viernes, 5 de agosto de 2011

NO HAY "MÁLAGA" QUE POR BIEN NO VENGA

Nadie da un duro por el Málaga, pero será la revelación de la Liga
Pueden decir que estamos ¡locos! De acuerdo, lo admitimos. Sin embargo, no hay que subestimar al equipo blanquiazul del Málaga. La Liga española no es sólo Barcelona y Real Madrid, aunque lo pregonen a los cuatro vientos. Ya pocos se acuerdan que durante 24 años (1929 a1953) el Madrid CF –así empezó llamándose– solamente consiguió dos campeonatos de Liga (1931-32 y 1932-33). Hasta que llegó Alfredo Stéfano Di Stéfano. Y que el Athletic Bilbao reinó muchos años en la Copa de España.


Miguel Miró
También el Barcelona tuvo sus años de abstinencia. Por eso  su presidente José Luis Núñez, natural de Bilbao, tuvo que  “inventarse” la Super Copa de España para saborear algún título.
El Atlético de Madrid empezó siendo la “sucursal” del Athletic en la capital hasta que se liberó de sus cadenas y se erigió como el tercer club con más títulos de Liga. El Valencia sorprendió en la época de los cuarenta. A finales de los setenta, con Alfredo Di Stéfano de entrenador. Y en el nuevo Millenium con dos nuevas Ligas (2002 y 2006) que suman media docena. Lo que demuestra lo equivocados que están algunos “especialistas” que desayunan, comen y cenan con Barcelona-Real Madrid. Igual que las televisiones nacionales, que siempre se olvidan que existen 18 clubes más en el campeonato.
Recordamos, igualmente, que surgió en los noventa el Deportivo de La Coruña, cuya camiseta es blanco y azul. Para gloria de celtas y suevos que en otros tiempos conquistaron la región. Otro “blanquiazul” fue la Real Sociedad que sorprendió a todos. Dos veces seguidas y record incluido.
¿Por qué no vamos a apostar por otro equipo andaluz?
Tal vez sea un riesgo, pero…
¿Acaso no ganaron una Liga los eternos rivales sevillanos, Sevilla y Betis?
Además, qué caray, hay que entonarse. Ya suenan los tambores.
--Camarero; Quitapenas, por favor. ¡Ah!... y que sean cuatro copas.
--Malagueño, no abuses. ¿Por qué cuatro?
--Pal Seviya, Beti y Graná, que nos van a acompañar toda la ronda.



Son muchos los recuerdos que tenemos de Málaga. No sólo por la ciudad, que también, sino por la alegría de las personas. Manuel Merchan entre ellas, que sabía más del equipo que el oráculo de Delfos. No obstante, no es por la fuerza del cariño que le profesamos, ni tampoco una corazonada.
Creemos en el proyecto del club, aunque nadie de un céntimo por el Málaga CF. Creemos por las adquisiciones y también por la labor del director técnico, Manuel Pelegrini. La paciencia y la seriedad de un entrenador. Sus fórmulas se mantienen en el fútbol español. Como en Chile, Argentina, Ecuador… Algo que también tenía Fernando Riera, su maestro, que dejaba huella.
El Real Madrid sigue aprovechando su “fórmula” a pesar de algunos variantes y la falta de pausas para recobrar oxígeno. Lo mismo decimos del Villarreal, pero con fuertes dolores de cabeza para ordenar su sistema defensivo. No es que no funcione la línea rígida del off-side, no. El problema lo tiene por el cambio de normas del sistema que inventó el belga Sinibaldi. Ahora es más permisible por los árbitros. Hay que estar al día.
El “séptimo de caballería” del cuadro madridista sigue siendo el mismo que empleó el técnico chileno en el sprint final de la Liga 2009-2010. Efectiva al máximo, pero con un equipo que padecía una ansiedad crónica. Pero no le dejaron terminar su trabajo como consecuencia de algunos resultados malos, las prisas de su presidente que quiere los éxitos para ayer… y la intromisión de un medio de comunicación que no queremos recordarlo.

LO MÁS IMPORTANTE
En fútbol, importante es todo. ¿No dejar un cabo suelto? ¿Qué no te marquen dos goles a balón parado? ¿El cruce y el apoyo? ¿Cubrir los apoyos? ¿Tener los jugadores idóneos? No. Eso se lo dejamos al técnico, que para eso es ingeniero titulado en la “U” de Chile.
¿Ilusionar a la afición? Tampoco, corresponde al club y al jefe de marketing. Es algo más simple, pero influye más que un resultado de un partido. La actitud de los jugadores. La profesionalidad de los jugadores. Las ganas que empiece la fiesta. Los deseos, los sueños… Esa efervescencia, tal vez, no se puede apreciar. Sin embargo se palpa.
No sólo en la cara de las nuevas adquisiciones. No. En los que ya estaban ya la temporada pasada. El contagio. Lo de Rondón, Eliseo, Sebastián Fernández. Si a todo ello –que consideramos importantísimo– el equipo tiene un entrenador reflexivo, que no se ciega en el banquillo o el área de baloncesto que le pusieron, cómo no vamos a creer en el Málaga. Ahora viene el tercer acto de Pelegrini en el fútbol español. Sin estridencias y sin salidas de tono.

Para finalizar, algunos apuntes más. Hemos visto el sprint final del Málaga de la campaña anterior. Cuando puso el turbo. Sin embargo, los dos mejores fueron en Valencia –a pesar de la miopía del árbitro– que perdió y en Villarreal, que empató y perdonó. Porque pudo ganar sin problemas.
Y una frase de Pelegrini, tras ser eliminada la selección chilena en Sudáfrica,  en el periódico más importante del país (“El Mercurio”):
-- ¿Quién es el mejor seleccionador de Chile?
-- Lo mejor para Chile es Bielsa.
-- ¿Y después de Bielsa?
-- Después de Bielsa, Bielsa. 
 (Continuará)

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