Decisión
”arbitraria e injusta”
elimina a United de Europa
Por
Miguel Miró
Si hubiese justicia en el fútbol –que no la
hay– el match Manchester United vs. Real Madrid disputado en Old Trafford se debería
repetir. A tenor de la “arbitraria e injusta” decisión del colegiado turco Türneyt Çakir
al expulsar a Nani. No hay peor sospecha en cualquier deporte y menos en el
fútbol… Cuando un árbitro –equivocándose o no– se convierte “juez y parte” en
un partido.
Los intereses creados del organismo europeo
(UEFA), de los equipos en la competición reina y la presión de las televisiones
(Manchester-Real Madrid alcanzó una audiencia que rozó los 10 millones, unos
9,800.000 de tele-espectadores) no permitirían una “repetición”.
Sin embargo, ¿quién repara el daño consumado
al equipo inglés?
¿Puede recurrir a la justicia Manchester
United?
Rotundamente, no.
Únicamente lo puede hacer al Comité
Disciplinario de la UEFA o de la FIFA?
¿ES INFALIBLE "THE BOSS" CODINA?
Aún así, no serviría para nada. Y menos después
de la “nota” (seguimos en el colegio: 8,2) del omnipotente Pierluigi Codina (su
imagen dio la vuelta al mundo pidiendo “respeto” a los árbitros). Precisamente
el “boss” del estamento arbitral en el Comité de Árbitros de la UEFA.
Los periódicos británicos echaron mano de la
hemeroteca y comprobaron que, con la tarjeta roja de Türneyt Çakir sumaban seis
expulsiones a jugadores de la Premier League y la eliminación de equipos
británicos en la Champions League y la Copa del Mundo de clubs. La mayoría de
ellas, no obstante, expulsiones justificadas. Pero se olvidaron del partido
Real Madrid-Tottenham disputado en Chamartín.
La expulsión “provocada” al delantero Peter
Crouch por Ramos y Marcelo, que el árbitro alemán Felix Brych “picó”. Una
expulsión “sospechosa” que dejó con 10 jugadores a los ingleses durante 76
minutos.
Seguro que el entonces manager del Tottenham
Harry Redkaap se lo puede explicar con pelos y señales a Alex Ferguson.
LA EXPULSIÓN NO TIENE NI PIES NI CABEZA
La expulsión con tarjeta
roja a Nani no tiene ni pies ni cabeza. Resulta totalmente injusta. Sobre todo
porque en ningún momento el jugador del equipo inglés hizo la más mínima “intención”
de dañar al rival. Ni tampoco se trató de una jugada violenta como así fue
interpretada de forma errónea por el árbitro, junto al linier que apreció la
incidencia del juego desde siete o 10 metros.
Resultan igualmente
sospechosos los minutos –que no segundos– que demoró el colegiado antes de
tomar su decisión en el campo.
¿Escuchaba al linier por “el
pinganillo” o al cuarto árbitro? ¿O al delegado arbitral, en las tribunas? ¿Estaba
midiendo la repercusión de la expulsión? ¿Las dudas, las muchas dudas?
Otra cuestión que muchos
pasaron por alto. ¿Por qué rodean inmediatamente al árbitro Sergio Ramos,
Javier Alonso, el propio Álvaro Arbeloa y Messut Özil? Todos le están pidiendo
la tarjeta roja al juez.
En el estamento arbitral,
cuando hay dudas no se pita nada para no incurrir en un error monumental. No
obstante, ante la sorpresa de la mayoría muestra la tarjeta roja al jugador
portugués.
NANI ENCOGE EL PIE AL VER AL RIVAL
a) El jugador
del United está de espaldas, por tanto no aprecia la llegada del rival.
b) La pelota le
pega en el pecho a Arbeloa, que simula el impacto de una patada en las
costillas.
c) Al ver el
jugador de Manchester United la llegada del adversario encoge la pierna. La
imagen demuestra que la bota de Nani le
roza el brazo una vez que rechaza el balón el madridista con el pecho.
d) La
simulación de Arbeloa, sin embargo, parece perfecta.
e) Curiosamente,
el jugador madridista es el primero que se levanta y sigue jugando.
f) No hay intencionalidad.
g) Un lance
del juego. Entre los dos contendientes está el balón.
h) Lo que más
confundió, indudablemente, fueron las distintas imágenes de la televisión. Y algunas
de las fotos que se publicaron. Sobre todo por “el ángulo de foco del cameraman”
o del fotógrafo. Al unir las fotografías y comprobar que Nani encoge el pie se
demuestra que no hubo intención, ni tampoco “violencia” ni “temeridad” en la
acción.
i) Un ejemplo
de una misma jugada se produjo en el match Levante-Real Madrid, en la que un golpe
fortuito de Navarro le rompe la ceja a Cristiano. El defensa granota David
Navarro mueve los brazos al ver la
“embestida” de su compañero Juanfran que quiere intervenir para despejar el
balón. Por lo tanto, no hay “intencionalidad”. Así lo entendió el colegiado
asturiano Muñiz Fernández: no pitó nada ni sacó ninguna tarjeta en los primeros
minutos del primer tiempo, bajo una lluvia torrencial. Dejó seguir la jugada.
j) Sin
embargo, la más clara secuencia de “simulación provocada” o “engaño” –como ustedes
prefieran– se produjo el 5 de abril de
2011 en los cuartos de final de la Copa de Europa. Una trampa preparada y
“festejada por los dos actores”, para eliminar al Tottenham Hostpur en el
partido de ida en Chamartín (4-0). La expulsión de Peter James Crouch por doble
tarjeta amarilla tras una simulación de Ramos y Marcelo.
¿POR QUE
PONEMOS EL ÚLTIMO EJEMPLO?
Aún mantenemos en la retina
la “complicidad” manifiesta entre Marcelo y Ramos. Especialmente del brasileño
que en el suelo, con las dos manos en la rodilla, buscaba a Ramos y se reía.
Las imágenes de televisión española demostraron la picaresca.
Una simulación coordinada de
dos entradas del larguirucho jugador dejaría al Tottenham Hostpur con 10
jugadores durante 76 minutos del partido. Real Madrid dejó sentenciado su paso
a las semifinales con un rotundo 4-0, goles de Adebayor (2), Di María y
Cristiano.
El árbitro alemán Felix
Brych cayó en la trampa y “picó” por el teatro de los dos jugadores
madridistas, que se revolcaron de dolor en el suelo. Un juez, licenciado en
Derecho, e inexperto (The Telegraph) que sacó dos tarjetas amarillas seguidas
al delantero británico. A Crouch por una falta a Ramos (7´) y a Crouch por una
falta a Marcelo (14´) y le mandó a la ducha.
“EMBACAUDOR MARCELO”
(THE TELEGRAPH)
By Jason Burt, Santiago Bernabéu Stadium
(…) It
was such a shame; a shame for Crouch, a shame for Redknapp, the club and the
fans who have been swept along on this fantastic journey. When Angel Di Maria
struck a thunderous third goal it was like a visitation from the Angel of Death
and when Cristiano Ronaldo drove in the fourth, with Heurelho Gomes flapping,
it was all over.
(…) But it all came back to Crouch. What was he
thinking? How could such an experienced player have acted so foolishly? He
collected a yellow card after just five minutes for lunging at Sergio Ramos and
then, after Benoit Assou-Ekotto’s raking cross-field pass was cut out by the
formidable trickster that is Marcelo, Crouch launched himself at him also.
It was clear what was going to happen next. A second
yellow, then a red, from referee Felix Brych and Crouch was off with Mourinho
ruffling his hair in sympathy as he passed by (…).
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(…) Fue una vergüenza, una vergüenza para Crouch,
una vergüenza para Redknapp, el club y los aficionados que se han desplazado en
este fantástico viaje. Cuando Angel Di María llegó a un tercer gol
atronador fue como la visita del Ángel de la Muerte y cuando Cristiano Ronaldo
empujó la cuarta, con Heurelho Gomes aleteo, que todo había terminado (…).
(…) Pero todo
se volvió hacia Crouch. ¿Qué estaba pensando? ¿Cómo podría un jugador
experimentado ha actuado tan tontamente? Él recibió una tarjeta amarilla
después de sólo cinco minutos para embestir a Sergio Ramos y, a continuación,
después del pase cruzado de Assou-Ekotto
fue cortada por el embaucador formidable que es Marcelo, Crouch se lanzó
a él también. Estaba claro lo que iba a suceder después. Una segunda
tarjeta amarilla, y luego una roja, de árbitro Félix Brych y Crouch fue
apagado por Mourinho, agitando el pelo con simpatía a su paso. (…).
EXPULSIÓN DE PEPE
En las semifinales se
enfrentaron Real Madrid-Barcelona con escándalo incluido, tras la expulsión de
Pepe, que precisamente recordó el entrenador del equipo merengue en “la sala de
prensa de Old Trafford”.
La temporada lamentable de
los cuatro “clásicos violentos” en 18 días y de la sanción del Comité
Disciplinario de la UEFA al técnico de Real Madrid por siete partidos (la
máxima, 17) tras “rajar contra los árbitros” sin pruebas y “manchar” –como es
su costumbre– al FC Barcelona insultándole en su monólogo del “¿Por qué…?”
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