viernes, 19 de agosto de 2011

NUEVO “DIBUJO” DEL REAL MADRID

Mejora el sistema defensivo, falta “creatividad” en ataque

 
Los partidos de pre temporada han sido –como el año pasado– una burla al espectador que paga una entrada. El Real Madrid los utiliza como una “pasarela” o un desfile de modelos. No sabemos los comentarios de los aficionados americanos y chinos; por eso se puede sacar poco o nada en claro de las intenciones técnicas. El equipo merengue se excede por la cantidad de cambios que se realizan. ¿Seis? No; hasta 12 en algunos casos.
Sin embargo, en los dos partidos de la Super Copa ante el Barcelona sí pudimos apreciar el nuevo “dibujo” del Real Madrid.
Un interesante esquema que permitirá un sólido sistema defensivo, pero le falta creatividad (el viejo Delco) y efectividad en el ataque, aunque sería más correcto decir contraataque. El empaque, de cualquier forma, es vistoso y necesita mucha disciplina en el movimiento de los jugadores en el campo.

“CENTRO” DE DISCORDIA
Miguel Miró
Un escudo en el fondo en el que participan en tareas defensivas tres zagueros como base (Ramos-Carvalho-Contrao, en línea) y en el vértice del triángulo, Pepe, en posición más adelantada. El triángulo se abre y se cierra según la situación en el que se desarrolla el juego. Un sistema defensivo con los jugadores muy juntos y movimiento continuado. Se cierra cuando se pierde el balón, y por el centro es impenetrable. Bajan Pepe (completa línea de cuatro, por el centro-derecha), y los dos stoppers, Khedira y Alonso, que conforman un embudo y acumulación de jugadores (seis, generalmente).
Por delante, otros dos triángulos en punta que basculan a lo ancho del campo. Aunque parece que se trata de una línea de cuatro “mediocampistas”, no es así.
Los dos triángulos (imaginarios) están formado por tres jugadores cada uno y todos trabajan en la recuperación del balón. El más próximo sale al encuentro del rival, mientras que los de atrás se cruzan y se apoyan cubriendo la zona. Su movimiento es constante, pero a distancias cortas. Cumple así el guión del dibujo y también el sentido posicional que ocupan los jugadores en el terreno de juego.
Esto permite una fuerte “presión en el eje y en el campo contrario”, en el que también trabajan los delanteros. En este caso, los más activos son Özil, que parte de la segunda línea, y Benzema. Lo más increíble: el francés, con sus piernas largas, sorprende por su gran movilidad. En el desmarque, en el apoyo al compañero y muchas veces “sin balón” para arrastrar o fijar a los defensas. Mesut Özil, que carece de guardaespaldas, le falta campo para demostrar sus cualidades creativas. Por eso se diluye la creatividad en el ataque.  ¿Por qué? Siempre se inclina hacia la izquierda, donde se encuentra Cristiano Ronaldo, y todos los balones van para él.


El sistema defensivo está muy claro y funciona por el trabajo de todo el equipo. Tal vez por este motivo haya sorprendido el Real Madrid al Barcelona. Algo parecido, si no recordamos mal, hizo Miguel Ángel Portugal técnico del Racing de Santander para enfrentarse al Barcelona, pero sin el escudo atrás y sí con una defensa de cuatro escalonada y un marcaje al hombre (2X1) a la zona.
Lo más importante de este esquema está en el trabajo de conjunto, el orden y la disciplina entre los jugadores. Esta labor le supuso, ante los ojos de los buenos aficionados madridistas, muestras de admiración y de cambio. Además, cierra casi todos los espacios y la idea del escudo por detrás, está concebido para evitar cualquier despiste o fisura en la parte defensiva.
La fácil recuperación del balón y la forma de asfixiar al contrincante en su campo es, de por sí todo un triunfo. Aparte de que da sentido de autoridad y llevar las riendas del partido. Pero existe un pequeño inconveniente:
¿Quiénes son los cerebros en el eje del campo?
Un problema que adolece el equipo blanco. A no ser que todavía no esté completado el esquema y sólo nos mostraron su primera parte. Alonso y Khedira son “stoppers” encargados en destruir juego. Ninguno de los dos son líderes del centro del campo.
El otro problema que se nos antoja: el equipo jugó mejor en pases cortos, pero no en largos regalando, por así decirlo, el balón.
En el segundo partido de la Supercopa que se disputó en el Camp Nou, no se sabía la misión que cumplía el alemán Khedira –aunque en la selección germana  dirigida por Joachim Low realiza una doble función, y aprovecha su carrera en velocidad y su cabezazo en el área–  y parecía un “medioestorbo”.
Lo mismo le pasó a Javier Alonso que tenía que “secar” –es un decir– a Xavi Hernández. No sabía que hacer, porque el azulgrana jugó todo el primer tiempo muy retrasado y en su campo.
La posición que ocupa Mesut Özil en el Real Madrid es la misma de la selección alemana… De mediapunta. Pero en ese caso tiene su explicación, el cerebro germano es Sebastián Schweinteiger. Si el turco tiene imaginación y “luces”, ¿por qué no juega en el centro del campo? Los últimos fichajes de la temporada anterior y esta ha sido defensas, defensas y defensas… O tal vez el último fichaje Sahín todavía lesionado– nos pueda dar la solución más adelante. Todavía no se ha vestido de blanco. Un problema que tendrá que solucionar el cuerpo técnico del club.

EL DUEÑO DEL BALÓN
Otro de los problemas del equipo está en el “dueño del balón” (CRonaldo) en el ataque, sin contar con los otros delanteros o volantes ofensivos. Un contraataque que siempre tiene un referente, no es una sorpresa. Y no olvidemos: la sorpresa y la combinación son los primos hermanos del gol.
Sigamos con el planteamiento. En el momento de desdoblarse en el ataque, el Real Madrid tiene dos factores a su favor. El primero es la “presión” arriba, que le permite robar balones y el segundo, la idea de abrir el campo (Di María y CRonaldo, siempre se pegan a la línea de cal). Sin embargo, el que más aprovecha la presión es Benzema quién crea peligro por su movilidad  y desmarque.
Así y todo, el balance de los dos partidos ha sido positivo para el Real Madrid. En su cuenta particular quedaron la firma de cuatro goles: Özil, Alonso, CRonaldo y Benzema. Y la novedad del nuevo sistema.
Algo quedó perfectamente claro: el esquema funciona y se pudo comprobar en los dos partidos. ¿Qué necesita algunos ajustes? Es natural, todavía no comenzó el Campeonato Nacional de Liga.
La idea es buena, siempre y cuando se cumpla a rajatabla, porque hubo momentos en el campo del Barcelona, que se volvía a las andadas por la prisa y la ansiedad. Entonces apareció el “juego violento” y desapareció por momentos el dibujo y el fútbol.

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