Shakira no le desconcentró nunca; Sara aumentó sus “cantadas”
La guerra y el asedio a Gerardo Piqué y la cantante colombiana Shakira han sido, si se nos permite, demencial. Como si se tratara de la persecución de unos “delincuentes” o de los famosos “Bonnie and Clyde”. Un acoso disparatado por parte de los paparazzi y los medios del cuore: llegaron hasta poner precio a la “exclusiva” por pillarles juntos.
También es verdad que no se quedaron cortos algunos medios deportivos madrileños. Escupiendo la “mala milk” -ciertos personajes fanáticos, todo hay que decirlo- que buscaron la intención de desestabilizar, intimidar y poner nervioso a Piqué en los partidos de Liga y en los clásicos.
Por Miguel Miró
Y… en los cuatro clásicos programados rozando casi el esperpento. En poco más de dos semanas por la negligencia de Federación Española (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que demostraron una ineptitud supina en este aspecto y un falto de tacto increíble.
Suponía poco menos que “imposible” –según ambas organizaciones- modificar la fecha de la final de Copa y sin embargo, accedían a los cambios del calendario tras las “amenazas” de huelga de la patronal con el fin de obtener “más beneficios económicos”.
Los dos entes quedaron retratados, olvidándose que los deportistas no son máquinas y sin embargo “personas”.
Por su parte, los medios deportivos y del corazón le han permitido todo a Enrique Casillas y su pareja, Sara Carbonero. Demasiadas flores. Ha sido sorprendente cómo algunos perdonaron los errores del guardameta en los ¡cinco goles! que le marcaron en el Camp Nou, sus “cantadas” en la selección, en el campeonato de Liga y en el último clásico presentándose como “víctimas” y negándose a saludar a sus rivales al final del choque.
Cualquiera puede cometer errores, estamos de acuerdo. No somos perfectos. No obstante, nos llamó mucho la atención que a Piqué siempre le llovieron palos y a Casillas, demasiadas flores.
Puede que a muchos podrá haberles resultado divertido. Hay muchos adeptos a la farándula, los chismes del corazón o simplemente romper un secreto a voces. Un núcleo rosa que borda el límite de lo privado y público. Revistas y programas de TV que por la misma prensa son llamadas “programas basura”.
Una histeria por el morbo que desató una caza y captura desorbitada de la pareja Piqué-Shakira. Hasta tal punto que llegó al “esperpento”. Lo mismo decimos de los periódicos deportivos, que, por una foto de Gerardo Piqué y Slatan Ibrahimovic llegaron a insinuar que el zaguero del Barcelona era gay.
PALOS
En el maremagnun que se montó se llegó a poner precio a quien consiguiera un reportaje de la famosa pareja. Como en las películas del Salvaje Oeste. Prescindiendo del cartel de los caza-recompensas. Una revista rosa lo desveló: Pagaremos “€100.000” por fotos de los dos juntos.
Sin embargo, les salió el tiro por la culata. El reportaje se consiguió, es verdad y estaba a punto de publicarse, pero como Piqué y Shakira se lo habían tomado a chirigota, las fotos fueron volcadas en Twitter y se rompió todo el hechizo. Ellos mismos, junto a sus amigos en la red social “pincharon el globo” y la recompensa de los “papparazzi”.
Fue una jugada maestra, en la que participaron igualmente, muchos amigos del futbolista. Entre ellos, Pipo Torres, amigo de la infancia del futbolista. Gerardo Piqué, además, aclaró que no veía ninguno de los programas ni leía las revistas del corazón. La colombiana Shakira, por otra parte, es una figura super-reconocida en el mundo de la canción. Ambos, saben que son un foco de atención. “Por eso desconectamos y punto”.
Pese a estos tejes y manejes. Pese a todo el revuelo que se armó. Pese a la tierna mirada de la artista colombiana Shakira, que en libanés quiere decir “agradecida”. Pese a los ataques de la prensa deportiva, Gerardo Piqué ha sido el jugador más regular de la defensa del FC Barcelona y de la selección española.
Y aunque quisieron manchar su reputación en las semifinales de la Copa de Europa (Champions League) no lo han conseguido.
“Lo mío es el fútbol. Nada de lo que digan van a cambiar mi forma de ser, ni tampoco desconcentrarme en el campo,” confesó el zaguero azulgrana.
FLORES
La pareja Enrique Casillas y Sara Carbonero ha sido el reverso de la moneda. Fue un “amor a primera vista” para las revistas del corazón. Fotos a “tutti plein” y reportajes a cuatro páginas. En este punto, nada que reprochar. Aunque la fama de Sara Carbonero surgió de Canal 5, que ofreció en exclusiva todos los partidos del último mundial. Su jefe de deportes, JJ Santos, le incluyó en su equipo para que se pusiera a pie de pista (detrás de la portería española durante la Copa Mundo).
La repercusión mediática aumentó con la Prensa Extranjera. Y más aún cuando se besaron ambos en la Sala de Prensa, una vez que España ganó su primer título y se erigió como único combinado nacional en ganar “fuera de Europa”. Sin embargo, durante la temporada de Liga, la Copa de Europa de Naciones, continuó el idilio de las revistas del corazón, la televisión-basura y los periódicos deportivos.
Todo esto está muy bien siempre que se guarden las posturas y que la fama no se suba a la cabeza. Epicuro consideró que “la búsqueda de la fama, del poder político y del prestigio” son placeres innaturales e innecesarios. Incluso los llamó “vanos o superfluos”.
No vamos a criticar las vanidades humanas, que las tenemos todos, pero la actitud de Enrique Casillas ha sido siempre “aplaudida” por los medios y la pareja siempre recibió flores y se les perdonó y ocultó siempre sus errores.
ALGUNOS EJEMPLOS
En lo que respecta la temporada de fútbol 2010-2011, Casillas cometió muchos errores pero fueron “ocultados o disimulados” por los Medios de Comunicación. ¿Por qué? Tal vez… ¿por ser el capitán de la selección nacional o su predisposición a los Medios? Nadie discute su actuación en el Mundial de Sudáfrica. Pero sí ha tenido despistes durante el campeonato nacional de Liga y en algunos partidos de la selección en las eliminatorias de la Eurocopa de Naciones
Vamos a poner algunos ejemplos.
(Tanto Casillas como Mourinho trataron, en esa historia inventada, que no se hablara del Real Madrid-Español. Ante todo por la escandalosa actuación del árbitro Clos Gómez que favoreció al equipo merengue. Además, el portugués, se acercó a su colega (Pochetino) diciéndole: “Tú te callas, éste es mi club”. Asimismo, hubo palabras despectivas del árbitro Clos Gómez a los jugadores del conjunto blanquiazul en el terreno de juego. Lamentable)
b) La historia de las botellas en el vestuario, otro invento para distraer tras el encuentro frente al Villarreal en Chamartín.
(Otra forma de evitar que se hablara del partido y se resaltara la “gran” táctica del entrenador local. El simulacro no tuvo desperdicio. Y pronto se olvidaron los dos clamorosos errores del árbitro Fernández Borbalán y sus asistentes que se tragaron dos offside de libro: El de Özil (primer gol) y Benzema (último gol). Además de que Mourinho no guardó las formas y se plantó delante del entrenador rival y el banquillo para gritar los goles de forma desafiante. Una actitud que debió ser sancionada por la FEF, AFE y LFP. Lo único que hicieron fue multar a Capdevilla por tirarle una botella de plástico al provocador portugués.
(Un despiste lo puede tener cualquiera, pero no es la primera vez que utiliza los pies en lugar de las manos como último recurso).
d) La rara intención de Casillas para que sancionaran o cerraran el campo al Osasuna y de paso justificar la derrota.
(La insistencia de mostrar por activa y pasiva una diminuta botella de plástico en el estadio de Pamplona. ¿Qué pretendía? Si el partido se había terminado hacía 10 minutos.)
e) La “cantada” de Casillas frente al Zaragoza, en una salida del área.
(Salió a despejar sin rivales un balón limpio. Sin embargo golpeó al aire y supuso el primer gol del Zaragoza).
Podríamos seguir, pero lo más sorprendente en esta cuestión ha sido la pasividad de los Medios de Comunicación y la forma de justificar errores que los puede tener cualquiera. Basta decir la crónica del diario El Mundo en la que trata de quitar hierro en el fallo garrafal de Casillas en el Real Madrid-Zaragoza, de esta manera: “el balón le botó mal”.
Lo más fuerte de Enrique Casillas fue en el último partido de semifinales contra el Barcelona en el Camp Nou. Siguiendo el guión de Mourinho para amedrentar a los árbitros, le llamó directamente “cara dura” al árbitro del partido. Imágenes que se vieron en todo el mundo a través de la TV. Un gesto que puede resultar creíble en un “calentón”, pero nunca en la forma descarada como se realizó, que se demostró que estaba premeditado y estudiado de antemano.
En cuando si influyó su novia Sara Carbonero en sus “cantadas”, da la sensación de que sí. Como también pueden haber influido los spots de publicidad, la presencia en las revistas del corazón y la abundancia de entrevistas en las revistas y periódicos deportivos.
LA OTRA CARA DE LA TEMPORADA 2010-2011
Próximo capítulo: Malditos y benditos entrenadores
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