Libertad sin horarios
“Recuerda: Estar concentrado,
muy atento. No olvides que los demás
conductores no saben conducir.”
(Profesor Auto Escuela)
Por Miguel Miró
Aprendimos a conducir con un Jeep Willys MB viejo (como los
del ejército norteamericano) con tracción en las cuatro ruedas. Lo que antes se
denominaba “todoterreno” en los años cincuenta.
No es, por lo tanto, un término actual, como nos quieren
hacer creer. No corría, es verdad. Su velocidad máxima alcanzaba los 80 km/h.
Muy flexible y fácil de conducir. Antes, los coches duraban más, unos 30 años o
más.
Una de las pruebas del examen práctico para obtener el
carnet nos sorprendió. Hasta el día de hoy, nunca hemos visto algo parecido.
El coche, “prisionero” entre dos vallas. Estacionado y sin
demasiado margen. A primera vista, una penalización muy dura. Como si estuviera
aparcado entre dos coches muy pegados.
La maniobra consistía en cambiarlo de posición. Moverlo,
sin tocar las vallas de hierro y dejar el morro donde estaba el portón trasero.
Cualquiera diría que se trataba de una broma pesada.
Tenía tan sólo tres minutos nos dijo el profesor. Pero el
jeep tenía una caja de cambios que parecía una seda. Tardamos tres minutos y
medio. El examinador lo dio por válido, ya que el margen llegaba a los cuatro
minutos (confesó). Una mentirilla muy oportuna.
En aquellos jóvenes años, lo importante fue aprender.
Cuánto más, mejor.
Una premisa que nunca olvidamos. La mayor riqueza del
hombre son, en realidad, los conocimientos. No se trata de ser más listo o más cultivado, que también. Pero te proporciona una
mayor libertad de acción ante la picardía reinante y la dureza o crudeza que
supone la vida misma.
Otra de las cuestiones importantes es ir siempre al mismo
taller mecánico, y no moverte hasta que terminen de arreglar el coche. Se
aprenden muchas cosas, que, después quedan grabadas. El motor, los frenos y las
piezas más importantes. Siempre te servirán para repetirlo en caso de problemas
o como simple aficionado los fines de semana. Algo normal, en la época juvenil.
BUEN MECÁNICO, MEJOR MAESTRO
Al ser una máquina puedes aprender mucho. Y un buen
mecánico siempre es, normalmente, el mejor maestro. Siempre presta atención en
lo que hace y dice. Y una de las cuestiones más importantes cuando tienes un automóvil
lo debes tener listo para partir.
“Con la puesta a punto”.
Es la única forma que no se produzcan problemas.
Por lo general, una revisión al año, antes de las
vacaciones o un viaje largo. Y algunos detalles más que son fundamentales:
Control y mantenimiento.
Nunca lo dejes todo para el último momento. Se puede
hablar del aire en los neumáticos, el aceite, las bujías, las escobillas, los
filtros, la batería, los frenos y el nivel de aceite.
Muchos tienen la maldita costumbre de “saberlo todo” y por
lo general no suelen leer el manual del coche. Algo importante para conocerlo
mejor. Y si es un coche de segunda mano, trata de comprar el manual. El propio
concesionario, seguramente, te lo conseguirá.
Te será siempre muy útil.
AUTOMÓVIL= LIBERTAD
Conducir un automóvil (recuerda: es una máquina) siempre
debe considerarse un placer. Asimismo dispones de una sorprendente libertad de acción:
Sin horarios ajustados y muchas opciones para conocer más
y mejor las maravillas de la ciudad y sus entornos.
Decimos, ciudad… decimos entornos… decimos bien.
Por la sencilla razón de que la mayoría de las personas
no aprecian lo que tienen delante de sus ojos. O, tal vez, lo dejen para el
final. La ciudad por lo general es para “caminarla” y disfrutar de todos sus
encantos.
Sin embargo, visitar sus entornos, en cambio, son para viajar
en coche. En España, cada región tiene muchas diferencias y sorpresas.
Si te entusiasma salir los fines de semana (cada pueblo
es un mundo, cada rincón un recuerdo o exclamación), entonces habrá que
preparar un viaje por toda la región. O dividirlo en cuatro, con la finalidad
de disfrutar más y tener tiempo para todo.
El automóvil, con todos los papeles en regla y con la
puesta a punto en orden es el trasporte ideal. Seguro para toda la familia.
Supone mucha libertad para las personas curiosas o que les guste la aventura.
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