Malos hábitos de un “zurdo cerrado”
Por
Miguel Miró
Por lo general los entrenadores intentan
corregir a los “zurdos cerrados” para que utilicen la pierna derecha. Aunque
algunos aconsejan no insistir. Las razones son obvias. Con el tiempo se corregirá
solo. Suele pasar, pero hay casos (jugadores empecinados y testarudos) que no
parecen tener solución. Precisamente cuando se agrava esta tendencia de usar
una sola pierna en el fútbol.
Y sucede, lo que sucede… le dejan por
imposible.
El caso de Jorge Alba es todo un ejemplo. Aunque
lo más grave: su mal hábito de utilizar la pierna izquierda en todo momento lo asimiló
desde muy pequeño. Precisamente en la cantera del CF Barcelona. Por ese motivo
no continuó y le dejaron libre después de permanecer a la cantera durante siete
años.
Los técnicos desecharon al jugador. A pesar
de que había alternado diferentes posiciones en el campo –defensa, medio y
delantero– y destacó como extremo izquierdo por su velocidad. Igualmente como
goleador en las divisiones inferiores del club azulgrana.
No hemos visto el informe definitivo, ni
tampoco las razones que dieron los
técnicos del club. Sin embargo, una de las consecuencias –nos imaginamos– se debió
por ser un jugador de una “sola pierna”. Un defecto que suelen tener los zurdos
cerrados, pero parece ser que muchos no lo contemplan. Sobre todo en el control
del balón. Una situación que debería corregirse.
SIETE
AÑOS Y GOLEADOR
Tenía 10 años Jorge Alba Ramos cuando entró
en la cantera del FC Barcelona. Jugó en las distintas categorías de la entidad:
Alevín, Infantil y Cadete, coincidiendo con Giovani dos Santos, Bojan Krkic,
Fran Mérida entre otros.
Se marchó de la cantera a la edad de 17 años
y pronto encontró equipo. La Unión Deportiva Cornellá. Pero sólo estaría una
temporada, porque los ojeadores de Valencia se fijaron en él y fichó por el club
del murciélago en 2008, tras pagar a Cornellá € 6.000 por su traspaso.
Su etapa en el club valenciano ha sido
exitosa. Incluso en su primera etapa formando el equipo Juvenil A, ya que
consiguió junto a sus compañeros el ascenso de categoría y la convocatoria a la
selección nacional Sub-19.
Después sería cedido por una temporada al
Gimnástico de Tarragona para que se foguease en Segunda División. Volvió a
sobresalir Jorge Alba. Jugó más de 30 partidos y nuevamente fue seleccionado para
disputar el Mundial Sub-21 que se celebró en Egipto.
La temporada 2009-2010 ya forma parte del
plantel principal de Valencia Club de Fútbol. Y comienza a jugar de zaguero
lateral izquierdo, durante la etapa del técnico Unay Emery. Hacen una buena
dupla con Jeremie Mathieu que pasa como mediocampista. Jorge Alba Ramos pronto
destaca por su velocidad y consigue la
titularidad en el cuadro valenciano.
NADIE
ADVIERTE SU CONTROL DEL BALÓN
Incomprensiblemente, nadie hace mención a su
hábito de jugar con una “sola pierna”. Pero su juventud, velocidad y potencia
física hacen que pase inadvertido ese defecto. No sólo en Valencia, sino también
tras su fichaje por el FC Barcelona (vuelta a casa) y en la selección nacional.
Vamos a explicarnos mejor. En la recepción
del balón y en el control, Jorge Alba siempre utiliza la pierna izquierda,
tanto de frente como de perfil. La derecha la usa “únicamente” como pierna de
apoyo. Al ser zurdo parece natural, pero no lo es. Sorprende que muchos no se
hayan dado cuenta de este detalle.
Tal vez porque cuando corre con el balón lo
ejecuta con ambas piernas. Y también ya ha marcado goles con la pierna derecha
en carrera.
En el llamado amortiguamiento en la
recepción –para entendernos– se exige un equilibrio y una coordinación especial.
Asimismo en los movimientos, reflejos, atención, capacidad y concentración para
la visión a la hora de ejecutar el dominio del balón.
(Estamos hablando del control con el muslo,
el pecho, la cabeza y el empeine)
Jorge Alba, cuando recibe el esférico por
alto o a media altura, siempre gira el cuerpo en el momento de la recepción a
su pierna izquierda. No lo hace natural y por lo tanto realiza un doble
esfuerzo al no pararse en la situación ideal, ni flexiona la rodilla de apoyo
para amortiguar el balón.
Un hábito que viene de muchos años. No se
tiene fe o confianza con la pierna derecha, y por lo tanto, cuando la pelota le
pilla a contrapié, gira todo el tronco en un movimiento brusco y ortodoxo.
Estamos siempre hablando del control del esférico ante un envío por alto o a
media altura (un pase) Alba realiza un giro extraño transformándose en una
especie de “nudo” en la ejecución.
PROBLEMA:
PUEDE PROVOCAR LESIONES
¡Cuidado! No decimos que Jorge Alba no tenga
ductibilidad en el manejo del balón, porque la tiene. Simplemente que hace un
brusco movimiento del tronco por el
control del balón. No lo hace natural y sí forzado y esto se debe corregir.
Y todos sabemos que, cuando no se hace un
movimiento bien coordinado a la larga se producen problemas. No sólo en el fútbol,
sino en la mayoría de las especialidades deportivas.
Dichos problemas suelen, generalmente, provocar
lesiones.
Además, en algunos casos, quienes tienen que
corregir esos errores son los profesores o entrenadores. La técnica de dominar
el balón es destreza y habilidad del jugador. Sin embargo, para dominar el
balón resulta fundamental el movimiento del cuerpo.
Por ese motivo hay que tener otros recursos
(ambos pies o mejorar los movimientos) para evitar los traspiés ante una mala
coordinación del cuerpo.
Curiosamente, Jorge Alba se lesiona de un
pie y a renglón seguido del otro. No vamos a analizar las causas (aunque pueden
ser un simple aviso), sino las consecuencias para su equipo, el FC Barcelona.
En principio no produjo trastornos su doble
lesión, porque el brasileño Adriano es polivalente y cubre perfectamente dicha
demarcación en el campo. Quizá más defensivo que el titular, pero cumple con su
tarea. No obstante, resulta un problema para la selección española.
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