Atlético y Real no saben
“rematar” a sus rivales
Por
Miguel Miró
Los goles son amores –dicen– y también buenas
razones.
Máxime si se trata de semifinales de la Copa de
Europa. Dos matches y un raquítico gol. Del franco-argelino Karim Benzema, por
supuesto.
La fiesta termina con el puro en el café y la casa
sin barrer.
¿Se ha perdido una gran ocasión?
Si lo miramos crudamente, sin duda. Ninguno de los
dos equipos madrileños supieron “rematar” la eliminatoria en su campo.
Primero, Atlético de Madrid. Lo intuíamos. No por el rival británico, sino por la ansiedad y los nervios de Diego Simeone en el match frente a Elche. Un manojo de nervios que nunca es bueno antes de jugar las semifinales del campeonato reina europeo.
¿Por qué?
Un técnico nervioso contagia a todo el plantel.
Y si además añadimos la derrota de Chelsea en la
Premier, es lógico suponer la presencia de un “autobús” al estilo italiano
plantado por Roberto di Mateo. Un plagio demasiado evidente. (Lo saben muy bien
los aficionados del Camp Nou)
Una “copia semejante” hace Mourinho después de
decir adiós a la Liga. Y lo más triste del caso, con los más veteranos de la
plantilla (el club +30 años). Faltaba Ivanovich, lesionado, Drogba y alguno
más, por poner un ejemplo. Una fórmula made-in-Di Mateo.
Un cúmulo de circunstancias hizo que se
“bloquease” el equipo rojiblanco. La aceleración y la falta de precisión en los
pases. La actitud, la frialdad en la acción individual, el uno-contra-uno. Un
dominio inútil ante un fútbol de destrucción masiva.
Un error lamentable de Simeone. Contagiar la
“ansiedad y los nervios” al equipo que optaría a su último recurso: “Centro a
la olla”, algo que los británicos son especialistas.
En una palabra, poco fútbol. Pocas ideas. El
cuadro rojiblanco se estrella ante un frontón vestido de azul.
Por eso no pudieron rematar el match, aunque sí
demostraron contar con un sistema defensivo muy ordenado y un escudo
impenetrable. Nos referimos al trío Courtois, Miranda y Godín.
R MADRID DEJA VIVO A BAYERN
Un partido clásico de Copa de Europa con dos
apuestas diferentes, pero jugado con “el rabillo del ojo” entre los
contendientes. Decimos clásico porque ambos especularon y se vigilaron
celosamente en el campo.
Presión y dominio absoluto en la elaboración del
cuadro muniqués, pero sin acierto en las oportunidades que se le presentaron.
Además, a raíz de su jugada de gol más clara, llega un contragolpe en tres
toques en velocidad que acaba en el primer y único tanto del equipo local. Un
gol de Karim Benzema y dos ocasiones clarísimas.
En teoría pudieron “rematar” la eliminatoria.
Las otras dos oportunidades fracasan. Cristiano se
precipita antes de pisar el área y el balón se va a las nubes. Di María,
completamente solo junto al palo izquierdo de Neuer. El argentino lo ve tan,
pero tan fácil que quiere romper las redes del ángulo derecho y la pelota que
apunta a la escuadra se abre con un efecto endiablado.
Aún así Real Madrid respetó demasiado a su rival, con un sistema defensivo anclado al borde del área grande, cerrando bandas y casi inexpugnable por el centro por la ayuda de un “líbero-escoba” muy activo, Javier Alonso.
Guardiola juega sus cartas en la segunda parte.
Ajusta sus líneas y regala el balón a Real Madrid. Un regalo envenenado que
pudo haber tenido un efecto contrario. Aunque curiosamente le fallan las
piernas a los merengues, más preocupados en cuestiones defensivas.
Ancelotti, fiel a sus principios y a su esquema
cuadriculado, hace los cambios previstos con antelación. Sin embargo, en el
banquillo alemán las pretensiones son bien distintas. Un intento de recuperar el balón y sacar provecho del
agotamiento de cuadro local en los 15 minutos finales. Guardiola pretende darle
la vuelta a la tortilla.
La entrada de Javier Martínez para ajustar el eje
y la presencia de dos volantes con mucha llegada. Götze y Müller con mucho
fútbol en sus botas y verticales, cada uno a su manera. Müller avisa desde
larga distancia y Götze, con paredes en corto abre la lata por el centro en un
enjambre de piernas. Tiene el empate nada más pisar el área. Un gol cantado.
Pero se anticipa Casillas y despeja con sus manoplas.
Después llegaría la jugada polémica del match.
Juego peligroso de Alonso –Webb se lo traga, junto al quinto árbitro en el palo
izquierdo del meta– que impide la volea de media vuelta de Muller casi dentro
del área pequeña.
EL PÚBLICO NO GANA PARTIDOS
Una vez más se demuestra que el público está para
aplaudir las jugadas, gritar, cantar y disfrutar, pero no gana los partidos.
Siempre corresponde a los jugadores. Eso está muy claro. No nos cansaremos de
repetir que son los protagonistas, con su fútbol, su juego y sus goles, los que
animan a los aficionados.
Sin embargo, los aficionados madrileños tienen
derecho a soñar.
¿Una final At Madrid-R Madrid en Lisboa?
Para cualquier español sería un gran honor. No
obstante, es un sueño frustrado desde el inicio del nuevo Millenium (2000). Ya
nos dimos de bruces los últimos años. Real Madrid tropieza con Bayern Munich y
Barcelona ante Chelsea.
¿Lo recuerdan?
Tampoco está muy lejos –la temporada pasada– con
los dos equipos alemanes. El llamado “Seven-Up” o el panzer que aplasta al
cuadro azulgrana, y se repite la historia de Borussia Dortmund ante Real
Madrid.
AHORA… ¿ES DIFERENTE?
El fútbol es imprevisible. Todo puede ser posible.
Antes, en semifinales de Copa de Europa no valían
los goles “dobles” en campo del adversario. Ahora, en cambio, sí.
Éste es el clavo ardiente donde Atlético de Madrid
y Real Madrid pueden y deben aferrarse.
Un insignificante y raquítico gol en campo
contrario puede ser la Llave Mágica de los dos equipos españoles para llegar a
la final de Lisboa.
¿Y si uno falla?
Puede quedar el otro. Aunque de verdad las
semifinales están abiertas y pueden clasificarse dos de los cuatro equipos. No
somos Nostradamus para predecir el futuro. Sin embargo, podemos apostar una
final Atlético Madrid-Bayern Münich.
Se repetiría la final del año 1974, que ganaron
los bávaros.
Asimismo, hay otro detalle importante. Los
rojiblancos madrileños tienen probablemente la fórmula para ganar en campo
contrario. No debemos olvidar que es el único equipo de la presente edición de la
Copa de Europa sin perder ningún partido.
Un auténtico record.
…Y en las semifinales de 1974 ganó a Celtic de Glasgow (0-0 y 2-0).
(El técnico argentino de aquél entonces fue el recordado
Juan Carlos Lorenzo, ex jugador Rayo Vallecano y ex entrenador de
Mallorca, que dio un triple salto mortal. “Toto” Lorenzo colocaría al club
mallorquín de Tercera a Primera División en tres años consecutivos. Igualmente
dirigió a la selección argentina en la Copa del Mundo FIFA 1966).
LA "BESTIA NEGRA" VA A DESPERTAR
Entonces se preguntarán: ¿Bayern eliminará a Real
Madrid?
Desde los años setenta el equipo bávaro siempre ha
sido “la bestia negra” del equipo de Chamartín. Asimismo todavía está presente
el match Borussia-Real Madrid en Dormund.
Creemos que aún tiene mucho que decir Bayern
Münich, defensor del título. Campeón de Europa de la campaña pasada. No es
porque juegue en su campo (Allianz Arena). Lo decimos porque no demostró todo
su potencial en el primer partido de semifinales.