viernes, 15 de noviembre de 2013

REAL MADRID, UN PUZLE



Demasiados jefes, 
pocos indios

El proyecto de Ancelotti. (Marca)

Por Miguel Miró
Real Madrid tiene demasiados “jefes” que mandan mucho y pocos “indios” que necesitan un guión y tiempo para no salir acelerados para intentar comerse el campo.
Ese es, sucintamente, el problema del equipo en la presente temporada.
Asimismo, éstas son algunas de las “piezas” del puzle merengue:
a) El técnico italiano Carlo Ancelotti confiesa que explica sus esquemas al “presidente y a su mano derecha”.
b) Pepe le pide a Ramos jugar él por delante de la línea de zagueros en el clásico, frente a Barcelona.
c) Salvo el sacrificado Benzema, Bale como Cristiano no se sacrifican en el marcaje, ni tan siquiera lo intentan en la recuperación del balón.
d) Di María se encuentra “descolocado” en el centro del campo haciendo tareas defensivas pegado a una banda. Y todos sabemos que como medio-estorbo está bien, pero defensivamente es nulo. Necesita campo para su vivaz juego de toque y eficaz en los lanzamientos.
e) Khedira no es un superdotado en la parte técnica. Nunca lo ha sido. El tunecino–nacionalizado-alemán prefiere la cuestión física, el músculo, no quiere escuchar “jugar al toque” con el balón.
f) No existe un director de orquesta en la zona central. Se traspasó a Özil con el lamento de los “jefes” del equipo, entre ellos Cristiano y Ramos. Ambos clamaron al cielo.
g) No hay empatía con Isco. Por eso el jugador malacitano no está cómodo y no quiere responsabilidades mayores. 

Alonso, ante Real Sociedad, juega más adelantado y Khedira y Modric a sus espaldas.

LOS DEFENSAS: “ESTÁN SOBRAOS”
Otra cuestión es que los zagueros tengan experiencia y otra muy distinta  de que estén “sobraos” y no necesiten lecciones de nadie.
h) La defensa no se concentra porque “están sobraos” y mantienen los vicios del anterior entrenador. Cada uno va por su lado.
Veamos:
Arbeloa, con la promesa “de las alturas” que será capitán; Pepe (cuarto capitán); Ramos (segundo capitán) y Marcelo (tercer capitán).
La línea de atrás es “anárquica”… porque todos son jefes.
i) En el último partido en Italia, tras la salida de Alonso, Illarramendi saltó al campo. Robó tres balones a la Juve y no recibió ningún pase durante 15 minutos de sus compañeros. Ni de Modric, Khedira… ni de los zagueros.
j) Recordamos un pase de Jesé a Marcelo y le “pide perdón” porque el balón se va fuera de banda al no poderlo dominar el brasileño. Bien significativo para saber quién manda. Sin embargo, peor ha sido lo de Carvajal en el match Rayo-R Madrid.
k) Pepe empuja descaradamente a Viera y como sigue insistiendo el delantero rayista Pepe le engancha el tobillo y le derriba dentro del área. Un doble penalty, si nos permiten. En ese mismo momento Carvajal se agacha y le pide a Viera que se levante, “no hagas teatro”.
¡La misma escena de Pepe a Iniesta en un clásico! Después de que el portugués le diera una clara tarascada.
Por último (i) Ramos y Cristiano quedaron “retratados” en el clásico del Camp Nou por una televisión de pago. Ramos: “Estamos cagados, con el culo apretado”, cuando le recriminó el portugués que no le llegaban balones durante el partido.
Y el cambio radical de opiniones después del encuentro acusando al árbitro de forma descarada... idéntico a las temporadas pasadas.
Si los jugadores blancos no cumplen a rajatabla las ideas del entrenador, a pesar de los ensayos previos entre semana, resulta lógico que los esquemas/planes fracasen y los dibujos se rompan en el terreno de juego.
Si los de adelante no ayudan, los de mediocampo a veces se olvidan de su misión y los de atrás están todos descolocados por sus egos… es evidente:
¿Hay o no hay demasiados jefes y pocos indios?

Las intenciones defensivas.

TÁCTICA Y CONTRA-TÁCTICA
La táctica y contra-táctica de unos y de otros provocan el caos. Un cortocircuito en el equipo. Las propuestas del técnico son muy simples y fáciles de entender: orden y equilibrio entre todas las líneas.
No obstante, resulta evidente: el equipo está descompensado y no es la primera vez que lo decimos. A raíz de este punto aparecen todos los fantasmas.
En relación a los partidos disputados y lo requeté visto en el campo, los jugadores quieren jugar como la selección argentina en la Copa del Mundo FIFA en Sudáfrica.
Sin orden ni concierto. Cuántos más delanteros… mejor.
Una defensa en línea, con un solo stopper en el eje que sirva para todo (Mascherano), un organizador ofensivo (Maxi) y una nutrida  delantera plagada de goleadores individualistas.
En una palabra, sin mediocampistas o volantes. ¡Cuatro o cinco  delanteros! Olvidándose del marcaje. Lo que se necesita para ganar los partidos son los goles. Al contraataque en velocidad.
Hasta que llegó la selección alemana, les pasó por encima y mandaron al equipo albiceleste de vuelta a su país.
(No hay que tomárselo a broma, fueron “las butades", del seleccionador argentino Diego  Maradona)

Así es como empieza jugando el equipo, con dos zagueros dislocados.

SI NO HAY EQUILIBRIO Y UNIÓN, NO HAY EQUIPO
Si no hay equilibrio en todas las líneas, comunión entre todos los jugadores además de orden y sacrificio… resulta evidente que no tengan regularidad de equipo-equipo. No es cuestión que hoy juegue bien la delantera, mañana un poco más ordenado el mediocampo y pasado mañana mejore la defensa.
Tiene que haber coordinación y sincronización para podamos ver un equipo acoplado y compacto.
Además, el actual equipo merengue cuando adelanta sus líneas se descompone el dibujo al intentar regresar a sus posiciones. Ancelotti, igualmente, modifica la acción disparatada de que se adelantaran los zagueros (Pepe y Ramos), partido sí y partido también. Algo que le puede gustar a los aficionados por sus carreras y pundonor, pero ambos descuidan sus posiciones y dejaron socavones a sus espaldas.
El italiano sabe por experiencia que cualquier rival avispado puede darle más de un susto. Igualmente, obligó después a Pepe no salir y cumplir las tareas de un “fullback”, aunque ahora lo esté ejerciendo con dificultades Varane. De igual modo, uno de los defensas tiene que dar un paso hacia atrás, para cubrir a su par en la salida. Es fundamental para ellos que estén juntos en las tareas defensivas.
Ramos es un caso aparte y más complejo. No frena sus impulsos individualistas y resulta difícil controlarle. Ancelotti le sitúa como stopper por delante de la última línea, y como no está cómodo desaprovecha la iniciativa para conducir o buscar el pase largo en su nueva zona el juego del equipo. Una doble tarea en la cual se bloqueó en el clásico frente a Barcelona.
 
NO FUNCIONA: COLOCACIÓN Y ELABORACIÓN
Los espacios que provoca Real Madrid se deben a una falta de colocación y a la elaboración. Los zagueros laterales no vuelven o vuelven tarde a su posición. Al principio, nos gustaba Carvajal por lo aplicado. Si subía Marcelo, él no pasaba de la línea del mediocampo. Pero está repitiendo los mismos errores del brasileño. Lo triste es que también Arbeloa le cuesta recuperar su posición. Son desajustes por falta de concentración, pero con la experiencia no debería ocurrir.
Lo mismo ocurre en la zona central, donde Modric y Khedira son más stoppers defensivos y ninguno de los dos, distribuidores de juego. Y su total descontrol se aprecia en el campo. Si suben, suben demasiado y les cuesta retroceder dejando una franja de nadie en sus espaldas. No basta con correr la que tiene que circular es la pelota.


La recuperación de Javier Alonso podría beneficiar a Isco.

LA TAREA PENDIENTE
La elaboración es una tarea pendiente para el equipo madrileño. Es verdad, igualmente, que encuentra un enganche (mediapunta) como Di María que sirve de lanzadera al ataque, pero nos parece una contrariedad que cumpla una doble función pegado a una banda. Necesita campo para desenvolverse con libertad.
El argentino tiene las ideas claras para elaborar jugadas a los delanteros, pero no se le puede pedir que cubra también la banda y baje a ayudar también al lateral.
La esperanza, sin duda, se llamaba y se llama Francisco Alarcón (Isco), pero hay que darle tiempo para que pueda adaptarse. Asimismo el malagueño no se encuentra cómodo “con tantos jefes”, por eso quizá ha rehusado a tomar la manija o timón. La responsabilidad de dirigir el equipo y preocuparse de la elaboración. Algo que supone la parte fundamental del fútbol.
Isco tiene suficiente calidad y lo puede realizar, pero se refugia en la banda izquierda. Algo que no hacía en su ex equipo (Málaga), donde permutaba constantemente (derecha, centro, izquierda). Pero, como todos los “nuevos” (los de la cantera, Isco e Illarramendi) debe pedir “permiso” a los capitanes. O, tal vez, le suceda como a Özil, demasiado sensible y con falta de apoyo dentro del grupo.
La confianza de Isco podría llegar con la presencia de Javier Alonso, que puso algo de orden en el conjunto. Sin gritar como lo hizo Diego López a los “jefes” y casi se lo “cargan” de un bufido. Algo sorprendente en un equipo, porque suele ser normal y natural –por su posición, experiencia y visión del juego– que un guardameta coloque a los defensas.  
El guardameta sigue como titular porque en “las alturas” (Pérez y Sánchez) cumplen la promesa hecha al anterior técnico y ponen el freno-Casillas.

TANDEM SINCRONIZADO
No es ninguna tontería lo que decimos, Isco y Alonso podrían ser un tandem bien sincronizado en las tareas de elaboración. Siempre que los capitanes lo permitan y Carlo Ancelotti lo decida. Todo es cuestión de probar porque ambos jugadores se complementarían perfectamente, teniendo en cuenta sus características.
En el último match en Chamartín (Real Madrid-Real Sociedad), Alonso jugó más adelantado de lo normal y permitió que Modric y Khedira se lucieran en su posición original: stoppers. Una fórmula inédita pero efectiva para el donostiarra que, además cumplía una doble función en el terreno de juego.
El dúo, además, cubriría el vacío que adolece el equipo, después del traspaso de Helmut Özil al Arsenal inglés. El técnico italiano mataría varios pájaros de un tiro. Tiene las orejas coloradas de los consejos del trío Pérez-Sánchez-Mendes. (¿Por qué no pones a Isco?). Un par de partidos para ver si funciona y deja contento a los que confeccionaron la actual plantilla de Real Madrid. Si cuajara –nosotros creemos que sí– se le acabarían los problemas y dejaría de hacer más pruebas (rotaciones, como en el basket) en el equipo. 

Esto es lo que pretende Carlo Ancellotti. Orden y equilibrio.

DELANTERA: “OFF” Y “ON”
Sin Bale o con Bale… Sin Benzema o con Benzema.
Esta ha sido la cuestión desde un principio.
Mejor los dos junto a Cristiano Ronaldo.
La presentación de Gareth Bale se hizo esperar y la afición “cargó” contra Karim Benzema, el mejor “9” de Real Madrid.
Y aunque parezca mentira, al final el francés hace de enganche y el “9”, definitivamente, es Bale-Cristiano o Cristiano-Bale, por el cambio de posiciones durante el partido.
Los aficionados merengues dejaron de corear: “Morata, Morata”.
Pero en el ínterin quedaron algunas “manchas”. El penalty prefabricado por Pepe ante Elche, y la rareza del Real Madrid-Sevilla. Dos autogoles, varios penalties y el cuarto gol de Benzema que no debió subir al marcador. En la jugada anterior Varane había cedido el balón a Diego López tras el rechace, por tanto, libre indirecto. Cinco penalties le han pitado a favor al equipo blanco. Algunos dudosos, otros no.
El bajón ante Rayo y Real Sociedad en el segundo tiempo
En 17 matches todavía no hemos visto jugar bien al equipo.
Todos hablan del “tridente”, pero de sólo Benzema trabaja para recuperar balones, mientras los otros dos se desentienden en tareas defensivas.
La idea de Carlo Ancelotti sigue siendo la misma que en Paris Saint Germain, con dos volantes creadores de juego (Lucas Moura y Pastore) y todas las líneas bien agrupadas y con apoyos.  

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