jueves, 25 de junio de 2015

US Open / Hablemos de flog, golf al revés (I)



Spieth, pura carambola

Por Miguel Miró
Lo más positivo del US Open ha sido volver al golf de antaño. La calidad que atesoran los profesionales auténticos con el vuelo de la bola desde el tee, o bien los hierros desde la calle. A una altura considerable (debido a los obstáculos y las alturas de las montañas) y parece que la bola baja “en paracaídas”. Un verdadero espectáculo para la vista…
Como en los buenos tiempos.
Un grupo selecto entre los que se encontraban Phil Mickelson, Rory McIlroy, Dustin Johnson, Adam Scott, Paul Casey, Justin Rose, Sergio García, Lee Weswood, Ernie Els, Louis Oosthuizen y otros.
El golf clásico, para entendernos.
En este aspecto, Jordan Spieth se encuentra a años luz del golf clásico. Lo mismo decimos con respecto al número 1 del Mundo, el norirlandés Rory McIlroy y su compatriota Dustin Johnson. No hay punto de comparación.
Nos entusiasmó, sin embargo, Dustin Johnson en todos los aspectos. Durante las cuatro vueltas del campeonato. Líder y máxima figura, según nuestra opinión.
Por supuesto que el deporte (un juego) no es una ciencia exacta como las matemáticas, y “una carambola” de Jordan Spieth le arrebató el título después de una actuación irregular. Muy apagada y muy lejos de su performance y triunfo del pasado Masters de Augusta.
Lo más negativo fue, sin lugar a dudas… el campo: una mina de arena y grava con unos greenes, monumentales, con demasiadas serpientes de cascabel. 

BROMA DEMASIADA PESADA
No nos engañemos, el 115º US Open Championship –pese a las pinceladas y el drama de la última jornada– ha sido una broma de mal gusto.
Una broma demasiada pesada.
Hasta el punto que los mismos aficionados “se angustiaban más” incluso que los pross en el campo. Una sensación extraña e inusitada.
Se llevaban las manos a la cabeza y gesticulaban continuamente. Alarmados al comprobar que la bola estaba completamente “viva” o “loca”… cada vez que entraba en unos greenes monumentales, ondulados y llenos de trampas.
¬ Le juro, no es una bola.

¬ Entonces, ¿qué es?

¬ Un ratón blanco, lo juro.    
Una verdadera locura colectiva. Pero, ¿dónde estaba el fallo del course?
¿Locura de Robert Trent Jones Junior?
¿Por copiar diversos hoyos escoceses en una mina?
La clave estaba en la velocidad incontrolada de la bola en los greenes (pelados y duros), que según se acercaba a la Bahía aumentaba con el viento que parecía un remolino. Sólo bastaba ver flamear las banderas, que se movían descontroladas y algunas se enrollaban como una persiana.
Además, por más efecto que le pusieran los jugadores pocas veces se frenaba, ni backspin ni leches. No parecía, igualmente, un terreno de golf, más bien de piedra o grava, más duro que una roca.
Otra cuestión fueron los desagües, grandes canales con casi medio metro de ancho. Las bajadas y subidas como una montaña rusa fueron incontrolables, ya que siempre caían en la misma dirección: a los bunkers.
Asimismo, bastó que un profesional dijera: “yo siempre tiro al centro del green” para que colocaran la bandera, con mala milk, pegada a la izquierda de un bunker en el medio del verde (Hoyo 5).

SE JUEGA AL FLOG, NO AL GOLF
El mundo del golf, tan rígido, tan inmaculado por sus reglas y tradiciones ha demostrado una vez más su nivel de incompetencia.
O lo que es lo mismo, “El principio de Peter” escrito por el doctor Laurence J. Peter y Raymond Hull.
Incompetencia del diseñador del campo de golf.
(Una bofetada para el bien ganado prestigio de… su padre, parecían 18 campos en uno.)
Incompetencia de la USGA.
(Ya sabían lo que iba a pasar. Hace cinco años se dirimió el prestigioso US Amateur Championship-2010. Esto no le exime de su error: sus dirigentes han arruinado presumiblemente el segundo torneo más grande de la historia del golf.
¿Con los maravillosos y espectaculares campos de golf que tiene, a lo largo y ancho de su geografía, ese gran país llamado Estados Unidos de América?
¡ Nos parece lamentable!

CRUZ Y RAYA… ¿?
A mediados de los años ochenta, para ser exactos: 1985, los grandes ases norteamericanos “ridiculizaron” el Park Links de St George´s, Sandwich (Condado de Kent). Todavía recordamos las “bromas” de super-Mex Lee Trevino sobre las maderas que tenía que usar desde el tee para coger calle.
Y… el cabreo de Sandy Lyle que se marchó del campo pensando que había perdido. El escocés ganó el British Championship por un golpe a los estadounidenses Payne Stewart y Mark O´Meara. La otra sorpresa fue el español José Rivero (líder en el hoyo 11) que acabó tercero.
Los norteamericanos “vetaron” el campo de St George´s, que había sido sede en nueve ocasiones del mejor campeonato del mundo. Los Park Links estuvieron cerrados ocho años para el tradicional The Open, por dicha causa. Hasta 1993… con la victoria de Greg Norman.
Aunque no había un árbol en el course y el rough estaba bastante alto (amarillo, no verde como en Chambers Bay) las dificultades en el British han sido y siguen siendo el tiempo. El tiempo cambiante (se pasa del calor a la lluvia, al frío y con grandiosas las rachas del viento… cada cinco minutos por ese orden).
Algo natural en el mes de julio en las Islas.
Y pasa siempre todos los años.
Al Park Links Chambers Bay lo tendrían que “vetar” todos los jugadores del mundo simplemente por sentido común. Es evidente su  mal trazado y el rompecabezas de los enormes greenes que parecían agujeros negros para los pross o una delicia como pista de patinetes.

HABLEMOS DEL FLOG
Sorprendentemente los organizadores (USGA) eliminaron los famosos y tradicionales scoreboards manuales “por pantallas grandes de televisión” y en esta ocasión, la prestigiosa cadena ABC no retransmitió las imágenes del US Open Championship. Lo hizo otra empresa (Direct Sports TV).
Aunque lo más curioso han sido las distancias abismales entre los aficionados y los hoyos. Lo tenían crudo todos aquellos que pretendían seguir el juego como un paseo. Prohibieron asimismo los cruces imaginarios que se suelen abrir en cada hoyo, una vez que pasasen los jugadores.
Un error que se solucionó los dos últimos días.
No obstante, lo más lamentable ha sido la experiencia –de algún “chalado”, suponemos– al cambiar los par-5 en dos hoyos.
Lo que pretendía ser una innovación ha sido un fracaso estrepitoso.
Una fórmula que, suponemos, trasgredía las reglas del golf porque cambia las distancias del recorrido y quieran o no provocan confusión, a pesar de que se había avisado dicha modificación extraordinaria.
En la segunda ronda, alargaron el hoyo 1 a par-5 y redujeron el recorrido del hoyo 18, a un par-4. El par del campo no variaba (70), en efecto, pero sí las distancias del front-nine y el back-nine (in y out). Los primeros nueve agujeros subieron a 36 y los segundos, a 34 en lugar de 35-35.
Hoyo 1, par 4 (458 metros) y par 5 (542 metros).
Hoyo 18, par 5 (564 metros) y par 4 (470 metros).
Ya, con esta demostración, un verdadero despropósito o disparate en toda regla resulta evidente que se jugó al flog… o lo que es lo mismo al golf al revés.

MENOS SALVAJE Y MÁS MODERADO
Por último, la preparación del course por parte de los expertos de la USGA en el fin de fiesta: menos salvaje y más moderado. La intención: “borrar” los pésimos resultados de los 54 hoyos.
Una puesta en escena más convencional que dio sus frutos beneficiando a más de una docena de jugadores.
64 -6, Adam Scott (Australia-R4), superó las tarjetas de Dustin Johnson (USA) y Henrik Stenton (Suecia) con 65 golpes, -5 en la vuelta inaugural.
66, Rory McIlroy (Irlanda Norte), Charl Swartzel (Sudáfrica), Thomas Aiken (Sudáfrica), Morgan Hoffman (USA).
67, Louis Oosthuizen (Sudáfrica), merece un caso aparte y destacado. Por sus tres vueltas finales: 66-66-67 que le valió para igualar la segunda posición.
67, Goff Ogilby (Sudáfrica), Bill Horschell (USA).
68, Cameron Smith (Australia), Brant Snedeker (USA), Nick Hardy (a-USA), John Sender (Sudáfrica), Sergio García (España).

martes, 9 de junio de 2015

Massimiliano Allegri tiene razón



Juventus pudo ganar


Por Miguel Miró
¡Parece mentira! No se habla de fútbol en algunos medios deportivos.
Cualquier declaración o noticia sin trascendencia, se monta un espectáculo sin precedentes.
O, lo que es lo mismo, se produce un “cacao” como las radios y televisiones cuando se habla de política… como si tratase de un SHOW de impacto o entretenimiento. Nada serio.
Lo mismo sucede en la confusión de las miles de tertulias –de uno y otro bando– para aumentar el morbo. En lugar de convencer, con seriedad y criterio, confunden a los radioyentes y espectadores.
La información y la noticia no tienen nada que ver con estos “esperpentos” actuales sin análisis ni criterio cada uno de los temas.
Aunque muchos creen que “venden” y suben en audiencia.
No interesa las declaraciones de Massimiliano Allegri, técnico de Juventus después de la final de Berlín y se dan grandes titulares de Gerardo Piqué, que no deja de ser una simple anécdota.
Sin embargo, los medios “pican” por la gracieta del zaguero de Barcelona, y se olvidan las palabras de Allegri.
¡Increíble!


DECLARACIONES, SIN PAJA NI CARTÓN
“Al final del partido, dí las gracias al equipo por la maravillosa temporada que habían hecho, pero no sólo por eso, sino también por el partido de esta noche”.
“Jugaron un excelente partido y demostraron una gran personalidad, técnica y habilidad. Fue una gran final, pero por desgracia, cuando uno juega ante grandes jugadores, piensa que las cosas están bajo control y consigue dar la vuelta a las cosas. Lo hicieron cuando estábamos con el control del partido y marcando”.
“Tenemos algunos lamentos, pero salimos de esta final con una gran confianza en nosotros mismos y conscientes de lo que podemos hacer con la intención de mejorar con el conocimiento de que podemos jugar en Europa con una gran técnica y personalidad”.
“Esto es evidente. Estamos tristes, porque no todos los años se alcanza la final de la Champions League, pero no tengo nada que reprochar al equipo”.
“Una final se gana o se pierde. No hay partido de vuelta. Pero como dije a mis jugadores en el vestuario, el entusiasmo de la gente por Juventus en Turín o alrededor de Italia es algo positivo para todo el fútbol italiano. Y esto es lo que hicieron estos chicos aquí en Berlín”.
“Teníamos la oportunidad de evitar que Barcelona ganase el ‘triplete’, pero estuvo extraordinario y no pudimos contenerle”.
“Comenté a Buffon que tenía buenas vibraciones desde el banquillo y que sentía que podíamos ganar, pero Barcelona aprovechó el momento en el que cometimos un error y concedimos un contraataque. Tiene tres delanteros excelentes cuando tiran la contra y nosotros pagamos el precio”.
“Es una desventaja encajar el primer tanto, pero las finales nunca se acaban hasta el pitido final. Pudimos haberlo hecho mejor en la primera parte, pero fuimos pacientes cuando Barcelona controló el balón y tuvimos varias buenas ocasiones sin concretar”. (Marchisio 2, Vidal y Tevez)
“Todavía podemos mejorar, no necesariamente en los resultados, porque ello significaría ganar la liga, la copa y la Champions League. Lo que podemos mejorar es la calidad de nuestro juego, mejorar lo que tenemos. Consolidar y fortalecer nuestro fútbol y continuar entre los ocho mejores equipos de Europa de manera habitual. Eso es lo realmente importante”.
(Transcripción textual. Declaraciones de Massimiliano Allegri en la sala de Prensa del Olimpia Stadium, Berlín)


“VIBRACIONES” DE ALLEGRI TIENEN SENTIDO
Evidentemente justifica (aunque no aclare su variante posicional y ofensivo) sus vibraciones por el desajuste descomunal del equipo azulgrana en el segundo tiempo, y los errores cometidos por Luis Enrique Martínez tras el descanso del partido.
Nos referimos al planteamiento táctico-posicional del conjunto italiano, con respecto a una de las variantes que ofrece el sistema-Zubeldía que utiliza Juventus.
Es decir, un plan de juego más consistente, de mayor precisión y sumamente agresivo. Aunque, también, dicha disposición en el campo ofrece un riesgo enorme al adelantar líneas.
Su intención clara ha sido “maniatar” a Barcelona y “matar” el match en los primeros 30 minutos de la segunda mitad para empatar (que lo hizo) y ganar la Copa de Europa (algo que no consiguió).
Ni más ni menos.
El cambio ha sido una variante más ofensiva del sistema-Zubeldía y los distintos relevos de algunos protagonistas “bianconeri”. Algo que no se menciona en ninguna de las crónicas de los Medios europeos.
Cambio de papeles
Muy simple. Juventus aumentó la presencia en la zona central, y mejoró notablemente la presión y dominio, con la presencia de Pirlo como “director de orquesta”, acompañado de Marchisio a la derecha y Vidal a la izquierda ambos para cumplir una doble función: proteger las espaldas de sus compañeros y frenar la salida del adversario al contraataque.
[[Vidal-Marchisio fueron, en el primer tiempo la segunda línea de ataque. Especialmente Marchisio que probó fortuna desde fuera del área, al igual que Tevez. En la continuación ninguno de los dos (Vidal/Marchisio) subieron ni  tampoco pisaron el área]].
Quién se convertirá en un peligro latente ha sido Pogba, que con asiduidad se desplazaba con libertad por la banda izquierda del equipo azulgrana, ante la ausencia de Rakitic, Messi y Alves.
Por otro lado, Allegri juntó a sus dos delanteros (Tevez y Morata), con la finalidad de fijar (pegados y del brazo) a los dos centrales para acompañar después a sus compañeros en el área azulgrana.
A renglón seguido utilizó la tercera línea de ataque a través de los laterales (Lichtsteiner y Evra) que llegaron alternativamente desde atrás como “balas”, pero nunca juntos a la última zona defensiva del adversario.


DESAJUSTES DESCOMUNALES EN BARCELONA
El entrenador de Barcelona, basándose en el primer tiempo, cambió de zona a Rakitic (derecha/izquierda) para controlar las subidas de Marchisio. Del mismo modo adelantó a Jorge Alba y Messi pasó al centro, mientras que Luis Suárez se abría a la banda derecha para arrastrar a Bonuchi.
Las modificaciones de Luis Enrique beneficiaron rotundamente al rival italiano. Juventus se encontró el cielo abierto y despejado de nubes en la segunda mitad.
El marcaje de Rakitic a Marchisio en la zona central no servía para nada, porque el italiano no pisó el área ni subió en ningún momento. Además, al colocar a Messi en el centro y Luis Suárez a la derecha, lo que permitía eran dos agujeros enormes (boquetes) en cada una de las bandas.
Por otro lado, el Busquets e Iniesta tenían que lidear con tres rivales (Marchisio-Pirlo-Vidal) encontrándose en una situación comprometida y difícil.
Barcelona pierde muchos balones en la zona central
Sucedió durante los primeros 25 minutos de la segunda parte. Quien no lo haya visto está ciego. Pero hay más:
Y, por último, los centrales, Piqué/Mascherano con el movimiento de Morata-Tevez, siempre juntos,  le impedían auxiliar a sus compañeros en situación límite.

¿CUÁL HA SIDO EL ERROR DE JUVENTUS?
Allegri, en ese momento, no tuvo vibraciones. Pensó con toda claridad que se podía ganar la tercera Copa de Europa. Estaba claro el dominio de la “squadra” italiana. Estaba claro igualmente las dificultades que tenía Barcelona, por los desajustes, después del empate del match.
Fueron muchos, en España, que temieron lo peor.
Juventus deja escapar la victoria
Eso es lo que más se preguntan Allegri, los jugadores y toda “la Bota”. Toda Italia. La tenía a punto de caramelo.
Distintas explicaciones
a) No aprovecharon los minutos “mágicos”, inmediatos al empate del partido. Siempre se producen después de un gol, un aumento de adrenalina y superior autoestima.
b) Tuvieron 15 minutos de dominio y control total del juego. Le robaron el balón a Barcelona, pero no fueron suficientes porque faltó el segundo gol.
c) Los delanteros no acertaron, porque no son resolutivos ni letales.
d) El único que podía desequilibrar, por sus condiciones técnicas, fue el francés de origen senegalés, Pogba. Pero se olvidó de lo más importante: el disparo a gol.
Explicación más consistente
A Juventus le faltó dos jugadores: Lionel Messi y Luis Suárez.
Más claro, agua. Sin embargo, ambos pertenecen a FC Barcelona y por eso es ahora campeón de Europa por quinta vez.


miércoles, 3 de junio de 2015

Especialistas poco corrientes



“Aguantar el balón”



Por Miguel Miró
Poner el acento, la magia y la técnica.
Mantener la cabeza fría y siempre… mantener las luces encendidas.
No es fácil.
En un partido de Copa de Europa disputado en Alemania, anotamos sin exagerar –ya lo hemos publicado– unos 54 pases recibidos y 47 pases al compañero.
No son nada fácil esos números.
¿A qué jugador nos referimos?
Vicente del Bosque, actual seleccionador nacional, en su etapa blanca.
¿Cómo es posible?
Del Bosque siempre ha sido criticado por lento. Demasiado lento. Igual que, posteriormente, Marcial Pina, Ricardo “Soso” Gallego, José Guardiola, Miguel “Michel” González  o Hugo Sotil por poner algunos ejemplos.
¿Lentos?
¿Acaso tenían que correr los 100 metros lisos?
Del Bosque lo hizo con los “orelluts” de Castellón y en otros equipos que jugó cedido, durante su juventud. ¿No fueron acaso Sotil y Guardiola jugadores “clave” en Barcelona?
En el fútbol actual, dicen e insisten: se necesita músculo y velocidad para poder compaginar velocidad, intensidad y presión para no dejar pensar al equipo adversario.
Entonces: ¿Quién piensa en ese equipo en el campo?
Habrá que hacer alguna o… algunas pausas, para compensar y no quedarse sin gasolina.
Puede que, desde la grada, Vicente del Bosque diera la sensación de “lentorro”, pero nadie podía discutir la velocidad de su cabeza (los dibujos que surgían en cada jugada) y la visión del juego en el aspecto técnico.
Su “testa” funcionaba a 6.000rpm.
Y otra cuestión sumamente importante: la clara centralización de los pases de sus compañeros de equipo.
¿Por qué?
Primero: Por su técnica exquisita solía perder pocos balones.
Segundo: La mayoría de las veces aguantaba el esférico y permitía una mayor movilidad y desmarque a volantes-delanteros para sus pases en diagonal o con tiralíneas.
Vicente Del Bosque “aguantaba el balón”, en los momentos de presión. Se convertía en la referencia, como director y lanzador entre sus compañeros. El auténtico arquitecto de la distribución del juego. Su dominio del balón y su técnica se lo permitían.
… Fueron pocos, tal vez contagiados por los gritos desaforados de la afición, que comprendieron su verdadera labor en el terreno.


ESPECIALIDAD POCO CORRIENTE
También es verdad que hay que retrotraerse a años anteriores. Los aficionados al fútbol, los que acudían a los estadios, premiaban más “la lucha, la entrega, la velocidad y los goles… aunque fueran con la nariz, la tibia, la pancha o en fuera de juego”.
Sin tener en cuenta la técnica y las características más sobresalientes de los jugadores. Un error, un gran error que se reflejaría después en la selección nacional: los jugadores, ante la enorme responsabilidad, parecía que tenían botas que pesaban 100 kilos y el balón les “quemaba”.
Volvamos al tema que nos ocupa. Nos centramos en un especialista poco corriente y en el que muy poco se fijan los aficionados. Aunque no podemos decir lo mismo de los buenos aficionados, que también los hay. Ellos reconocían y valoraban los méritos de los jugadores técnicos. Al futbolista que “aguanta el balón” en la zona ancha o en las barbas del área.
Importantísimo en cierta clase de partidos, con adversarios que practican el contragolpe en velocidad y la presión. Tiene, aunque parezca extraño, un valor incalculable.
¿Por qué?
Es el jugador o jugadores que por su acción desequilibran, desaceleran y descontrolan al cuadro rival.
Para que nos entiendan mejor: algo así como si le pusiéramos imanes en las botas y el balón. Para quitárselo sería necesario hacerles falta. No es un “chupón” pero tiene la valentía de gobernar con la pelota pegada al pie (técnica) en espacios cortos para desconcertar al equipo contrario.
Lo más triste: la mayoría de las veces éste especialista solía pasar inadvertido entre los aficionados… En muchos otros casos, ¡cuidado!, hasta por entrenadores inexpertos. De pico de oro, famosos, pero incapaces de interpretar y sacarle jugo a las características anímicas-mentales-técnicas de cada integrante del plantel.


CARLOS VELA/GONZALO CASTRO
Real Sociedad, hace unos años, llegó a tener la mejor defensa del campeonato de Liga e igualmente dos especialistas extraordinarios en “aguantar el balón” en el eje del campo y arriba, en el área. Ese detalle lo tuvo bien claro el técnico francés Philipe Montanier y su segundo, Michel Troin. Su trabajo (Montanier) se volvió a reproducir en el sprint final de la Liga 2014-2015.
Frente a Barcelona, en el Camp Nou, el equipo blanquiazul recuperó “su” mejor defensa en la que sólo faltaba Claudio Bravo… Carlos Martínez, Miguel González, Íñigo Martínez y De la Bella… incluso su mediocampo: Prieto-Bergara-Zurutuza.
¡Y contó con los mejores jugadores que saben aguantar el cuero!:
Carlos Vela y Gonzalo Castro!
La “desgracia” o la pena ha sido que el escocés David Moyes se diera cuenta demasiado tarde. Después de una temporada inestable e irregular del equipo, cambiando jugadores como fichas de dominó.
Es cierto que lo más nefasto del conjunto donostierra fueron las dos temporadas perdidas con un tal Santiago Arrasate (un error que no sólo cometió el presidente del club, Joaquín Aperribay, sino también su entorno de ex jugadores. El secretario técnico, Javier Pérez y el director deportivo, Lorenzo Juarros).
Arrasate, un inexperto entrenador se preocupó únicamente en “romper” todo el trabajo realizado por Philipe Montanier y así le fue. Su falta de criterio fue total, igual que el rotundo fracaso en Europa.


BUSQUETS/INIESTA/TURÁN
Aunque la pretensión inicial del técnico de Barcelona, Luis Enrique Martínez fue situar a Sergio Busquets en la posición de Javier Xavi Hernández, como volante distribuidor (algo que ya hizo Vicente del Bosque en la selección) tuvo que dar marcha atrás. Optó por Rakitic, que nada tiene que ver con las cualidades de Xavi.
El jugador croata tiene otras características que bien podría, en un futuro, relevarse con Busquets en las dobles tareas.
Sergio Busquets es un jugador muy completo, en las funciones defensivas y ofensivas del equipo y además pocas veces pierde el balón. Sabe “aguantarlo” en cualquier zona del campo. Y en muchas ocasiones pone pausa en el juego. Lo mismo que Iniesta, a quién resulta difícil o imposible quitarle el balón sin hacerle falta.
Una idea colectiva que “funciona” actualmente en el equipo azulgrana actual, para cambiar el ritmo del juego en momentos puntuales.
“Aguantar el balón”, y paciencia para “matar” el partido.
El turco Arda Turán, por otra parte, es otra de las estrellas con una técnica especial. Y muchas veces, Diego Simeone cuenta con él para “aguantar el balón arriba”. Aunque sus características sean fundamentales (por sus luces y por su fútbol espectacular) para buscar el resultado del equipo. No sólo por sus goles, que también los marca, sino también por la generosidad con sus compañeros en la última puntada en la antesala del área y del gol.
Turán es un verdadero artista con el balón en los pies. Además, posee una imaginación extraordinaria por sus “solos” en el campo. Aplaudidos por una afición entregada. No sólo en el aspecto técnico. Todo tiene su sentido y comunión en el equipo rojiblanco. Cada vez que contacta con Koke, Tiago o Mario Suárez en tareas ofensivas demuestra su enorme talento.  


VILLARREAL: LE SOBRAN
A pesar de que el técnico Marcelino García no se ha enterado todavía, le sobran jugadores para atemperar-dominar el juego y aguantar el balón. Bruno, Trigueros, Jonathan dos Santos… Lo del entrenador del submarino amarillo es realmente increíble. Hace tantas rotaciones en todos los partidos que se arma unos líos tremendos.
A veces deja siete u ocho titulares en el banquillo.
Las variaciones son infinitas y termina por marear a los jugadores. De ahí viene la irregularidad del equipo. Es tan incrédulo que piensa:
”Todos rinden igual”. 
Se engaña a sí mismo. No es cierto, ni tampoco comparar el fútbol con el basketball actual, dos deportes completamente diferentes, de forma especial por las dimensiones del campo y sus reglas.
Bruno Soriano no necesita presentación. Lleva muchos años en el fútbol y su técnica, insuperable. Lo mismo podemos decir de los jóvenes Trigueros y Jonathan, que cumplen a rajatabla los caprichos del entrenador y no pueden deslumbrar sus enormes cualidades para “aguantar el balón” como los grandes artistas.


KARIM BENZEMA/PAREJO
El delantero francés de origen argelino y sus movimientos con balón y sin él es una de las piezas importantes para “aguantar la pelota arriba”. Un jugador que, además de desmarcarse con criterio de goleador, se convirtió en el socio de Cristiano, o como “pasador” del luso para que se luzca.
Benzema todavía no ha explotado en Real Madrid.
Nadie podría imaginar todavía sus cualidades extraordinarias con el balón en los pies. Mucho más completo que el luso como goleador, pero prefirió adaptarse a las circunstancias del equipo y ser su escudero.
Con el cambio de técnico (1-4-3-3 o 1-4-4-2, sin cambiar un ápice) los buenos aficionados al fútbol podrían ver al auténtico Karim Benzema en todo su esplendor. Siempre que dejase la posición media-punta o enganche y no abuse de la velocidad con el volante.
Aún tiene mucho más potencial escondido.
Ha soportado los caprichos del entrenador luso, José Mourinho, con los cambios Higuaín-Benzema. Una forma de “destrozar” a los dos jugadores, para favorecer a su compatriota Cristiano. Lo mismo para demostrarle a José Valdano que había fichado a un “petardo”.
Daniel Parejo, es otro de los jugadores con muchas luces. Habla más en el campo que en la Prensa. A pesar de su elegancia, seguridad y su don natural de líder que nunca decepciona y destaca siempre.
Un jugador con talento natural que dejó escapar el equipo merengue y es producto de su cantera. Cedido a Getafe y Valencia, fue despreciado “olímpicamente” por Real Madrid (tenía una opción) la pasada campaña.
Parejo sabe “aguantar el balón” en los momentos de agobio y sabe también entregarlo al pie o larga al primer toque a un compañero.
No le pesa su responsabilidad en el terreno.
No exige su posición determinada en el campo –volante derecho, izquierdo, en el centro– por su manera de ser, por disciplina y profesionalidad. Siempre es la referencia en el conjunto valencianista. Su ausencia por lesión o sanción se notó demasiado la temporada pasada. Siempre ha sido de los que miman el balón, no lo revientan, y sus goles de tiro libre –otra de sus facetas– parecen con cartabón y tiralíneas.
Atesora todas las virtudes y valores para ser líder del equipo, aunque no le preocupa estos detalles, porque el fútbol es parte de su vida.   


MUNIAÍN/TRASHORRAS…
Aunque le comparen con un niño-buscalíos (Bart, de la serie de humor ácido The Simpsons, creada por Matt Groenin de la cadena Fox) o el “enfant terrible” de los cuentos, él va a su bola y se ríe. Sabe que es una broma cariñosa de la hinchada bilbaína.
No pudo terminar la temporada ni jugar la final de Copa España por una lesión grave e inoportuna (una entrada, tal vez contraproducente de Banega, al estar el balón ya fuera del terreno).
El juego y la alegría futbolística del menudo navarro –casi metro setenta, aunque no lo parezca… en un grupo que supera 1,80–  suele fascinar a los buenos aficionados. Máxime cuando su entrenador (Ernesto Valverde) le había designado un puesto de responsabilidad en el conjunto rojiblanco.
De enganche o mediapunta libre.
Un premio que se lo había merecido, tras su trabajo de extremo y muchas veces bajando y subiendo por la banda, cumpliendo doble función. Sin panorama y sin campo para lucirse. Pero él es así no se queja. La alegría de su fútbol sigue siendo la misma. Perseverante, rápido, de dribling fácil y sorpresivo, protegiendo el balón como si fuera de su propiedad.
Otro de los que “aguantan el balón” por su técnica y, además, generoso en el pase corto o largo al compañero.


Si buscáramos a un jugador técnico, que temple el balón con suavidad pasmosa y “reviente” el balón con efecto de forma impresionante, ese es Trashorras. Un gallego que tuvo ofertas y pudo triunfar en cualquier equipo europeo, pero siempre rechazó emigrar de su país.
Curiosa contradicción, cuando muchos de su tierra, por lo general, han sido emigrantes. Sin olvidar la frase, medio en broma y medio en serio:
“Si hay un hombre en la Luna, seguro que es gallego”
Un jugador que conoce al dedillo todos los puestos de un equipo, como ariete, extremo, volante defensivo y ofensivo, mediapunta… Todos los conoce y su experiencia es infinita. Le tocó vivir los tiempos caprichosos de los equipos grandes (Barcelona/Real Madrid) y nunca se le cayeron los anillos firmar por un club chico, de inferior categoría.
Trashorras, con una técnica refinada, es también un futbolista con una pasta especial que “aguanta el balón” en los momentos precisos, para la pausa necesaria. Hoy día es, sin dudarlo, el máximo ídolo de Rayo Vallecano. Nunca le “quema” el balón en los pies, al contrario suele coger por montera el peso del conjunto cuando se presentan los problemas.
Siempre sorprende en cada partido con una jugada maestra, un pase teledirigido y un disparo al palo que deja tiritando.
Mueve todos los hilos en el campo por su clara visión de juego y con vocación de líder distribuye fútbol con los ojos cerrados.


¿SE ACUERDAN DE EMILIO FENOLL?
Fenoll, un producto genuino de la cantera valenciana (nacido en Torrente), subió al primer equipo en un momento de decepción. Después que Valencia cayera en el pozo de Segunda División. El plantel  en ese entonces “blanco” como Sevilla, se nutrió de jugadores de “Tercera”. Carlos Arroyo, Alcorcón; Quique Sánchez, Pegaso; Antonio García, Parla; Serna, Castilla; Cotino, Alzira; Jon García, que estaba cedido a Málaga y Alcañiz, el goleador de Castellón… como consecuencia de su colosal deuda (2.200 millones de pesetas).
Igualmente, la desbandada de Bermell, Miguel Tendillo que firmó por Murcia, Urruti, Castellanos, Roberto Fernández, Granero, Cabrera… Lo de Tendillo y  Roberto Fernández merece un artículo aparte por “un” conocido presidente interino, antes que aceptara coger el timón Arturo Tuzón, una gran persona y amante de… “la pelota valenciana”.
Eso sí continuaron algunas estrellas que no abandonaron a su equipo: el guardameta Juan Manuel Sempere, los zagueros Ricardo Penella Arias y Fernando Giner; Javier Subirats, Fernando Gómez Colomer; como asimismo el uruguayo Miguel Ángel Bossio (CA Peñarol).
Un “cóctel de jugadores noveles” difícil de digerir, a primera vista por cualquier técnico.
El otro escollo estaba en un experimento, basado en la NBA (que nadie sube y nadie baja), que aumentaba el número los partidos que debían disputar los equipos de Segunda. El disparate del Play-off en una temporada de 44 partidos. Treinta y cuatro de ellos con el mismo sistema de Liga (a los puntos, ida y vuelta) y 10 más en el absurdo play-off.
Un experiencia que fracasaría, ya que no se repitiría “nunca jamás”.
Valencia, sin embargo, dirigido por Alfredo Di Stéfano conseguiría en la temporada 1986/1987 el salto a Primera División con todos los honores. (Existe, bajo nuestro punto de vista, un error muy corriente cuando se dice “Campeón de Segunda División”, lo  más correcto: ganador del ascenso a la máxima categoría sin poner en duda el premio “gordo”).
El equipo valenciano ganó 24 matches, empató 9, perdió 7. Marcó 53 goles y encajó 26. En la Liga, J 34 /G 29/ E 8/ P 7. Puntos: 46, a tres de Deportivo La Coruña. En la fase del play-off, no perdió ningún partido: J 6/ G 5/ E 1/ P 0/


ALFREDO DI STÉFANO, ¿QUIÉN SI NO?  
Lo mismo, pero de otra forma, que hizo en la campaña 1970-1971, cuando salió campeón de Liga con jugadores desahuciados (libres) por sus respectivos clubes. Al igual que Arias, Giner, Sempere, Subirats o Fernando, Alfredo di Stéfano siempre ha tenido un cariño especial por Valencia (dirigió al equipo tres etapas distintas), donde vivían sus hijas. Por ese motivo rechazó las ofertas de otros grandes equipos, incluso extranjeros.
Di Stéfano había llegado la temporada anterior, para sustituir Oscar Ruben Valdez, pero no pudo evitar el descenso.
Una de las llaves del ascenso fue, precisamente, Emilio Fenoll. El jugador más pitado, viripendiado y ultrajado del team valenciano por la afición.
Un extremo con un arranque explosivo, veloz y con una habilidad increíble con el balón en los pies. Tenía un cambio de ritmo endiablado.
No lo podían ver los forofos de Valencia.  
Sin embargo, jugó 32 partidos, 26 de ellos como titular y seis, sustituyendo a un compañero. Un total de 2.094 minutos, seis goles y muchos pases de gol en el área.
¿Le está sucediendo lo mismo que con Miguel Chendo?- le preguntamos en una tertulia distendida con Di Stéfano con amigos periodistas sudamericanos en el hotel Sidi El Saler.
“No es lo mismo. Fenoll tiene un desparpajo impresionante y no se deja amedrentar por los gritos de la hinchada. Si le quito ¿a quién pongo?”
“Fenoll me <<aguanta el balón adelante>>. Desacelera y da pausas. Además se mueve con inteligencia… Es igual que un moscardón en el área adversaria”
Di Stéfano continuó:
“Fija a los centrales, no deja salir con el balón rápido al adversario para armar el contragolpe… y si hay un fallo, es un gol seguro. Es un jugador veloz y desequilibrante. Además, permite al equipo volver a su posición en el campo”.
Después del ascenso, el club no renovó su contrato  a Alfredo Di Stéfano. ¿Se la tenía jurada un antiguo jugador del club? Es posible.
Pero los hinchas blancos cambiaron el pito y el insulto por el aplauso.
Llegó el técnico uruguayo Víctor Espárrago y no dudó en contar con el extremo Emilio Fenoll. Otra vez en Primera, el jugador de la cantera disputó 43 partidos entre amistosos y Liga sumando: 2.729 minutos.