Martino vs Simeone,
del
derecho y del revés
(y II)
Por Miguel Miró
Sin pegarle patadas al
diccionario, que puede ser lo más normal –yerra quien diga lo contrario– trataremos
de aclarar una acepción: Tata. En
España tiene un significado claro (tata,
niñera). Sin embargo, en el Río de la Plata algunos dicen que es padre y otros, abuelo.
Asimismo también se
usa en el lenguaje del campo “Tata dios”,
refiriéndose concretamente al Dios creador. No obstante, si nos regimos por los
diminutivos, Tata podría ser Tata-rabuelo.
O si proviene de la lengua guaraní (Paraguay) se puede referir al Tataibá, mora silvestre o Tataré, un
árbol.
El Tataré es un árbol grande de madera
amarilla que se emplea en ebanistería o para la construcción de barcos.
Sinceramente nos
inclinamos por abuelo, porque le da
un grado cariñoso y de respeto basándose en su experiencia.
Aunque, en realidad,
quién tiene que aclararlo es Gerardo Daniel Martino, actual técnico argentino
del FC Barcelona. Un apellido de origen italiano y que por sus venas fluye
sangre “leprosa”, la sangre roja y negra de Newell´s Old Boys.
El club rosarino que
nació en un Colegio Inglés con el nombre de Nuevos
y Viejos Alumnos. Similar a Alumni (alumnos) en Buenos Aires
NI PIES NI CABEZA…
El fichaje y la
presentación de Gerardo Martino por el FC Barcelona pareció más bien una
película de humor, versión los Hermanos Marx. Sin pies ni cabeza y situaciones
inconexas.
Sobre todo por la
situación embarazosa de la dimisión particular y meditada de Francisco Vilanova
por su grave enfermedad.
Una consecuencia
inesperada en pleno verano (julio caliente), sin re-cambios de peso y después
de reforzar el cuerpo técnico adaptándolo a las necesidades de Tito Vilanova.
Si, además, añadimos
los caprichos de un presidente autoritario que quería tener todo controlado y
el club “parecía que se le iba de las manos”.
Además, nos sorprendió
la actitud sumisa del secretario técnico de Barcelona, Antonio Zubizarreta, que
se convirtiera en “la Voz de su Amo” (Alejandro Rosell) y por ende se comiera
todos los sapos. Siempre, todo hay que decirlo, bajo la sombra –como un “guardaespaldas”
del “guardamás”– José María Bertoméu.
Los más sonados:
¬ Despido del francés
Eric Abidal.
(Añadiendo la metedura
de pata de Bertoméu que le prometió la renovación si disputaba un partido de
Liga… y jugó un total de cinco matches.)
¬ Traspaso de Thiago
Alcántara a Bayern Münich.
(La callada por
respuesta en todo momento. Sin responder a la llamada del jugador. Rosell
quería traspasarle, sabía que el club necesitaba dinero con la operación-Neymar.)
¬ Dimisión de
Francisco Villanova.
(Un hermetismo con
siete llaves. La entrevista de Rosell con Vilanova y su médico, nunca se reveló
en toda su extensión.)
¬ Contratación de Gerardo
Martino.
(Una carambola
prácticamente increíble. Porque fue fiel a Newell´s Old Boys y rechazó primero Málaga (Mario Husillos habló con él) y
después Real Sociedad (en principio,
Javier Pérez lo dio como hecho), pero el técnico argentino no quiso dejar
tirado a NOB en la Copa Libertadores. Y coincidió la eliminación del cuadro
leproso en semifinales frente Atlético
Mineiro con llamada procedente de Barcelona. Igualmente, le había prometido a
su mujer un “año sabático” con la familia.)
A BOTE PRONTO Y DE PRISA, DE PRISA
El primer nombre que
surgió fue Manuel Pellegrini. El
presidente ignoraba que se había comprometido con Manchester City. Pero se le
llamó al chileno para conocer su situación.
El “no” de Michael Ladrup ha sido evidente: había
renovado contrato con el club galés Swensea. Ernesto Valverde siempre fue el preferido de Zubizarreta, sin embargo se le descartó para respetar las
intenciones de su antiguo club bilbaíno.
Sólo le quedaron dos: Luis Enrique Martínez –ya fichado por Celta de Vigo, entidad que despidió
inexplicablemente a Abel Resino, técnico que salvó al equipo del descenso– y Gerardo Martino.
Marcelo Bielsa se descartó él mismo,
por su fugaz paso por el RCD Español y después de su experiencia en Athletic de
Bilbao. Quien se quedó entre Pinto y Valdemoro fue el portugués Andrés Villas Boas a pesar de unas
conversaciones previas (antes de la dimisión de Vilanova) en una fugaz visita a
la Ciudad Condal que no terminaron en nada.
JUICIO SUMARÍSIMO POR TELÉFONO
Ninguno de los
entrenadores citados le gustaba a Alejandro Rosell. La dimisión de Vilanova
trastocó todos los planes del presidente. El candidato suyo, que tenía bajo la
manga para después del verano 2014, era Luiz Felipe Scolari, dando por seguro
que Brasil va a ganar la Copa Mundo FIFA 2014.
Con sus perspectivas
truncadas desconocía la trayectoria y los éxitos del técnico argentino Gerardo Martino.
Por eso Rosell mandó a
Zubizarreta que se pusiera en contacto con él y le hiciera un cuestionario
kilométrico, propio de un “juicio abierto y sumarísimo”. Todo se hizo por
teléfono, video conferencia o “Whats App” en lugar de un viaje relámpago, algo
lógico en estos casos.
La versión del club
fue que el tiempo apremiaba a mediados de julio y la elección debía ser en
tiempo record: más o menos una semana o 10 días.
Todos los que conocen
a Gerardo Martino saben sus profundos conocimientos de fútbol, como jugador y
entrenador. De su amistad con Marcelo Bielsa, quien le dirigió como entrenador.
Y también el cariño eterno que ambos profesan por Newell´s Old Boys.
Además, Martino sabe escuchar,
sabe explicar y sabe enseñar. Pero no sabíamos que también sabe ser paciente.
Zubizarreta y su
sombra José María Bertoméu se quedaron de piedra al conocer a un “libro
abierto”.
Tal cual como es
Gerardo Martino.
No sólo por su
franqueza y naturalidad –que también–, sino por su planteamiento y razonamiento
claro y profundo sobre el FC Barcelona y todos sus secretos. Explicó al detalle
la forma de trabajar del equipo. Su fórmula de juego, su estilo, su plantel, dio
su opinión de cada uno de los jugadores, sus figuras en la selección española… Y
el prestigio que tenía el equipo en todo el mundo por su manera de interpretar
el fútbol.
PRESENTACIÓN ATÍPICA
Si atípica resultó la
presentación que hizo Antonio Zubizarreta del nuevo entrenador de Barcelona (no
se cansó de repetir la mención a Francisco Vilanova en todo momento), lo mismo
ocurrió con las preguntas de los informadores.
¿La lista de los otros
candidatos? ¿Por qué no eligieron a Ladrup? ¿El partido amistoso ante la
selección de Israel?, ¿Messi tuvo algo que ver en su fichaje? etcétera, etcétera…
A pesar aclarar que la
filosofía del Barcelona no cambiará con Gerardo Martino, el secretario técnico azulgrana
reconoció que nada tuvo que ver Lionel Messi por el fichaje del entrenador.
Igualmente anunció que su fichaje es por dos temporadas.
Una mentirijilla más
de la “Voz de su Amo”. Rosell desapareció de la rueda de Prensa para esquivar
preguntas inoportunas, pero seguía teniendo dudas. Hasta el punto que firmó al entrenador
argentino por una temporada y otra más, siempre y cuando ninguna de las dos
partes –club / técnico– renunciara a su
continuidad.
Lo más sorprendente ha
sido que Martino habló poco o nada en la sala de Prensa (Increíble, ¿no?), pero
no es por culpa suya, sino porque las preguntas reiteradas se dirigían más al
club y no al nuevo técnico.
CAMAROTE DE LOS HERMANOS MARX
La segunda historia
para no dormir se produjo en las primeras semanas de trabajo con el FC
Barcelona. Llegó a la Ciudad Condal con tan sólo dos colaboradores: su segundo,
Jorge Pautasso y el preparador físico, Elvio Paolorosso. Y se encontró con una
una veintena de colaboradores y tres técnicos.
Gerardo Martino tuvo
buen criterio y decidió adelgazar el “cuerpo técnico” sin asumir su
responsabilidad y le dio la “patata caliente al club. Y efectivamente, desde la
dirección deportiva se ocupó de colocarles, respetándoles su contrato.
La pre-temporada no
fue suficiente por la premura del tiempo y la gira algo “disparatada”
organizada por el presidente del FC Barcelona. Con “clinics” que no servían
para nada salvo para un recorrido turístico y rivales de suficiente calidad
para poner a punto al equipo.
Sin embargo, Martino tuvo
tiempo suficiente para ponerse al día y conversar –algo muy común en él– con cada
uno de los jugadores de la plantilla y organizar planes con cada una de las
líneas del campo.
RECUPERADOR DE ESTRELLAS
Gerardo Martino fue
categórico en decir “no” al traspaso de Francisco Fábregas. Aunque la oferta de
la Premier League fue apetitosa. Creyó fielmente en el mediocampista, y Fábregas
se lo agradeció en el campo. Trabajó física y psicológicamente con el chileno
Alexis Sánchez para recuperar su autoestima.
Y lo mismo hizo con
Neymar da Silva, para que se adaptara rápidamente al equipo. Sabía, aunque no
lo dijera, que Lionel Messi no estaba físicamente bien, después de la lesión
ante Paris Saint Germain en la Copa de
Europa pasada. No obstante, habló mucho con él. Particularmente y con el grupo.
No se debe olvidar que
el técnico azulgrana tiene una norma muy estricta. Nadie, absolutamente nadie
debe estar presente en la charla con la plantilla.
¿Cuál era el problema
de Alexis?
La mala memoria de los
aficionados y el FC Barcelona que le pretendía traspasar. Mala memoria, sí, porque
nadie recordaba el año aciago que pasó después de su lesión de varios meses.
Aquélla que se produjo en el Estadio de Anoeta y estuvo casi un año para
recuperarse.
Martino comprendió lo
que le pasaba y le puso las pilas. “Tú tienes que jugar como lo haces en la
selección chilena”.
El caso de Fábregas,
que tenía una empanada en la cabeza, fue similar. “Tienes que jugar igual que
en el Arsenal”.
En cuanto a Neymar,
comprensión, charla y entradas en el equipo en cuente gotas. Siempre con la
misma filosofía que el fútbol de Barcelona tiene que ser protagonista en cada
partido. Todo el equipo comprometido en la misma causa.
NO SE PARECE A MARCELO BIELSA
No tiene una idea fija
como Marcelo Bielsa, aunque comparte que
equipo sea dominante y protagonista en cada partido. Su particular diferencia
consiste en observar y escuchar. No cambia el estilo del equipo, pero intenta
darle más recursos en cada partido para no ser demasiado previsible.
Su primer trabajo fue
recuperar la presión en campo contrario. Esta idea ha funcionado en muchos
partidos, pero supuso un desgaste físico superior. Al mismo tiempo, la presión
arriba tiene el problema de un desorden defensivo –recuperar la posición en el
campo– que supone ante un rival netamente ofensivo.
Fue experimentando
fórmulas. Dos extremos abiertos pegados a la banda. Intercaló pases cortes con
pases largos. La salida desde atrás de un central o mediocampista. El contragolpe,
que tanto hizo daño a Real Madrid en el Camp Nou, aprovechando la subida de
todos sus efectivos. Todo combinado con el juego horizontal y de toques, que siempre
respetó.
El equipo ganaba pero
sorprendentemente las críticas fueron más airadas y duras con los cambios en el
sistema (que nunca tocó). La protesta de aficionados y los medios de
comunicación, que pretendían que el juego fuera más exquisito.
Además, se añadieron
otros dos problemas: la pretemporada corta y las vacaciones cortas de los
jugadores. Sin una preparación física adecuada y el desconocimiento del duro/loco
calendario, en que los equipos, en su gran mayoría, tengan una “pájara” o bajón
de dos o cuatro semanas.
LAS ROTACIONES DESCONCIERTAN
La idea de las
rotaciones la impuso el preparador físico, Elvio Paolorosso, con la aprobación del
técnico. Bajo nuestro punto de vista, un grave un error. Por un lado se buscó la
participación de todo el plantel, pero como una teoría equivocada.
¿Cuál?
La rigidez del reloj.
Se contaban los minutos de cada uno de los integrantes y provocó un total
desconcierto. La intención es buena con pequeñas dosis, pero no en general.
Ya lo criticamos en su
momento. El fútbol no es igual que el basket-ball. Y menos, en medio de tres
competiciones. Los futbolistas necesitan unión/concentración/ritmo de partidos
de forma continuada para un rendimiento
completo (100%).
Las dos derrotas
seguidas (Ajax y Ath Bilbao) hicieron saltar las primeras alarmas. Pero se
solucionaron después con buenos partidos, buenos goles y buen juego.
No decimos, ¡cuidado!,
que este haya sido el principal problema del FC Barcelona. También influyó la
lesión de Lionel Messi. Un impacto más mental entre los jugadores. Sin embargo,
sin el mejor jugador del mundo, el equipo mantuvo el liderato en el campeonato
de Liga, y sorteó bien los encuentros europeos.
De esta manera se pudo
comprobar los progresos de Francisco Fábregas –con libertar en el campo– y la
explosión de Alexis Sánchez y Pedro Rodríguez. Y algo muy importante, el
trabajo específico a Javier Mascherano en la posición de full-back. Más
consistente en su difícil posición. La rápida adaptación de Bartra y la
recuperación de Carlos Puyol.
VUELVE MESSI Y NUEVA CARGA EMOCIONAL
El regreso de Lionel
Messi fue una fenomenal noticia. A pesar de algunos retrógrados por su posición
en el terreno. El argentino, que empezó de extremo (Rijkaard) no ha cambiado su
juego. Todo lo contrario, enriquece al equipo. Igualmente, sus pases entre
líneas ya los realizaba (Guardiola). Sólo le falta ritmo de partidos, nada más.
Lo que nadie
sospechaba –aunque algunos lo presentían– la crisis institucional y la dimisión
de Alejandro Rosell. Una historia que todo el mundo del fútbol conoce como “caso
Neymar”. Una carga emocional y psicológica que no iba a pasar inadvertida por
los jugadores.
Dos empates (Atlético
Madrid y Levante), clasificación para las semifinales de Copa…
Nos extrañó que las
secuelas de un club descabezado –por más que lo niegue José María Bertoméu– no
se produjera antes entre los jugadores.
Pero sucedió en Liga
ante Valencia. Se desplomaron por la carga emocional. No busquen fantasmas
porque no los hay. No busquen culpables, porque no los hay.
Ha sido algo lógico,
si nos permiten. No obstante, pensamos que es pasajero. Quién se cae… se
levanta. Ya lo verán.
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