miércoles, 8 de febrero de 2012

GUARDIOLA NO INVENTÓ “EL FALSO 9”

Alfredo Di Stéfano ya jugaba en esa posición durante su etapa “merengue”

José Guardiola no inventó “el falso 9”. Su gran mérito fue sacar de la línea de cal a Lionel Messi para “explotar” sus excepcionales condiciones. En esa nueva posición pudimos comprobar –como todos los buenos aficionados– que sus cualidades fueron creciendo. Hasta convertirse en el mejor jugador del mundo. Algo que ha sido reconocido en todo el planeta, a excepción de algunos escépticos.

--El teniente coronel del ejército magyar: Ferenc Purkzfeld Biró, jugador del Honved y la selección húngara.
¿Quién fue el primero en cumplir esa función?
--El húngaro Hidegkuti en el estadio de Wembley-1953.


Ferec Puskas, una leyenda del fútbol, ha sido quien inventó el "falso 9"
Miguel Miró
Muchos han sido los jugadores que actuaron de “falsos 9”. No obstante, podemos dar un ejemplo: el mejor “9” de la temporada pasada, Álvaro Negredo que defiende y ataca y tiene una zurda prodigiosa.
No obstante, retrotrayéndonos en la historia, también podemos decir que Alfredo Di Stéfano ya jugaba de “falso 9” en el Real Madrid de la “Belle èpoque”. Y estamos hablando de los años cincuenta. Todos sabemos que la “saeta rubia” empezó de delantero centro (centreforward) en el River Plate argentino. Un equipo plagado de estrellas. Di, después, se consagró en el Millonarios de Bogotá.
Su posición cambió en el Real Madrid y continuó marcando goles.
Alfredo Di Stéfano ha sido “tan completo como jugador” que, según los especialistas españoles le denominan como “un fenómeno técnico-táctico y físico”. Aparecía donde menos se le esperaba por su velocidad supersónica. La saeta rubia estaba en todos los lados, como San Sebastián. Apoyaba, acompañaba y definía.
Un verdadero “monstruo” dentro del terreno de juego. Volante defensivo u ofensivo, cuarto zaguero, delantero nato. Corría todo el campo y también armaba el juego del equipo.
(Lástima que tuvimos que verle a través de películas y en Canal 5 cuando repitieron las finales de las cinco primeras Copas de Europa del Real Madrid)
Lo que no sabemos –habría que preguntárselo a él– es quién le convenció para jugar de “falso 9”. ¿El entrenador de entonces, Enrique Fernández? ¿Por su propia iniciativa? Alfredo Di Stéfano empezó a jugar en el Real Madrid el año 1953. Precisamente la fecha  del célebre partido Inglaterra-Hungría. Los ingleses perdían su invicto (3-6) en su monumental estadio de Wembley ante 100.000 espectadores.

Nandor Hidegkuti, nº 9 de la selección húngara que maravilló en los cincuenta.
INVENTOR DEL “FALSO 9”
La idea de esa variante en el campo fue sugerida por el oficial del ejército Ferenc Purkzfeld Biró, más conocido por Pancho Puskas. El número 3 en la lista de goleadores de toda la historia del fútbol (512 goles en 528 partidos). El célebre “Cañoncito pum, pum!!!”. (Así le denominaría el recordado abogado y periodista Manuel Sarmiento Birba, amigo íntimo del jugador y del checoslovaco, Ladislao Kubala). El delantero del Honved y la selección húngara se cambió su apellido (Purkzfeld, de origen alemán) en la segunda Gran Guerra por el de “Puskas”. En el idioma magyar significa “escopeta”.   
La genial idea se produjo días antes del memorable partido Inglaterra-Hungría en Wembley-1953. El técnico magyar Gusztav Sebes mantuvo la tradicional charla con los jugadores para intercambiar ideas. Puskas, capitán del equipo, propuso su estratagema:  
“Lo mejor que podemos hacer es que se retrase Hidegkuti (el nº 9) para que fluctúe en distintas posiciones. De esta manera podemos confundir a la defensa inglesa. El zaguero le seguirá y se abrirán nuevos espacios. De esta forma, Hidegkutu ayudará a Boszik para armar el juego y nos dará más facilidades a los otros atacantes”.
La selección húngara le dio un baño a Inglaterra, que perdió el invicto en la catedral del fútbol. Hungría ganó 6-3 y recibió la ovación de los aficionados británicos al final del partido. Después, los ingleses pidieron la revancha. Total: perdieron por goleada en Budapest (7-1) al año siguiente.

HIDEGKUTI Y 40 LIBROS DE FÚTBOL
Como lo demuestra la historia Nándor Hidegkuti ha sido el primer “falso 9” en el match internacional Inglaterra-Hungría. Aún así fue autor de tres de los seis goles de su selección en el estadio de Wembley.
Titular en el equipo de “Oro” de Hungría, Hidegkuti ha sido 69 veces internacional y 39 goles. Dieciséis años de jugador activo, debutó en el Elektromos y terminó en el TMK, en el que comenzó su etapa de entrenador. En los dos clubes y la selección anotó un total de 282 goles.
Entre otros equipos dirigió en Italia la Fiorentina, con la que consiguió la Recopa de Europa. Se retiró después de cumplir su contrato en el Al-Ahly de Egipto.
Hungría vivió una década prodigiosa en la que revolucionó el fútbol en los años cincuenta. Una generación extraordinaria que consiguió la medalla de Oro en los JJOO de Helsinki. Maravilló en Europa con su equipo nacional y también con el célebre club del Ejército, Honved de Budapest. Y pudo y mereció haber ganado la Copa Mundo FIFA-1954 disputada en Suiza.
Perdió su invicto (dos años y 30 partidos) en la final del mundial ante Alemania Federal (3-2). Un rival al que en la fase de grupos había ganado 8-3. Lo que no contaban los magyares es la “pócima secreta” que tomaron sus rivales. Los alemanes utilizaron estimulantes en aquél partido y no existía control anti-doping en los encuentros.
Sin embargo, Hungría revolucionó al fútbol por sus sistemas de juego y abrió un abanico de posibilidades adelantándose al futuro. Tácticas tan novedosas como el después llamado “fútbol-total” y la táctica del “4-2-4” que después copiaría Brasil.
También fue importante la publicación de libros de fútbol: más de 40 con firmas tan prestigiosas como Bela Guttman y la biografía de toda una generación. Los jugadores de la selección nacional magyar y del legendario y mágico Honved.

Final Copa Mundo 1954. Hungría - Alemania Federal
OTROS “FALSOS 9”
El polaco Raymond Kopa –nacionalizado francés– actuaba de “9” en el Stade de Reims y como fue un jugador excepcional se convirtió en uno de los mejores “7” en las filas del Real Madrid. Todavía existen películas en blanco/negro que sorprenderían a cualquiera. El galo sabía utilizar todas las marchas y sus driblings eran como los “cortes” del célebre y lacrimógeno tango.
A posteriori, otro fenómeno como el brasileño Edson Arantes do Nascimento “Pelé” también arrancaba desde atrás. ¿Por qué? Porque tenía más panorama y más campo para moverse. Además, desde muy joven se adaptó a todas las posiciones del equipo. Y como su hijo: jugó hasta de guardameta.
Pelé fue, durante su trayectoria, primo hermano del gol. A veces participaba en todos los ataques y otras, no. Estaba “missing”. Ahí empezaba el suspenso. Porque una genialidad suya se transformaba en gol. El gol de victoria.
Años después, apareció otro fuera de serie del fútbol, que también era goleador nato y llevaba el “9”. Los españoles lo pudieron comprobar y ver en Madrid, cuando se disputó la final de la Copa de Europa-1969 (Ajax-Milán). Perdió el team holandés, pero el foco de atención estaba en ese delantero centro joven y flacucho que luego se convertiría en estrella mundial: Johann Frederick Cruyff.
Otro futbolista que también modificó su apellido. Para escribirlo en su idioma era complicado.
Se consagraría con su equipo Ajax de Amsterdam, Barcelona de España y la selección “naranja” en la Copa Mundo FIFA-1974. Un fenómeno que también jugó de “falso 9”, ya que organizaba el combinado en el campo y también marcaba goles. Además, se volvió a utilizar aquello de que se trataba de un “monstruo técnico-táctico”. ¿Les suena?


VOLVAMOS A GUARDIOLA
Recordamos que José Guardiola no inventó el “falso 9”, pero sí tuvo mucho que ver con la explosión de Lionel Messi. Frank Rijskaard le ponía de extremo derecho, pegado a la banda. El argentino no sólo se “ahogaba” metafóricamente y le faltaba campo para desarrollar su talento. Además, sólo tenía una pierna –la izquierda– y quedó demostrado en el Liverpool-Barcelona, ante el marcaje impecable de Arbeloa vestido de “red”.
El actual técnico del equipo azulgrana le cambió de posición en el campo, e igualmente,  le dio libertad de movimientos para sacara todo su repertorio. El repertorio de su infancia. La confianza del entrenador y la respuesta del jugador ha sido empatía. Lo que dejó claro: se soltó, cogió confianza y marcó goles con la pierna derecha y también con la cabeza.
Lo del “falso 9” que tanto se habla es una anécdota más.
Si nos basamos en el juego del Barcelona pueden haber más “falsos 9” que Messi… Nos referimos a Fábregas, Alexis Sánchez, Villa.
Incluso Andrés Iniesta. Ante el Santos de Sao Paulo jugó de volante-ofensivo porque sabía cómo aprovechar el caracoleo de Thiago por la izquierda.
Lo que sí podemos decir: Hungría “revolucionó” el fútbol la década de los años cincuenta, pero el equipo azulgrana mantiene una hegemonía de 21 años en España y es el Rey del Mundo en la primera década del nuevo Millenium.

El Honved de Oro y sus grandes estrellas.


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