Demasiados
jefes,
pocos indios
pocos indios
Por
Miguel Miró
Real Madrid tiene demasiados “jefes” que
mandan mucho y pocos “indios” que necesitan un guión y tiempo para no salir
acelerados para intentar comerse el campo.
Ese es, sucintamente, el problema del equipo
en la presente temporada.
Asimismo, éstas son algunas de las “piezas”
del puzle merengue:
a) El técnico italiano Carlo Ancelotti
confiesa que explica sus esquemas al “presidente y a su mano derecha”.
b) Pepe le pide a Ramos jugar él por delante
de la línea de zagueros en el clásico, frente a Barcelona.
c) Salvo el sacrificado Benzema, Bale como
Cristiano no se sacrifican en el marcaje, ni tan siquiera lo intentan en la
recuperación del balón.
d) Di María se encuentra “descolocado” en el
centro del campo haciendo tareas defensivas pegado a una banda. Y todos sabemos
que como medio-estorbo está bien, pero defensivamente es nulo. Necesita campo
para su vivaz juego de toque y eficaz en los lanzamientos.
e) Khedira no es un superdotado en la parte
técnica. Nunca lo ha sido. El tunecino–nacionalizado-alemán prefiere la
cuestión física, el músculo, no quiere escuchar “jugar al toque” con el balón.
f) No existe un director de orquesta en la
zona central. Se traspasó a Özil con el lamento de los “jefes” del equipo,
entre ellos Cristiano y Ramos. Ambos clamaron al cielo.
g) No hay empatía con Isco. Por eso el
jugador malacitano no está cómodo y no quiere responsabilidades mayores.
Alonso, ante Real Sociedad, juega más adelantado y Khedira y Modric a sus espaldas. |
LOS DEFENSAS: “ESTÁN SOBRAOS”
Otra cuestión es que los zagueros tengan
experiencia y otra muy distinta de que
estén “sobraos” y no necesiten lecciones de nadie.
h) La defensa no se concentra porque “están
sobraos” y mantienen los vicios del anterior entrenador. Cada uno va por su
lado.
Veamos:
Arbeloa, con la promesa “de las alturas” que
será capitán; Pepe (cuarto capitán); Ramos (segundo capitán) y Marcelo (tercer
capitán).
La línea de atrás es “anárquica”… porque
todos son jefes.
i) En el último partido en Italia, tras la salida
de Alonso, Illarramendi saltó al campo. Robó tres balones a la Juve y no
recibió ningún pase durante 15 minutos de sus compañeros. Ni de Modric,
Khedira… ni de los zagueros.
j) Recordamos un pase de Jesé a Marcelo y le
“pide perdón” porque el balón se va fuera de banda al no poderlo dominar el
brasileño. Bien significativo para saber quién manda. Sin embargo, peor ha sido
lo de Carvajal en el match Rayo-R Madrid.
k) Pepe empuja descaradamente a Viera y como
sigue insistiendo el delantero rayista Pepe le engancha el tobillo y le derriba
dentro del área. Un doble penalty, si nos permiten. En ese mismo momento Carvajal se agacha y le
pide a Viera que se levante, “no hagas
teatro”.
¡La misma escena de Pepe a Iniesta en un
clásico! Después de que el portugués le diera una clara tarascada.
Por último (i) Ramos y Cristiano quedaron
“retratados” en el clásico del Camp Nou por una televisión de pago. Ramos: “Estamos cagados, con el culo apretado”, cuando
le recriminó el portugués que no le llegaban balones durante el partido.
Y el cambio radical de opiniones después del
encuentro acusando al árbitro de forma descarada... idéntico a las temporadas
pasadas.
Si los jugadores blancos no cumplen a
rajatabla las ideas del entrenador, a pesar de los ensayos previos entre
semana, resulta lógico que los esquemas/planes fracasen y los dibujos se rompan
en el terreno de juego.
Si los de adelante no ayudan, los de
mediocampo a veces se olvidan de su misión y los de atrás están todos
descolocados por sus egos… es evidente:
¿Hay o no hay demasiados jefes y pocos
indios?
Las intenciones defensivas. |
TÁCTICA Y CONTRA-TÁCTICA
La táctica y contra-táctica de unos y de
otros provocan el caos. Un cortocircuito en el equipo. Las propuestas del
técnico son muy simples y fáciles de entender: orden y equilibrio entre todas
las líneas.
No obstante, resulta evidente: el equipo
está descompensado y no es la primera vez que lo decimos. A raíz de este punto
aparecen todos los fantasmas.
En relación a los partidos disputados y lo requeté
visto en el campo, los jugadores quieren jugar como la selección argentina en
la Copa del Mundo FIFA en Sudáfrica.
Sin orden ni concierto. Cuántos más
delanteros… mejor.
Una defensa en línea, con un solo stopper en
el eje que sirva para todo (Mascherano), un organizador ofensivo (Maxi) y una
nutrida delantera plagada de goleadores
individualistas.
En una palabra, sin mediocampistas o
volantes. ¡Cuatro o cinco delanteros! Olvidándose
del marcaje. Lo que se necesita para ganar los partidos son los goles. Al contraataque
en velocidad.
Hasta que llegó la selección alemana, les
pasó por encima y mandaron al equipo albiceleste de vuelta a su país.
(No hay que tomárselo a broma, fueron “las butades", del seleccionador argentino
Diego Maradona)
Así es como empieza jugando el equipo, con dos zagueros dislocados. |
SI NO HAY EQUILIBRIO Y UNIÓN, NO HAY EQUIPO
Si no hay equilibrio en todas las líneas,
comunión entre todos los jugadores además de orden y sacrificio… resulta
evidente que no tengan regularidad de equipo-equipo. No es cuestión que hoy
juegue bien la delantera, mañana un poco más ordenado el mediocampo y pasado
mañana mejore la defensa.
Tiene que haber coordinación y
sincronización para podamos ver un equipo acoplado y compacto.
Además, el actual equipo merengue cuando
adelanta sus líneas se descompone el dibujo al intentar regresar a sus
posiciones. Ancelotti, igualmente, modifica la acción disparatada de
que se adelantaran los zagueros (Pepe y Ramos), partido sí y partido también. Algo que le puede gustar a los aficionados por sus carreras y pundonor,
pero ambos descuidan sus posiciones y dejaron
socavones a sus espaldas.
El italiano sabe por experiencia que
cualquier rival avispado puede darle más de un susto. Igualmente, obligó después
a Pepe no salir y cumplir las tareas de un “fullback”, aunque ahora lo esté
ejerciendo con dificultades Varane. De igual modo, uno de los defensas tiene
que dar un paso hacia atrás, para cubrir a su par en la salida. Es fundamental
para ellos que estén juntos en las tareas defensivas.
Ramos es un caso aparte y más complejo. No
frena sus impulsos individualistas y resulta difícil controlarle. Ancelotti le
sitúa como stopper por delante de la última línea, y como no está cómodo
desaprovecha la iniciativa para conducir o buscar el pase largo en su nueva
zona el juego del equipo. Una doble tarea en la cual se bloqueó en el clásico
frente a Barcelona.
NO FUNCIONA: COLOCACIÓN Y ELABORACIÓN
Los espacios que provoca Real Madrid se
deben a una falta de colocación y a la elaboración. Los zagueros laterales no
vuelven o vuelven tarde a su posición. Al principio, nos gustaba Carvajal por
lo aplicado. Si subía Marcelo, él no pasaba de la línea del mediocampo. Pero
está repitiendo los mismos errores del brasileño. Lo triste es que también
Arbeloa le cuesta recuperar su posición. Son desajustes por falta de
concentración, pero con la experiencia no debería ocurrir.
Lo mismo ocurre en la zona central, donde
Modric y Khedira son más stoppers defensivos y ninguno de los dos,
distribuidores de juego. Y su total descontrol se aprecia en el campo. Si
suben, suben demasiado y les cuesta retroceder dejando una franja de nadie en
sus espaldas. No basta con correr la que tiene que circular es la pelota.
LA TAREA PENDIENTE
La elaboración es una tarea pendiente para
el equipo madrileño. Es verdad, igualmente, que encuentra un enganche
(mediapunta) como Di María que sirve de lanzadera al ataque, pero nos parece una contrariedad que cumpla una
doble función pegado a una banda. Necesita campo para desenvolverse con
libertad.
El argentino tiene las ideas claras para
elaborar jugadas a los delanteros, pero no se le puede pedir que cubra también
la banda y baje a ayudar también al lateral.
La esperanza, sin duda, se llamaba y se llama Francisco
Alarcón (Isco), pero hay que darle tiempo para que pueda adaptarse. Asimismo el
malagueño no se encuentra cómodo “con tantos jefes”, por eso quizá ha rehusado a
tomar la manija o timón. La responsabilidad de dirigir el equipo y preocuparse
de la elaboración. Algo que supone la parte fundamental del fútbol.
Isco tiene suficiente calidad y lo puede realizar, pero se refugia en la banda izquierda. Algo que no hacía en su ex equipo
(Málaga), donde permutaba constantemente (derecha, centro, izquierda). Pero,
como todos los “nuevos” (los de la cantera, Isco e Illarramendi) debe pedir
“permiso” a los capitanes. O, tal vez, le suceda como a Özil, demasiado
sensible y con falta de apoyo dentro del grupo.
La confianza de Isco podría llegar con la
presencia de Javier Alonso, que puso algo de orden en el conjunto. Sin gritar
como lo hizo Diego López a los “jefes” y casi se lo “cargan” de un bufido. Algo
sorprendente en un equipo, porque suele ser normal y natural –por su posición,
experiencia y visión del juego– que un guardameta coloque a los defensas.
El guardameta sigue como titular porque en
“las alturas” (Pérez y Sánchez) cumplen la promesa hecha al anterior técnico y
ponen el freno-Casillas.
TANDEM SINCRONIZADO
No es ninguna tontería lo que decimos, Isco
y Alonso podrían ser un tandem bien sincronizado en las tareas de elaboración.
Siempre que los capitanes lo permitan y Carlo Ancelotti lo decida. Todo es
cuestión de probar porque ambos jugadores se complementarían perfectamente, teniendo
en cuenta sus características.
En el último match en Chamartín (Real
Madrid-Real Sociedad), Alonso jugó más adelantado de lo normal y permitió que
Modric y Khedira se lucieran en su posición original: stoppers. Una fórmula
inédita pero efectiva para el donostiarra que, además cumplía una doble función
en el terreno de juego.
El dúo, además, cubriría el vacío que
adolece el equipo, después del traspaso de Helmut Özil al Arsenal inglés. El
técnico italiano mataría varios pájaros de un tiro. Tiene las orejas coloradas
de los consejos del trío Pérez-Sánchez-Mendes. (¿Por qué no pones a Isco?). Un par de partidos para ver si
funciona y deja contento a los que confeccionaron la actual plantilla de Real
Madrid. Si cuajara –nosotros creemos que sí– se le acabarían los problemas y
dejaría de hacer más pruebas (rotaciones, como en el basket) en el equipo.
Esto es lo que pretende Carlo Ancellotti. Orden y equilibrio. |
DELANTERA: “OFF” Y “ON”
Sin Bale o con Bale… Sin Benzema o con
Benzema.
Esta ha sido la cuestión desde un principio.
Mejor los dos junto a Cristiano Ronaldo.
La presentación de Gareth Bale se hizo
esperar y la afición “cargó” contra Karim Benzema, el mejor “9” de Real Madrid.
Y aunque parezca mentira, al final el
francés hace de enganche y el “9”, definitivamente, es Bale-Cristiano o Cristiano-Bale, por el
cambio de posiciones durante el partido.
Los aficionados merengues dejaron de corear:
“Morata, Morata”.
Pero en el ínterin quedaron algunas
“manchas”. El penalty prefabricado por Pepe ante Elche, y la rareza del Real
Madrid-Sevilla. Dos autogoles, varios penalties y el cuarto gol de Benzema que
no debió subir al marcador. En la jugada anterior Varane había cedido el balón
a Diego López tras el rechace, por tanto, libre indirecto. Cinco penalties le
han pitado a favor al equipo blanco. Algunos dudosos, otros no.
El bajón ante Rayo y Real Sociedad en el
segundo tiempo
En 17 matches todavía no hemos visto jugar
bien al equipo.
Todos hablan del “tridente”, pero de sólo
Benzema trabaja para recuperar balones, mientras los otros dos se desentienden
en tareas defensivas.
La idea de Carlo Ancelotti sigue siendo la
misma que en Paris Saint Germain, con dos volantes creadores de juego (Lucas
Moura y Pastore) y todas las líneas bien agrupadas y con apoyos.
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