Martino vs Simeone,
del
derecho y del revés
(I)
Por Miguel Miró
No vamos a tocar la
faceta como jugadores, que la tienen –exitosa en muchos aspectos y por muchos
motivos– pero sí la de técnicos.
Aunque no debemos
omitir un pequeño detalle.
Diego Simeone actuaba
como volante defensivo y utilizaba la “garra” y el músculo como respuesta a su
fútbol.
Gerardo Martino, en
cambio, lo hacía como volante ofensivo o enganche (media-punta o enlace). Su
fútbol fue una auténtica poesía, con derroche de técnica y talento.
¿Tienen algo en común?
Por supuesto, nacieron
en Argentina, hablan español, han sido futbolistas en etapas diferentes, y
también ambos tuvieron como compañero a Diego Maradona. Martino: en Newell´ Old
Boys y Simeone: en Sevilla CF.
Pero ¿tienen algo en
común en España?
Por supuesto. Su
aterrizaje en España. Dos historias para no dormir. Ambos con “sorpresas” en el
camino. Una entrada algo
farragosa –por distintos
acontecimientos– como entrenadores de Atlético de Madrid y Barcelona.
Permítannos que lo
recordemos.
El caso de Diego
Simeone fue lamentable y sub realista.
Utilizar a un jugador
(con bastante ego) y la opinión definitiva del gerente del club (ex jugador) ya
se pueden imaginar.
Una historia para no
dormir que culminaba, después de una
machacona presión de los medios de información (más de cinco meses) que
iban a degüello. Pedían un día sí y otro también la “cabeza” de Gregorio
Manzano como estuviéramos en la época de la inquisición.
Nos pareció una
“jugada trapera” y antinatural.
Con el especial
beneplácito (mudos, sordos y ciegos) de los directivos rojiblancos.
La destitución de
Gregorio Manzano se circunscribió en una historia esperpéntica. Un entramado
maquiavélico. Orquestado desde dentro de la entidad deportiva del Manzanares.
Además, se aceleró una
vez que Diego Pablo Simeone –jugador de éxito, pero como técnico de poco
recorrido– diera el “sí” al Club Atlético de Madrid, como una novia enamorada.
PRIMAN “LOS CONOCIMIENTOS” NO LA FAMA
Un hecho que deja sobre
el tapete la frase: “crea fama y échate a dormir”. Algo super conocido en el
fútbol y en otros deportes. Seguimos sin entender que priman más “los
conocimientos” a la “fama” que puedan tener los ex futbolistas. Además, la fama
y la felicidad son más o menos paralelas, salvo excepciones.
Volátiles. Vienen y se
van como el viento.
¿Super conocido?
Ya, en los años veinte
ocurría algo parecido en el soccer –hoy, fútbol– en Inglaterra. Algunos clubes
fueron investigados e intervenidos por escurrir el pago al fisco de los
fichajes y los jugadores semi-profesionales.
A raíz de aquél
escándalo se descubrió algún fraude colateral entre algunos coaches (la
mayoría: famosos ex jugadores).
Se preocupaban más en
fichar estrellas que cumplir su tarea en el campo. Y la FA tuvo que intervenir
con drásticas medidas: sanciones a perpetuidad para dirigir cualquier equipo de
fútbol. La Asociación de Footbal (FA) ha mantenido su rigidez, pero también la
Asociación de “Referees” (árbitros).
Una sanción grave de
un colegiado en la Premier League se mantiene: descenso fulminante a Tercera
División.
JUGADOR-ENTRENADOR
Por lo general los
entrenadores se olvidan de dos valores imprescindibles para dirigir un plantel:
pedagogía y psicología. Si rascamos un poco, la mayoría de los futbolistas de
elite no han pisado la Universidad. Son bastante limitados o reacios a los estudios.
El psicólogo Gregorio
Manzano sabía demasiado en estas cuestiones, pero no ha sido famoso como
“futbolista”.
Diego Simeone no llegó
con medallas en el pecho, su curriculum como entrenador fue relativamente
escaso. Quién apostó por él fue José Luis Pérez Caminero (ex jugador), secretario
técnico del club Atlético de Madrid.
¿Dónde radica el éxito
actual de Simeone?
En su carácter y
actitud. Aunque algunas fórmulas empleadas no sean del agrado de todos en sus
dos facetas: como jugador y como técnico. Mantiene las mismas características
del futbolista que fue. Algo que se refleja en la “cocina” y el campo.
Sigue viviendo el
fútbol con gran intensidad. Igual que en su época de jugador. A su manera, quiere
ganar siempre. Sea como sea. Forma parte del grupo y lo exprime como un limón. Propio
de los años setenta y ochenta, con un equipo fijo y bien unido. No olvidemos
que el vestuario tiene jerarquías que mandan y son respetadas por todos. Guste
o no guste allí se cocina todo. Supone una prolongación de su etapa de jugador
rojiblanco: líder en el vestuario y en el campo vestido de negro.
INFLUENCIA DE ZUBELDIA Y EL CALCIO
Mantiene, además, las
directrices de Osvaldo Zubeldia.
El recordado técnico
de Estudiantes de La Plata en el que jugaban Verón, Madero, Bilardo, Poletti y
compañía. No solo en las formas sino también en los hechos. La táctica del
bloque (cinco líneas de dos, que se abre o se cierra), el sistema defensivo,
las jugadas a balón parado y mucha picardía, por no decir malas artes.
Tal vez por ello se
haya sentido a gusto –como en su casa– cuando dirigió a los “pincharratas” dos
temporadas, donde cosechó los mejores resultados. Campeón y tercero.
Resulta algo lógico
después de dirigir a varios equipos argentinos, algunos sin terminar la
temporada, y el salto a Italia otra vez. No sería nada nuevo añadir que una
gran parte de su carrera como jugador y entrenador la hizo en Italia.
Aunque nació en Buenos
Aires, por sus venas corre sangre de la “Bota”… incluída la dichosa “polenta”
que dice mucho a su fuerte carácter.
Entre los detalles
importantes de los éxitos de Diego Simeone está la comunión del plantel de
jugadores y una afición super-fiel y bullanguera, al estilo argentino. Además
del grupo de colaboradores. Entre ellos, Germán Burgos, Juan Vizcaíno, Pablo
Vercellone, el “profe” Oscar Ortega y Carlos Menéndez.
LA COPA DE ESPAÑA…EN CASA DEL ENEMIGO
Nadie discute los
logros conseguidos en el Club Atlético de Madrid como entrenador en su primera
etapa. La Copa de la UEFA (llamada UEFA League), la Super-Copa de Europa y la
Copa de España. No solo por el hecho de tocar el cielo con las manos en cada
uno de ellas, sino como las ganó.
Con una autoridad poco
común, sorprendió a Athletic de Bilbao en Bucarest, con una salida en tromba.
Una lección de fútbol ante Chelsea en el
Manzanares. Sin embargo, mató 100 pájaros de un tiro con su último trofeo: la
Copa de España.
¬Atlético de Madrid se
impuso a Real Madrid.
¬Rompió el gafe que le
perseguía desde hace muchos años.
¬Ganó olímpicamente en
casa del enemigo (S Bernabéu).
¬Arrebató a su eterno
rival el único título que podía aferrarse.
¬Clasificó tercero en
Liga, con acceso a la Copa de Europa.
NO VA LÍDER POR CASUALIDAD
Atlético de Madrid ha
sido uno de los pocos equipos de Primera División –por no decir el único– que
hizo una pre-temporada a conciencia. Como en épocas anteriores. Un programa
bien planeado que está dando sus frutos con los buenos resultados.
No se fue de vacaciones
a Estados Unidos, ni tampoco pretendió conseguir la paz entre judíos y
palestinos con “clinics”. El equipo rojiblanco se entrenó en silencio pero
intensamente. Tenía motivos para hacerlo, después de ganar la Copa de España y
quitarse los fantasmas de la cabeza.
Igualmente, pensaba en
la dura temporada y en las tres competiciones: Liga, Copa de Europa y Copa de
España.
El trabajo fue
positivo al comprobar que ha sido el primer clasificado para los octavos de
final, en la fase de Grupos de la Champions League. A dos jornadas del final.
Fue el mejor equipo español al ganar sus cuatro partidos, por delante de
Barcelona y Real Madrid.
En el campeonato de
Liga mantiene el liderato (50 puntos) junto a Barcelona y se ha clasificado
para los cuartos de final de la Copa de España, tras eliminar a Valencia.
No es líder por
casualidad, sino por el trabajo de la pre-temporada. Está realizando una buena
performance en el certamen de la regularidad. Los números y los goles cantan
por sí solos.
Y un detalle más, 19
matches de Liga, 6 de Copa de Europa y 4 de Copa de España (29, total) con casi
ninguna lesión muscular. Algo que no sucede lo mismo en Barcelona, Real Madrid
y otros equipos de Primera División.
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