Terry, Carvalho, Lucio, Pepe, Samuel, Alonso, Marcelo…
La “cocina”, por lo general, suele mandar en un equipo de fútbol. La “cocina” o el vestuario tiene su “jefe” y lugarteniente, además del entrenador. Los galones son para los que mejor hablan, los que poseen una gran personalidad o para las “pseudo estrellas mediáticas” que se aprovechan de la situación.
Lo del “pico de oro” es importante para pactar los premios con el club. Podemos dar nombres y también lo que se cuece puertas adentro. Pero no es el momento.
Sin embargo, vamos a dar un pequeño detalle.
Cuando un entrenador está nervioso.
Todos los jugadores se ponen nerviosos.
Cuando un entrenador reparte confianza.
Todos los jugadores permanecen confiados.
Cuando un entrenador está histérico.
Todos los jugadores se ponen histéricos.
Cuando un entrenador dice que “peguen”
Todos los jugadores pegan.
Si no lo creen así, existen miles de historias en los clubes.
Un botón de muestra. Partido de ida, Super Copa, en el Bernabéu. Callejón habla con el entrenador y salta al campo. Sus primeras intervenciones: dos patadas a Andrés Iniesta.
Ambos lo desmentirán, seguro, pero están las imágenes para demostrarlo. Sin embargo, Callejón explicaría que “cumplía órdenes”. No obstante, el ex jugador del Español no será otro prototipo de RoboCop. Para eso, el entrenador del Real Madrid cuenta con otros jugadores de su confianza.
José Mourinho, puede que sepa poco de tácticas –para eso tiene a Rui Faría, que sí sabe– pero su mejor especialidad es fabricar RoboCops para aumentar su ego, su soberbia y su palmarés. Da la sensación que el fútbol –como deporte– no le importe mucho. Solo piensa en las Medallas, en los títulos. Lo saben en su país, donde fue intérprete del técnico Bobby Robson. Lo saben en la Premier League que le llaman “Big mouth” (bocazas) o “traslate” (traductor), y los periodistas cuentan que provocó y manchó la reputación de todos los entrenadores. Lo saben en el Calcio italiano, en los que dejó más de un enemigo y ahora le están conociendo en la Liga Española.
Está visto que para poder ser titular en el Real Madrid actual, al parecer, los jugadores del plantel deben saber “repartir leña”. Una premisa ineludible: El fútbol es un juego de hombres. Se pudo comprobar la temporada pasada. Y en la marathon de los clásicos (cuatro en 18 días), que indirectamente está separando y “sangrando” a la selección española.
Otro botón de muestra. Partido de vuelta, Super Copa de España, Camp Nou. Una entrada violenta de Pepe hace volar por los aires a Lionel Messi. Casillas le aplaude y alienta a su compañero desde el área grande. El brasileño, al volver a la defensa le saca la lengua a Casillas por los aplausos y por su “proeza” de haberle pegado al mejor jugador del mundo.
(Comentario de un periodista extranjero, a pie de campo)
Samuel Eto´o, que sabe jugar al fútbol y marcar goles, lo tuvo fatal en el Internazionale de Milán durante los dos años del entrenador portugués. ¿Por qué? No sabe dar patadas. Al final le puso de volante defensivo cercano a su propia área.
Pueden tomarlo a chirigota. Pueden decir que exageramos. Pero los RoboCops existen. Vamos a hablar de algunos de ellos, que llegaron a ser figuras del fútbol y se convirtieron en “Carniceros del fútbol”.
El palabro lo dijo el bilbaíno Gurpegui: “Dicen que soy un carnicero del fútbol y no es verdad,” en El Correo. Días después de confirmarse la lesión de Kun Agüero. (Le hizo “la tijera” dentro del área. Un penalty de libro que ignoró Undiano Mallenco, árbitro del Ath Bilbao-At Madrid. El delantero argentino estuvo casi dos meses sin poder jugar, pero también el colegiado fue sancionado por su error.)
Lo de “carnicero” se lo decían desde las gradas a Gurpegui, igual que ahora a Pepe le llaman “asesino”. Los aficionados son libres para decir lo que quieran, pero no creemos que sean ni lo uno ni lo otro, a pesar de sus entradas violentas y antideportivas.
PREVENIR ANTES DE LAMENTAR
Lo que pretendemos es advertir, prevenir antes de lamentar lesiones graves en el fútbol español. Porque no debemos olvidar que muchas de las acciones violentas no quedan impunes. El árbitro tiene la obligación de cumplir el reglamento a rajatabla y cortar por lo sano todo conato de violencia.
Además, están igualmente los organismos disciplinarios. Así y todo, cabe recordar que existe la reacción contraria (la “vendetta”). Casi todos aquellos que cruzan la línea roja de la violencia al final terminan lesionados. En cualquier momento pagan por su gran error.
El “Ojo por ojo, diente por diente” que todos conocemos.
Al primer momento, pensamos en llamarles Terminators, pero nos decantamos por los RoboCops, los policías cyborg de Detroit. Lo irreal –por el cine– puede convertirse en realidad. Por la técnica implantada en el cine o en el fútbol, por los muchísimos intereses creados.
RoboCop Ricardo Alberto Silveira de Carvalho
RoboCop Ricardo Alberto Silveira de Carvalho
Amarante, Oporto-Portugal, 18 /05/1978
Impecable en su posición y en la cobertura. Carvalho es frío y calculador. Conoce demasiado su oficio de central. Nadie discute su profesionalidad. Lo demostró en el Oporto, Chelsea y Real Madrid. Sin embargo, su buen fútbol se desvanece y se enturbia por su juego subterráneo. Se sabe al dedillo un gran repertorio de trucos para desestabilizar a un delantero y si es necesario sacarle de las casillas. Por sus caricias en los tobillos, la mano en la nuca en el salto, pisotones y entradas duras que poco se aprecian desde las gradas, pero existen. Ganó títulos con el Oporto y Chelsea, pero tan sólo una Copa de España vistiendo la casaca del Real Madrid.
Hace faltas, pero también sabe que las tiene que saber encajar. Como en la semifinal de Copa 2011, At Madrid-Real Madrid. El brasileño Diego Costa, harto de sus pisotones, en un salto en el área le pegó un codazo en plena rostro que le hizo sangre. Nada dijo, ni tampoco protestó.
RoboCop John George Terry
Londres, Inglaterra-UK, 07 /12/1980
De pequeño su ilusión era jugar de centrocampista, pero a los 14 años ingresa en la Academia del Chelsea. Debuta en el Nottingham Forest –cedido– en Primera División. En la temporada siguiente comparte el área con Marcel Desailly y al lesionarse el astro francés, lo hace con Gallas.
Años después formaría la pareja de centrales con Ricardo Carvalho.
John Terry empieza con problemas de espalda (2006) y es operado del disco invertebral lumbar, perdiéndose más de tres meses de Liga. En la final ante el Arsenal (2007), se tira en plancha para rematar dentro del área y recibe una patada en la cabeza de Diaby, que intentaba despejar el balón. Terry, inconsciente, lo pasa muy mal y a punto de tragarse la lengua. Termina en el Hospital.
Igualmente en su historial clínico se confirma la fractura de tres huesos de un pié, por un pisotón y también se disloca el codo en otro encuentro. El último contratiempo, en la final de la Copa de Europa ante el Manchester United, al fallar un penalty que podía darle el título al Chelsea.
John Terry, jugador polivalente que puede actuar de central y volante defensivo (stopper) sigue siendo un ídolo en los azules, pero nunca le habíamos visto repartir tanta “cera” como en la semifinal de la Champions ante el Barcelona. En los dos partidos, donde el juego se presenta bastante equilibrado. Es el segundo intento del Chelsea por ganar la corona europea. Su actitud cambia tras la llegada del italiano Ancelotti a la dirección técnica.
RoboCop “Lucio” Lucimar da Silva Ferreira
Brasilia, Brasil, 08 /05/1978
Del jugador “maravilla” de los JJOO de Sydney 2000, la Copa del Mundo de Corea del Sur/Japón hasta su consagración en Alemania (Leverkusen y Bayern Munich). Un full-back de mucha calidad que marca las diferencias. Un defensa que se transforma en un delantero más, arrancando desde atrás. Lucio –Lucimar da Silva– ha sido el “dios de Beira Río”, capitán de la selección brasileña y campeón bávaro”.
Una estrella rutilante que en el Mundial 2002 donde supera el record del paraguayo Carlos Gamarra. Ni una sola falta en 386 minutos. La primera se produce al promediar el primer tiempo a Zidane, en el Francia-Brasil.
¿Cómo es posible que después de tantos méritos adquiridos pueda haber cambiado radicalmente su actitud? Tal vez la callada de Louis van Gaal, que no le dijo en la cara que no contaba con él. Lo único cierto: no es el mismo. Desde que firmó por el Inter (16 de julio 2009) cambia su carácter y se convierte en un central durísimo, protestón y exigente.
Se observa claramente en la Liga de Campeones (2009-2010); y en la final contra su ex equipo, Bayern de Munich en el Bernabéu. También se comprueba en la selección brasileña en la Copa Mundo FIFA, Sudáfrica. Todavía recordamos el primer partido Brasil-Corea del Norte. Un encuentro donde los asiáticos sorprenden por su orden y disciplina, desconcertando al rival. Además, se nos queda grabada la imagen del delantero norcoreano, Tae Se Jong, que en el segundo tiempo muestra a la cámara de TV una herida de más de 17 centímetros en el muslo derecho, tras un encontronazo con Maicon y Lucio. Una falta clarísima que el árbitro deja seguir. Después, coser y cantar para la selección amarilla. La misma receta de palos la repite Portugal en el mismo grupo.
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