At
Madrid monta “el circo”, Barcelona cae en la trampa
Por Miguel Miró
Puede que
seamos algo anticuados o tengamos cierta nostalgia del pasado. No recordamos
nada parecido. Por más que busquemos en los archivos. No tiene comparación con
ninguno de los grandes equipos rojiblancos del pasado.
¿Estamos
perdiendo la memoria?
Se puede perder
la memoria, pero la historia siempre perdura y perdurará. Está escrita y las
fotos, aunque se vuelvan amarillentas, se mantienen intactas. Aquellos
Atlético-Real o Barcelona-Atlético de Madrid de décadas anteriores…
Pueden existir
engaños (el regate o la finta, de por sí, no deja de ser un engaño) pero esto
de ir a la “guerra” con estratagemas, no nos cuadra. Más bien nos sorprende.
Tampoco nos cuadra su territorio, siempre en la cueva. Destruir es más fácil que elaborar, crear inventar.
No negamos, sin
embargo, que el plantel del Atlético de Madrid tiene calidad y si nos apuran,
hasta algunos jugadores con mucho talento.
Lo que no
sabemos es si…
¿Alguna vez podremos
ver, otra vez, al equipo colchonero jugar bien al fútbol como antaño?
Limpio, a pecho
descubierto, mandando y ofreciendo espectáculo
ANALISIS BARCELONA
El equipo
blaugrana (ver los gráficos 1 y 2) hizo cambios pero no varió su estilo de
juego. Cambios de nombres en la formación y una leve recuperación (con
cuentagotas) la esencia básica de la sorpresa. El técnico Gerardo Martino dio,
asimismo, marcha atrás a los puntas “estáticos” para agrandar el campo. Utilizó,
eso sí, a Alexis Sánchez para fijar a los zagueros.
La entrada de
Neymar, sin metros para su zancada, permitió llegadas esporádicas e inesperadas
de Jorge Alba a los que se unieron Fábregas y el extremo chileno. Algunas de
ellas que no fueron gol de “milagro” o por centímetros en el palo opuesto.
Alexis le faltó chispa para la volea y si nos apuran, poner la rodilla,
prácticamente en la boca del gol.
Y aunque no se
le concedió la importancia de su solidez, el guardameta belga Courtois, se exhibió
–por su envergadura- en los balones altos, sus despejes de puños y por su
colocación irreprochable.
Sin embargo, la
mejor jugada del conjunto azulgrana se produjo en un pase largo ¡y por dentro!
de Sergio Busquets, que sorprendió a la defensa rojiblanca. Sin exagerar,
“medio-gol”.
(Como en los
viejos tiempos del trío Iniesta-Messi-Xavi, su verdadera especialidad).
Como una luz se
cruzó en diagonal Lionel Messi al punto de penalty. No obstante, estuvo
despierto Filipe Luiz. Abortó el pase entre líneas en la misma área pequeña, para
cubrir la zona de Godín-fijado por Alexis Sánchez.
En los primeros
15 minutos (y tras el descanso, durante la última media hora del match) se
vieron algunos detalles y muchas intenciones… que no cristalizaron. Cortados
todos ellos por las constantes faltas de los rojiblancos, que obligaron al
árbitro andaluz Fernández Borbalán a “pitarlo todo” para que no se le fuera el
partido de las manos.
Cortar el ritmo
en la jerga del fútbol se llama “caricias”. Sin embargo, los más listillos
llaman “faltas técnicas o gestos técnicos”, en lugar de usar las palabras
apropiadas: agresión o patadas.
CAE EN “LA TRAMPA” DEL ADVERSARIO
No nos
sorprendió que Gerardo Martino, entrenador del FC Barcelona, cayera en la
trampa que le tendió su compatriota Diego Simeone. Ya lo había hecho, sin
piedad, con el “monstruo” Marcelo Bielsa en el Manzanares/San Mamés en las dos
últimas temporadas.
Muchas veces
hemos remarcado que el técnico suele “cegarse” en su sistema y su plan de
juego. Y se olvida de todo lo demás. Si antes pasaba en el banquillo, con más
razón en la zona técnica (copia del baloncesto).
Pero en esta
ocasión, no comprendemos ¿cómo no se dio cuenta de los movimientos de Lionel
Messi o Neymar en el campo? ¿Cómo cayó en la trampa de Arda Turán y Diego
Costa?
¿Por qué
rectificó la posición de Messi?
¿Tan ciego
estaba?
¿Quedó
deslumbrado de los primeros 15 minutos del equipo azulgrana?
En la segunda
mitad, el “10” argentino cambió de sector, pero hubo muchos errores en la
precisión en los pases y las pérdidas de balón. Capaz que estaba más preocupado
de las “faltas técnicas” en lugar de hacer modificaciones en el equipo.
URGENTE: “PUESTA A PUNTO”
Aún así
Barcelona necesita hacer ajustes en el motor: arranque, fuerza, velocidad y
música. Música de la buena.
En una palabra
más imaginación, ya que dispone de una gran orquesta pero… algo desafinada
(estamos a principio de temporada, hay que ponerse las pilas). Más precisión en
los pases y en la recuperación del balón. Más planes de juego para sorprender.
Más movilidad en las posiciones, más juego sin balón para el engaño, más
velocidad, más motivación…
El equipo
blaugrana mejoró en algunos aspectos. Es cierto. En la cobertura. Una defensa
escalonada con una especial empatía entre los dos full-backs (Piqué-Mascherano)
y la calidad de Víctor Valdés. Parece que ahora (¿?) descubren al guardameta
que quisieron despedir Van Gaal-Mourinho por negarse a jugar en el equipo
filial, tras subir al primer equipo.
ANALISIS ATLÉTICO MADRID
Vamos a ser
sinceros: esperábamos un arranque en bloque del equipo madrileño desde el
arranque del partido.
¡Para qué lo
vamos a negar!
Dio resultado
en la Super-Copa frente al Chelsea. Dio resultado para ganar al Athletic de
Bilbao en la final (UEFA Cup) de Rumania… Y dio, igualmente, excelente
resultado para derrotar a Real Madrid en la tradicional Copa de España… Propina
incluida: en el mismísimo estadio Santiago Bernabéu.
El
adelantamiento de líneas y fútbol al primer toque lo haría, sí… al comienzo del
segundo tiempo con la finalidad de remachar a su rival.
Diego Simeone y
su duende (tiene un duende, ¿no?) no cambió ningún nombre en el equipo
madrileño, pero nos sorprendió –todo hay que decirlo– con su astuta y engañosa estratagema.
Un nuevo y retorcido
(por no decir picaresco o burlón) planteamiento. No jugó igual que en el primer
partido. El mismo sistema, sí; pero quitando la basculación en la segunda línea.
Se plantó con paciencia en su campo y esperó como un cazador furtivo.
No agotó, para
nada, las reservas (gasolina) con su ordenamiento de sus jugadores en el campo.
Presión, sí… incluso con intensidad, pero sin sorprender en el contragolpe
hasta los últimos 15 minutos de la primera mitad.
¿Para qué iba a correr si la estratagema (ver los gráficos 1 y 2) estaba preparada para aprovecharse del
movimiento de los dos mejores delanteros del FC Barcelona: Messi y Neymar?
Una trampa que
se nos antoja mortal –no lo vamos a negar: bien montada durante los
entrenamientos y bien ejecutada en el estadio Camp Nou de la Ciudad Condal–
para ganar la Supercopa de España.
ACTOR PRINCIPAL: MOSCARDÓN TURÁN
De Arda Turán se puede esperar todo. Bendito y maldito en el terreno de
juego. Capaz de lo mejor y de lo peor. Un gran jugador de fútbol y un magnífico
actor. En el Barcelona-Atlético Madrid se transformó en un molesto “moscardón”
de Messi.
La cuestión: ponerle el aliento en la nuca y “atizarle”. Las tres
primeras faltas fueron del turco al argentino. Contrapunto: Simeone protestó
airadamente en la banda.
La estratagema estaba ya montada. Turán no se despegaba de Messi, hasta
que el delantero argentino se retrasaba o cambiaba de posición. Como le sigue a
todas partes, Turán le acosaba más y se adelantaba más. Todo estudiado.
En el otro pasillo se juntan dos brasileños: Costa y Neymar. Diego acosó
sin miramiento a su rival para amedrentarle. La intención, recuperar el balón y
salir por banda o en diagonal.
Nadie se sorprendió al ver a David Villa retrasado. También lo hizo en el
primer match, pero el asturiano intentaba “descolocar a Busquets”. Después del
susto (al adelantarse el stopper consigue conectar un pase a ras, con
tira-líneas, a Messi que es medio-gol) Villa lo consigue con movimientos a las
bandas.
Lionel Messi reculaba, reculaba (viene de una lesión y eludía el cuerpo a
cuerpo) y le perseguía Turán como una sombra, que se adelantaba, se adelantaba.
Con una paciencia absoluta.
Por un momento, el turco estaba de enganche en campo azulgrana, delantero
centro o ¿qué? Pero Atlético no atacaba, se mantenía apalancado en su campo.
SUENA LA CORNETA Y SE ENREDA
Hasta los 34 minutos. Pérdida de balón de Neymar y Diego Costa subió por
la banda… Turán, arriba hizo de enganche de Gabi, Villa y Koke que también
suben. Un remate mordido de Koke y primer aviso rojiblanco.
Volvió a ser protagonista Arda Turán (37´) al desestabilizar a Messi cuando
entraba en el área pequeña (el clásico agarro-suelto que practica comúnmente Javier
Alonso). Un penalty clarísimo que no señaló el árbitro (lejos) ni tampoco el
línier (cerca).
La estratagema volvió a funcionar con Turán adelantado, y el
acompañamiento de Koke, Mario Suárez, Diego Costa. El balón terminó en los pies
de Arda Turán y después de un recorte a Piqué, disparó al palo derecho de
Víctor Valdés. El meta blaugrana neutralizó con una palomita el remate del
turco.
Tras el descanso, Atlético de Madrid arrancó en bloque y su clara tercera
ocasión ha sido de Villa. Un balón envenenado pegado al palo que otra vez
Víctor Valdés despeja a córner.
El adelantamiento de líneas rojiblanco deja muchos espacios. Messi cambia
de posición –a la izquierda o al centro– y el argentino desatascó la “empanada”
del mediocampo blaugrana, mientras que Turán acusó cansancio. Al ver que no
podía perforar la portería de su rival, el equipo rojiblanco se enredó con su
propio juego de faltas absurdas y terminó frustrado.