lunes, 23 de abril de 2012

LA “CRUZ” DEL FC BARCELONA

Mourinho recupera 1-4-1-4-1, el trío de Copas del Inter Milán


Todo es cuestión de gustos.
“Lo decía un viejo y se chupaba los mocos”.
¿Parece fuerte, verdad? No; simplemente crudo.
Hay quien no le gusta el sistema italiano.
“¡Eso no es fútbol!”  
De hecho, siempre se le ha criticado a Mourinho y a su ayudante cada vez que pusieron en práctica un sistema defensivo y la especulación, desde su llegada al Real Madrid. Sin ir más lejos ésta misma semana. Cuando el conjunto merengue cayó ante el Bayern Munich.
También los ingleses criticaron al Chelsea, dirigido por su ex jugador Roberto Di Mateo. Y más aún, las “payasadas” y el teatro de Didier Drogba en el encuentro frente al Barcelona.

Miguel Miró
Todo es cuestión de gustos.
El objetivo es ganar. 
“La cuestión es que la pelota entre o no,”decía Di Stéfano.
O Santiago Bernabéu:
“Ganar en el último minuto y de penalty injusto”.
¿Qué han dicho los periódicos del triunfo del Real Madrid?
Muchos elogios, estadísticas, versos, prosas…
¿En qué quedamos entonces?
Todo es cuestión de gustos.

RECUPERA SU SISTEMA

El técnico José Mourinho recuperó el esquema la noche amarga de la derrota del Real Madrid ante el Bayern Munich. (Primer round de las semifinales europeas). El mismo esquema que utilizó en el Inter de Milán.
La temporada dorada del equipo “neroazzurro”.
El mismo que ganó el Escudetto–Copa de Italia y la Copa de Europa en Madrid. En el Allianz Arena de Munich no dio resultado porque la segunda línea perdía su zona y el “punch” del contragolpe se diluyó como un azucarillo.
Sin embargo, tomó buena nota del Chelsea que venció al Barcelona. El equipo inglés adelantó líneas (30 metros) y no se metió en la “cueva” de su área en el primer período.
El otro detalle importante –inadvertido para muchos– ha sido una noticia que apareció el mismo día del clásico en un periódico. “Mourinho renueva con el Real Madrid”. Insólito, el entrenador firmó por cuatro años. No obstante, menos insólito parece para la mente de los jugadores madridistas. Y no es necesario explicarlo. Los problemas de la “cocina” que saltaron a la luz pública.
Los retoques del sistema de juego se apreciaron en el campo. Líneas juntas, pero adelantadas. En la zona central. Con la finalidad evitar la subida del adversario a su propio terreno. Un 1-4-1-4-1, “fijando” a los azulgranas en la zona, con salida y cruce de dos jugadores (2X1). Un trabajo de mucha coordinación y “tres pitbulls” (Ramos, Coentrao y Pepe) atentos a los movimientos de Messi.
La primera línea también al principio estaba fija.
La línea de zagueros la conocen todos (Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao). Por delante, prácticamente pegado (Alonso), que hace de “escoba”. Una segunda línea (Di María, Ozil, Khedira, Cristiano) y un solo delantero (Benzema) que en el repliegue también colabora en tareas defensivas. Frente al Barcelona, el técnico repitió la misma alineación de Munich.
Ponemos un ejemplo: Alonso hace la misma tarea que hacía Cambiasso.
Otra cuestión son los cambios de posición. Algo que se pudo ver en Munich. La situación de Alonso –demasiado retrasado– y la razón de mandar a Özil a la banda derecha, al ver que Di María no cubría su zona y arrancaba en diagonal por el centro. En la segunda línea cumplieron su doble función, solamente Cristiano y Kherida. Tal vez por eso no lucieron individualmente, pero hicieron su tarea. El problema se produjo en los últimos 20 minutos, por la ofensiva del equipo bávaro que hizo recular a los madridistas a su área. 

VENTAJA DE LÍDER
Si a este esquema rácano y especulativo si le añadimos que el cuadro merengue jugaba con ventaja (cuatro puntos y también le valía el empate) la reacción de los jugadores y su trabajo en el campo ha sido cuasi perfecto. Aunque no faltó la “provocación”, una fórmula que siempre le gusta al entrenador portugués.
Lo más sorprendente del Barcelona-Real Madrid: se repitió la historia de Londres, 48 horas antes. Incluso la lluvia a raudales que cayó en la Ciudad Condal. Sólo cambiaron los “tiempos”. Nos explicaremos. El gol llegó temprano y la provocación, más tarde. El fallo defensivo se produjo en los primeros minutos y el pisotón de Alonso al empeine de Alves, más tarde, sin que el colegiado le mostrara la cartulina amarilla.
Otro detalle. El Real Madrid ganó en el Camp Nou porque funcionó el sistema de contención e igualmente supo aprovechar sus oportunidades. Eso que los entrenadores llaman “control de los tiempos” y sentido práctico. El segundo gol de la victoria madridista ha sido otro ejemplo. Se aprovechó de la relajación del rival después del empate, algo que había costado un riñón.
¿Adónde estaba Özil y Ronaldo?
 El alemán pegado a la banda derecha (7) y el portugués…delantero centro (9).

 
¿POR QUÉ PERDIÓ EL BARCELONA?
Mucho se ha criticado al Barcelona y también a José Guardiola. El técnico azulgrana tendría sus informes del rival. Nos imaginamos, también, que había visto el partido Bayern-Real Madrid. Sin embargo, toda la semana se habló de “cara o cruz” y que “sólo valía la victoria”.
De cualquier manera pensamos que no haría cambios con respecto al partido ante el Chelsea. Los rumores apuntaban la salida de Xavi y la entrada de Piqué. Había que apuntalar la defensa.
Ni lo uno ni lo otro. Dio entrada al joven Tello como único delantero-delantero y llenó la zona central de mediocampistas. Lo mismo que en el partido contra el Santos de Sao Paulo en el Mundial de Clubes. Con una diferencia sustancial en la banda izquierda, recordamos que se turnaban en las subidas Thiago e Iniesta, como enganche e interior de ataque.
Tampoco le funcionó su mejor hombre y la “llave” en Japón: Alves de extremo derecho. El brasileño armó el taco ante sus compatriotas. Pero en esta ocasión no fue la “retranca”, sino una doble muralla de piernas con la lección bien aprendida. Aún así, Guardiola adelantó a Xavi Hernández. Una variante interesante que siempre le había dado buen resultado al equipo.
Indudablemente, ha sido valiente. Sobre todo, al colocar a una defensa de tres y la mantuvo durante todo el partido. Lo mismo hizo con Tello –salió en los minutos finales–  cinco disparos y la mirilla averiada. Pero de nada le sirvió, porque delante tenía un equipo de infantería, que iba cuerpo a cuerpo, al choque y al músculo. Ante un rival con figuras, pero de fútbol-resultado.
El primer gol del Real Madrid, que árbitro y linier se “tragaron con patatas” el offside de Kherida –ver el vídeo antes del cabezazo de Pepe y léanse la nueva regla del fuera de juego– demostró que no es lo mismo emparejarse dos jugadores de metro ochenta, en lugar que Adriano (1,72) y Pepe (1,86).
La derrota del equipo azulgrana se fraguó, (a) por la ansiedad del gol y ganar el partido. (b) Porque entró en el juego de la provocación y perdió muchos balones en el centro del campo. (c) Porque el Real Madrid jugó mejor y supo medir los tiempos.

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