La Liga española de fútbol
Si está pensando en el máximo goleador, todavía es demasiado pronto. Además la diferencia es realmente insignificante con respecto a los otros “candidatos”. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo (17 goles cada uno) tienen tres goles más que el senegalés Moussa Sow (Lille) y el griego Theófanis Gekas (Eintracht Franckfort), mientras que el búlgaro Dimitar Berbatov (Manchester United), lleva anotados 13 tantos.
Si está pensando en el mayor número de goles, también se equivoca. La Premier League y la Bundesliga, son los campeonatos que acumulan –481 goles cada una– el mayor número de goles con respecto a la Liga hispana (438).
Aunque sea difícil de creer el fútbol español “batirá” un nuevo e insólito record. La mayor acumulación de tarjetas enseñadas por los árbitros en los campos del fútbol europeo. En la pausa de las vacaciones Navideñas figuraba ya el record-jornada (70 amarillas en la última fecha) y sobrepasará el millar de cartulinas amarillas antes de que se acabe la primera vuelta de la competición.
Para ser exactos: los colegiados españoles han mostrado ¡¡¡946!!! amarillas y 55 rojas en 16 jornadas.
Miguel Miró
Un “record” que se nos antoja sorprendente y sonrojante, aunque ha pasado inadvertido. Un verdadero disparate si tenemos en cuenta que son más de 200 amarillas con respecto al campeonato francés y otro tanto similar en el calcio italiano. Pero si nos fijamos en la Premier League y la Bundesliga, podemos catalogarlo como una auténtico “escándalo”. Inglaterra, que lleva 19 jornadas (607), tiene 339 tarjetas menos y Alemania (538), 408 menos amarillas que la Liga española.
¿Qué está pasando en la Liga española?
“A los jugadores se le entrena para engañar,” afirma Valeriano Sánchez Armiño presidente del Comité de Árbitros. “Se fomenta el piscinazo, el engaño y vivir de espalda a la evolución de las reglas”. Se refiere a algunos equipos y agrega: “Es culpa de los propios clubes. Sus dirigentes tendrían que hacer algo en lugar de fomentarlo”.
“En el campo –prosigue- no se engaña al árbitro, a quien engaña es al equipo contrario”.
La protesta en grupo de tres jugadores bilbaínos al colegiado (y hasta de cinco “merengues” en el Real Madrid-Sevilla) no ha sido algo instantáneo y aislado, parece ser premeditado y preparado. Supone “meter presión al árbitro” o más bien amedrentarle ante 90.000 aficionados.
NO SE TOMAN MEDIDAS
La Real Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional no han tomado ninguna medida. Sin embargo hay un precedente –corto, raquítico e injusto- que crea jurisprudencia.
La FIFA sancionó a los dos equipos finalistas de la Copa del Mundo dirimida en Sudáfrica. Una multa en metálico por el comportamiento de los jugadores en el terreno de juego de las selecciones de España y Holanda. La razón: otro record insólito de tarjetas en un encuentro de los campeonatos mundiales. Catorce amarillas y una roja.
Cualquiera que piense y tenga sentido común se preguntará:
¿Por qué no se sancionó también al árbitro y a sus asistentes?, acaso no participaron en el guión del partido. El colegiado inglés “está exento de sanción porque no es profesional,” comentaron.
HOWARD WEBB
¿Recuerdan ustedes al árbitro? Sí; efectivamente, el inglés Howard Webb. El mismo que pitó el Suiza-España (0-1). El mismo que fue recusado por la selección uruguaya. El mismo que el Comité de Árbitros de la FIFA, presidido por el español Ángel María Villar, consideró como el mejor el mejor colegiado de la primera fase de la Copa del Mundo.
El sargento de policía británico que, según las reglas, no podía pitar la final del Mundial, después de haber dirigido la final de la Copa de Europa entre el Internazionale de Milán y el Bayern Munich en el Santiago Bernabéu (mayo-2010). No obstante, el comité se saltó el reglamento a la torera y ha sido el protagonista del España-Holanda y protagonista igualmente por entrar en el libro de los records de la Copa del Mundo FIFA.
No vamos a entrar a analizar las consecuencias que se originaron tras la recusación de la Asociación Uruguaya de Fútbol, pero sí el motivo: “No es justo que un árbitro inglés pite el Uruguay-Ghana, teniendo en cuenta el error garrafal (un gol de Frank Lampard no pitado) del colegiado uruguayo Jorge Larrionda en el Inglaterra-Alemania”.
Si injusta fue esa designación, también lo era para la final del Mundial. Pero sus palabras y la “mea culpa” de Howard Webb en los periódicos ingleses (haciendo mención a los colores de las “cards”) hicieron un extraño y curioso efecto. El famoso “Bobby” ha sido condecorado por la Reina Isabel de Inglaterra en el capítulo deportivo junto al golfista Graeme McDowell –vencedor del US Open Championship- y el rugby-man Michael Catt.
La entrada del holandés de Jong a Alonso en la final del Mundial. Una patada en el pecho. Juzguen ustedes:
¿No es roja directa? Por éste error Webb tendría que haber sido sancionado en lugar de "condecorado".
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