"Si perdemos, arde la Falla"
Por Miguel Miró
Por más que se empeñen algunos, el técnico
inglés Gary Neville no engañó a nadie.
Le llamaron de todo: inexperto, discutieron su
trabajo y la afición le “cantó” lo mismo que a Nuno Espiritu Santo (“…Vete ya”) pero nadie habla ahora de los últimos éxitos.
¿Amnesia repentina?
¿Críticas injustas?
O… ¿Es mejor resaltar la labor del nuevo
entrenador?
Los méritos son del técnico inglés.
La terapia
de grupo, el efectivo sistema
defensivo del equipo y la recuperación del tunecino Abdenamour en la última
línea que fueron decisivas. Y asimismo la actitud siempre positiva de Gary.
Los jugadores lo saben perfectamente, pero no
lo dicen por no dejar en off-side al entrenador Ayestarán.
Fue él quien puso la semilla del conjunto
valenciano.
Gary Neville no engañó a nadie.
Fueron injustos los “criticones” que se
negaron a reconocer sus pros y sus contras, como también su profesionalidad
como técnico.
¿POR QUÉ?
Nadie entendió sus palabras en su última Sala
de Prensa:
“Si se pierde el partido, arde la
Falla”.
…Y el partido se perdió y Neville se marchó, pero
dejó la semilla para la recuperación del equipo, destrozado por el binomio
Nuno/Mendes y la inopia de los dueños del club.
Gary Neville tenía que decidirse entre
Valencia o la Selección Inglesa. Tenía un ultimátum encima de la mesa. Estaba
entre la espada y la pared.
Al final, hizo lo que tenía que hacer: cumplir
su contrato con la FA (Federación Inglesa).
Se lo jugó a un partido y perdió.
Ésta es la verdad. Y por más que le
criticaron, su comportamiento ha sido impecable. Otra cuestión son los resultados
de antes y los de ahora. Pero en el tramo final de la Liga se ha demostrado que
Gary Neville tenía razón. Dejó la semilla y ahora se recogen sus frutos.
Nos referimos, claro está, a las dos victorias
de Valencia ante Sevilla y Barcelona que tienen su estilo y su significado...
…Los dos siguientes tienen poca historia. La
goleada frente a Eibar fue motivado por el relajamiento del cuadro guipuzcoano
al conseguir la permanencia en Primera y ante Getafe, donde se volvieron a
repetir los errores del pasado.
FE EN EL
JUGADOR
Lo más importante de Gary Neville es que creía,
cree y creerá en “el jugador de fútbol” y de haber seguido en el club
valenciano, se habría ganado no sólo al plantel, sino también a los aficionados
más fanáticos.
No debemos olvidar que cambió radicalmente la
actitud hostil de la hinchada. Y nunca le molestó conversar con los aficionados
más “gritones”.
El legado que dejó en Valencia fue importante,
aunque seguramente no le hayan valorado sus verdaderas intenciones y su
trabajo.
Neville, durante su estancia en la ciudad del
Turia, reestructuró el sistema defensivo de Valencia:
Tres full-backs, en triángulo y relevos; dos
laterales y una pareja de stoppers, uno de ellos con libertad para subir al
ataque.
Además el inglés apeló:
A utilizar la inteligencia
La destreza física
Aumentar la autoestima
Fomentar el compañerismo y la lealtad en el
grupo…
…Y elevar, por encima de todo, el status del
futbolista.
Gary Neville tiene el título de entrenador y
no tiene que demostrar a nadie sus cualidades, que las tiene, para dirigir a un
equipo grande europeo.
Además, para los escépticos, sabe mucho de fútbol.
De fútbol-fútbol y no de bar.
TEAM IRREGULAR
Y SUS CAUSAS
No se necesita ser muy inteligente para
determinar los factores de la irregularidad del equipo valenciano en las
últimas dos temporadas. La etapa rocambolesca de Amadeo Salvo-Francisco Rufete
llena de disparates y la del relevo, en la que Nuno-Mendes imponían sus reglas.
Enumeremos las causas.
1.- El jugador necesita tranquilidad y no
sobresaltos contínuos por una pésima gestión. Quiera o no, el futbolista se
entera de todo. La desbandada general no benefició a nadie, y menos al plantel.
Nadie estaba seguro de continuar en el equipo.
Todo se hizo a la ligera, sin pensar en las
consecuencias.
Además, se cambió de entrenador en pocos
meses, después de prometerle el oro y el moro, en una misma temporada.
2.- Demasiados fichajes jóvenes –sin seguimiento
antes de su aprobación– y los futbolistas no son tontos. Los cambios no son
malos, pero demasiados cambios provocan recelos, enfrentamientos o silencios
intencionados.
Además, el plantel sabía perfectamente la
amistad Nuno-Mendes (carne y uña). No se hizo un equipo para brillar, sino para
presuntamente “vender”.
Delirante la titularidad de Danilo Barbosa
(cedido) y delirante la suplencia de Negredo. Extraordinario Cancelo y pésima
la estrella millonaria de Rodrigo: mucha velocidad y poco gol. La dilatada
renovación de Feghouli, y los cambios de guardametas. ¡Pobre Domenech…!
Los caprichos terminan siendo caros, y algunos
carísimos.
Estas son algunas -hay muchas más- de las
causas reales de la irregularidad de Valencia.
MONTAÑA DE
ERRORES
Una montaña de errores y horrores se
cometieron en el Valencia Club de Fútbol. Nadie debe olvidar los contínuos y
múltiples fallos cometidos por los “dueños” del club y la corresponsabilidad
del agente Jorge Mendes.
Una hemorragia, sin duda, por falta de
experiencia.
Incluimos, desde luego, a la Fundación del
Club que cedió a las pretensiones de Amadeo Salvo que se empeñó, desde el
primer momento, por la sociedad Peter Slim-Jorge Mendes en la compra del club.
Además, se ha comprobado que un club de fútbol
no se puede gestionar como una empresa normal y corriente. Es más, mucho más. Se
trata de un sentimiento. El símbolo de una ciudad, de una Región entera en la
que participa una enorme masa bullanguera llamada afición.
No podemos olvidar las palabras de Vicente
Calderón y Alfredo di Stéfano.
“Para ser
presidente de un club –dijo el ex responsable de Atlético de Madrid- tiene que gustarle y además conocer el club por dentro. Sentir los
colores. Nunca deben mezclarse los negocios particulares con la entidad”.
Por su parte, Di Stéfano, que dirigió tres
veces a Valencia:
“No es cuestión
de magia ni de milongas, todo depende que la pelotita entre o no entre en la
portería”.
AMISTADES
PELIGROSAS I
En la presente temporada se produjeron
demasiadas tormentas. La fricción entre Jorge Mendes y los responsables del
área técnica del Club. La dimisión del presidente (miembro de la Fundación) con
un jugoso finiquito. El despido fulminante del responsable de la secretaría técnica y el manager general.
Tres denuncias y una querella del presidente
de una plataforma (Marea Valencianista), que a su vez había ocupado el puesto
de vicepresidente en el club.
Y para rematarlo tres cambios de entrenador.
1.- Nuno Espiritu Santo
2.- Gary Neville
3.- Francisco Ayestarán
Las amistades peligrosas, sucintamente,
comienzan antes de la compra del club. La incoherencia del binomio Salvo-Rufete
en dirigir la Sociedad Deportiva. Sin tener un mínimo conocimiento de la
materia y sin estudiar la situación del club a través de profesionales de
reconocido prestigio. El único programa concreto fue “vender” la sociedad lo
más rápido posible.
Contratación y cese de técnico yugoslavo
Miroslav Djukic y la llegada del argentino Juan Antonio Pizzi, que también fue
despedido. Sin tiempo para valorar las consecuencias.
La publicación de las nóminas de los jugadores
de la plantilla valenciana por la acuciante necesidad económica fue otra de las
“ideas brillantes”, a pesar de la ilegalidad vigente. Esto provoca una desbandada general de jugadores para
resolver las deudas pendientes a corto plazo.
AMISTADES
PELIGROSAS II
Igualmente las amistades peligrosas del
entrenador Nuno Espírito Santo-Jorge Mendes y los números reales de los
fichajes, que a la larga todo se sabe.
Primera denuncia, que no tiene desperdicio, de
Miguel Zorío, presidente de la Plataforma Marea Valencianista contra Peter Lim,
Jorge Mendes y Amadeo Salvo.
"Los delitos son de
administración desleal, corrupción en la administración de negocios, delito
societario y apropiación indebida, y evidentemente se han aportado pruebas
consistentes y sólidas respecto a los delitos mencionados. Las pruebas no
proceden del Valencia. Sino de los propios clubes obligados por bolsa a dar
datos y la Comisión de Valores," dijo Miguel Zorío.
La causa fue archivada,
aunque fue la chispa que encendió la mecha.
Después llegó la dimisión
de Nuno Espiritu Santo y la llegada del británico Gary Neville (elegido por
Peter Lim y no por Jorge Mendes).
La cabeza del cuerpo
técnico buscó dos colaboradores (Miguel Ángel Angulo y Phil Neville). Después,
se abrió un abanico más amplio con varias incorporaciones más: Jorge Sorlí
(re-adaptador), Francisco Ayestarán (ayudante), José María Ochotorena
(guardametas), Andy Scoulding (analista), David Le Moel (traductor), Jason Chen
(análisis táctico). Pero se desinfló como un suflé al marcharse el inglés que
tenía contrato con la selección nacional de Inglaterra.
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El primer paso de la
presidente del club, Lay Hoon y del propietario Peter Lim, ha sido reunirse en
Madrid con el secretario técnico (Jesús García Pitarch) y pasar página a la presente
temporada.
El club buscará un
entrenador de prestigio y se estudiará el tema de la plantilla de jugadores. La
intención –por lo menos es lo que dicen- es no repetir los errores anteriores y
restructurar al club desde los cimientos.
De abajo hacia arriba.
Buenas palabras, buenas promesas, pero habrá que comprobarlo la próxima campaña
de Liga.
En el club deben cambiar
muchas cosas.
Y muchos temen, y con razón,
que el intermediario de jugadores Jorge Mendes siga metiendo baza en la
Sociedad Deportiva, especialmente por su amistad con Peter Lim.
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