Chile
juega como Holanda
(1-3-3-3-1)
Por Miguel Miró
No
queremos ser agoreros, pero debemos decirlo.
Chile
juega con el mismo sistema que Holanda goleó a España en el match inaugural del
grupo B. Asimismo los sudamericanos dieron un “susto morrocotudo” en el
amistoso disputado en Ginebra (2013/2-2), a la selección española.
Hay
matices en cada equipo y también en los planes de juego. Sin embargo ambos
practican el sistema de Karl Rappan de la década de los años treinta. El austríaco
dirigía entonces la selección de Suiza, e hizo una variación de la WM (Herbert
Chapman, Arsenal 1925) para tratar de que no le hicieran demasiados goles.
La
figura de Rappan entró en la historia del fútbol moderno (hijo del Football
Rugby) al inventar el cerrojo, que él mismo llamó “la verrau”. Muchos años
antes que “el catenaccio” que aparecería en los cincuenta.
Louis
van Gaal es “adicto” al esquema de Rappan. Perdió la final de la Copa de Europa
ante Internazionale de Milán en el estadio Santiago Bernabéu (2010). El técnico
holandés –el chico de los recados de Marinus Michels– dirigía en ese entonces
el cuadro bávaro de Bayern Munich. Van Gaal “murió” con ese esquema, al ser
despedido en la siguiente temporada.
Lo
mismo pasó en el FC Barcelona cuando intentó imponerlo y el club también le
despidió por los malos resultados.
Los
únicos que supieron sacarle jugo han sido John Benjamin Toshack en el equipo de
Real Sociedad (con jugadores jóvenes), pero fracasó con ese mismo sistema en
Real Madrid (con jugadores estrellas). Y el técnico argentino Jorge Sampaoli en
la selección de Chile. Ambos “revertieron” el esquema al ataque, guardando bien
(con tres zagueros centrales o un líbero) la retaguardia.
“La
verrau” consiste en un despliegue de 1-3-3-3-1 en el contragolpe, que se cierra
inmediatamente en un 1-5-4-1. Un esquema de ida y vuelta en la que deja muchos
espacios entre líneas al adelantar las líneas, pero que suele ser efectivo a la
hora de defender. De eso se trata. Un cerrojo a la contra, aunque se necesita
mucha concentración y poderío físico.
HOLANDA GANA AL
“PELOTAZO”
La
selección de Holanda ganó al “pelotazo” a España.
Por
las facilidades que dieron los zagueros centrales (Piqué y Ramos, lentos y
torpes) y la ausencia del “cruce” o recuperación de los laterales, demasiado
adelantados. Un desorden lamentable en el aspecto defensivo. Asimismo Busquets como
Alonso –al igual que los laterales– dejaron “vendidos” a sus compañeros. Sin
reaccionar a los pelotazos a sus espaldas, ambos “fullbacks” se enredaron como
dos novatos y fueron pura mantequilla.
Aunque
Casillas se auto-culpó. Y los medios se aprovecharon como “cabeza de turco”.
Cuando se pierde un partido la derrota es del equipo y un 10% el entrenador.
España decepcionó, es cierto, pero tanto la derrota como la victoria
corresponde a todos los jugadores.
Además,
no se supo interpretar el sistema del rival. Holanda se benefició por los
errores de España, que por su propio juego. Todos sabemos que un gol
supone minutos de alegría y fortuna en
la precisión de las jugadas. Hasta los rebotes llegaban a sus botas. Mientras
que al que recibe los goles acusa un desasosiego de 10 minutos, más o menos.
Basta
con observar los minutos de los goles holandeses.
El
empate, a dos minutos de acabar la primera parte. Se adelantó a los 8 minutos
de la reanudación, y aprovechando los agujeros del adversario llegaron los
demás uno tras otro en un espacio de 12´, 6´ y 9´ respectivamente.
Producto
de las facilidades que dio la selección española.
Ya con la ventaja de dos
tantos (3-1) el match estaba “finito”.
¿Por qué?
Primero, no hubo actitud,
reacción, concentración de equipo en lo colectivo y mucho menos en el
individual. Segundo, los cambios “rompieron el sistema defensivo” en lugar de
ordenarlo. Algo muy simple, hay que tapar la fuga para que no entre más agua. Y
tercero, en la fase de grupos se debe especular cada minuto del partido.
No se puede disputar un
serio e inteligente primer tiempo, y dejarlo “a la bartola” en el complemento.
SE PUEDE CONTRARRESTAR EL SISTEMA
Decimos que no se supo
interpretar el sistema del rival.
Efectivamente, porque en
el despliegue (1-3-3-3-1) o contraataque deja muchos espacios. Ahí está la
chispa o la fórmula para aprovechar sus vías por dentro y por fuera. Pero eso
sí, con una dinámica precisa, mayor velocidad
e intensidad en la recuperación del balón.
En caso contrario, cuando
cierra filas es muy difícil encontrar huecos con dos barreras de cinco y cuatro
hombres. Además, los holandeses han sido siempre contundentes en los despejes y
en la presión. Sólo con buenos individualistas en el regate (uno contra uno) o
paredes rápidas se puede llegar al gol.
No es nuevo el sistema
que empleó Van Gaal –que suele tener éxito el primer año y poco más– ya que
procede de la década de los treinta y con escasas modificaciones del original.
Si recordamos el partido
contra España, los holandeses se plantaron en su campo durante el primer
tiempo. Aguantaron como gato panza arriba. Y la efectividad del pelotazo a Van
Persie, empataron el match (1-1). Después, cuando vieron que los españoles se confiaron
y dejaron un “boquete” en la retaguardia lo aprovecharon. Los errores de España
fueron evidentes para que el match terminara en goleada.
CHILE TIENE MÁS FÚTBOL
El equipo nacional chileno practicó
el sistema de Rappan “con modificaciones” que aumentaron su rendimiento durante
las eliminatorias del Mundial y en los amistosos. Su triunfo ante Inglaterra en
Londres lo ha demostrado con creces. Un control absoluto del encuentro, un
equipo compacto, pero con más fútbol de toque. Chile tiene jugadores con más
calidad que Holanda.
España igualmente sufrió en el
amistoso con Chile disputado en Ginebra (Suiza-2013). Se adelantó en el
marcador dos veces por el goleador Vargas. Pero la selección española tuvo
poder de reacción y dejó en tablas el match (2-2).
Jorge Luis Sampaoli ha
trasformado con retoques el sistema de Rappan. El director técnico de Chile le
ha sacado jugo al 1-3-3-3-1, que varía en defensa y ataque. En pocas palabras
lo hace más sencillo, más práctico y más resolutivo. Buscando, eso sí, una
combinación explosiva: las características y la complicidad de los jugadores.
Si explosiva es la
combinación que deja en “bragas” al rival.
Forma tres calles, por
los laterales y por el centro. Hace presión intensiva en todo el campo y cada
uno de los jugadores tiene una misión encomendada. Sólo en momentos de agobio
la línea de atrás (tres hombres) tiene el apoyo del libre (Medel) y los dos
volantes-laterales (Isla y Mena) de la segunda línea. Uno o dos, según la
circulación del balón.
El mecanismo defensivo
provoca que Isla y Mena tengan dos funciones (sube-baja, aunque la velocidad de
Isla desequilibra más), lo mismo que Vidal que le toca el marcaje al mejor
hombre del rival, pero en la recuperación del balón se dispara hacia arriba
como un delantero más.
Otro detalle importante
es el marcaje al hombre. Algo que corresponde al libre (Medel, siempre al
cruce), al stopper (Marcelo Díaz, al 9 rival) y al volante central (Vidal, que se encarga de anular al
distribuidor de juego).
El cerebro del equipo (Valdivia)
se apoya en la tercera calle. El pasillo izquierdo. Una fórmula que también
utiliza Prandelli en la selección italiana. En esa zona tiene mayor espacio,
más libertad y parece destacar menos.
REVOLUCIONA EL ATAQUE-CONTRAATAQUE
Aparentemente Chile tiene
una solo punta en el ataque (Vargas), pero no deja de ser un engaño para el
adversario. De la tercera línea se descuelgan tres jugadores más, cada cual más
veloz. Cada uno más desequilibrante en el uno contra uno. Isla, en vertical;
Alexis Sánchez, en diagonal y Vidal con esa chispa de jugador que no ha roto un
plato y su cabeza funciona a 6.000 r.p.m.
El sistema de Chile ha
hecho chirriar al campeón del mundo en el último amistoso. En realidad, España no
estuvo en su mejor momento. Le quitó el balón, se hinchó en recuperarlo con anticipación y presión.
La selección trasandina
fue un espectáculo en Ginebra. Si mantiene todo su poderío y presión constante
en todo el terreno –se lo brinda el sistema–
estará preparado para el éxito.
Siempre machacando “la complicidad del grupo”, cuenta con todas las cartas
para cualquier reto.
SE BLOQUEA ANTE BRASIL
El único problema que arrastra Chile
en los últimos años ha sido Brasil. Ante la selección canarinha se “bloquea”.
Un lapsus mental o la ansiedad de ganar que no le permite realizar su juego.
Por más extraordinario que sea su plan, se lo desbarata el fútbol técnico
brasileño.
La “ventaja” que tiene España en su
segundo match de la Copa Mundo FIFA frente a un equipo chileno poderoso. La
ansiedad de poder derrotar al vigente campeón y “echarle” del evento mundial. Una
“vendetta” que es normal en la historia del fútbol.
Desde la derrota de Sudáfrica (2-1,
goles de Villa e Iniesta) el conjunto trasandino no ha podido superar al
español. Tuvo dos oportunidades en sendos partidos amistosos. Y en ambos se
mostró superior a su oponente, pero le faltó la “estocada final”.
2011.- España remontó el encuentro que perdía 0-2 y terminó ganando
2-3, con goles de Francisco Fábregas (2) e Iniesta.
2013.- Chile se adelantó dos veces en el marcador por medio de Vargas,
pero España volvió a empatarle (2-2) en Ginebra.
LOS ERRORES DE GINEBRA: NO SE PUEDEN REPETIR
(…) La falta de
sincronización de la selección española en la trampa del fuera de juego por los
zagueros, en la que Ramos habilitó a Vargas en el primer gol transandino. Lo
mismo decimos de Arbeloa, que se vio desbordado por Isla. Y más de lo mismo,
Raúl Albiol, creyó que otra vez Vargas estaba en fuera de juego en el segundo
gol, cuando le habilitaba Arbeloa mal colocado.
La fragilidad de la línea
de retaguardia, fundamental para la armonía del resto del equipo, provocó el
desajuste general. No debemos olvidar, tampoco, los continuos adelantamientos
de Sergio Ramos –demasiado reiterativos en los últimos encuentros– dejaba otro
boquete enorme en la banda izquierda al no hacer los respectivos relevos con
Monreal (el mejor jugador del equipo en el marcaje y las subidas).
El colador de la defensa
por la práctica errónea del fuera de juego se unió además a las dudas tremendas
del stopper (Javier García) que no sabía a quién salir por el esquema del
adversario. (…)
FALLOS DEFENSIVOS: LO
ACUSA TODO EL EQUIPO
(…) No es necesario ser
un genio para darse cuenta que si falla todo el sistema de contención… se
resiente todo el equipo. Las demás líneas del centro del campo y la delantera.
Sólo las jugadas individuales tuvieron que salir a relucir ante el brillante
juego del equipo chileno. La reacción se comprobó en las ocasiones de gol:
acciones individuales de Xavi (en posición adelantada, para evitar el marcaje
de Vidal), Pedro, Cazorla, Fábregas y Pedro.
El motivo fue evidente,
imprecisión en los pases, continuos robos del balón del rival y la falta
posesión del balón. Algo fundamental en el juego español. Pero la calidad
individual y el orgullo fueron recompensados con el gol del empate. (Minutos
antes Fábregas, en jugada individual, estrella el balón en la cruceta, sorprendiendo
a Bravo). El centro en corto al segundo palo de Pedro que Soldado con la frente
remató con un misil. Imposible para el guardameta Bravo pegado a su palo
derecho. Máximo teniendo en cuenta la velocidad del balón y el frentazo pleno a
un metro de la línea de gol. (…)
La réplica del equipo
chileno llegó en el último minuto del primer tiempo, aprovechándose Vargas las
espaldas de la defensa española, incapaz de ponerse en línea para provocar el
fuera de juego.
AJUSTES, REACCIÓN Y
DESGASTE DEL RIVAL
(…) Tras el descanso, Del
Bosque ajustó mejor la trampa del fuera de juego y la situación del stopper y
mejoró la retaguardia. Y los cambios fueron “clavados” para revertir el
resultado.
La entrada de Navas abrió
el campo e hizo retroceder a Isla. La presencia de Iniesta, situándolo en la
banda junto a Pizarro (conductor del equipo chileno) y la consistencia de Koke,
que frenó la sangría por el centro. (Las llegadas de Vargas y Vidal). Por
último, Negredo mucho más positivo que Soldado (el ex valencianista muy aislado
y sin ningún interés de sacrificarse en el trabajo duro) en el apoyo y
solidaridad con los volantes.
Por supuesto que Chile
mantuvo el dominio, pero menos el balón. Y España se fue agrandando, no por
juego sino por espíritu de lucha, y resultó favorecido por el desgaste de su
rival. La falta de gasolina de los trasandinos, por no hacer pausas en la
anticipación y presión intensiva, ha sido la consecuencia de la reacción
española.
Y lo que pudo haber sido
una goleada de Chile al bi-campeón de Europa y campeón del Mundo, se refrendó
en un empate después de varias cargas de “caballería ligera”. Algo impensable,
si analizamos los pros y contras de cada uno de los equipos. Una nueva ocasión
desperdiciada por la selección chilena que no se reflejó en el marcador por el
pundonor y la calidad técnica individual de varios jugadores españoles. (…)
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