miércoles, 24 de agosto de 2011

LOS “ROBOCOPS” DE JOSÉ MOURINHO (y II)


RoboCop Walter Adrián Samuel
Laborde, Córdoba-Argentina, 23 /03/1978
Después de las últimas temporadas “durísimas” en el Inter de Milán, está convaleciente de una grave lesión de ligamento cruzado anterior y del colateral externo de su rodilla derecha. Supone su segunda lesión grave que sufre, después de la rotura de ligamentos en la rodilla izquierda (2008), que le retiró un tiempo de los terrenos de juego.
Contrario a lo que se pueda pensar, Samuel es una pieza indiscutible del Boca Juniors y de la selección argentina. Sus éxitos se multiplicaron en su carrera deportiva. Campeón del Mundo Sub 20 (19 años) y dos títulos con el equipo “xeneize”. Un jugador que, desde su corta estancia en Newell´s Old Boys se convierte muy pronto en una gran figura del fútbol. Precisión en la marca, velocidad, inteligencia, seriedad y visión de juego. Todo un compendio de lo que debe ser un full-back.
Da el salto a la Roma y consigue en su primer año el scudetto. Le ficha el Real Madrid en 2004 pero se encuentra “incómodo” y regresa al Calcio. (Demasiados líos y tres entrenadores en una temporada: Camacho, García Remón y Luxemburgo). En ese momento en Italia es “il muro”, el mejor central del mundo y titular indiscutible de la selección albiceleste.
Cambia sorprendentemente. Y asume un nuevo papel en el Inter de Milán.  Su juego se vuelve más recio, duro y bronco. En la final de la Copa de Europa ante el Bayern Munich pudimos ver a un desconocido Walter Samuel.

RoboCop “Pepe” Kepler Laverán Lima Ferreira
Maceio, Alagoas-Brasil, 28 /02/1983
Ya conocemos la brutalidad de Pepe. No es nada nuevo. Su carrera deportiva está llena de claroscuros. Pocas referencias de sus equipos en Brasil y equipos de segundo nivel en Portugal. Oficialmente, supera las 100 cartulinas en tres equipos: Marítimo, Oporto y Real Madrid.
Uno de los grandes problemas de los aficionados es, por lo general, tener mala memoria. Hace dos años, tan solo dos años (2009) el Comité de Competición le sancionó a Pepe con 10 partidos de suspensión. La pena mínima (incomprensible) por su arrepentimiento.
¿Quién no recuerda la salvajada en el Real Madrid-Getafe?
Un espectáculo dantesco y denigrante. Pepe derriba en el área a Javier Casquero. Pepe se pone histérico. Pepe, enfadado por la situación, no se le ocurre otra cosa que agredir violentamente con otra patada al jugador del Getafe tendido en el suelo. Y segundos después se lía a pegarle más y más. Otras tres patadas –una de ellas en el pecho– como si fuera una bolsa de patatas. En ese momento llega Juan Albín para ayudar a su compañero y  Pepe le “saluda” con un directo a la cara que le deja KO en el suelo.
No es necesario que nos diga Carlos Queiroz, ex selección de Portugal, “que Pepe no tiene ningún problema para pisar la cabeza de un rival”. Ni tampoco las barbaridades que nos cuentan los periodistas lusos. Los españoles saben lo violento que es Pepe o Kepler. Los que siguen con amnesia son los forofos del Real Madrid. Y también los que le ficharon en su momento. Los técnicos que, a pie juntillas, se confiaron de los “antecedentes del jugador” a través de Méndes. Precisamente el mismo representante de Cristiano Ronaldo, Mourinho, Di María, Carvalho, Contrào y un largo etc.


RoboCop Javier Alonso Olano

Alonso –su apellido– es un patronímico procedente de Alfonso, que según algunos etimologistas deriva del godo Altfuns, compuesto de alt, “noble” y de funs, “guerrero belicoso”. Javier, nacido en Tolosa, no es un guerrero belicoso, pero a veces se le cruzan los cables y se olvida del balón.
Es la antítesis de su padre, Miguel Ángel Alonso, que jugó en la Real Sociedad, FC Barcelona y Sabadell. Y su fútbol nada tiene que ver con el que practican sus hermanos. Aunque debería pedirle consejo a su hermano menor que es árbitro de fútbol, para que reconsidere su comportamiento en los campos de juego.  Perico, su padre, como jugador activo ha sido un “todoterreno” que marcaba goles decisivos… especialmente al Real Madrid.
Javier es introvertido y rebelde. Que se lo pregunten a Benítez y a los dirigentes del Liverpool. Se  negó a viajar con el equipo inglés por estar con su mujer, en el nacimiento de su hijo.
No tiene ni la velocidad ni la resistencia de su padre, pero John Benjamín Toshack ve un aura especial en él y le repesca del Eibar. Encaja en su sistema como volante defensivo (stopper). La Real Sociedad, como equipo, llega a entusiasmar por su juego fluído y sincronizado en la Liga. Hasta acabar sub campeón con el técnico galés.
Alonso tampoco desentona en el Liverpool hasta que se rompe su hechizo una vez que Lampart le rompe el tobillo ante el Chelsea y llega un competidor llamado Javier Mascherano. Tres meses perdidos y algunos más para recuperarse. La Juventus de Torino se interesa por él, pero después del segundo triunfo de España en la Copa de Europa de Naciones (2008) cambia de idea. Su segundo novio es el Real Madrid, pero ofrece poco dinero por su traspaso. Por eso Javier utiliza el “transfer request” y fuerza su salida.
Desde su primera temporada exige que el balón pase por sus botas e indirectamente frena la velocidad del equipo. Así y todo, sus pases largos en diagonal son resaltados como mágicos por algunos Medios. Al parecer, no le gusta  la posición de “stopper”. Quiere ser el líder del equipo. Con la llegada del técnico portugués, pierde los modales en el terreno de juego. Se olvida del balón en sus entradas y en los clásicos se convierte en un auténtico “provocador”.

RoboCop Marcelo Vieira da Silva Junior
Río de Janeiro, Brasil, 12 /05/1988
Marcelo llega a España muy joven (18 años), procedente del Fluminense de Río de Janeiro. El Real Madrid piensa en él como recambio de Roberto Carlos. La alternativa se la da Bernard Schuster, situándole de lateral derecho y se lesiona en su primer partido. Un defensa joven, habilidoso y con proyección ofensiva. No obstante, Juande Ramos le marea al probarle también como volante en unos partidos y de extremo, en otros. Pero los follones de Heinze y las extravagancias de Drenthe le permiten al carioca afianzarse en la banda, a pesar de las críticas, porque el pasillo –según los hinchas– es propiedad de Roberto Carlos.
Se le llega a acusar de blando. De que sube, pero no baja para ayudar a la defensa. La llegada de Manuel Pelegrini es importante para él. Le confirma como titular en su posición natural, pero con libertad para correr la banda. Su juego brilla en el sprint final de la Liga (2009-2010). Por el esquema vertical y más ofensivo. Marcelo, sin embargo, es incapaz de “matar una mosca”.
La temporada siguiente cambia su forma de ser. Se aprecia en el primer partido en el Bernabéu: Marcelo hace una entrada ortodoxa y lesiona a Camuñas en el Real Madrid-Osasuna, sin que el colegiado (Clos Gómez) pite nada. Su posición, al lado de Carvalho, le sirve bastante. Aprende muchísimo y se prodiga en las entradas duras.
La trampa que le tienden a Crouch (Real Madrid-Tottenham Hotpurs) en los cuartos de final de la Champions es determinante para mostrar su New Look. Una entrada normal del inglés y Ramos hace teatro: Se revuelca por el suelo...se retuerce de dolor.
El árbitro pica a la primera: Tarjeta amarilla.
A renglón seguido llega la pantomima de Marcelo que acrobáticamente vuela por los aires. Algo propio de los especialistas del cine.
El árbitro vuelve a picar: Tarjeta roja para Crouch y el Tottenham con 10 jugadores.
El brasileño, desde el suelo, se ríe y lo festeja con sus compañeros. Las imágenes son patéticas.
Sus dos últimas travesuras –por decir algo gracioso a una historia bastante triste– son en el Camp Nou. Primero –al estilo de Pepe– dejando la pierna extendida para “pegarle” a Messi en el pecho en un balón por alto. Y la que provoca el escándalo o tangana, casi al final del partido de la Supercopa.
La tijera que le hace a Francisco Fábregas es una salvajada. Le barre con la pierna zurda y le pega en los gemelos con la derecha.
¿A qué no adivinan quien va a protegerle?
Acertaron: Ricardo Carvalho.
Por algo es, curiosamente, ¿el tercer capitán del Real Madrid?


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