R Madrid, 0 títulos-2013;
Barcelona, 0 títulos-2014
Por Miguel Miró
Los “grandes” del fútbol español son tal para
cual.
Ambos están sumidos en la tristeza de no haber
conseguido título alguno. El año pasado, Real Madrid y éste año, FC Barcelona.
Como vulgarmente se dice: “un cero patatero” y a
llorar al rincón.
La “guerra” contra José Mourinho y la “guerra”
contra la directiva del club. Distintos temas, pero ambos tuvieron un final
NEGRO. No ganaron ningún título las últimas dos temporadas.
Simplemente una Supercopa de España, que es un
título doméstico de escaso relieve y sin ningún peso específico. A dos partidos
durante el verano entre campeón de Liga y campeón de Copa. No se trata de
ninguna competición como sucede en otros países.
Un ejemplo: la Premier League inglesa.
Aunque se deja de relieve un pequeño y gran
detalle. Las plantillas de jugadores de los equipos no son simplemente máquinas,
obedientes ni “esclavos de lujo” como antaño. También piensan y expresan su
opinión.
Se comprueba, al mismo tiempo, que no es dinero todo que reluce en estos
casos entre los jugadores de fútbol (algo muy típico en los mentideros de los
bares). Existe, sin duda, un comportamiento común, solidario y reflexivo
en la “cocina” de los clubes.
En este caso, los dos llamados “grandes”, Real
Madrid y Barcelona, respectivamente.
Algo está cambiando en el fútbol español, aunque
haya opiniones encontradas. Razonadas y aprobadas para algunos; desaprobadas y
bochornosas para otros. Sin embargo, hay que tener más memoria. Algo que muchos
fanáticos del fútbol carecen a la hora de hacer una crítica feroz y despiadada
ante su directo adversario.
Ahora mismo ningún forofo de ambos equipos se puede
echar nada a la cara.
SIN TÍTULOS 2012-2013
Real Madrid dejó escapar Liga/Copa, competiciones
referentes en España y asimismo cayó eliminado en la Copa de Europa por
Borussia Dortmund.
Además, los jugadores de Real Madrid “renunciaron”
a un incentivo económico de €600.000/jugador prometido por Florentino Pérez. Un
total aproximado de €14 millones, que al detalle, correspondían a un premio por
ganar la Liga (€400.000) y otro premio por la Copa de España (€200.000).
La citada prima fue concertada y aprobada durante
una reunión en el club de Chamartín entre el presidente blanco y el Director
General ejecutivo del club, José Ángel Sánchez y los dos capitanes, Iker
Casillas (1º) y Sergio Ramos (2º). En dicho encuentro, según un medio de
comunicación, ambos jugadores quisieron hablar en privado después con el
presidente, ya que no confiaban en el “amigo íntimo de Mourinho y Jorge
Mendes”.
(A raíz de ese
encuentro, al día siguiente, un título llamativo en la portada de un periódico
deportivo: “Ultimatum de los jugadores blancos contra Mourinho”.)
Además, el técnico
luso había renovado su contrato hasta 2016. Precisamente en marzo del año
pasado, mucho antes que ningún integrante del plantel. Florentino Pérez,
aconsejado por Sánchez y Mendes, pretendía que siguiera el frente del equipo.
Al final, Mourinho se
marchó a Chelsea, no sin antes cobrar un suculento finiquito por su contrato
firmado que no ha sido revelado.
Lo más curioso del
caso ha sido el dinero de las primas concertadas por los títulos que no
llegaron. Dicha cantidad (casi €14 millones) sirvió para pagar al “equipo de
colaboradores del técnico luso”, que habían renovado hasta 2016 junto al
entrenador.
SIN TÍTULOS 2013-2014
La campaña actual de
Barcelona tuvo un final similar a Real Madrid. Aunque las causas han sido
otras. No se trataba del técnico Gerardo Martino, sino del presidente y la
Junta Directiva del club.
Alejandro Rosell se
pasó dos o más pueblos al cerrar el fichaje de Neymar da Silva. Un jugador en
ciernes –quien hace tres años hacía “virguerías” en Santos de Sao Paulo– pero
que necesita “crecer” mucho más todavía.
El presidente se
empeñó en decir que había costado “€57 millones ¡y punto!”. Desafió a un juez y
después se comprobaría, no sólo que había costado más, sino que Neymar junto a
su padre fue el mayor beneficiario (40 millones) del traspaso y que había
puesto a tiritar las finanzas del FC Barcelona.
La dimisión de Rosell,
una pantomima.
“Para no perjudicar al
club,” dijo.
… Y el “muerto” de la
denuncia en curso tendrá que lidiarla la sociedad deportiva, que sigue
negándose a dimitir.
Johann Cruyff lo
predijo con mucha antelación pero nadie le hizo caso. “Dos gallos en el mismo
corral…” ¿Lo recuerdan? Y lo refrendó hace unos meses: La causa: “Neymar”
La presunta “mentira”
del presidente, que se comprobaría después, caló en toda la plantilla del
equipo que bajaron los brazos desde ese mismo momento.
MARTINO Y LA CASA DE LOS LÍOS
El caso del entrenador
ha sido diferente. Empezó a hacer cambios en el sistema de juego y le llovieron
críticas en todos los medios informativos catalanes. Incluso desde dentro del
club, ya que la condición que se le impuso desde el primer momento, que el
equipo siguiera jugando igual. Martino cometió, sin embargo, algunos errores.
n Hacerle caso a su ayudante, el preparador físico, al controlar los minutos
a los jugadores, con cambios continuados. Un error muy grande –algo que
criticamos duramente en su momento– porque perjudica al equipo y al final, no
se sabe quién es titular. Igualmente lo adelantamos: para qué tener fresco al
equipo titular si después no se gana nada de nada.
n El otro fallo de Gerardo Martino ha sido no imponer su criterio en el
número de colaboradores en el primer equipo. Dejó el asunto a los directivos y
al secretario técnico, y después le traicionaron como Bruto a Julio César. Hace
cuestión de unas semanas en un periódico nacional, que difundió al mismo tiempo
una agencia de noticias, se hicieron críticas brutales (sin dar nombres) contra
el entrenador argentino.
n No se necesita ser muy inteligente para comprobar que las críticas a
Martino se producen desde dentro de la Ciudad Deportiva de Barcelona. Los
preparadores físicos, los analistas y un
sinfín de rencorosos que no fueron consultados por el técnico y que pertenecían
al cuerpo técnico del anterior entrenador.
n Basta con otro ejemplo: Rosell despidió tres o más jefes de Prensa, porque
no quería que Martino conociera los entresijos del club.
n El técnico argentino, que siempre se comportó ejemplarmente, a pesar de las
críticas provenientes del club, confió más en los jugadores del plantel. Buscó
la unión entre ellos. Recuperó a Alexis Sánchez, a Francisco Fábregas… y le dio
partidos a los jóvenes de la cantera. Trató de no hacer caso a los líos
constantes del club provocados por el absolutismo de Alejandro Rosell y ciertos
directivos.
n Ante tal desaguisado, puso sobre la mesa las contrataciones que se deberían
hacer y su punto de vista en la cuestión deportiva. Sin embargo, el club –entre
ellos, Zubizarreta– no tomó en cuenta ninguna de observaciones y decía “no va a
las reuniones”.
n Martino comprobó que así no se podía trabajar y tomó la decisión de no continuar
una temporada más. Un contrato en el que Alejandro Rosell puso una cláusula:
“se rompe el acuerdo siempre que una de las dos partes no estuviera conforme en
el acuerdo de la segunda temporada”.
Dimisión de Alejandro Rosell . EMD
NO SE PUEDE MANTENER
UN ORDEN
|
No se puede mantener un orden, cuando existe un desorden
general en una sociedad y más cuando varios jugadores de la plantilla han
optado por “marcharse” de Barcelona.
El colmo más flagrante
–aunque ya Martino había tomado su decisión– ha sido la soberana estupidez de
dar la Liga perdida por parte del club. Se filtran traspasos e incorporaciones
al detalle a través de directivos (a un diario deportivo). Y se da luz verde a
Antonio Zubizarreta –a través del presidente José M Bertoméu– para hable con el
futuro entrenador, con vista a la próxima temporada.
El secretario técnico
lo hizo con el “chivatazo” de algún directivo para un medio de comunicación. La
noticia de la reunión entre ambos, en Gavá, con fotos incluidas, se publicó.
Después de montar todo
el circo, la Liga dio un giro (malos resultados de Real Madrid y Atlético de
Madrid) y se le pone otra vez “a tiro” al FC Barcelona. En ese momento toda la “revolución”
y “reestructuración” se viene abajo.
Bertoméu junto a la
Junta Directiva quedan con el culo al aire. Como el título de la famosa
película del valenciano Carlos Mira.
En lugar de reconocer
su error, lo único que se le ocurre es hacer “una revisión y actualización
contractual” a Lionel Messi.
El final de la
historia, todos ya la conocéis.
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