domingo, 9 de noviembre de 2014

Real Madrid/ MANTIENE 1-4-4-2

Copia el plan “rojiblanco”
y juega con “comodines”


Por Miguel Miró
Real Madrid mantiene su sistema inicial.
Sigue con el 1-4-4-2 a pesar de los tropiezos iniciales en la Liga. La fórmula le favorece actualmente para no pasar agobios defensivos. Algo típico de Ancelotti. Bien italiano. Lo que ha variado es el plan de juego en ataque –mejor contraataque– y algunos jugadores.
Copiando, eso sí, una fórmula de Atlético de Madrid y los dichosos “comodines”.
Aunque recuperó, en cierta medida la confianza de equipo-equipo y la dureza. Y resaltó inversamente una máxima del fútbol:
“No hay mejor defensa que un buen ataque”, como respuesta a una célebre frase de Helenio Herrera: “No hay mejor ataque que una buena defensa”. (Internazionale de Milán, década de los sesenta)
O como repite el técnico italiano de Real Madrid:
“Equilibrio, equilibro y equilibrio”.
Dicen, algunos, que se olvidaron las ausencias de Ángel di María y Javier Alonso con la presencia de Kroos, James y Chicharito. Lo de Keylor Navas ha sido un caso aparte. Diego López no pudo aguantar la tensión-Casillas y aceptó la oferta del AC Milán.
Más bien, recuperaron la alegría de grupo, la concentración y la complicidad en el terreno.
Igualmente la presencia de Francisco Alarcón “Isco” y los lesionados Cristiano y Varane (con muchos problemas la campaña pasada). A ellos se unió el gatillo de James y la volea de Chicharito. Hay que remarcar también que existe una mayor comunión y movilidad en el campo.
Movilidad, sí. En muchos matches marea a su adversario por el cambio de posiciones. Una forma de fabricar los espacios o aprovechar las facilidades del adversario en los marcajes a distancia.
La clave, no obstante, de esta renovación y producción está en los “comodines”. Roland Kroos y Karim Benzema y un “hermano” muy especial que se llama gol. Y todos sabemos que en el fútbol el gol sigue siendo la guinda del espectáculo.

COMODINES
La disciplina de Roland Kroos parece impecable. Más retrasado a veces y otras veces más adelantado, según el partido/rival, en las demarcaciones de “stopper” por la izquierda o distribuidor de juego por la zona central. El alemán se adaptó bien a sus dos posiciones, sin llegar a ser excesivamente duro y cubriendo perfectamente la posición de Javier Alonso (en el Bayern Munich).
Kroos ya tenía destino en el verano pasado. El fichaje del FC Barcelona que le “birló” su eterno rival a través de la influencia de Jupp Heinckes. Él ha sido quien le aconsejó firmar por Real Madrid, cuando el volante germano había elegido al club azulgrana. El técnico y ex jugador del Borussia Moenchengladbach le conocía bien. Cuando dirigía el Bayer Leverkusen (jugó cedido) y después al frente del Bayern Munich.
En cuanto a Karim Benzema –a pesar de sus detractores– es el “comodín” ideal de los últimos metros. Siempre generoso con sus compañeros. De manera especial, su sociedad con Cristiano.
Suele ser el punto de apoyo (enganche) de la delantera por su sentido del desmarque sin balón!!! Como también oportunista como un buen “pescador” de goles.
Benzema está muy compenetrado con el equipo y a pesar de que algunos aficionados exageran… lleva en su cuenta particular 178 goles en Primera División, de ellos 121 con la elástica blanca. El último tanto ante Liverpool, que significó la clasificación de la Copa de Europa en la fase de grupos. 



RELEVOS
Otro de los cambios en el ataque de Real Madrid se produce en los relevos (entrenados previamente) en las distintas demarcaciones en el terreno de juego. James por la izquierda e Isco por la izquierda. Una conexión que une al tener a Benzema de comodín y la presencia de Cristiano por detrás del galo o por la derecha.
Un detalle que provoca el desajuste en el marcaje de la defensa rival.
Un periódico destacó a los cuatro mosqueteros de la zona central como la gran “noticia” del equipo. James-Modric-Kroos-Isco, por este orden. Es verdad. De acuerdo con el esquema, los cuatro jugadores se agrupan de esta forma en el repliegue, pero sus funciones varían en el contragolpe.
Cuando Modric se adelanta como corre-caminos, Kroos mantiene su posición, mientras que tanto el colombiano y el malagueño salen por las bandas como dos “falsos” extremos, pero se abren en diagonal. Y terminan por sorprender los laterales (Carvajal y Marcelo).
Es como un abanico que se despliega con habilidad y velocidad en un solo golpe. O, como se suele decir, la carga del 7º de Caballería del general Caster.
La movilidad provoca la superioridad manifiesta de blancos en el campo del rival. Cuatro y a veces cinco o seis jugadores en busca de un fallo, un hueco o un simple espacio. Parecen multiplicarse con los relevos.



FALSOS EXTREMOS
James e Isco son los “falsos” extremos que “rompen” en diagonal. (Una fórmula que impuso Diego Simeone en el Atlético de Madrid temporadas pasadas). Ninguno de los dos son extremos. Aunque el malagueño se sentía cómodo en dicha situación (la banda) para abrir el campo durante la época dorada del chileno Manuel Pellegrini. James Rodríguez es delantero o mediapunta, mientras que el malagueño, mediocampista con galones de distribuidor de juego. El planteamiento –salir de la banda en diagonal– está dando resultado. No hay ninguna duda. Sin embargo, el “enredo” del contragolpe (incluso “el triple cruce” al galope) se produce en los relevos y la presencia en masa del equipo.

DETALLES DE LA HISTORIA
Herber Chapman, un revolucionario del fútbol, cambió la situación de los extremos en la década de los veinte y treinta. El “wing” tenía un sólo guión: correr la banda, llegar al fondo y lanzar centros al área en la que el centreforward –robusto y alto- desparramaba defensas y marcaba los goles.
El “profeta” inglés le dio más protagonismo al extremo. Le permitió más libertad al salir en diagonal hacia el centro. El cambio fue demoledor. Incluso empezó a marcar goles, muchos goles.
En el fantástico Arsenal de los “cinco campeonatos de Liga consecutivos”, que jugaba al contragolpe, Chapman dejaría dos frases categóricas, en relación a su plan de juego:
a)   “El contraataque empieza en el momento de la recuperación del balón en tu campo ante el asedio del rival. ¿Por qué? En ese momento el adversario está, generalmente, descolocado en el campo”.
b)   “Lo ideal es defender con cinco y atacar con cinco jugadores”

PIEZA IMPORTANTE
El extremo se revalorizaría desde ese momento y se confirmaría como una pieza importante en el fútbol moderno. A lo largo de los años surgieron figuras prodigiosas con singulares características. Regateadores espectaculares (Garrincha, Pablo Futre). Velocistas como Francisco Gento. Explosivos (Amancio). “Postizos” como el francés de origen polaco Raymond Kopa (Kopaszewski) –ariete en Stade de Reims-  y también estrategas (Zagalo, Juan Joya, entre otros).
Muchas modalidades cuyos nombres no cabrían en esta reseña. Pero sí, con los años, se hicieron variantes con respecto a la posición en el campo. Sobre todo entre los velocistas y la sorprendente salida explosiva de algunos extremos. Se le llamó, en aquél momento, “el clavo y el martillo”. Los llamados wings o extremos pasaron a ser zagueros laterales o mediocampistas. Hasta las últimas décadas del S. XX en el que aparecería el jugador “polivalente” por el cambio de papeles.

TRIPLE CRUCE
Fue un técnico alemán, concretamente Hennes Weisweiler quien revolucionó la “pizarra” del contraataque. El fantástico fútbol de Borussia Monchengladbach con el famoso “triple cruce”. Un ciclo importante al contar con jugadores especialistas “de tiralíneas y cartabón” y velocistas. Hasta el punto que reunían precisión absoluta y prácticamente lo ejecutaban con los ojos cerrados (Herber Wimmer, Gunter Netzer…Reiner Bonhoff y los velocistas: Jensen, Heynkes).

FÓRMULA ROJIBLANCA
Los últimos años, el vigente campeón de Liga, Club Atlético de Madrid, hizo desaparecer a los extremos por volantes técnicos. Un joven con una gran proyección (Koke) y un extraordinario artista del fútbol (Arda Turán). Ambos eléctricos, técnicos y con ideas claras.
¿Cuál fue la idea del entrenador?
¿Reforzar en la bandas la parte ofensiva-defensiva y aparentemente sustituir al extremo-extremo?
En realidad, no. Buscaba, ante todo, la sorpresa. Una nueva fórmula. Los “falsos” extremos arrancaban en diagonal hacia dentro y dejaban la banda libre para el zaguero lateral con velocidad supersónica (Juanfran y Filipe Luiz).

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