“Sin mis
compañeros no soy nada” (Lionel Andrés Messi Cuccitini)
Por
Miguel Miró
Messi tiene razón.
No compite con nadie.
Sólo compite consigo mismo y contra la
historia.
La historia de su tiempo, el que le ha
tocado vivir.
Dicen que no se le puede comparar con Alfredo Estéfano di Stéfano. El jugador
más completo del Mundo. La frase de un periodista español le identifica en toda
su esencia: “Sólo le faltaba tirar un
corner y marcar a renglón seguido el gol de cabeza”. Un auténtico “crack”
que parecía San Sebastián… estaba en todos lados en el campo. Un jugador líder-técnico-táctico que, como “Di”
dice: “El fútbol es un deporte de equipo, también colaboraron mis compañeros”.
Una estrella estratosférica (por su velocidad) dentro de una Vía Láctea
celestial (River Plate-Millonarios-Real Madrid).
Lo dice Mario “Lobo” Zagalo. No se puede
comparar con Edson Arantes do
Nascimento. Son dos estilos distintos y dos épocas totalmente diferentes.
Aunque Pelé también tenía un equipo fantástico (Santos) y una delantera
rompedora (Dorval, Mengalvio, Coutinho, Pelé y Pepe). Un auténtico atleta del
gol y una década prodigiosa con la selección brasileña que marcó una época
extraordinaria.
Dicen que tampoco se puede comparar con Hendrik Johannes Cruijff, otra figura sobresaliente de otra época.
Diferente a Di Stéfano, aunque también ha sido líder-técnico-táctico en sus
equipos (Ajax-FC Barcelona y la selección naranja). Un futbolista que hacía
fácil lo difícil y sus cambios de ritmo mareaba a sus rivales.
El holandés, sin embargo, sí tuvo que ver
como técnico el modelo de fútbol que le convenía al FC Barcelona y a su
cantera. Mejorando incluso la “obra de arte” de Herbert Chapman (un profeta del
fútbol de ayer y del actual) que después le pondría el acento más alto
–presión, intensidad y emotividad en la recuperación del balón en campo del
adversario– José Guardiola a la orquesta
sinfónica azulgrana.
Los tres “monstruos sagrados” del fútbol
mundial aparentemente no son comparables –por las épocas vividas y la evolución
lógica de los materiales en el fútbol y los campos de juego– pero sí pueden ser un claro referente en la corta
pero fructífera carrera deportiva de Lionel Andrés Messi Cuccitini.
Decimos referente y decimos bien. Ahora
mismo, por poner algunos ejemplos, Messi tiene la “mentalidad ganadora” de Di Stéfano; la “imaginación” de Pelé y “el
cambio de ritmo” de Cruyff. Y va a seguir creciendo en lo deportivo.
¿Por qué?
Por su mentalidad de fútbol callejero, de
barrio, donde se inventa todo sobre la marcha y lo inverosímil se hace realidad.
Se divierte y el fútbol lo vive intensamente. Es su instinto, su forma de ser.
Su verdadera pasión.
Se amolda a cualquier sistema o equipo, sin
necesidad de ser el jefe. Su responsabilidad es colectiva. Reparte generosidad
en el campo por su talento, sin olvidarse en ningún momento que se trata de un
juego “de equipo y coordinado” y no “individual”.
Y ante y sobre todo porque él compagina
–tiene ese chip asombroso– la técnica y
la velocidad en un todo (algo difícil en este deporte). Además, sin tener una
musculatura especial, le pega como una “mula” al esférico.
Ayer y hoy, con una trayectoria brillante junto a unos incomparables
trillizos (Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Sergio Busquets) y compañía. El
argentino, igualmente, tiene para mañana un reto pendiente que es todo un sueño para él. Una misión
importante con la selección albiceleste (junto a otros tres trillizos: Sergio
Agüero, Gonzalo Higuaín y Ángel di María) y Cía, en la Copa del Mundo FIFA que
se dirimirá en Brasil.
“Cambiaría un Balón de Oro por la
Copa del Mundo con la
selección argentina ”
SUPER POKER EN ZURICH
Se puede discrepar –cada cual está en su derecho–
pero no sacarle punta a un destornillador.
El Cuarto Balón de Oro consecutivo logrado por Messi, esta vez en Zurich, no
admite polémicas. Tenemos que aceptar la votación de jugadores, técnicos y
periodistas de todo el mundo. (La votación de la mayoría).
Es, sin ninguna clase de dudas, el mejor
jugador del mundo. ¡Ojo! No es sólo por el galardón de France Football & FIFA o la confirmación del periódico El País de Montevideo (Uruguay) que
también coincide en el ámbito de América del Sur. El argentino –tiene la doble nacionalidad desde 2004– viene demostrando en el campo de
la verdad durante los últimos años, su madurez futbolística.
Lionel Messi ya no es la “pulga” de pelo
largo con la camiseta –le quedaba enorme– jugando con los “cebollitas” de
Newell´Old Boys. Ese vídeo (¡gracias, You-Tube!) es toda una reliquia. Una
demostración. Tiene historia. Identifica al niño del millón de dólares. A la
futura estrella del fútbol mundial.
Es el comienzo de un proceso. Y la
confirmación de que los grandes campeones nacen. Nacen y se forman, sí… pero
con un preciado don natural. El pequeño ya tenía algo especial. Su talento ha
sido y es innato en él. La pelota, un instrumento para tocar y componer música.
Aquél pequeño renacuajo se hizo mayor. Y lo
que fue un pantallazo, un presagio se convirtió en algo auténtico y real.
La “Pulguita” o “Pulga” se ha transformado
en un “Gigante” del fútbol mundial.
Su primer partido de Liga ante el RCD Español. Tenía 17 años. |
REXACH, DI Y CRUYFF LE AVALAN
Carlos
Rexach
le avala en su momento para que continúe en el FC Barcelona, Alfredo Estéfano di Stéfano le nomina
espontáneamente que va a ganar su primer Balón de Oro. En una entrevista
extensa y sustanciosa en “Marca”
junto al también inolvidable gallego Luis Suárez. Hendrik Johannes Cruijff sigue
sorprendiéndose con él por su ingenio y actitud en el campo. Los tres han
“mamado” el fútbol. Sin embargo las palabras de Di y el Flaco (dos monstruos
sagrados) son suficientes para creer en Lionel Messi.
El “niño” crece y su fútbol va creciendo
poco a poco. Ante todo porque es disciplinado, sumamente callado y bien
educado. Crece en la cantera del FC Barcelona. También necesita un tratamiento
de hormonas para crecer. Algo que algunos intentan hacer “ruido” para manchar
su proceso. Vamos a ser sinceros, no es nada nuevo. Conocemos el tratamiento
desde 1960 y procedía de Alemania.
Además, ¿acaso Marinus Michels en el Ajax no prepara un
programa de ejercicio físico para Cruyff, concebido especialmente para desarrollar
su complexión endeble? Al mismo tiempo, ¿no le preparan una dieta rigurosa con
el fin de que fuera capaz de soportar los rigores de una carrera profesional?
A Lionel Messi le proponen de palabra jugar
en la selección española Sub 17. También hubiesen podido pedirle los italianos
(su abuelo nace en Ancona y emigra a Sudamérica en 1883). Lionel se decide por
la elástica albiceleste.
Después llegan las dudas. Las dudas del
seleccionador Francisco Ferraro. Tal vez por falta de información. Messi forma
parte del plantel del equipo argentino en el Mundial Sub-20 que se dirime en Holanda.
Ferraro prefiere a Vitti y Oberman como
delanteros y le deja en el banquillo junto a Sergio Kun Agüero. En el partido
inaugural Estados Unidos le gana a Argentina 2-0, aunque mejora su performance
cuando Messi sustituye a Armenteros.
Ferraro rectifica a tiempo. El astro
argentino es titular hasta el final y se consagra como el mejor y máximo
goleador del campeonato. A pesar de su desparpajo marca los dos goles de la
final (Nigeria) y en la semifinal, Argentina gana a Brasil 2-1, (golazo de
Messi y pase a Zabaleta en el segundo). El juvenil del club azulgrana –junto a
su buen amigo Sergio Agüero– aprende muy rápido y ya conoce lo que supone ser
campeón del Mundo con su selección.
UNA PIERNA DE PALO
Lionel Messi, campeón del mundo Sub-20 |
También tenía dudas de Frank Rijkaard. Un
gran jugador (una de las piezas “básicas” en el esquema del AC Milán) que empieza
su andadura como entrenador en el FC Barcelona. Por aquellos años, el técnico
holandés le prueba de extremo derecho y de volante. Messi seguía creciendo en
el fútbol, aunque con una pierna de palo (la derecha) y sin conocer su
capacidad goleadora con la cabeza.
Sin embargo, se pudo comprobar que la banda
de cal no es suficiente terreno para un zurdo como él. Necesita más campo, más
libertad para demostrar sus habilidades y talento.
Su debut ante el RCD Español y su primer gol
frente al Albacete es sorprendente. Después de “chupar” banquillo y entrar en
los minutos postreros. Tenía 17 años y no le temblaron las piernas.
“No,
viejo, yo solo quería jugar. La presión no la siento, quería divertirme y
marcar un gol. Tuve una ocasión… pero reconozco que Ronaldinho estaba solo
cuando disparé.” (Diálogo con
su padre en su debut)
Había que darle tiempo al tiempo. Ocho
minutos parecían suficientes para el entrenador si es un jugador de la cantera.
En su primer gol son menos (tres minutos). Sustituye a Eto´o en el Camp Nou.
Marca un gol de vaselina, tras un pase en profundidad de Ronaldinho. Antes que
le concedieran a Messi su cuarto Balón de Oro el brasileño declara en ESPN-TV: “En el Mundial de Brasil, Messi le dará un dolor de cabeza a todos los
equipos”
PROVIDENCIAL “FICHAJE” DE JOSÉ GUARDIOLA
La llegada de José Guardiola al banquillo
azulgrana es providencial. No sólo para Lionel Messi, sino también para muchos
jugadores de la cantera. Entre ellos Xavi Hernández, Sergio Busquets, Pedro
Rodríguez entre otros. Repescando incluso a Gerardo Piqué (Manchester United) y
Francisco Fábregas (Arsenal de Londres).
Un salto olímpico… de un campeón olímpico (selección
española, JJOO-1992). José Guardiola realiza un trabajo extraordinario al
frente del FC Barcelona. Pone en práctica toda su experiencia de su brillante
carrera profesional como futbolista y añade su inteligencia y psicología en el
vestuario. De temperamento fuerte elimina egos con argumentos directos y
precisos. Y forma un grupo homogéneo. Bien unido y comprometido con su trabajo.
Tanto enseña José Guardiola que la gran
mayoría de los entrenadores se “comían” con cuchillo y tenedor, todas sus
declaraciones post-match en la sala de Prensa. La razón es bien sencilla. Hablaba
de fútbol y no se le caían los anillos al explicar los aciertos y errores
cometidos. Algo que muchos informadores se quedaban in albis. El técnico lo
explicaba siempre en la jerga futbolística.
Además, se preocupaba individualmente de
cada jugador. Bien de su vida privada o de su dieta. A pesar de tener un equipo
de colaboradores muy competente en la sombra. Buscaba lo mejor y exigía al
máximo, en una palabra.
Con Lionel Messi no tiene problemas. Sobre
todo por su disciplina, mentalidad y su pasión por el fútbol. El argentino se
suelta en el campo, con la originalidad más absoluta y demuestra su gran
repertorio. Hasta tal punto que marca goles con la derecha y gana un título (Copa
del Mundo de Clubes) con un gol de cabeza.
Actitud: No cambia, siempre
es la misma, desde muy pequeño. Algo
reservado e introvertido. Loco por el fútbol. A pesar de su carisma,
trabaja en equipo. En el campo su actitud suele ser correcta. No juega para la
galería. Juega para él y su equipo.
Constancia: Intenta darlo todo,
pero un futbolista no es una máquina.
Esfuerzo: Sabe dosificarlo en
cada partido.
Concentración: Pone los cinco
sentidos en el campo.
Compenetración: Juega con los ojos
cerrados con sus compañeros. Es normal, conoce bien el idioma del fútbol. Igual
que el equipo. Todo lo hace fácil.
Visión del juego: Su cabeza es una
computadora de jugadas inventadas. Parece distraído, a veces, pero está en
todo. Pases cortos, largos, cruzados, en profundidad, entre líneas…
Inteligencia: prescinde del
individualismo por el juego colectivo. En el campo es difícil predecir por
donde o por qué lado va a salir o sorprender.
Precisión: Se puede equivocar,
pero su punto de mira siempre está ajustado para cada jugada y cada gol. La dibuja en su
cabeza sobre la marcha.
Cambio de ritmo: Uno de sus puntos
más fuertes. Usa las marchas, como la caja de cambios en los coches.
Regate por dentro/fuera: No es problema para
él, es ambidextro. No tiene problema con la derecha, aunque nació con una zurda
de oro.
Explosión en salida: Busca la sorpresa
en la salida. Para él es sencillo, pero no abusa de ello. Sabe cuándo y el
momento oportuno para hacerlo.
Carrera: Juega pausado, cuando
hay que jugar pausado, pero es una luz en la carrera. Además, tiene cierta
empatía con sus compañeros. En el toco-y-me-voy o en el uno-dos (paredes) en
velocidad.
Cintura: Su cintura es como
su cuerpo, que parece de goma –flexible– en todos sus movimientos. En los regates
generalmente hace quiebros de cintura.
Perfil: Algo que se
consigue a muy temprana edad. Es fundamental en el remate. Todo el cuerpo se
inclina para cargarlo de energía para dar una mayor potencia al disparo.
Cabeza: Siempre la cabeza
fría, pero llena de fútbol.
Mentalidad: Ganadora, no le
gusta perder.
Técnica: Posee una técnica
exquisita, mejorada por el trabajo y los entrenamientos con balón. Capaz de
hacer dibujos en una baldosa, como en los espacios grandes. No se cansa de
inventar. Lo increíble: combina técnica y velocidad al mismo tiempo.
Recursos: Todos los recursos
imaginables y los que inventará mañana.
Imaginación: El partido
Brasil-Argentina (3-3). Es sublime el reportaje realizado por la televisión
(creemos que británica). Un solo de Messi cogido por la cámara. Parecen los
compases de El capricho español de Nicolai A. Rimski- Korsakov.
Posición: Su libertad en el
terreno, le permite cumplir tareas de organizador, lanzador, sprinter, goleador
y cualquier conejo que quiera sacar de su chistera.
Picardía: El propio de la
calle. Hacerse el distraído para el robo de balón. O aprovechar un rechace del
rival.
Remate / efectos: Basta decir que
Messi marcó un gol de tiro libre desde 35 metros. Potencia le sobra. Los
efectos los practica mucho. A la hora de abrir (derecha) o cerrar (izquierda)
el tiro para que haga un efecto el balón. (Algunos le llaman rosca o chanfle).
No sólo en los disparos dentro o fuera del área. También a balón parado y en
los penalties. El secreto está en el lado (derecha/izquierda de la bota) del
golpeo.
Inspiración: Mucha, desde el
arranque ya tiene pensada la jugada.
Slalom: En cierta forma es
una jugada individual, pero no la repite todos los partidos.
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