miércoles, 6 de enero de 2016

R Madrid/ Los jugadores echan a Benítez (I)

Mudos, sordos y ciegos


Por Miguel Miró
Cualquiera, que tenga sentido común, sabe o debe saber que la campaña mediática contra el técnico Rafael Benítez ha sido provocada por las estrellas, estrellitas y estrellados del plantel merengue. Los llamados, mudos, sordos y ciegos que delante de un micrófono dicen una cosa y “off-the-record” rajan y dicen lo contrario contra el entrenador y compañeros.
Es una fórmula vieja, anticuada, con doble arista y peligrosa.
Y por más que los Medios de Información –y nos duele decirlo– se pongan las medallas, han sido simples “transmisores” de los jugadores durante los últimos siete meses.
Verde (más bien blanca) es la evidencia. Y quién no lo quiera entender son las estrellitas o casi-mitos o las figuritas mediáticas de un equipo los que “despiden al entrenador”.
No es sólo una afirmación contrastada, es la pura y dura verdad.

CAMPAÑA DE PRENSA
Otra cuestión es la persona que “ejecuta” el despido. El dúo Florentino Pérez, presidente y José Ángel Sánchez, director general. Éste último amigo íntimo de Jorge Mendes-José Mourinho y totalmente en contra de la continuidad del técnico.
Ambos intentaron jugar con la “campaña de Prensa” (una afirmación que siempre surgió efecto con el mejor presidente que tuvo Real Madrid en toda su historia: Santiago Bernabéu), pero les salió el tiro por la culata.
Fue, precisamente, Rafael Benítez quién repitió, con puntos y comas, las mismas palabras del presidente en la rueda de Prensa. En privado, Florentino Pérez se lo había dicho a los jugadores y cuerpo técnico en la cocina de la Ciudad Deportiva.
Ésta circunstancia terminó por sacar de quicio al principal responsable del club merengue, un día antes del encuentro frente a Valencia.
En ese mismo momento Florentino Pérez le hizo “cruz y raya” a Benítez y decidió su sustitución. Le daba exactamente igual el resultado del partido. El técnico ya estaba “condenado”.


¿POR QUÉ?
El técnico ya le había hecho lo mismo al presidente con la alineación “llegada de las alturas” previo al match frente a Barcelona en Chamartín. (Algo que nunca negó Carlo Ancelotti, que cenaba con Florentino Pérez y Sánchez antes de los partidos y se publicaron fotos).
Dejó en el banquillo a Casemiro y alineó a Kroos, James; al trío Bale-Benzema-Cristiano y dio entrada a Isco.
Y todos conocen el resultado final (0-4)… que provocaría un infierno permanente para el entrenador Rafael Benítez.
¿Querían jugar al ataque?
¡Toma tomate!
Sólo en los primeros compases del match contra Barcelona, los jugadores blancos aceptaron el sistema-Benítez (1-3-3-3-1, ataque con líneas en diagonal), después se refugiaron- en el sistema-Ancelotti (1-4-4-2, defensa/ataque).
Pero hay más:
¿Alguien reparó los errores de Sergio Ramos y Marcelo Vieira en tres de los cuatro goles?
Ninguno de los dos “capitanes” estuvieron a su altura, en los tantos de Luis Suárez (2) e Iniesta. (¡Y los dos desaparecieron “por lesión” en el partido de la Copa de Europa!)
Se criticó, sin embargo, el poco sacrificio de los delanteros (Bale, Bencema y Cristiano) y el volante ofensivo (James Rodríguez). El francés bajó para ayudar, a pesar de su falta de forma física y el colombiano fue el más activo en el centro del campo.
El galés Gareth Bale, tampoco bajó a defender, pero en el plan ofensivo fue el autor de los pases a gol (4). A Cristiano, dos -mano a mano con Bravo y cabezazo a quemarropa- y centros a Benzema, dentro del área que no fueron goles de puro milagro.


DESAJUSTE Y FALTA DE APOYO
¿Dónde estuvo el desajuste del equipo?
Desconfianza, actitud, desgana. Algo de eso hubo, pero lo más grave y evidente: la falta de anticipación en salida, contundencia (no-patadas) en el marcaje en cada uno de los movimientos del cuadro visitante y el apoyo (cruce) en la presión de la cobertura.
Además, nunca tuvo las líneas juntas -demasiados espacios, por el medio y los costados- y faltó la basculación banda a banda (en diagonal y horizontal) que frenara la circulación azulgrana. Una fórmula muy repetida en la presente temporada.
El despliegue ofensivo-Benítez (1-3-3-3-1), por lo general, parte desde las bandas, con salidas en tromba (velocidad) o con cambios de frente. No obstante, este detalle no se produjo en el primer tiempo. Aunque lo intentó James varias veces en diagonal, autor de uno de los pocos disparos entre los tres palos. Tampoco se vieron salidas de los zagueros laterales. Es más: fueron superados una vez sí y otra, también.
Asimismo, habría que achacar la ausencia de unión en el equipo (apoyo mutuo, asociación), aunque sí hubo protestas entre compañeros por la falta de ayuda de los delanteros en el campo.
En la segunda parte mejoró tímidamente, por impulsos, aunque tuvo más de cuatro ocasiones de gol en las que Bravo las desbarató, con el mismo temple de los grandes y famosos guardametas de antaño.

AUSENCIA DE CASEMIRO
Muchos han puesto en evidencia la ausencia del brasileño Casemiro. La historia de los titulares/ausentes. No debemos engañarnos. Sólo serviría para sospechar que Rafael Benítez participó un poco o nada en la alineación para el match frente a Barcelona. Porque el novel jugador poco podría haber hecho sin el apoyo de sus compañeros. El estático Toni Kroos, que estaba actuando de “media-punta” en la penúltima línea de tres de Real Madrid en los anteriores partidos, sin convencer a nadie y Modric que parecía un pato mareado al adelantarse para intentar poner orden, pero sin frenar el juego de Barcelona.
Pero lo más alarmante aún: ¿Nadie sabe por qué Benítez no puso en práctica su sistema y tampoco por qué no eligió a los jugadores titulares frente a Barcelona?


SISTEMA-BENÍTEZ
En el fútbol, como cualquier deporte colectivo, se compone de piezas (como un puzzle) que deben encajar en un sistema. Dicho esquema se acopla a las características de los jugadores. Ahora bien, tales piezas deben coordinarse para conseguir una sincronización correcta.
El esquema y la fórmula de juego que proponía Rafael Benítez fue correcto y el más adecuado. En su “construcción” e igualmente su desarrollo. Muy a pesar de las  críticas histéricas de algunas estrellas del cuadro blanco desde el anonimato.
Lo más importante del sistema: se mantiene el contraataque en velocidad buscando la sorpresa por distintos sectores del campo. Al mismo tiempo, se aprovecha la inspiración personal, dentro de un ordenamiento flexible y bastante sencillo. 
La única modificación –coherente y dentro del mismo sistema– está en el dispositivo defensivo en el que se incluye “la basculación” para cerrar espacios. De ahí que el plan de juego lo considerábamos elástico y al mismo tiempo práctico e ideal para los jugadores que dispone el plantel.

¿CUÁL HA SIDO EL PROBLEMA?
Aparte de las ausencias por lesiones –importantes, sin duda– estuvieron presentes los dichosos egos de los profesionales de Real Madrid. Se transformaban en “entes autónomos” y algunos se negaron a interpretar el funcionamiento del esquema. Tal vez, por testarudez, por una mala interpretación de los movimientos en el campo sin intención o con intención ante la angustia de un mal resultado. 
Hablemos directo y claro: en el momento preciso que se debería tener una total concentración y coordinación o asociación de ideas abandonaban el guión diseñado, aparecían los errores y se pecaba de individualismo. Esto provocaba, a su vez, un desajuste en el sentido posicional y el equipo se descomponía por los dichosos personalismos.

INGLATERRA: ESQUEMA SIMILAR
Cualquier buen aficionado al fútbol pudo comprobarlo perfectamente y de forma nítida a través de la televisión. Nos referimos a los dos partidos amistosos de Inglaterra en directo:
España-Inglaterra, en Alicante e Inglaterra-Francia,  Londres.
Ambos matches fueron ofrecidos por TVE. El seleccionador británico Roy Hodges ejecuta de forma perfecta y con éxito el mismo sistema (10 matches imbatido en la clasificación Eurocopa-2016) que trabaja y pretendía implantar Rafael Benítez en el equipo de Real Madrid.
La única diferencia: las llamadas estrellas galácticas se “negaron” a ejecutarlo.
La antesala del “disparen al pianista Benítez” se produjo en el estadio Sánchez Pizjuán, donde Real Madrid jugó el mejor primer tiempo de la temporada. Pero la intensidad y buen fútbol se apagó por la falta de gasolina tras el descanso y perdió ante Sevilla.
La goleada de Barcelona en Chamartín fue clave. Ha sido el comienzo el ataque a discreción contra Rafael Benítez.

(Continuará)

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