domingo, 13 de febrero de 2011

Di Stéfano es I-RRE-PE-TI-BLE

Nadie se puede comparar con
el mejor jugador del S.XX

Uno –cualquiera- no puede imaginarse la cantidad de “chorradas” que se pueden decir en cuestión de minutos o segundos en cualquier lugar del mundo. Pero sólo consiguen engañarse a sí mismos quien las dice. Como los chistes, quién los cuenta es el que más se ríe. Sin embargo, con intención o sin intención también se puede hacer daño. En ese momento ya no es una “chorrada” sino una falta de respeto.


Miguel Miró
Uno –cualquiera- podría decir que “se le calentó la boca”, que “no ha sido él, sino el forofo que lleva dentro” o lo más normal “los periodistas interpretaron mal mis palabras”.
En una publicación de Madrid (“punto.com”) en la crónica de un partido que ganó el FC Barcelona con tres goles de Messi, disputado en el Camp Nou tituló de esta manera: “Messi es Di Stéfano”. Al periodista en cuestión, catalán por supuesto, le engañó el subconsciente. Sin embargo, una hora después, se cambió por “Messi le hace un guiño a Di Stéfano”. Tal vez, para evitar susceptibilidades o por las protestas de los lectores.

ACCIÓN Y REACCIÓN
Un error lo puede tener cualquiera. Pero al día siguiente jugó el Real Madrid y Cristiano Ronaldo marcó dos goles. Y el director general del club, Jorge Valdano, exclamó ante los periodistas: “Cristiano Ronaldo es Di Stéfano”. Para rematar la faena, Miguel Pardeza, director deportivo del Real Madrid volvió a repetir la misma frase y agregó : “Cristiano Ronaldo es el mejor del mundo”. Y el pobre Alfredo Di Stéfano, el mejor jugador de todos los tiempos, sin enterarse.
No sabemos a qué se debe esas “chorradas”, pero no nos extrañaría nada que fuera para “congraciarse” con José Mourinho, de la misma forma que lo hace Enrique Casillas todos los días y un periódico cuyo nombre no queremos acordarnos.
De ese fuego cruzado (Barcelona-Madrid) surgió la idea –que no es nueva, ya que la inventaron los norteamericanos en los partidos del Cosmos- para anunciar el internacional amistoso entre Portugal y Argentina, como el duelo “Messi-CRonaldo”. Para seguir la comedia, medio en broma, medio en serio, “Di Stéfano contra Di Stéfano”. Según unos y según otros.
El match tuvo fases interesantes y ganó la selección albiceleste 2-1. Pero realmente, no vimos ni por asomo la rivalidad entre los dos jugadores llamados “Di Stéfanos”. Es más, si tuviéramos que destacar a los mejores del equipo luso serían Nani (Manchester United) y Almeida (Besiktas). También debemos  puntualizar que nos sorprendió y decepcionó Portugal en el amistoso jugado en Suiza.

NO ES UN CONTRASENTIDO
Nos explicaremos. Nos sorprendió la selección lusa por su actitud, técnica, calidad y concentración. La rapidez en el contragolpe y el repliegue bien ordenado (estilo inglés) a los 30 metros. Nos decepcionó también porque muchos de estos profesionales no se comportaron como tales en la Copa del Mundo disputado en Sudáfrica. Y se demostró, una vez más, que son los jugadores los que “echan” a los entrenadores. La falta de respeto a Carlos Queirós fue total. No pararon hasta que  la Federación despidió al técnico.
Lionel Messi, en cambio, estuvo a su altura. Cada vez que cogía el balón suponía un peligro letal para la defensa adversaria. Por una jugada suya llegó el primer gol de Argentina. Después, tuvo que bajar al mediocampo para construir y distribuir juego ante la inoperancia de Ever Banega, toda una nulidad. Lo mismo decimos de Gaby Milito, ¡con la gran cantidad de defensas centrales que siempre contó y presumió el combinado argentino!
Destacaron, sin embargo, el lateral derecho Rojo, Pastore y Messi. Igualmente ha sido providencial la entrada de Martínez al que Contrao le cometió el penalty que significó el triunfo rioplatense. El partido, a pesar de ser amistoso, dejó pinceladas de calidad por parte de los dos equipos.


     
DI STEFANO SOLO HAY UNO
Vamos a dejarnos de “chorradas”. Muchas lentejas tendrán que comer Lionel Messi –elegido balón oro 2010- y Cristiano Ronaldo, para parecerse a Alfredo di Stéfano, el mejor jugador del mundo en el S. XX. Más completo que Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, Johann Frederick Cruyff y Frank Beckenbauer –por ese orden en el ranking- en el Top 4 que acompañan a “Di” como un fenómeno de la naturaleza. Esos sí fueron verdaderos “monstruos sagrados” del fútbol y lo demás  son “milongas”.
Alfredo Estéfano Di Stéfano, no hay más que uno. Y además, es i-rre-pe-tible. Lo repetiremos cuántas veces haga falta. Recordamos dos frases de periodistas famosos: “Di Stéfano ha sido lo más grande que parió el fútbol” y “lo único que le faltó a Di Stéfano es lanzar un córner, rematar de cabeza y marcar un gol en la misma jugada”.
La Saeta Rubia no se puede comparar con nadie porque acaparaba todas las virtudes que debe tener un futbolista. Carácter, amor propio, sentimiento, regularidad, garra, espíritu de lucha… Ha sido tan completo que podía jugar  en cualquier posición del campo y nunca desentonaba. Un prodigio con un don sobrenatural y líder indiscutible en los equipos que jugó (River Plate, Huracán, Millonarios Bogotá, Real Madrid y RCD Español).
Sin olvidar, tampoco, que Di Stéfano sentó cátedra como director técnico. En todos los equipos que dirigió dejó su huella (Elche, Valencia-tres veces, Boca Juniors-ARG, Rayo Vallecano, Castellón, River Plate-ARG, Real Madrid...). Tal ha sido su enseñanza –una enciclopedia del fútbol- que pocos se acuerdan de la delantera del Valencia que ganó la Liga en 1970-71. Varios jugadores deshauciados por sus clubes.
Quizá no se acuerden de que sí contaba con la cantera: Dani y Tendillo, de 17 años (Valencia) y subió a Emilio Butragueño (Real Madrid) al primer equipo entre otros. Tampoco del ascenso del equipo valenciano a Primera (1986-87), con varios jugadores de Tercera División. Entre ellos Carlos Arroyo y Quique Sánchez Flores, del Arcorcón y Pegaso respectivamente.  

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