No hay nada nuevo bajo el sol.
Ya lo decía Vujadin Boskov. “El fútbol es fútbol”. El fútbol es un juego. Un engaño: lo mismo que el regate, el teatro y la provocación. El gol del Chelsea ante el Barcelona es una jugada ensayada y premeditada. Desde el principio hasta el final.
Algo que ha venido intentando sin conseguirlo el Real Madrid en los clásicos. El problema de José Mourinho: los jugadores azulgranas no cayeron nunca en “la trampa de la provocación”.
No hay nada nuevo bajo el sol.
Lo que el equipo merengue buscó en todos los clásicos desde la temporada 2010-2011 lo consiguió el Chelsea con el mínimo esfuerzo… y se llevó el gato al agua.
Miguel Miró
Independiente que el Barcelona creó más de 10 ocasiones clarísimas de gol y realizó 24 disparos. Independiente al dominio y posesión del balón (77%) pocos periodistas se percataron de la estratagema del Chelsea. Calcado, prácticamente todo, del Real Madrid.
El pisotón premeditado de Drogba a Busquets a los cinco minutos del primer round de la semifinal. Después llegó la alevosa plancha de Ramires a Alves, a sabiendas que no llegaba al balón y sin que el árbitro de área lo sancionara. Y el manotazo de Meirelles a Messi en el centro del campo. Hay más, como el penalty de Cahill -pisotón incluido- a Iniesta, a la vista del asistente de área… No obstante, son suficientes estos ejemplos.
¿No lo vieron los cinco árbitros alemanes?
¡Lo vio todo el estadio!
Fueron, como suelen decir muchos técnicos, lances –mejor, provocaciones– del partido. Pero los jugadores azulgranas “picaron”. Y Drogba, el provocador principal se divirtió en la “fiesta” haciendo todo tipo de teatro y haciéndose la “víctima”. Las entradas duras de Puyol, de Fábregas y del propio Busquets contra el marfileño rompieron la concentración del Barcelona.
De esta manera parte de un todo, incluyendo la “cortina de humo” de la vendetta de 2009, que sirvió para calentar el match.
NO ES UNA JUGADA AISLADA
Existe una jugada previa similar, también en el primer tiempo. Un pase a Drogba que arrancó en velocidad desde el centro del campo y que Carlos Puyol logró neutralizar. En ese movimiento ya se demuestra la descolocación de la defensa. Si el marfileño salió desde la zona central, su par es Busquets o, en todo caso, Mascherano en el cruce. Algunos pensaron: si hubiera estado Piqué no se produce. A toro pasado todos los argumentos son buenos, pero el técnico Guardiola eligió a Adriano para abrir el campo en el ataque. Prefirió el riesgo del juego ofensivo.
Sin embargo, el desbarajuste defensivo se produce no sólo por la ausencia de Piqué ni de Abidal, sino porque los jugadores del Barcelona “picaron” a la provocación de Drogba. Y curiosamente, el marfileño ha sido el autor del único gol del partido. Precisamente, en el momento justo. En el descuento del primer tiempo. Más daño que en los 10 primeros minutos de partido.
La jugada del gol ha sido ensayada y perfectamente ejecutada (47´).
Lampard “roba” un balón en el centro del campo, amaga hacia Drogba (a la derecha) pero su pase largo es cruzado hacia la izquierda, tras una veloz salida de Ramires. El movimiento del marfileño también es perfecto. Se abre por la banda derecha y arrastra a Mascherano y Adriano. El argentino recula y se coloca en el centro del área, mientras que Adriano llega tarde para cubrir el segundo palo. Ramires hace un pase raso y forzado que aprovecha Drogba completamente solo para fusilar a Víctor Valdes.
Se podría buscar un “culpable”. Algo muy habitual en estos casos. ¿Adriano?: llega tarde. ¿Mascherano?: se olvida de Drogba. ¿Valdez?: no ensaya una palomita y busca llegar al balón con el pie ¿Messi?: pierde el balón ante Lampard. ¿Adónde estaba Busquets?
Ha sido, sin duda, una carambola de errores y el gol –aunque a veces molesta admitirlo– supone un “accidente” en cadena. No es cuestión de buscar culpables. El culpable de las derrotas y las victorias son siempre los jugadores. Todo el equipo.
No obstante, el fallo fundamental se produce por la descordinación en el andamiaje defensivo. Algo que el Barcelona lo tiene bien estudiado y lo hace de manera escalonadamente: Puyol, último hombre; Piqué o Mascherano, un paso más adelantado. Abidal (Adriano) atento a los cruces y Busquets, a la espalda de Xavi, suele ser “la pared” en los contragolpes desde el centro del campo.
¿LO COPIARÁ EL MADRID?
El equipo azulgrana mereció ganar por goleada al Chelsea. Sin ninguna duda. Tuvo una decena de ocasiones clarísimas, por lo menos… Aunque los palos (2), Petr Cech (5), Jhon Terry (1), Aslhey Cole (1) y la fortuna lo impidieron.
No debemos olvidar que el hombre siempre tropieza dos veces con una misma piedra. No lo decimos por el Barcelona-Chelsea del martes en el Camp Nou, sino por el match del sábado frente al Real Madrid correspondiente al campeonato de Liga.
José Guardiola debe tener en cuenta algo muy importante: “la provocación” tiene un fin muy concreto. Crea espacios, como consecuencia de la falta de concentración, y se producen errores defensivos. Y se agrandan aún más si los árbitros no aplican el reglamento a rajatabla.
Hay quien dice –todo es posible en la dimensión desconocida del fútbol – que el Barcelona se juega dos títulos en cinco días. Puede ser… Máxime cuando tiene menos tiempo de recuperación (48 horas) ante la visita de su eterno adversario y también 48 horas para recibir al Chelsea. Algo que sale más favorecido el Real Madrid (72 horas).
Sin embargo, como todo es posible, podríamos decir lo mismo del equipo merengue. También se juega la Liga y llegar a la final de la Copa de Europa. De acuerdo, es una perogrullada… pero ¿y si pierden los dos equipos españoles ante sus rivales europeos la próxima semana?
El penalty claro de Cahill a Iniesta que el árbitro alemán y el asistente de área no pitaron |
LA HISTORIA SE REPITE
No es una pregunta baladí. El fútbol es un juego y todo pude ocurrir. Sin embargo, los españoles conocen de antemano las visitas de los equipos ingleses a España durante los últimos años. [Manchester United (Valencia), Tottenham (Madrid) y Arsenal (Barcelona)]. Seguirán la misma tónica de siempre: un sistema ultra-defensivo. El caso del Chelsea no será una excepción, después de lo visto y re-que-te-visto en Londres.
Por lo tanto, a priori no parece que pueda sorprender al FC Barcelona en el Camp Nou. No será fácil el partido, por supuesto. El rival pondrá un autobús en el área. Cabe recordar que en Stamford Bridge colocó nueve hombres en la defensa. [Líneas bien juntas, y por delante de los zagueros una “muralla” basculando de banda a banda.] Vendrá con la intención de proteger su “golito” y buscando la frase más manida de los entrenadores de antaño:
“Vamos muchachos, todos atrás… y a ver si suena la flauta”.
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