Las rotaciones en el fútbol “marea” a los jugadores
Las rotaciones las inventaron los estadounidenses al final de los años sesenta.
En uno de sus cuatro deportes considerados nacionales: el Basketball. Precisamente
en una especialidad que son los pioneros.
(Baseball, American Footbal y Hockey Ice, son los tres restantes).
No obstante, antes de implantarlo, las ensayaron en los campeonatos
amateurs que son más de miles en ese gran país americano.
Esta nueva fórmula sorprendió a los aficionados internacionales, por
primera vez, durante el Campeonato del Mundo FIBA (1967) dirimido en
Montevideo. Después sería adaptado por
todos los equipos.
Las rotaciones revolucionaron al deporte de la canasta, por muchas razones.
Pero las más importantes han sido para la “recuperación” física y el tema de “las
faltas” personales en el cuadrilátero.
Aún así, muchos técnicos se equivocan y no siempre son positivas.
Por más que se diga –a veces con razón– que los deportes tienen una cierta
referencia entre unos y otros, en este caso concreto no sirve para el fútbol.
Imposible de implantarlo, y tampoco tiene sentido la forma que se viene realizando
en algunos equipos: “por norma” o interpretándolo de otro forma, sirven para
marear a los jugadores del plantel en cada match.
Por Miguel Miró
A pesar que los especialistas deportivos hablen de “pivotes”, “bases”,
“área de coach” (ya se ha copiado en el fútbol) o cualquier término sin darse
cuenta que pocos tienen cierta similitud con respecto a otros deportes.
Últimamente en el fútbol se habla de los “tres cuartos de campo” o “los
tres cuartos”, que procede del Rugby. Y la confusión del medio centro. Nada que
ver con el “centre-half” antiguo (traducción al inglés) con el moderno
“stopper” o medio defensivo.
Parece que todo vale y todo se copia. Sin embargo, en lugar de mejorar lo
ya inventado, lo terminan estropeándolo más.
Las rotaciones son para el verano en el fútbol.
Durante la pre temporada, para probar a los nuevos jugadores.
Las rotaciones son necesarias por las lesiones de jugadores.
No obstante, hacer rotaciones por decreto-ley ya supera la estupidez
humana.
Sólo bastaría poner algunos ejemplos en la Liga española. El equipo de
Sevilla, que dirige Unay Emery. Si repasamos jugador por jugador tiene una
plantilla impresionante. Podríamos decir sin equivocarnos es “la mejor” de la
temporada 2013-2014. No sólo por la calidad de sus futbolistas, sino porque también
están equilibradas sus líneas.
El equipo hispalense no hizo algunas rotaciones, realizó “demasiadas” en
cada uno de los partidos de la presente Liga. Hasta el punto de variar con los
cambios las posiciones en el campo…
Y sigue sin ganar fuera del Sánchez Pizjuán.
¿Quieren otro ejemplo?
El holandés Louis van Gaal. Pregunten, pregunten… ¿por qué ha sido cesado
en Bayern Munich? Además de estar empecinado por un sistema, también por las
dichosas rotaciones.
NAVEGANDO CON UNA MODA
¡Todo está inventado en el fútbol!
Una frase recurrente y muy repetida. Habitual en el momento que se agotan los
argumentos.
Está visto que la estupidez humana es infinita.
Además, como todos los partidos no son iguales, ni tampoco los rivales…
Todo vale.
Las rotaciones en el fútbol tienen siempre un motivo. Pero en el fondo, los
buenos técnicos buscan un equipo titular.
Es verdad que algunos de ellos intenten un revulsivo por los malos
resultados. Aunque no deja de ser una bala al aire o “mentirse a sí mismo”,
porque si funciona en un partido nadie tiene la certeza que se repita en el
siguiente.
En este caso podríamos poner dos ejemplos. La irregularidad de Betis y Rayo
Vallecano. ¡Y se han cumplido tan solo nueve jornadas! El problema no se
resuelve con las rotaciones, ni tampoco
acumular más delanteros... cuando no existe una elaboración previa en el eje
del campo para que llegue el balón.
Las rotaciones suelen emplearse en momentos de una plaga de lesionados, o
de fuerza mayor. Pero nunca por norma.
El caso de Athletic de Bilbao, aunque consiga victorias, sigue siendo otros
de los ejemplos en este sentido. Ernesto Valverde tiene una empanada en su
cabeza. Máxime después de la “locura” y prisa de los fichajes del club
vizcaíno. Y si añadimos la filosofía de Marcelo Bielsa, el equipo se convierte
en un puzle imposible de encajar.
Nos sorprendió, sin embargo, el proceder del entrenador.
En Valencia, primero mantuvo el dibujo del equipo y después empezó poco a
poco las modificaciones. En Bilbao fue al revés. Quiso imponer un sistema y los
jugadores no responden.
Por una parte, entre los jugadores adaptados al esquema-Bielsa y por otra,
las caras nuevas que siguen con los hábitos de los equipos de procedencia.
Como consecuencia, Valverde, al encontrarse en la encrucijada, está
haciendo continuas rotaciones buscando el equipo ideal. Sin encontrar el mirlo
blanco. Algo que no cuadra en plena temporada de Liga. Eso sí, el técnico, en
pleno match, opta por el camino sencillo: centro a la olla para que no perder.
BARCELONA: ¡YA ES EL COLMO!
Sin salirnos del tema sobre la teoría y la práctica de las rotaciones
siempre existen, para no cometer errores, las razones de Perogrullo:
-Si un jugador está en un momento dulce y juega como los ángeles, lo más
normal es que siga jugando.
-Si se trata del arquitecto principal tiene que ser titular.
-Si el equipo consigue una actuación extraordinaria, lo lógico es repetir
la alineación en el encuentro siguiente.
-Si lo que busca es ganar los partidos, lo más normal que puedes hacer es
poner a los mejores jugadores.
-Si estás catalogado como un buen entrenador, nunca hagas algo que pueda
dañar la trayectoria del equipo.
Hay más, pero son suficientes para demostrar las erráticas rotaciones que se
han confirmado en el cuadro azulgrana que dirige Gerardo Martino, siempre y
cuando entrenador y preparador argentino no cambien dicho procedimiento.
Unas normas impuestas que contrariamente a las tradicionales, se mira más
el estado físico (preparación física) en lugar del aspecto técnico y práctico
del juego del fútbol.
El disparate más grande que hemos oído y visto en el fútbol, desde los
tiempos de José Villalonga, un preparador convertido en seleccionador nacional
de España. Cuando la clave de este deporte se centraba en correr y correr (para
los sabelotodos) y se despreciaba a los jugadores técnicamente dotados.
En una palabra, en lugar de correr el balón… lo que más corría era el
jugador. Otro gran disparate.
El argentino Elbio Paulorroso, preparador físico de Barcelona lo explicó de
esta manera: “Contabilizamos los minutos
de juego de cada jugador y a partir de ahí evaluamos las necesidades del entrenador
y las necesidades del jugador para descansar, y se generan las rotaciones”. <<Estadio 3, Argentina>>
Todo se hace con el
cronómetro. Esta es la razón de las cuatro rotaciones que hizo Martino en Pamplona.
(Montoya, Bartra, Puyol,
Fábregas por los titulares Piqué, Alves, Mascherano y Messi – estos dos últimos
en el banquillo).
…Y como Perugrullo, que
casi nunca se equivoca, el líder empató ante Osasuna y perdió “dos puntos
vitales” con respecto a su eterno rival, Real Madrid.
Algo realmente increíble
como insólito.
Lo dicho: En el fútbol de
Barcelona prima lo físico.
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