporte hay que mirar la parte positiva. Y el cambio en el sistema de clasificación supondrá un auténtico reto para los jugadores europeos. La aventura comenzará en el European Masters de Crans-Sur-Sierre (Suiza), que se disputará la primera semana de setiembre del presente año. Finalizará en el impresionante course de Glenagles, en el Johnnie Walter Championship de 2012. En ese momento se conocerán los cinco primeros clasificados en la Orden de Mérito Europea y a continuación los otros cinco del World Ranking.
NUEVO SISTEMA
Según las nuevas reglas, los profesionales europeos serán seleccionados utilizando el siguiente criterio:
a) Los cinco primeros jugadores de la clasificación europea de la Ryder Cup (1) a la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles. En caso de empate (misma cantidad de puntos acumulados), se elegirá al jugador mejor clasificado en la Carrera a Dubai 2012 a la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles.
(b) Los cinco primeros jugadores, si no hubiesen clasificado anteriormente (una vez seleccionados los cinco mejores a través de la clasificación europea de la Ryder Cup) a través de la clasificación de la Ryder Cup por ranking mundial (2) a la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles. En caso de empate (misma cantidad de puntos acumulados), será elegido el jugador mejor clasificado en el ranking mundial.
c) El Capitán, José María Olazábal, elegirá a dos jugadores de libre designación a la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles.
(1) La clasificación europea de la Ryder Cup incluye los puntos (1 punto = 1 Euro) ganados por un jugador miembro del Circuito Europeo en torneos oficiales valederos para la Carrera a Dubai, a partir del 1 de septiembre del 2011 y hasta la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles.
(2) La clasificación de la Ryder Cup por ranking mundial incluye los puntos acumulados por un jugador miembro del Circuito Europeo en los torneos que participe entre el 1 de septiembre de 2011 y hasta la conclusión del Johnnie Walker Championship 2012 en Gleneagles. Los puntos de la clasificación mundial se adjudican en todos los torneos oficiales (de cualquier Tour federado) valederos para el ranking mundial, de acuerdo al ratio establecido para cada torneo.
SABE LO QUE ES GANAR EN USA
Chema Olazábal acumuló todos los títulos nacionales de aficionados (desde los 7 (benjamín) hasta los 15 años) incluido el Open de España Amateur Absoluto, con el record de ser el jugador más jóven en ganarlo. Un año después, conquistaba el Campeonato del Mundo Junior (Sub 18) por equipos, junto a Ignacio Gervás, en Atlanta, Estados Unidos.
Como profesional, también sabe lo que es ganar en terreno norteamericano. En el US PGA Tour consiguió seis victorias. Dos Masters Tournament (1994 y 1999). Dos World Series of Golf (1990 y 1994). The International de Denver, único torneo en el mundo profesional bajo la modalidad stableford. Y el Buick Invitational (2002), como miembro de pleno derecho del circuito.
Cualquiera pensaría que la fama de José María Olazábal en el “país sin nombre” (creado para ser la “Nueva Europa”) es debido por sus dos triunfos en el Masters de Augusta (Georgia). Pues, no. Se equivocan.
La fama de Olazábal creció, evidentemente, con el prestigioso Masters, pero empezó desde su época amateur, como ocurriría después con Sergio García. El jugador donostiarra se convirtió en el mejor amateur del mundo y el único que cerró “la cadena” de los grandes campeonatos británicos de aficionados. Venció el British Boys´, British Youths´, British Amateur, y British Open en calidad de amateur.
Los aficionados norteamericanos valoraron la actuación de Olazábal como una hazaña. Una hazaña que recordaron los especialistas –como un guiño en el tiempo- a su indiscutible ídolo Bobby Jones, que completó el Gran Slam de su época tras conquistar los cuatro “grandes” campeonatos en un mismo año. ( US Open, US Amateur Open, British Open y British Amateur Open).
La “verdadera explosión” de Olazábal en territorio americano se produjo durante la penúltima semana de agosto-1990. Su imagen quedó grabada en la retina de los aficionados del nuevo continente. Un auténtico delirio, una auténtica lección de golf que provocó río de tinta en los periódicos de Estados Unidos. Escenario: Firestone Golf & Country Club de Akron. Open: NEC World Series of Golf. Apunten: 61-67-67-67. Record-61 course, (18 hoyos), nueve bajo par. Record-128 (36 hoyos), 12 bajo par. Record-195 (54 hoyos), quince bajo par y Record-274 del campeonato (72 hoyos), dieciocho bajo par.
Aquél muchacho de 24 años, nacido en Fuenterrabía -como en su día Severiano Ballesteros- se ganó el corazón de los norteamericanos.
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