¿Reality show, broma pesada, un circo romano o volver al anti fútbol?
El premio nobel de literatura Albert Camus escribió: “cada paso que uno da se comete una injusticia en el mundo”.
Ensayista, escritor, dramaturgo y filósofo francés nacido en Orán que también trabajó como periodista y entre sus muchos libros –La Peste, El Extranjero, Calígula…– escribió un libro mágico: España Libre.
Albert Camus nunca ocultó su pasión por el “football”, un deporte que practicó en su juventud y que caló muy hondo entre los galos. Los franceses no sólo fueron expertos en Historia, también lo han confirmado en los deportes. Los documentos y sus libros lo demuestran.
Volviendo a la reflexión de Camus:
¿No se está cometiendo una injusticia con el FC Barcelona?
Miguel Miró
Se ha llegado a decir tantas barbaridades en los Medios de Comunicación que hasta se podría rescribir un libro como Celtiberia (Fútbol) Show y hasta se podría recuperar la Cárcel de Papel de Evaristo Acevedo. Y se sigue con la matraca, un día sí y otro también, que el Real Madrid juega mejor que el Barcelona. Le sacan defectos al juego azulgrana continuamente y a todo lo que dicen entrenador y jugadores.
¿Se ha firmado el Pacto de Tinel, a la inversa: todos contra club catalán?
¿Cómo se puede decir que se estudia la historia del FC Barcelona en los colegios y en las Universidades de la Ciudad Condal?
(Absolutamente falso).
¿Cómo se puede insistir que David Villa no juega porque está peleado con Lionel Messi?
(Precisamente cuando el asturiano estaba nervioso durante dos semanas por el juicio contra su ex agente y todo el vestuario lo sabía. Un juicio que ganó al final.)
¿Cómo se puede jurar ante la Biblia que a Higuaín le pegó el balón en el pecho cuando la “palomita” ha sido clara?
La polémica del penalty de Gonzalo Higuaín fue un escándalo. Duró toda una semana. ¿Había que defender al Real Madrid? Una soberana estupidez. El Real Madrid se puede defender por sí solo. Ha sido tal el bochorno que se llegó a decir que el tiro fue de Aduriz y el delantero estaba en el suelo dentro de la portería.
(Otra cuestión es si el árbitro y el linier no lo vieron claro en cuestión de segundos. Si es así se acaba “la polémica” y se acaba la “historia”. Algo que pocos lo dijeron. No interesaba.)
PARADÓN DE HIGUAÍN
Podemos imaginarnos al argentino viendo las imágenes y los sucesivos comentarios. Se partiría de la risa. Y con razón. Hizo lo que tenía que hacer: evitar el gol como fuera, ya que el francés Mathieu cabeceó al primer palo, lejos del alcance de Casillas.
(El delantero madridista pone primero el antebrazo y después despeja con la mano. Higuaín está en el suelo. El balón no le puede pegar en el pecho porque rebotaría en Alonso, que está delante de él.)
La noticia, en sí, no ha sido el clamoroso penalty.
La noticia: Se invierten los papeles. Un goleador evitó un gol e hizo las veces de guardameta.
Ante tantos disparates, daba la sensación que los Medios, en sus páginas deportivas, copiaban al dedillo, el debate de uno de los dos candidatos a la presidencia de la Nación. El juego de esperar lo que diga el contrario para rebatirlo o reírse de él.
Tanto o más esperpento como el “caballito” de Mestalla de un provocador portugués que ahora “promociona espinilleras”. O el ensayo “de los duros que se hacen los blandos” en el clásico madrileño. Acusando al rival (Atlético de Madrid) de abusar del juego bronco y malintencionado.
Hubo, sí alguna entrada dura, pero Di María, Marcelo, Ramos, Arbeloa y otros jugadores merengues pensaron que estaban jugando contra el Tottenham en el mismo escenario por la Copa de Europa.
En la cuestión del penalty del belga Courtois, lo más contradictorio es la tarjeta roja. No se trata de que sea rigurosa o no, sino la “intencionalidad” del guardameta. Después de ver 10 veces las imágenes el rojiblanco se lanzó hacia el balón y no hacia los pies que por la inercia derriba al delantero. Lo que sucedió: Benzema picó inteligentemente el esférico antes de ser derribado.
(De cualquier manera, el árbitro valenciano De la Hoz, no dudó un instante. No le dio tiempo a pensar sobre la “intencionalidad” o no del portero belga. Una de las premisas que siempre tiene que considerar el árbitro antes de actuar.)
PENALTY A XAVI
Largo y tendido se podía hablar del partidazo Milán-Barcelona en el Giuseppe Meazza. Dinámico, de portería a portería, y la sustancia de los cinco goles. Pues, no. La polémica se centró en que el penalty a Xavi no fue penalty. ¡Increíble! Tratar de convencer a los aficionados al fútbol que se tiró el azulgrana a la piscina. Realmente insólita la polémica. Porque el defensa rossonero primero le hace perder la verticalidad con un golpe en el tobillo y después le agarra con el brazo izquierdo.
No obstante, lo más grave ha sido el brindis al sol del corresponsal de un diario galo, que también participa en las tertulias en España. (Nos duele porque siempre consideramos serio o muy serio al diario L´Equipe). Con su madridismo recalcitrante sigue insistiendo que “se le acabó el ciclo al Barcelona”. Una frase del mismo personaje que lo viene repitiendo desde la victoria del Real Madrid en la final de la Copa del Rey en Mestalla del año pasado.
¿Cuál ciclo? ¿El de los 21 años dominando el fútbol nacional? ¿El ciclo de José Guardiola? ¿El ciclo del mejor equipo del mundo?
Un recurso que se sigue utilizando cuando no hay noticias.
Todo se contagia… menos la belleza.
LO QUE MUCHOS CALLAN
No tratamos de quitar mérito –que los tuvo– al Getafe por “romper” el invicto del FC Barcelona. Los jugadores se batieron el cobre en el campo.
Sin embargo, nos parece poco ético la forma de preparar el campo para el encuentro frente al equipo azulgrana. Mucho tiempo sin regar y sin segar, para evitar que ruede rápido el balón. Césped alto como los campos de Sudamérica. No deja de ser una ventaja para los locales y un freno o desventaja para el conjunto visitante, que tantas veces ha exhibido su fútbol en otros campos impecables de nuestra geografía y también en el extranjero.
Pueden llamarle como quieran a los autores de este desaguisado. ¿Picardía? ¿Juego sucio? No obstante, lo más común sería denominarle por su nombre: antideportivo. Un detalle que debería cuidar más la Real Federación Española de Fútbol y el Comité Nacional de Árbitros, que no deja de ser un “apéndice” del máximo organismo.
La Federación, presidida por Ángel María Villar, debería investigar estas irregularidades y cortarlas por lo sano. Por el bien del fútbol y para evitar lesiones graves entre los jugadores, según el calzado y los tacos que utilicen.
Además, no es la primera vez que se produce. (En Mestalla le pusieron arena al campo en los últimos Valencia-Barcelona) Ya ocurrió también en otros terrenos la temporada pasada. Si en ésta ocasión le tocó al Barcelona sufrir esta circunstancia, también podría perjudicar a otro equipo. O, mejor, a la selección nacional que practica un juego similar, haciendo correr el balón a ras del césped.
Un asunto muy serio que deberían censurar los Medios de Información en lugar de su tradicional monotema: atacar sin piedad al Barcelona durante un mes y medio.
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